Para entender mejor
Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aseguró en un comunicado que el Quinto Tribunal Colegiado Federal en Materia Administrativa confirmó “que no existió plagio alguno” en su tesis de licenciatura, pero su dicho es falso. En realidad, el tribunal emitió una resolución que frena cualquier procedimiento de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para determinar la autoría de la tesis.
La UNAM fue notificada el viernes 13 de diciembre y en un boletín del 16 de diciembre informó que acatará en sus términos la resolución del tribunal que la instruye a dejar sin efecto cualquier acto o procedimiento contra la ministra Esquivel.
Pero, de acuerdo con la sentencia y con entrevistas a especialistas como Melissa Ayala y Miguel Alfonso Meza, esto no significa que no haya existido plagio en la tesis de la ministra, porque eso ni siquiera fue analizado por el tribunal.
“El Tribunal Colegiado que resolvió el amparo que ella interpuso no determinó si es una tesis original o si está plagiada, no hizo un análisis sobre esa investigación. Más bien, ella logró parar la investigación y obtener una resolución que la ampara para que esa investigación sea terminada sin que la UNAM hubiera podido emitir su veredicto”, explica Meza, consultor en litigio estratégico.
En junio de 2023, tal como lo hizo ahora, Esquivel aseguró que con la resolución a su favor de un juzgado en la Ciudad de México se había “probado en definitiva” que no plagió una tesis, aunque solo fue uno de varios procedimientos legales que se han tenido sobre este caso.
En aquella ocasión, la juez no consideró para su resolución lo que pudiera decir Edgar Ulises Báez, el otro tesista involucrado y que no acudió a las audiencias. Además, la UNAM no fue convocada, sólo se consideraron elementos como algunos testimonios y un dictamen en lingüística y, en cambio, no se incluyó nada sobre que la tesis de doctorado de Esquivel, en la Universidad Anáhuac, también fue señalada de plagio en un trabajo periodístico de El País.
Esquivel busca seguir con el puesto de ministra de la Suprema Corte, así que será candidata al puesto en la próxima elección judicial, de 2025.
En 2022, Guillermo Sheridan reveló que la tesis con la que Yasmín Esquivel había conseguido su título de abogada en 1987, Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A, era idéntica a otra presentada un año antes por Édgar Ulises Báez.
El 11 de enero de 2023, el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM determinó que “Yasmín Esquivel Mossa, copió parte sustancial del contenido de la tesis presentada un año atrás por el alumno de la Facultad de Derecho, Édgar Ulises Báez”.
En aquel entonces, en el comunicado firmado por el rector Enrique Graue, se mencionó que “de la interpretación solicitada a la Oficina de la Abogacía General se desprende que la normatividad universitaria carece de los mecanismos para invalidar un título expedido por la Universidad Nacional, aún y cuando el plagio de una tesis esté documentado”. Por ello, indicó, enviaría a la SEP el contenido de la resolución del Comité de la FES Aragón.
Aunque en el mismo enero de 2023, además la UNAM solicitó al Comité Universitario de Ética (CUÉTICA) que analizara el caso, y en junio aseguró haber concluido el estudio, para estar en posibilidad de “presentar un extenso y cuidadoso dictamen de naturaleza ética y técnico académica”. Mismo que no pudo revelar, “en acatamiento de mandatos judiciales”.
Entre sus recursos legales, la ministra pidió ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa que se anulara el procedimiento en su contra, con el argumento de que la Universidad ya había aceptado que no podía proceder para invalidar su título, y le dieron la razón.
“Sería inaceptable que las autoridades jurisdiccionales —garantes de la legalidad— toleren que una autoridad pueda retractarse libremente de sus actos de autoridad favorables a un particular sin mediar justificación alguna, ya que tal proceder se aproxima a un claro desvío de poder, en virtud de […] el actuar errático y contradictorio de quien se declara incompetente y posteriormente lo niega, sin mediar juicio o recurso alguno”, indicó la sentencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, según cita El País.
La UNAM, ya con otro abogado general, interpuso un recurso de revisión, pero el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito lo desechó.
“Resulta innecesario analizar la sentencia recurrida y los agravios propuestos por la autoridad recurrente, en atención a que el recurso es improcedente y, se debe desechar”, se lee en la resolución.
Esto es lo que en realidad determina la sentencia. No se dio estudio de fondo que determine “que no existió plagio alguno” en la tesis de licenciatura de Yasmín Esquivel.
“Consideró que no se cumplía con este segundo escalón para poder pasar al estudio de fondo. A final de cuentas ahí es donde estaban precisamente todos los argumentos que presentaba la UNAM, de que sí se tenía que continuar con todo el proceso en contra de la ministra”, explica Melissa Ayala, abogada litigante especialista en derecho constitucional y derechos humanos.
La UNAM tiene desde hace más de un año un dictamen en el que se resuelve si Yasmín Esquivel cometió plagio en su tesis para obtener el título de licenciada en Derecho. Sin embargo, la investigación nunca ha podido ser publicada gracias a la estrategia legal de la ministra.
Con esta nueva sentencia, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito frena cualquier procedimiento de la UNAM para determinar la autoría de la tesis.
“El fallo judicial constituye una interferencia flagrante e inadmisible a la autonomía y la legislación universitarias. Establecer prohibiciones al actuar de los órganos universitarios, como el Comité Universitario de Ética (CUETICA), desde espacios ajenos a la academia, representa también un atentado a la libertad de expresión y al derecho a saber de la comunidad universitaria y de la sociedad en general”, dice el comunicado de la UNAM.
Miguel Alfonso Meza sostiene que, contra lo que afirma la ministra, no se llega a la verdad o no del plagio, simplemente se le pone una limitación a las autoridades universitarias. Además, determinar la autoría de una tesis no es una facultad de los tribunales.
“Los tribunales colegiados, los juzgados administrativos, no se dedican a analizar si una tesis de licenciatura es original o es un plagio. Más bien se dedican a revisar los actos de autoridad, en este caso, de la UNAM, en su investigación respecto a la tesis de Yasmín Esquivel”, añade Meza.
Los tribunales federales son competentes para conocer juicios de amparo directo contra sentencias definitivas, recursos de revisión contra sentencias, entre otras cosas. Pero pensar que al Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito le correspondía determinar el plagio de la tesis de Yasmín Esquivel ocasionó desinformación en redes.
“He llegado a escuchar que tribunal vendido, tribunal colegiado que le dio miedo y, en realidad, estamos ante un asunto realmente complicado hasta técnicamente, en donde lo que se está analizando es la procedencia de un recurso de revisión fiscal, no el plagio”, precisa Ayala.
La ministra Yasmín Esquivel publicó que quedaba aclarado y concluido la acusación de plagio de su tesis de licenciatura en Derecho. Pero esto no está aclarado y, según especialistas consultados por El Sabueso, todavía no está concluido el asunto.
“Los tribunales locales y federales, escuchando a las partes, han determinado que la autora de la tesis es Yasmín Esquivel Mossa y que no se le puede instaurar procedimiento alguno. En consecuencia, la UNAM deberá archivar el expediente como totalmente concluido”, menciona el comunicado de la ministra.
Pero es falso que el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito haya determinado que la autora de la tesis es Yasmín Esquivel. Tampoco es cierto que el expediente debe archivarse como concluido, porque la UNAM todavía no ha confirmado que no hubo plagio.
Y aunque la UNAM afirma en su boletín que agotó todos los medios legales a su alcance, aún podría escalar el asunto a la SCJN, según explica Miguel Alfonso Meza.
“Este amparo se resolvió en una primera instancia, que fue en el juzgado de distrito, que fue denunciado por la misma UNAM. Luego subió al tribunal colegiado en un amparo en revisión y, lo siguiente que podría intentar, que es como una instancia extraordinaria, es que la Suprema Corte atraiga el caso en un amparo en revisión, eso es lo que podría hacer la UNAM para seguir litigando hasta el final”, menciona el especialista.
El Sabueso consultó a la UNAM acerca de si presentaría una apelación al respecto, pero respondió que estaba de vacaciones y regresaba hasta el 6 de enero de 2025.
Melissa Ayala, por su parte, recuerda que existen distintos procedimientos contra Yasmín Esquivel y que este únicamente es uno de esos.
Por ejemplo, están las denuncias por no preservar la dignidad ni el profesionalismo propios de la función judicial o la ineptitud para el desempeño de su cargo como ministra que fueron presentadas en la SCJN, y que son independientes de la investigación de la UNAM. El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá hizo un proyecto para que se inicie la investigación al respecto.
El grupo islamista que lideró la ofensiva que derrocó al régimen de Al Assad, HTS, utiliza una bandera muy similar a la que usan los talibanes en Afganistán desde hace décadas.
El nuevo primer ministro interino sirio, Mohamed al Bashir, presidió el martes su primera reunión en Damasco.
Detrás de Al Bashir ondeaban dos banderas: la “bandera de la revolución” siria, que es verde, blanca y negra con tres estrellas rojas en el centro, y una bandera blanca con el juramento musulmán de fe transcrito en negro.
Esta segunda bandera, que es la que utiliza oficialmente el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que controla partes de Siria, se parece a la bandera de los talibanes, que fue reinstaurada en Afganistán cuando el grupo islamista retomó el control del país en 2021.
HTS y otros grupos armados de la oposición tomaron el control de Siria cuando el régimen de Bashar al Assad cayó el 8 de diciembre.
El grupo había avanzado hacia el sur desde su bastión en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, a fines de noviembre.
Desde entonces, el líder del grupo, Abu Mohammed al Jolani (ahora conocido como Ahmed al Sharaa), ha estado tratando de tranquilizar a los sirios diciendo que habrá un gobierno unificado que represente a todas las diversas facciones minoritarias dentro del país, y que ningún grupo será perseguido.
También ha estado tratando de tranquilizar a la gente diciéndoles que no deben temer a un sistema de gobierno islámico.
Sin embargo, la aparición de esta bandera blanca ha suscitado un debate entre los sirios sobre qué mensaje envía sobre el futuro político de Siria.
El incidente “dejó a mucha gente en estado de shock”, informa el corresponsal especial del Servicio Árabe de la BBC, Feras Kilani, desde Siria.
“Esto sugiere que el nuevo gobierno podría seguir el modelo talibán y crear un Estado islámico gobernado por la ley sharía”, dice Kilani.
La sharía es el sistema legal islámico que, en su conjunto, es un código de conducta que determina todos los aspectos de la vida de los musulmanes.
Algunas personas expresaron su “decepción” por la aparición de la bandera en las redes sociales.
El activista político y periodista sirio Rami Jarrah dijo que la exhibición de una bandera islámica detrás de Al Bashir cuando se dirigía a los sirios es “un insulto”.
“Se supone que este hombre representa a los sirios de todos los orígenes religiosos, esto es un insulto escandaloso para todos nosotros”, escribió en X.
Otros han expresado su oposición a que se enarbole “cualquier bandera junto a la bandera de la revolución” en las instituciones gubernamentales.
“Hemos terminado con el partido Baaz y no queremos entrar en otro ciclo de agitación”, afirmó el periodista Nedal al Amari en X.
Pero otros sirios no tienen ningún problema con la bandera blanca, pues creen que no significa necesariamente que el gobierno talibán vaya a ser el modelo a seguir en Siria.
Algunos dicen que podría considerarse como la bandera de su partido, “siempre que permitan que otros partidos políticos estén representados” en Siria.
Los talibanes en Afganistán siguen una ideología sunita y yihadista extrema.
El grupo ha estado usando la bandera blanca con el juramento musulmán de fe escrito en negro desde que llegó al poder por primera vez en Afganistán en 1996.
HTS también ha estado usando esta misma bandera durante algún tiempo, y aparece en instituciones civiles que brindan servicios en la ciudad de Idlib.
Si bien la bandera de HTS y los talibanes es similar, un alto funcionario del gobierno talibán le dijo a la BBC que los dos grupos “no la han copiado el uno del otro”.
El gobierno talibán en Afganistán ha estado celebrando los logros políticos y militares de HTS en Siria, y expresó la esperanza de que esto conduzca al establecimiento de un “gobierno islámico” en el país.
Los partidarios de los talibanes y algunos de sus aliados distribuyeron dulces en reuniones en muchas provincias para celebrar la salida de Al Assad del poder.
La “conexión ideológica” entre los talibanes y HTS es una de las razones por las que los primeros se identifican con los segundos en Siria.
Un alto funcionario talibán, que trabaja en la oficina presidencial, escribió en su cuenta X: “La historia de Kabul y Damasco es la misma, ambas cayeron un domingo, ambas fueron capturadas en 11 días y los líderes de ambos países huyeron”.
Esa misma bandera apareció detrás de Al Jolani en su entrevista con CNN la semana pasada, junto a la “bandera de la revolución”.
Durante la entrevista, dijo que la gente no debería temer a un sistema de gobierno islámico, asegurando que todas las diversas facciones de la sociedad siria estarían representadas.
El experto en grupos islamistas en Siria, incluido el llamado Estado Islámico (EI), Aymenn al Tamimi, le dice a la BBC que el uso de la bandera muestra que HTS quiere representar “un proyecto de gobierno islámico” en Siria.
“Esta bandera es coherente con la posición de larga data [de HTS], mostrándose como representante de los sunitas de Siria”, añade.
Sin embargo, Al Tamimi explica que “sería muy difícil para HTS imponer el mismo modelo de gobierno que los talibanes, ya que la sociedad [siria] en general no aceptaría restricciones como privar a las niñas de la educación superior o el establecimiento de un gobierno autoritario que impida las elecciones populares”.
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