
Es muy común que algunas fotografías sean editadas o retocadas con diferentes fines. Puede ser para mejorar la calidad de la imagen, resaltar algún elemento, corregir la iluminación o el color.
El problema surge cuando la imagen que finalmente se comparte cuenta una historia que nunca pasó, o es utilizada para desinformar o alimentar teorías de la conspiración.
Como sucedió con la foto de Kate Middleton, princesa de Reino Unido, y sus hijos. Desde el 17 de enero se ausentó de sus actividades cotidianas por motivos de salud, sin que hasta el momento se hayan dado detalles de la situación de la princesa.
Pero, ¿cómo es que las personas se dieron cuenta de que la foto había sido editada? Aquí te cuento:
La foto editada de la familia real se volvió tan viral porque los príncipes de Gales la compartieron en sus redes sociales, luego de una larga ausencia de Kate frente a las cámaras. En pocas horas muchas personas notaron detalles que les hicieron sospechar que la imagen había sido manipulada. Así que tuvieron que disculparse y aceptar la edición digital.
Así que si tu sospechas de alguna foto pon atención a lo siguiente:
El reflejo. Si en la imagen hay algo que no se refleja como debería en espejos, charcos o cualquier superficie reflejante, es muy posible que haya sido editada.
Este detalle fue destacado por ejemplo en la manija de una puerta detrás de la familia real, cuya figura en el espejo no correspondía a su ubicación:

Partes de la imagen muy borrosas o con una calidad diferente al resto de la foto son otra señal de alarma.
Ese se observó en la mano derecha de Kate:

Aunque es habitual que cuando tomamos una foto enfoquemos un área en particular, está suele ser uniforme. Pero cuando se edita una imagen sustituyendo fragmentos o borrando algo, suele notarse con fragmentos borrosos dentro de áreas enfocadas.
La discontinuidad de líneas o patrones es otra alerta de manipulación digital. Por ejemplo, una línea recta que de pronto se vuelve curva, o se “difumina” sin ningúna razón lógica aparente.
Como en se ve detrás del hijo menor:

El cabello es otro punto clave. Cuando se cambia el fondo sin cuidado, puede verse como una sombra extraña, o partes del cabello con una textura diferente al resto.
Un ejemplo de ello, es el cabello de la hija:

Las sombras y contornos son otro elemento que puede evidenciar la manipulación digital. Hay que dudar, por ejemplo, si hay 5 personas en una foto, pero solo se reflejan 4 sombras. O como en la foto de Kate, donde el contorno de la manga de su hija de pronto se vuelve transparente.

En el Sabueso de Animal Político también empleamos algunas herramientas para detectar si una imagen fue manipulada.
La primera es la herramienta “Forense” de la extensión de Chrome InVid. En este enlace puedes instalarla. Lo que tienes que hacer es poner la URL o la imagen sospechosa.
Usamos la foto de los príncipes de Gales, y la herramienta muestra posibles alteraciones. Por ejemplo, el filtro Ghosts resalta las regiones que destacan y que probablemente se originen a partir de una imagen JPEG diferente.

Vale la pena que sepas que la misma herramienta advierte que debes evitar usarla con capturas de pantalla, imágenes escaneadas de documentos o imágenes yuxtapuestas que en realidad sean imágenes alteradas.
Otra herramienta que resulta muy útil es Foto Forensics. No necesitas descargarla y funciona si colocas la URL o la foto que quieres analizar.

En el mismo ejemplo, usamos el componente del análisis de nivel de error (ELA). Esto permite identificar áreas dentro de una imagen que se encuentran en diferentes niveles de compresión. Si una sección de la imagen tiene un nivel de error significativamente diferente a otra que debería ser igual, es probable que indique una modificación digital.
¿Quiernes saber más? Mira este video sobre cómo detectar imágenes o videos sacados de contexto:

Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.