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Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP
Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP
Captura de pantalla de la portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado.
7 minutos de lectura

Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
08 de agosto, 2023
Por: Luz Rangel
@LuzGrimaldy 

Los contenidos sobre sexualidad, género y diversidad dentro de los nuevos libros de texto de primero a sexto grado de primaria han ocasionado posturas tanto positivas como negativas. Pero más allá de los errores o desinformación al respecto, en El Sabueso los revisamos para explicarte qué dicen. 

Además, consultamos a especialistas que coinciden en la importancia de estos contenidos pero también realizan observaciones a la manera en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) los aborda en los libros de texto Múltiples lenguajes, Nuestros saberes, Proyectos comunitarios, Proyectos de aula y Proyectos escolares, los cuales mencionan a la igualdad de género y a la inclusión como dos de sus siete ejes rectores. 

Si bien, las expertas reconocen como un acierto el hecho de que en los libros de texto gratuitos se aborden temas como eyaculación y menstruación, destacan que es necesario contextualizar la información y capacitar a los docentes para que las infancias puedan entender mejor los temas y ejercer su derecho humano a la educación sexual. 

El derecho a la educación sexual

La sexualidad es un aspecto inherente al ser humano, que está presente a lo largo de toda su vida, incluyendo la primera infancia y la niñez. Se puede ejercer, y enseñar, de muchas maneras, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica al sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.

En entrevista, la educadora sexual Verónica Maza Bustamante sostiene que es un derecho incluir en los libros de texto, planes y programas de estudio esta visión ampliada de la sexualidad que no se limita sólo a la reproducción. 

“Todos tenemos derechos humanos como todos tenemos derechos sexuales. Es importante incluir la educación sexual en estudiantes de primaria porque es parte de la vida, entonces tendría que enseñarse no sólo desde la primaria, sino desde el kinder, acorde con la edad”, expresa Maza.

Hay quienes celebran que se traten estos temas desde la educación básica. Pero, por otra parte, existen agrupaciones de madres y padres de familia que intentan frenar la distribución de libros de texto en diferentes entidades del país, como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) que interpuso un amparo.

Sin embargo, esto podría vulnerar el derecho a la educación, reconocido en el Artículo 3 constitucional. Éste establece que los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género e incluirán la educación sexual y reproductiva. 

“Una niña, un niño no es propiedad del papá, ni de la mamá. Ellas y ellos también son titulares de derechos. Lo que nos toca como personas adultas, a mí me parece, es acompañar para que los puedan ejercer”, señala en entrevista Diana Itzel Lugo Sánchez, maestra en Ciencias Sociales. 

Menstruación y eyaculación 

Uno de los libros de texto que más críticas ha generado es el de Proyectos de aula, de quinto grado. A partir de la página 143 hay indicaciones para hacer modelos del aparato reproductor femenino (con una botella de plástico) y masculino (con una jeringa), para conocer sus estructuras y características.

“En el vaso de plástico, mezclen agua con pintura blanca, para representar el líquido seminal, y llenen con la mezcla la jeringa. Simulen el proceso de erección y eyaculación”, se lee en la página 151. 

En entrevista, Benazir Sitara Mehmood Díaz, creadora de la iniciativa Medicina Sin Violencia, explica que la educación sexual ha sido conservadora por varias generaciones, lo que ha ocasionado críticas hacia estos modelos, aunque puedan ser útiles para el aprendizaje.

“La manera en la que lo quieren representar me parece bastante acertado, sin llegar a ser algo obsceno ni algo que pueda resultar contraproducente. Creo que puede ser algo didáctico”, afirma. 

Sin embargo, las tres especialistas consultadas coinciden en que la masturbación, la menstruación y la eyaculación deberían enseñarse no como una simple acción, sino como todo un proceso contextualizado.

“No es suficiente con el tema de la menstruación porque se debería de abarcar muchísimo más a fondo el ciclo menstrual y creo que lo debemos de hacer enfatizando en la perspectiva de clase y entender que hay que gestionarla de acuerdo con los contextos económicos”, añade Mehmood Díaz. 

Al respecto, el libro de texto no presenta ningún método de gestión menstrual. Además se limita a mencionar a la masturbación como una de las causas de la eyaculación, sin ahondar más en esta estimulación que permite conocer el cuerpo humano.

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 150 del libro Proyectos de aula, de quinto grado.

Órganos sexuales femeninos y masculinos

En redes sociodigitales se ha criticado que en el libro de texto Nuestros saberes, de segundo grado, hay esquemas de los órganos sexuales externos femeninos y masculinos. Éstos se complejizan en el de tercero, donde además se habla de que el sexo, como una forma de dividir en hombres y mujeres a los seres humanos, y de abuso sexual. 

“Enseñar a niñas y niños a llamar los genitales por su nombre”, enlista el libro de texto Nuestros saberes como una de las recomendaciones para prevenir el abuso en niñas, niños y adolescentes, algo que celebran las especialistas consultadas.

Otro aspecto positivo es que en cuarto grado se abordan estos esquemas como un sistema con caracteres sexuales primarios (los órganos reproductores internos) y secundarios (características que aparecen durante la pubertad y que distinguen a mujeres y hombres, pero no están relacionadas con la reproducción).

“Rompen con esta idea de que los cuerpos son exclusivamente para tener hijos, para tener hijas, ya no los mencionan como aparato reproductor y pues me parece algo bastante acertado y no creo que sea casualidad. Seguramente, la idea es proyectar de manera distinta la manera en la que vemos la sexualidad y los órganos sexuales”, dice Mehmood Díaz.

Asimismo, las expertas están de acuerdo en que enseñar estos temas en la educación primaria no adelanta o retrasa el inicio de una vida sexual activa. Además, para ellas no se trata de la edad, sino de la responsabilidad con la que se lleve a cabo las relaciones sexuales. 

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 86 del libro Nuestros saberes, de tercer grado.

Género y diversidad

El libro de texto Múltiples lenguajes de primer grado también ha sido criticado porque ilustra los tipos de familias que existen, por ejemplo, la homoparental o lesbomaternal, que “se caracteriza por tener a dos padres o madres homosexuales”. Asimismo, una imagen de dos mujeres abrazadas ejemplifica a las familias que toman la decisión de no tener descendientes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el año 2017 53.8% de los hogares eran biparentales; 28.1% de otro tipo y 18% monoparentales. 

“Lo que entiendo que se busca con esto es dejar de contribuir a estos discursos de odio contra la diversidad. Son cuestiones que ya ocurren en la sociedad, niñas y niños ya lo están viviendo y me parece importante que se toque en sus libros”, asegura Diana Itzel Lugo Sánchez, especializada en temas de infancias. 

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 151 del libro Múltiples lenguajes, de primer grado.

La portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado, también se ha viralizado en redes sociodigitales por incluir una bandera de arcoíris y una pareja de mujeres abrazándose. En ambos casos se ha dicho que se trata de ideología de género que, por cierto, no es una categoría que exista dentro de las ciencias sociales, según el Glosario para la Igualdad.

Para Lugo Sánchez, hay que identificar los matices en este término, pues la mayoría de las veces se utiliza de manera despectiva por grupos de derecha, conservadores, para desestimar la diversidad sexual y los movimientos de mujeres, por ejemplo, las diferentes corrientes feministas.

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado.

Múltiples Lenguajes, de sexto de primaria, empieza con una manifestación del 8 de marzo, que se conmemora el Día Internacional de las Mujeres para exigir una vida libre de violencia. Los libros de texto también definen el concepto de género, así como los roles y estereotipos, algo que las entrevistadas también valoran como positivo.

“Me parece interesante en el sentido de que implica una decisión política de fondo, o sea, de reconocer las luchas sociales”, menciona Lugo Sánchez.

La educación más allá de los libros de texto

Para la médica cirujana Benazir Sitara Mehmood Díaz, los libros de texto pueden ser una herramienta para contrarrestar la desinformación a la que las y los estudiantes están expuestos en redes sociodigitales. Pero esto no ocurriría a solas. 

“El libro, al final, tampoco garantiza que va a haber un aprendizaje porque ahí tenemos la función y la responsabilidad del profesor, de la profesora, como mediador, mediadora de esto. No solo son los temas, sino el cómo tocan los temas y también el papel de las tutoras, los tutores, de mamás y papás, los retos que a nivel pedagógico implica”, advierte Diana Itzel Lugo Sánchez. 

La sexóloga Verónica Maza Bustamante enfatiza en que además de los libros de texto, es importante la capacitación para tocar estos temas de una manera informada.

“Lo importante también es cómo se capacita a los maestros para que sepan compartir esta información con los alumnos. Si en su docencia tiene prejuicios, mitos, ideas erróneas, por mucho que un libro de texto sea correcto, no se va a cumplir esa educación sexual por parte de la escuela”, indica.

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Imagen BBC
¿Qué es la cosecha de niebla? El método que puede ayudar a ciudades con falta de agua
6 minutos de lectura

Investigadores proyectan que el potencial de recolección de niebla en zonas geográficas con condiciones favorables podría extender esta práctica (comúnmente utilizada a escala rural) al abastecimiento de urbes donde el agua es escasa.

15 de marzo, 2025
Por: BBC News Mundo
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Capturar niebla a gran escala podría proporcionar agua potable a algunas de las ciudades más áridas de Chile y otras zonas urbanas del mundo.

Esto es lo que han concluido investigadores de ese país tras analizar el potencial de la recolección de niebla en Alto Hospicio, una ciudad ubicada en el norte de Chile, en la región árida del desierto de Atacama.

Con poca o ninguna precipitación, la principal fuente de agua de las ciudades de la zona son los acuíferos subterráneos, que se recargaron por última vez hace miles de años. La precipitación promedio es de menos de 5 mm al año. Y, en algunas zonas, la escasez hídrica obliga a abastecer de agua a la población con camiones aljibe.

Pero la ciudad de Alto Hospicio tiene una particularidad geográfica que favorece la formación y captura de la niebla.

“Se ubica en uno de los corredores de entrada de la niebla al continente”, explica a BBC Mundo la investigadora Virginia Carter Gamberini, de la Universidad Mayor de Chile.

Precisamente esas condiciones son las que podrían permitirle a la ciudad apoyarse en la cosecha de niebla como una alternativa viable y sostenible para abastecer de agua potable a su población.

Las conclusiones del estudio, que fue publicado en febrero en la revista Frontiers of Environmental Science, apuntan a que las nubes de niebla que se acumulan regularmente sobre la ciudad montañosa son una fuente desaprovechada de este recurso tan valioso.

Con el crecimiento de la población urbana y la creciente demanda de agua por parte de la minería y la industria, los investigadores advierten que es urgente encontrar otras fuentes sostenibles.

Sobre todo, considerando que en el caso particular de Alto Hospicio, se enfrentan graves problemas de pobreza y un acceso reducido de sectores de la población a redes de suministro de agua limpia.

Una “nueva era” en la cosecha de niebla

La idea de capturar el agua de niebla no es nueva.

De hecho, Carter cuenta que ella ha participado en proyectos similares en otras zonas de Chile, Guatemala, Canadá y África.

Uno de los sistemas de recolección de agua de niebla más grandes se encuentra en Marruecos, en el borde del desierto del Sahara, mientras que experiencias emblemáticas en América Latina son las del Chungungo, también en Chile, o los atrapanieblas de las colinas del sur de Lima.

La novedad, señala la investigadora, es que hasta ahora los proyectos de esta naturaleza se habían entendido con la perspectiva de abastecer a comunidades rurales y no así a poblaciones urbanas.

Una foto panorámica de Alto Hospicio
Cortesía de Virginia Carter
La ciudad de Alto Hospicio se ubica en el norte de Chile, en la región de Tarapacá.

“Esto apunta a un cambio de percepción. Siempre se pensaba en usar agua de niebla para abastecer a pequeños poblados o asentamientos rurales. En este caso, queremos explorar la posibilidad de abastecer una ciudad”, afirma.

“Nuestros hallazgos demuestran que la niebla puede servir como suministro urbano complementario en zonas áridas donde el cambio climático exacerba la escasez de agua”.

Carter recalca que una “nueva era” de recolección de niebla a una escala mucho mayor podría proporcionar un suministro de agua más seguro y sostenible en entornos urbanos donde más se necesita, no solo en Chile sino también en otras urbes del mundo.

¿Cómo se captura la niebla?

Capturar el agua de la niebla es extraordinariamente sencillo: se cuelga y tensa una malla entre dos postes y se forma el “atrapaniebla”. Cuando las nubes cargadas de humedad atraviesan esa fina malla, se forman pequeñas gotitas, que se canalizan hacia tuberías y tanques de almacenamiento.

La niebla de Alto Hospicio se forma sobre el océano Pacífico cuando el aire cálido y húmedo fluye sobre el agua fría y luego es empujado hacia las montañas. Las condiciones de niebla constantes en la zona permitieron a los investigadores identificar las áreas donde se podría recolectar el mayor volumen de agua de manera regular.

Con un trabajo de campo que se extendió por un año, realizaron evaluaciones in situ, lo que combinaron con datos obtenidos mediante un método predictivo (AMARU), que procesa información meteorológica y la cruza con datos que se obtienen mediante sensores remotos.

Durante la temporada alta del estudio, entre agosto y septiembre de 2024, el potencial de recogida alcanzó hasta 10 litros por metro cuadrado al día, según los investigadores.

Basándose en una tasa promedio anual de recolección de agua de 2,5 litros por metro cuadrado de malla al día, calcularon que:

  • 17.000 m² de malla podrían producir suficiente agua para cubrir la demanda semanal de 300.000 litros que actualmente se entrega en camiones a los barrios marginales urbanos.
  • 110 m² serían suficientes para satisfacer la demanda anual de riego de los espacios verdes de la ciudad.
  • El agua de niebla podría utilizarse en agricultura hidropónica (sin suelo), con rendimientos de 15 a 20 kg de vegetales verdes al mes.
Gotas de niebla
Getty Images
Una malla atrapa el agua de niebla en el desierto chileno.

Carter explica que Chile es “muy especial” en cuanto a la niebla marina, “porque tenemos el océano a lo largo de todo el país y también tenemos la cordillera”.

Su equipo está trabajando actualmente en un “mapa de recolección de niebla” con el objetivo de identificar otros lugares en donde este modelo se pueda implementar.

El “agua de las nubes”, como la describe Carter, podría, según ella, “mejorar la resiliencia de nuestras ciudades ante el cambio climático y, al mismo tiempo, mejorar el acceso al agua potable”.

La investigadora destaca, sin embargo, que la posibilidad de alcanzar esos volúmenes en otras zonas que enfrentan una grave escasez hídrica dependerá siempre de su potencial de formación y captación de niebla, que está dado por diversos elementos.

“Los factores clave que influyen en la eficiencia de la recolección de niebla incluyen la dirección y la velocidad del viento, así como las características geográficas, especialmente la presencia de montañas”, explica.

Por ejemplo, Petorca, una de las zonas más afectadas por la escasez hídrica en Chile, no tendría -a primera vista- las mismas posibilidades de abastecerse en grandes volúmenes de agua a partir de la niebla. Pero sí otras zonas costeras del país.

La calidad del agua

“Yo he tomado siempre agua de niebla”, dice Carter, pero señala que el estudio que realizaron no contempla un análisis químico respecto de la calidad del recurso hídrico.

En ese sentido, destaca que “va a ser importante hacer otras investigaciones…Ya sabemos cuánta agua y dónde encontrarla. Después habrá que profundizar en la calidad del agua y los métodos mas adecuados para potabilizarla”.

Niebla en el Desierto de Atacama
Getty Images

“Puede ser que ahora ya está bien para tomarla, el punto es que no lo sabemos”, dice otra de las investigadoras, Nathalie Verbrugghe, de la Universidad Libre de Bruselas.

Las investigadoras son cautas sobre las expectativas que se han generado en torno a los hallazgos de esta investigación:

“Nosotras no vamos solucionar la crisis hídrica de Chile o del desierto de Atacama” y “probablemente esta tecnología tampoco, pero esperamos que sea un complemento”.

*Con información de Victoria Gill e Isabel Caro

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BBC

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