“Se quedarán sin visas los de Morena”, afirma una publicación en redes sociales, y es que usuarios en X y en TikTok aseguran que los senadores de Estados Unidos (EU) exigieron un bloqueo de visas para políticos mexicanos ligados al crimen organizado.
Aunque Estados Unidos tiene la facultad de revocar visas según lo consideren adecuado, no existe una propuesta actual por parte de senadores estadounidenses para retirar visas a funcionarios mexicanos en específico.
La publicación tiene 90 mil vistas en X y 85 mil en TikTok. En esta se ve de fondo una bandera de EU y encima la leyenda: “USA estará cancelando visas a todos los del gobierno de la 4T”.
En la descripción explican que supuestamente esto fue exigido por senadores republicanos que acusan que hay funcionarios mexicanos que protegen a los cárteles del crimen organizado para realizar actos ilícitos.
La desinformación surge después de que la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, y su esposo Carlos Torres dieron a conocer que EU les informó sobre el retiro de su visa de no inmigrante.
Hasta el momento el gobierno estadounidense no ha explicado la razón de esto, pero Torres aseguró que la medida responde a disposiciones internas del Departamento de Estado y que no tiene relación con acusaciones, investigaciones ni señalamientos.
Para saber más: Estados Unidos revoca visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, y a su esposo Carlos Torres.
Medios locales reportaron en abril que el gobierno de Estados Unidos también le retuvo y quitó la visa a Alberto Granados Fávila, alcalde de Matamoros, Tamaulipas, por una investigación de narcotráfico. Sin embargo, el alcalde negó que se le hubiera retirado la visa y aseguró que se trató de una “revisión cotidiana”.
Un señalamiento similar ocurrió con el gobernador de Tamaulipas, Américo Villareal, pues en redes sociales se aseguraba que su visa y la de su familia fue retirada por una investigación en su contra. Pero, su equipo de vocería mencionó que se trata de “información no confirmada por ninguna autoridad”.
En la publicación desinformante mencionan que los senadores republicanos exigieron el bloqueo de visas para los políticos mexicanos, sin embargo, no hay ninguna propuesta reciente al respecto.
Buscamos en el sitio oficial de información legislativa del Congreso de Estados Unidos. Utilizamos palabras claves como “Mexico”, “visa denial”, “visa restriction”, “mexican officials” —en español: “negación de visa”, “restricción de visa”, “funcionarios mexicanos”— pero no hay algún documento al respecto.
Tampoco encontramos que medios de comunicación de Estados Unidos hayan reportado sobre esta supuesta propuesta.
Lo más reciente que hubo fue en 2023, cuando seis senadores republicanos mandaron una carta para pedir a la entonces administración de Joe Biden que impusiera sanciones y vetos de visa a funcionarios mexicanos, estatales y locales, por permitir o colaborar con el narcotráfico.
Esto con el fin de presionar al entonces gobierno de Andrés Manuel López Obrador a retomar la cooperación antidrogas con Estados Unidos.
Sin embargo, esta carta no se convirtió en una propuesta formal ni fue aprobada.
Las publicaciones desinformantes dicen que el bloqueo de visas va dirigido a “políticos mexicanos ligados al crimen organizado”. Pero, de por sí Estados Unidos puede revocar o negar una visa si una persona está vinculada al crimen organizado o a actividades ilícitas.
En la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), sección 205(i), se establece que un oficial consular o el Secretario de Estado pueden revocar una visa en cualquier momento, a su discreción, sin necesidad de justificación.
No hay forma de impugnar esta revocación, excepto en los casos de deportación y solo si la revocación de la visa es la única razón para esa deportación.
Y en la sección 212(a)(2) establecen que cualquier persona condenada por un delito o vinculada a actividades ilícitas, como tráfico de drogas, lavado de dinero o crímenes graves, no puede recibir una visa para ingresar a Estados Unidos. Esto incluye a individuos relacionados con el crimen organizado.
En conclusión: no hay una propuesta actual de senadores sobre bloquear visas a funcionarios mexicanos. Actualmente, la INA ya establece que las personas involucradas en actividades criminales no pueden obtener una visa para entrar a EU, o que se les puede revocar la que ya tienen.
Mientras las manifestaciones contra medidas migratorias de Donald Trump crecen, en Paramount, donde el 36% de los vecinos nació en otro país, reivindican el rol de estos en la comunidad.
“¿Van para la guerra, con todas esas armas?”, interpela un hombre a los miembros de la Guardia Nacional que lo observan impasibles, fusiles en mano, desde el otro lado de la verja.
Estamos en Paramount, una localidad del sur de los Ángeles en la que el sábado se registraron enfrentamientos entre agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y un grupo de manifestantes que habían llegado tras correrse la voz de que se estaban llevando a cabo redadas de deportación en la zona.
Disturbios como aquel llevaron al presidente Donald Trump a intervenir, tras dos días de protestas aisladas por las operaciones migratorias, ordenando el envío de 2.000 uniformados como los que tenemos enfrente para ayudar a “restaurar la ley y el orden” en la metrópolis californiana.
“Es una maniobra que solo escalará la tensión”, advirtió el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, adelantándose a lo que un día después se registraría en el centro de Los Ángeles, con cientos de manifestantes bloqueando accesos, agentes tratando de dispersarlos con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras, y quema de vehículos.
“Ustedes están haciendo su trabajo, pero nosotros no somos el enemigo”, grita el hombre apostado en la valla ante los soldados a horas de que se den esas escenas de caos.
Puede que su voz destaque entre la decena de personas que se ha congregado este domingo para hacerle saber a la Guardia Nacional que su presencia no es bienvenida.
Pero su sentir es ampliamente compartido en este municipio de unos 51.000 habitantes en los que uno de cada ocho es de origen latino y el 36% nació en otro país, según datos del censo.
“Aquí solo hay gente trabajadora, porque este barrio lo levantaron los inmigrantes”, reivindica, mientras otro vecino ondea la bandera mexicana, dos jóvenes alzan unas pancartas en repudio a ICE y varios coches tocan la bocina al pasar.
Como cada fin de semana, tres de esos inmigrantes que contribuyeron a que Paramount sea el municipio que es se reúnen al otro lado de la calle para charlar de las novedades familiares y de la actualidad.
Apostados en sus vehículos de trabajo, la conversación de Juan, Rogelio y Héctor se centra este domingo en cómo en ese mismo lugar, en el parqueo de la tienda Home Depot, fue donde la víspera se encendieron las tensiones entre manifestantes y agentes federales.
“Se ve que se habían surgido informaciones de que estaban haciendo redadas justo aquí”, explica Juan, mexicano de 63 años que llegó desde Jalisco a Estados Unidos cuando tenía 17.
“Y eso trajo a gente que, en la confusión, terminó armando disturbios”, explica.
En un mensaje enviado a la BBC, el Departamento de Seguridad Nacional negó que ICE hubiera realizado operaciones en la zona el sábado.
Aunque informó que en las llevadas a cabo en Los Ángeles en la última semana detuvieron a 118 indocumentados, el golpe migratorio más duro contra esta ciudad considerada “santuario” desde que Trump llegara al poder con la promesa de llevar a cabo “la mayor deportación de la historia del país”.
Sea como fuere, los tres amigos dicen estar tranquilos — “no tenemos ningún problema, tenemos todos los papeles en regla”–, aunque reconocen que son muchos los vecinos indocumentados que viven el contexto con miedo.
“Es por eso que hoy no ves a nadie aquí”, sigue Juan, quien aun así prefirió no dar su apellido. “Generalmente, aunque más entre semana, puedes ver aquí 20 o 30 camionetas de jornaleros a la espera de que los contraten”, explica.
Uno de los pocos que este domingo llegó a ofrecerse para trabajar es Pedro, quien pidió ser identificado con seudónimo.
“Techos, reparación, pintura”, se lee en el cartel que ha pegado en el parabrisas de su vieja pick-up azul, aparcada discretamente en una esquina.
“La vida aquí es muy cara y mi pensión no alcanza”, dice este salvadoreño que lleva cinco décadas en EE.UU. y que con sus 70 años bien cumplidos está en edad de jubilarse.
“Por eso tengo que venir a rebuscarme cada día”, cuenta.
Lo hace con la tranquilidad que le da el haber regularizado su situación migratoria en el año 2000, pero sin poder evitar la angustia que le genera ver a sus vecinos sufrir.
“Esto no va a acabar aquí. Las redadas van a seguir. Se está volviendo invivible con este presidente”, dice, y añade que está valorando volverse a El Salvador.
Algunos de los vecinos buscaron consuelo y acompañamiento ante la adversidad en la iglesia cristiana a la que acuden cada domingo, Chapel of Change, situado a apenas unos metros del Home Depot y del escenario de los enfrentamientos.
Unas 200 personas, la mayoría familias de origen hispano, escuchan con atención el sermón en el que los llaman a abrazarse a la fe.
“Aquí buscamos unidad y rezamos por todos”, le dice a BBC Mundo Irene Ramírez, una de las pastoras de la iglesia, que describe a la comunidad como “vibrante, unida y orientada a la familia”.
El pastor principal de la iglesia, Bryan Worth, lo suscribe.
“Con los años Paramount se ha vuelto un municipio muy vibrante”, le explica a la BBC.
“En los 80 Paramount solía ser una de las peores ciudades pequeñas de la nación, pero los líderes cívicos, del sector educativo y los que estamos al frente de las iglesias se aliaron para transformar la comunidad, para que estuviera más unida, fuera más pacífica en general”, subraya.
“Nunca pensé que las escenas que echaban en la tele íbamos a tenerlas aquí”, se lamenta Dora Sanchez, quien ayuda en las labores de la iglesia.
“Todo es muy impactante”, añade, sin imaginarse lo que aún estaba por llegar.
A medida que las horas avanzan, la tensión este domingo sigue escalando, las escenas volviéndose más caóticas en las calles del centro de Los Ángeles y la fricción entre el gobierno federal y el estatal profundizándose.
Ante el llamado de Newsom para que retire a la Guardia Nacional de las calles y las duras críticas de gobernadores demócratas que subrayan que la medida es “un alarmante abuso de poder”, Trump se mantiene firme en su postura.
“Turbas violentas e insurrectas acosan y atacan a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación. Pero estos disturbios ilegales solo refuerzan nuestra determinación”, la explicó en su red social TruthSocial.
“Se restablecerá el orden, los inmigrantes indocumentados serán expulsados y Los Ángeles será libre”.
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