“Oil Profit es una supuesta plataforma de inversión petrolera tan efectiva, que hasta el empresario Carlos Slim la recomienda en entrevistas”, según dicen usuarios en diversas publicaciones de Facebook que animan a otros a registrarse mediante un formulario. Sin embargo, se trata de desinformación. El video fue manipulado y dicha plataforma no se encuentra registrada ante la Condusef.
“El petróleo mexicano está en auge y tú puedes ser parte de esta revolución. Con solo $250, abre la puerta a ganancias de $1250 en pocas semanas. ¡No te quedes atrás!” afirma una de las publicaciones con desinformación que acumula más de 400 reacciones.
El video incluye imágenes en las que se ve al empresario mexicano Carlos Slim aparentemente responder a las preguntas: “¿es verdad o mentira la plataforma? ¿vale la pena invertir?” a lo que supuestamente el empresario habría respondido que “es la mejor plataforma para inversiones petroleras”.
Pero en la grabación original el empresario habla sobre las marchas “por la defensa del INE” y “por la transformación” que ocurrieron en noviembre del año pasado y no se pronuncia sobre ninguna plataforma de inversión.
Asimismo, el video afirma que “las autoridades de México han aprobado la licencia para el comercio de petróleo a los residentes locales” y que “para ganar 60 mil pesos al mes solo necesitas tener un teléfono y acceso a internet”.
Posteriormente se comparten supuestos testimonios de “inversionistas” que habrían recibido ganancias a través de las inversiones que han hecho en la plataforma. Una mujer indica que ya ha ganado 20 mil pesos, mientras que un hombre afirma que en un mes de inversión logró ganar más de 60 mil pesos.
Para participar en el “programa” en el video se instruye que las personas respondan un formulario y esperen la llamada de un “gerente personal”.
Mediante la búsqueda inversa de imágenes en Google encontramos que el fragmento de video en el que, supuestamente, el empresario Carlos Slim recomienda la plataforma, está editado, ya que el audio que se reproduce no es el original.
El video original se grabó el 17 de noviembre del 2022 y muestra a Slim a su salida de Palacio Nacional luego de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En éste el empresario es cuestionado por la “polarización política” que se vivió en México luego de la marcha por la defensa del INE llevada a cabo el 13 de noviembre del 2022, a lo que el empresario contesta que “es la democracia y la libertad que hay, que es muy buena”.
Posteriormente le preguntan al empresario que si acompañará al presidente en la marcha que se llevaría a cabo el 27 de noviembre en la llamada marcha “por la transformación” de respaldo al presidente y éste responde “no, ya no aguanto ya a los 82 años”.
Asimismo, la desinformación que se comparte en redes sociales contiene un enlace que, supuestamente, dirigiría a un formulario en el que el usuario comenzaría con la inversión. Sin embargo, al dar clic se abre una página que lleva por título “Bienvenidos a la era Kombucha” en referencia a la bebida fermentada.
En la página no se habla de inversiones o tiene alguna referencia al material expuesto en la publicación o en el video, sino que se informa de los beneficios del consumo de Kombucha y de las formas de consumir esta bebida.
Luego de introducir el nombre de la supuesta plataforma de inversión en Google, no encontramos ninguna fuente oficial o confiable.
Uno de los resultados, sin embargo, que sí aparece en la búsqueda es un artículo de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) que se titula: No pongas en riesgo tu dinero, ahorra en mecanismos formales.
En dicha página la Condusef hace un llamado a la población a que antes de confíen su dinero a alguna institución verifiquen “que esté debidamente autorizada y regulada por las autoridades y que cuente con el seguro de depósito”. Asimismo el organismo insiste en que “hay que dudar de aquellas entidades que te ofrecen dinero fácil y rápido, con rendimientos muy por encima de lo que se ofrece en el mercado”.
El Sabueso realizó una búsqueda de la supuesta plataforma de inversión en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros de la Condusef y no encontró ninguna coincidencia.
En conclusión, es falso que Carlos Slim haya recomendado una plataforma de inversión petrolera, el video que se comparte en Facebook muestra un fragmento de video en el que se altera el audio. Asimismo, la plataforma de inversión a la que se hace referencia no se encuentra registrada en la Condusef.
El conflicto entre India y Pakistán tiene sus orígenes en la independencia del imperio británico. Te contamos cómo se forjó la enemistad histórica entre estos dos países poseedores de armas nucleares y qué papel tiene la disputada región de Cachemira.
El ataque con misiles de India contra Pakistán ocurrido en la madrugada de este 7 de mayo es el episodio más reciente de un largo conflicto, cuyas raíces se extienden por más de siete décadas.
Hasta 1947, India y Pakistán eran parte de un mismo territorio sometido al dominio colonial británico.
Al declararse la independencia de India, el territorio se dividió en dos partes: una de mayoría musulmana (Pakistán) y otra de mayoría hindú (India).
Fue un proceso que desató una ola de violencia que produjo aproximadamente un millón de muertos y 15 millones de desplazados. Sus consecuencias se extienden hasta hoy.
Este miércoles, India lanzó ataques contra varios objetivos en Pakistán, según reconocieron funcionarios de ambos países. Al menos 7 personas murieron, según Pakistán.
La zona de Cachemira, donde ocurrieron parte de los bombardeos, es el corazón de la enemistad entre los dos países.
A continuación, te contamos en tres preguntas el origen de este conflicto, que preocupa especialmente al mundo por tratarse de dos países con armas nucleares.
La India bajo control británico abarcaba 4.3 millones de kilómetros cuadrados, más del doble del tamaño de México.
Sus entonces 400 millones de habitantes se repartían en un complejo entramado de antiguos reinos con una amplia diversidad religiosa.
Los hindús conformaban aproximadamente el 65 % de la población, mientras los musulmanes eran la principal minoría con el 25 %, por delante de sijes, jainas, budistas, cristianos, parsis y judíos.
Estos colectivos coexistían con la mayoría hindú en las regiones del sur, centro y parte del norte, y con la mayoría musulmana en provincias del noreste y noroeste del país.
Con el Imperio Británico inmerso en la II Guerra Mundial (1939-45), el movimiento pacifista por la independencia de India liderado por Mohandas Karamchand Gandhi ganó protagonismo.
Una India soberana y emancipada de Londres era cuestión de tiempo. Pero, ¿cómo sería?
Además de Gandhi, dos figuras marcaron el devenir del país: Jawaharlal Nehru y Mohamed Ali Jinnah.
Nehru, de ascendencia hindú, aunque agnóstico declarado, era un popular líder independentista que, al igual que Gandhi, anhelaba una India unida en la que convivieran personas de distintos credos.
Jinnah, por su parte, presidía la Liga Musulmana, el partido político que demandaba una nación separada para los indios seguidores del Islam y que gozaba de un fuerte respaldo popular en las provincias donde se profesaba esa religión.
“A medida que veían más cerca la independencia, a más musulmanes indios les preocupaba vivir en un país gobernado por una mayoría hindú”, explica el académico Gareth Price, del instituto de política exterior Chatham House de Reino Unido.
En aquellos años los colonizadores británicos acostumbraban a dividir a la población local por grupos religiosos, destaca la profesora Navtej Purewal, miembro del Consejo de Investigación de Artes y Humanidades de India.
“Por ejemplo, creaban listas separadas de votantes musulmanes e hindúes para las elecciones locales. También había escaños reservados para políticos musulmanes y para hindúes. La religión se convirtió en un factor en la política”, apunta.
Tras varios motines en sus destacamentos militares en India, en 1946 Londres accedió a abandonar el país y organizar una transición pacífica del poder a las autoridades locales en un plazo máximo de dos años.
El Imperio, urgido a zanjar el asunto cuanto antes por la creciente inestabilidad social en la colonia, decidió que la mejor opción era dividir India en dos.
“Llegar a un acuerdo sobre cómo funcionaría una India unida habría llevado mucho tiempo”, por lo que la partición “parecía ser una solución rápida y sencilla”, explica Price.
Y, para trazar las nuevas fronteras entre hindúes y musulmanes, Londres designó al abogado británico Cyril Radcliffe.
Radcliffe, que nunca antes había estado en India y desconocía su complejo crisol cultural y religioso, viajó al país con el cometido de diseñar las líneas divisorias en solo 5 semanas.
Fue así que el 15 de agosto de 1947 nacieron India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana.
Nehru fue primer ministro de India hasta fallecer en 1964 y Jinnah gobernó Pakistán también hasta su muerte, aunque esta ocurrió solo un año después de la independencia, en 1948.
La nueva frontera de unos 3 mil kilómetros delimitaba dos territorios separados: el que ocupa actualmente Pakistán y Pakistán del Este, que en 1971 se desvinculó políticamente de Islamabad para convertirse en la República de Bangladesh.
Tras la partición en 1947 se produjo la mayor migración en masa de la historia, con una cifra estimada de 15 millones de desplazados.
Hindús y sijes que vivían en el territorio asignado a Pakistán emprendieron el camino hacia un futuro incierto en India, mientras musulmanes hacían el recorrido opuesto.
En muchos casos se trataba de distancias de miles de kilómetros que por lo general las mayoritarias clases bajas recorrían a pie, las clases medias en trenes y las clases acomodadas en vehículos privados y aviones.
Los meses posteriores a la independencia estuvieron marcados por una radicalización del conflicto, que produjo un enorme derramamiento de sangre en medio de un ambiente de caos e impunidad.
Grupos de soldados acostumbraban atacar trenes y puntos de concentración de desplazados.
“La Liga Musulmana formó milicias, al igual que los grupos hindúes de extrema derecha”, explica Eleanor Newbigin, profesora de historia del sur de Asia de la Universidad de Londres SOAS.
“Los grupos terroristas expulsaban a la gente de sus aldeas para ganar el control para su bando”, afirma.
Gran parte de la violencia ocurrió en el estado fronterizo de Punjab, donde las turbas se ensañaron especialmente con las mujeres, que sufrieron violaciones y mutilaciones.
Solo en ese estado se estima que unas 100 mil mujeres fueron secuestradas, violadas y en muchos casos forzadas a casarse con sus captores.
Además, la casi impenetrable alambrada que separa a los dos países dejó a millones de familias divididas de forma permanente.
Las fronteras siguen siendo objeto de disputa entre India y Pakistán hasta hoy.
Cachemira, una región del Himalaya conocida por la belleza natural de sus paisajes y también por su diversidad étnica, ha sido el principal foco de conflicto desde la independencia hasta hoy.
Según el plan de reparto contemplado por el Acta de Independencia de India, Cachemira podía elegir libremente si ser parte de India o de Pakistán.
En 1947, el gobernante local, maharajá Hari Singh, eligió India, lo que provocó el estallido de una guerra que duró dos años.
Desde entonces India mantiene el control de aproximadamente la mitad de la región, mientras Pakistán domina algo más de un tercio en las áreas del noroeste, y China administra los territorios restantes, en el norte y noreste.
Tanto Pakistán como India reclaman la totalidad de Cachemira.
Los habitantes de la parte de Cachemira que es administrada por Pakistán relataron a la BBC cómo en los ataques de este miércoles fueron despertados por las explosiones inesperadamente.
“Antes de que pudiéramos siquiera procesar lo que estaba pasando, más misiles caían”, señaló un residente de Muzaffarabad.
En 1965 y 1999, India y Pakistán ya habían protagonizado choques bélicos por la región.
India también luchó contra Pakistán en 1971, cuando intervino para apoyar la independencia de Bangladesh.
Ambos países son potencias nucleares.
Actualmente, un 14 % de la población india es musulmana, mientras solo un 2% de los pakistaníes practica el hinduismo.
“Pakistán se ha vuelto cada vez más islámico”, afirma Price. E India, “está cada vez más bajo la influencia del nacionalismo hindú”, agrega.
Las minorías en ambos países “se han vuelto más pequeñas y vulnerables”, señala Newbigin.
Para la profesora Navtej Purewal, la división del país podría haberse evitado.
“Crear una India unida pudo haber sido posible en 1947. Habría sido una federación flexible de estados, incluidos aquellos donde los musulmanes eran mayoría”, dice.
“Pero tanto Gandhi como Nehru insistieron en construir un estado unificado, controlado desde el centro. Realmente no tuvieron en cuenta cómo podría vivir una minoría musulmana en ese modelo de país”.
Esas decisiones de hace 78 años tienen todo que ver con la escalada actual del conflicto entre dos rivales armados con armas nucleares.
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