Para entender mejor
El dictamen de la iniciativa ciudadana para establecer corridas de toros sin violencia fue aprobado este martes por el Congreso de la Ciudad de México. Activistas por los derechos de los animales consideran un gran paso hacia el camino de la extinción total de estos espectáculos en la capital, mientras que el sector taurino alertó sobre pérdida de empleos.
Originalmente, la iniciativa ciudadana que dio pie a la discusión legislativa buscó la prohibición total de las corridas de toros en la capital. Sin embargo, fue modificada con base en una propuesta anunciada por la jefa de gobierno de la capital, Clara Brugada, que planteó un “espectáculo taurino sin violencia”.
Esto es lo que aprobaron las y los legisladores:
El dictamen de la iniciativa ciudadana aprobado ya por legisladores estableció la realización de corridas de toros, novilladas, rejoneo, becerradas, festivales taurinos y tientas, en las que no se cause ningún tipo de lesión a los animales ni se les provoque la muerte durante o después del evento.
La propuesta se basó en modificaciones y adiciones a la Ley de Protección y Bienestar Animal, y a la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos, ambas de la Ciudad de México. Sus puntos clave sobre las corridas de toros son:
Sofía Morín, activista por los derechos de los animales e integrante de Cultura Sin Tortura, explicó que la iniciativa ciudadana inicial que buscaba la prohibición total de las corridas de toros —respaldada por más de 27 mil firmas y de la cual es promotora—, surgió del colectivo del que forma parte.
Posteriormente, se unió Movimiento México Sin Toreo, alianza conformada por 82 organizaciones de protección animal en todo el país, a la cual también pertenece Cultura Sin Tortura.
La activista señaló que el dictamen aprobado en comisiones le había dejado una sensación “agridulce”, ya que originalmente se buscaba la prohibición total. No obstante, consideró que era un gran avance.
“Intentamos ver el lado positivo en el sentido de decir, bueno, es un gran paso, sí, es un gran paso y los que conocemos de tauromaquia sabemos que la práctica se va a terminar. Entonces, es una división de opiniones, pero sí te puedo decir que la mayoría no está conforme con la regulación, porque crecimos gritando abolición, prohibición”, dijo Sofía Morín a El Sabueso, previo a la discusión en el Pleno.
Desde su perspectiva, con los nuevos principios, las corridas de toros se van a acabar, porque ningún taurino querrá hacer una corrida sin sangre y ningún aficionado asistirá a espectáculos con estas modificaciones.
A través de un comunicado, Cultura Sin Tortura reiteró su compromiso por la prohibición e indicó que los animales no son entretenimiento, pero reconoció que la aprobación en comisiones representaba un gran avance.
Arturo Berlanga, director de AnimaNaturalis México, organización que también integra México Sin Toreo, coincidió con Sofía Morín en que se da un paso importante.
“Yo creo que es un espectáculo libre de sangre y muerte, y es un paso gigante, gigante, hacia el camino de la extinción total de estos espectáculos (…) Te respondo en función de las declaraciones de los aficionados, empresarios y promotores taurinos, porque ellos ya han fijado una postura en que no aceptan esta regulación”, expresó Arturo Berlanga a este medio.
El 13 de marzo, la mandataria capitalina Clara Brugada manifestó que entabló un diálogo con los Grupos Parlamentarios del Congreso de la Ciudad de México, organizaciones de protección animal, promotores de la tauromaquia y otros sectores interesados, con el fin de construir una propuesta legislativa que proteja tanto a los animales como al empleo.
De acuerdo con el Congreso de la Ciudad de México, del 17 al 24 de febrero se llevó a cabo un parlamento abierto en materia de tauromaquia, respecto a la iniciativa ciudadana inicial, con la participación de personas interesadas en el tema.
Luego del anuncio de la mandataria capitalina, empresarios e integrantes de asociaciones a favor de la tauromaquia expresaron en conferencia de prensa su sorpresa ante la propuesta de Clara Brugada de realizar corridas de toros sin violencia. Aseguraron que no contaban con información y no fueron consultados sobre el tema, y solicitaron ser convocados a mesas de trabajo para negociar y llegar a una conclusión conveniente.
La Plaza México emitió un comunicado el 14 de marzo en el que llamó a un diálogo con las partes involucradas en el sector, ya que, aseguró, sus voces no fueron escuchadas ni consultadas por el gobierno capitalino. Además, sostuvo que la propuesta significa la antesala de su desaparición.
“La prohibición de elementos fundamentales de la corrida de toros, como la suerte suprema y el uso de instrumentos tradicionales, desvirtúa por completo su esencia y va contra el corazón y principios de esta tradición. Al eliminar estos aspectos, las corridas se transforman en un evento ajeno a su verdadera naturaleza, lo que significa la antesala de su desaparición desde otra perspectiva”, se lee en el comunicado.
Puedes leer: Plaza México advierte desaparición de la tauromaquia
Raúl Pérez Johnston, abogado constitucionalista y presidente del comité jurídico de la asociación Tauromaquia Mexicana, dijo a El Sabueso, previo a la votación en el Pleno, que es una iniciativa que hace el “espectáculo inviable” y que es una “prohibición disfrazada”.
Consideró que es una propuesta que tomó por sorpresa a todos los sectores, incluidos animalistas que querían prohibir por completo las corridas, y a pueblos y barrios originarios. Raúl Pérez Johnston agregó además que no han tenido un debate lo suficientemente amplío.
“La realidad es que la propuesta como viene no es tauromaquia. Es un tema que pone en peligro un importante número de fuentes de empleo y no cumpliría la finalidad que se está buscando, que es esta de llegar a un aparente compromiso para preservar la actividad cultural y las fuentes de empleo, eso no se lograría”, señaló el abogado constitucionalista.
Nota actualizada…
Los soldados ucranianos en el campo de batalla no creen que la guerra contra Rusia vaya a terminar pronto.
Mientras Moscú considera un alto el fuego temporal, su maquinaria militar sigue presionando en el frente. Las negociaciones diplomáticas pueden ser lentas y difíciles, pero en el campo de batalla, se pueden medir en vidas perdidas.
A un hospital militar en el este de Ucrania, los heridos llegan en oleadas en ambulancia. Aquí, hay una desconexión obvia entre la diplomacia que tiene lugar lejos de los combates y la brutalidad de la batalla, en la que los cuerpos humanos todavía están siendo destrozados, despedazados y marcados por las bombas y las balas.
Vemos a otras dos docenas de soldados ucranianos heridos que se suben a un autobús para ser llevados a un hospital en Dnipro; algunos están heridos pero caminan, otros son llevados en camillas. El autobús está provisto de equipos médicos para monitorear a los heridos mientras son trasladados a toda velocidad por carreteras llenas de baches.
Los hombres a bordo son los menos gravemente heridos. La mayoría fueron alcanzados por metralla. La causante es a la ahora más prolífica y temida arma en el frente: los drones.
Ninguno de los soldados que entrevistamos cree que esta guerra vaya a terminar pronto. Maksym, de 30 años, está en una camilla conectado a un medicamento intravenoso para aliviar algo del dolor de las múltiples heridas de metralla que tiene en todo el cuerpo. Dice que ha oído hablar de un alto al fuego temporal de 30 días, pero añade:
“Considero a Putin un asesino y los asesinos no se ponen de acuerdo tan fácilmente”.
Vova, quien está sentado cerca, dice refiriéndose a la posibilidad de un alto al fuego: “No me lo creo”. Señala que cerca de la ciudad de Pokrovsk, que se encuentra bajo asedio, se estaban enfrentando a ataques rusos todos los días. “Dudo que haya una tregua”, me dice.
Otro soldado llamado Maksym dice que esta es la segunda vez que resulta herido. “No creo que haya un alto al fuego”, afirma. “Tenía muchos amigos que ya no están con nosotros”.
“Me gustaría creer que todo va a estar bien, pero no se puede confiar en Rusia. Nunca”.
El autobús médico es operado por el Batallón Médico del Ejército de Voluntarios de Ucrania, conocido como los Hospitalarios. Transportan a decenas de soldados heridos todos los días.
Sofiia, una estudiante de medicina de 22 años, ha estado trabajando con ese equipo durante los últimos 18 meses. Ella también es escéptica sobre las posibilidades de un alto al fuego: “No puedo creérmelo, pero realmente desearía que sucediera”, dice.
Me cuenta que cuando se enteró de que Estados Unidos y Ucrania habían acordado presionar para lograr un alto al fuego, los drones rusos sobrevolaban su base y eran interceptados por las fuerzas de defensa aérea ucranianas. Para ella, hablar de paz es como hablar de un universo paralelo.
Sofiia dice que “al menos es bueno que Ucrania y Estados Unidos vuelvan a hablar”. Pero en cuanto a las esperanzas de un alto al fuego, se remite al pasado reciente.
“Si nos fijamos en todos los intentos de alto al fuego que hemos tenido en el pasado, no funcionaron. ¿Cómo va a funcionar este?”, pregunta.
Su colega médico, Daniel, se unió a los Hospitalarios desde Suecia. Dice que entiende lo que se siente cuando una nación más pequeña es atacada por su vecino gigante. Su abuelo luchó por Finlandia contra Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Daniel llegó a Ucrania, solía preguntarles a los soldados heridos qué querían hacer después de la guerra. Ya no lo hace. “Nadie quiere responder eso”, dice, “porque no quieren decepcionarse. No se atreven a tener esperanzas”.
Daniel no descarta un alto al fuego. Pero añade: “No se puede confiar en que Putin vaya a hacer algo que no le beneficie”.
Ucrania tiene mucha experiencia negociando con Rusia.
Francia y Alemania mediaron en los altos al fuego de 2014 y 2015, cuando las fuerzas respaldadas por Moscú tomaron por primera vez partes del este de Ucrania y Crimea.
Esa negociación no funcionó. Tampoco impidieron que Rusia llevara a cabo su invasión a gran escala de Ucrania ocho años después.
Puede que haya conversaciones de paz, pero los hombres de la 68ª Brigada Jaeger de Ucrania siguen preparándose para la guerra. Miramos cómo ensayan sus maniobras para evacuar a un soldado herido bajo fuego enemigo. La mayoría ya ha tenido que hacerlo en la vida real.
A lo lejos, oímos los estruendos de la artillería. Estamos a solo 16 kilómetros de la línea del frente, adonde pronto regresarán.
Han recibido pocas noticias positivas en los últimos días. Las fuerzas ucranianas están siendo superadas en Kursk. En agosto del año pasado, esa ofensiva sorpresa en territorio ruso parecía una jugada de brillantez táctica, que elevaba la moral. Ahora corre el peligro de convertirse en un importante revés estratégico.
Es posible que Kursk deje de ser pronto una moneda de cambio para futuras negociaciones, y se convierta en una pesada carga, por la pérdida de valioso equipamiento y vidas ucranianas.
Uno de los pocos aspectos positivos es que Estados Unidos ha reanudado su apoyo militar. Eso es importante para la 67ª Brigada, que opera con equipos fabricados en Estados Unidos. Realizan sus entrenamientos con un vehículo blindado MaxxPro suministrado por Washington.
Ivan, el conductor que lleva una pequeña bandera estadounidense en su uniforme, dice que le alivia que la administración Trump haya accedido a revertir el bloqueo. Su vehículo necesita reparaciones con regularidad. “Me gustaría que siguieran ayudando”, dice.
Pero Ivan aún no está seguro de si se puede confiar en el presidente Trump.
“Tengo dudas”, dice. En cuanto a confiar en el presidente Putin, responde: “No. Nunca”.
Aquí, incluso un alto al fuego temporal parece estar muy lejos.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección del mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.