En la actualidad, mucho contenido que hay en internet está hecho con Inteligencia Artificial (IA), desde canciones, diseños, videos y hasta fotografías que pueden parecer reales, pero no lo son.
Debido a la falta de regulación, la IA se ha usado también hasta para caer en delitos como el fakeporn, del cual Rosalía y la periodista Johanna Villalobos fueron víctimas.
Y esto puede pasarnos a cualquiera, como fue el caso de las alumnas del IPN que denunciaron a un estudiante que creó más de 50 mil imágenes con IA de contenido íntimo.
Hablamos con diferentes expertas para conocer más de la violencia digital con IA y elaborar una guía con información útil tanto para las personas que han sido víctimas, como para quienes deseen apoyar a alguien en esa situación.
De forma muy general, la violencia digital es toda acción mediante el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que busque agredir, violentar, vulnerar o exhibir la intimidad de una persona.
Algunas formas de violencia digital son ciberacoso, extorsión, phishing, robo de datos, grooming, entre otras. Como puedes ver, cualquier persona puede ser víctima de este tipo de violencia, sin importar edad, género, clase social, etc.
Sin embargo, las afectadas en mayor proporción son las mujeres y la comunidad LGBTIQ+; por eso es importante señalar la violencia digital de género.
De acuerdo al Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA), en 2022, 20.8% de la población usuaria de internet (equivalente a 17.4 millones de personas de 12 años y más) vivió alguna situación de acoso cibernético. De estas, 9.8 millones fueron mujeres (22.4 %) y 7.6 millones, hombres (19.1 %).
Candy Rodríguez, cocoordinadora de Acoso Online señala, en entrevista con Animal MX, que “el espacio digital es un espacio donde se han trasladado y se reproducen, replican y potencializan las violencias que sufrimos las mujeres y las personas de la diversidad sexual”.
Lee: Qué significa la señal de auxilio que usó una mujer de Oaxaca agredida durante un video en vivo
Candy, quien también es parte de Ciberseguras, menciona que como consecuencia de que cada día se desarrollan nuevas herramientas, los ataques digitales y las agresiones avanzan y toman nuevas formas.
Una de ellas es el deepfake (acá te explicamos más de él), cualquier material multimedia –videos, fotos, audios– aparentemente realistas, pero que en realidad son falsos. Toman como base un material ya existente, pero es modificado con inteligencia artificial para sustituir la voz o la cara de una persona por la de otra, por ejemplo.
Aunque existen varios tipos de deepfake, el más común de todos es el fake porn o deepfake pornográfico, donde se modifica material multimedia para crear contenido sexual.
Estas acciones vulneran la integridad, dignidad y privacidad de las mujeres, pudiendo causarles daño psicológico, económico o sexual tanto en entornos privados como públicos. Además, conllevan un impacto moral tanto para las víctimas como para sus seres cercanos.
Para que no te vean la cara: Guía básica de qué es y cómo evitar el phishing
Recordemos que la Ley Olimpia no es solo una ley como tal, sino un conjunto de reformas en México en materia de violencia digital.
Con ella se aplicaron dos cambios legislativos: el reconocimiento de esta modalidad de violencia en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la tipificación del delito contra la intimidación sexual en los Códigos Penales.
De acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (en el Artículo 20), engloba la violencia digital como:
“Toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación con la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia”
Recordemos que esta ley establece que todo aquel que cometa este tipo de delitos podrá ser sancionado con una pena de 3 a 6 años de prisión y una multa económica de entre 44 mil y 89 mil pesos.
Víctimas de violencia digital: Entre la revictimización y omisión de las autoridades
Sabemos que enfrentarse a cualquier tipo de violencia puede ser muy difícil, pero antes que nada recuerda que no estás sola y no eres culpable de nada, lo es quien violenta.
A continuación, te dejamos una serie de claves para denunciar y resistir violencia digital con IA.
Sabemos que el primer impulso es querer que ese material desaparezca de todos lados y es entendible. Sin embargo, tanto las plataformas como las autoridades te pedirán pruebas. Así que antes de cualquier medida te recomendamos juntar todas las evidencias.
Leslie Jiménez, abogada en derecho penal y coordinadora de proyectos en Impunidad Cero recomienda guardar todas las pruebas con captura o grabación de pantalla (se recomienda más la grabación) con hora y fecha visible. También guarda los enlaces de las páginas donde se publicó el material o también toma capturas donde se vea toda la URL.
Piensa en todas las pruebas posibles que puedan ser relevantes para el caso. Más allá de las imágenes o videos, piensa si recibiste mensajes o correos y también tómales capturas y guárdalos.
Las expertas recomiendan guardar todas esas evidencias en una USB, pero también tener un respaldo ya sea en digital o físico, imprimiendo todas esas capturas que tomaste.
Leslie Jiménez también señala de que en caso que llevemos a las autoridades, el Ministerio Público pide el teléfono de la víctima “para efecto de ver los datos conservados y, de una manera u otra, para corroborar las capturas y grabaciones dentro del dispositivo”.
Toma en cuenta: La violencia digital contra mujeres y niñas puede ser tan grave como las violencias fuera de Internet
Ya que guardaste todas las pruebas de violencia digital con IA, puedes reportar el contenido en la página o plataforma donde esté.
La abogada Leslie Jiménez recomienda reportar la publicación/material y no el perfil, así evitas que el contenido esté en internet sin que “la plataforma o página donde se creó ese material, desaparezca”.
Cada plataforma tiene distintos formularios y pasos a seguir para denunciar este tipo de contenido. En Denuncia.org tienen esta guía paso a paso de cómo denunciar en distintas plataformas digitales como Facebook, Instagram, Whastapp o Twitter/X.
Candy Rodríguez sugiere que revises bien todo porque incluso hay casos donde “si denuncias por derechos de autor es más fácil que bajen un contenido”.
Y sí, aunque tú no creaste esa imagen con IA, hay algunas plataformas que engloban bajo derechos de autor el uso de tu imagen sin tu consentimiento.
Te puede servir: Sexting y consentimiento, una breve guía para hacerlo muy bien
“Ayúdenme a reportar” es una de las publicaciones que más vemos cuando una persona es víctima de este tipo de violencia, pero tanto Candy Rodríguez como Leslie Jiménez remarcan la importancia de NO compartir el link, porque así lo terminamos viralizando.
“Lo que hacen al hacer público ese contenido, es que se siga propagando y a veces cae en manos de personas que no les interesa reportarlo y resulta contraproducente”, explica Leslie.
Candy añade que “es una forma de seguirte vulnerando” porque aunque se lo pases a “personas de confianza” el contenido se sigue viendo y se sigue reproduciendo.
La abogada Leslie Jiménez nos recuerda que también está la vía civil, que es exigir “la reparación de un daño moral causado por una afectación“.
Así que recuerda: NO estás obligada a llevar tu caso por la vía penal. Todas las sobrevivientes de violencias son distintas y requieren procesos distintos.
Pero si decides llevar tu caso de violencia digital con IA, entonces lo primero es accionar legalmente con el Ministerio Público.
La recomendación de Leslie Jiménez es que seas acompañada por un abogado o abogada “que tenga especialidad en derecho penal o que se dedique a litigar esos casos”.
Igualmente recuerda que las fiscalías están obligadas a proporcionar asesoría jurídica, institucional y gratuita que te puede apoyar al menos en el momento de la denuncia.
“Tú como víctima de toda una carpeta investigación, puedes cambiar la asesoría jurídica en cuanto tú lo quieras hacer”, menciona Leslie.
Cada paso es particular, por eso te dejamos algunos lugares que pueden ayudarte en este proceso ya sea con asesoramiento o acompañamiento:
En denuncia.org puedes encontrar un directorio que contiene colectivas, organizaciones e instituciones con acompañamiento legal y psicológico.
También revisa acoso.online que trae muchos más detalles sobre cómo reportar el caso de forma digital: en buscadores (Google, Yahoo), gestores de contenido (YouTube, Tumblr, WordPress), redes sociales (Facebook, Twiiter/X), servicios de mensajería (WhatsApp, Telegram) o hasta en sitios web porno.
Luchadoras, Cultivando género y R3D también brindan muchas asesorías. Con ellas puedes acercarte, por ejemplo, para que te ayuden a establecer una comunicación más directa con alguna plataforma (Meta, TikTok) y buscar soluciones.
StopNCII.org es una herramienta gratuita diseñada para ayudar a las personas que han sido víctimas de la difusión de sus imágenes íntimas sin su consentimiento.
Como nos comenta Mayra Dávila, de ADAX Digitales, una red de apoyo es fundamental para sobrellevar esta situación, por eso si alguna de tus conocidas está atravesando esto ten en cuenta estos consejos:
Por último, Candy Rodríguez menciona que estamos en un momento de reflexión, porque nosotras no tenemos control sobre lo que haga un tercero.
Entonces se trata de ver y cuestionar las políticas de las empresas detrás de la inteligencia artificial. “¿Qué mecanismos de control van a tener para no vulnerar a otras personas?”, se cuestiona Candy.
También están los cuestionamientos legales. La Ley Olimpia no se legisló igual en todo el país y Leslie Jiménez reconoce que hay abogados que consideran que sí es muy necesario “incorporar de manera directa el señalamiento de «inteligencia artificial» en las descripciones típicas para tener, ‘un poco de más certeza'”, menciona.
Para Candy Rodríguez, el hecho de que ya se reconozca la violencia digital en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia “de algún modo puede designar presupuesto para que se empiece a hablar a nivel política pública sobre este tipo de violencias que se están creando actualmente”.
No esperemos a que nos pase; comparte, infórmate y habla acerca de este tema. Y repetimos: tú no eres culpable de nada, lo es quien violenta.
Las películas que discutimos aquí nos invitan a reflexionar sobre la relación entre lo animal, lo humano y la tecnología.
Las malas películas nos lo ponen demasiado fácil: el héroe aparece como totalmente bueno, no ofrece dudas al respecto, y el villano es completamente malvado. No existe ambigüedad, nada que pensar.
Sin embargo, las buenas películas plantean preguntas que no son fáciles de resolver e invitan a la reflexión. Dado que la filosofía prefiere los problemas a las soluciones finales, el buen cine y el pensamiento son magníficos compañeros de viaje.
Abróchense los cinturones. En este breve trayecto les vamos a proponer cuatro películas geniales. Con ellas pensaremos una problemática que atraviesa la historia: la relación entre lo animal, lo humano y la tecnología.
En una de las escenas más conocidas de esta película de ciencia ficción, un primate golpea violentamente con un hueso el cráneo de otro animal. La aparición previa de un monolito resulta clave para entender su actitud. Antes de su llegada, los monos convivían en armonía; después, comienzan las peleas.
El monolito se puede interpretar como el surgimiento de la tecnología y al colocarlo en ese momento histórico el film hace ver que la fabricación de un utensilio prehistórico supuso el primer hecho tecnológico.
Muchos pensadores, como Marx, han afirmado que precisamente fue el progresivo uso de herramientas lo que provocó que los seres humanos se separasen de los animales. Ello nos hizo más capaces, nos permitió adaptarnos mejor, prevenir dificultades.
Pero también comportó una carga, y peligros derivados –envidias, prohibiciones, castigos…– que pueden generar violencia y obligaciones que menoscaban nuestra libertad.
El arado, por ejemplo, facilita el trabajo agrícola y mejora la producción. A su vez, permite la acumulación de alimentos ante posibles contingencias (malas cosechas, epidemias u otros). Pero también requiere labores de mantenimiento, vigilancia y control, así como cierta reglamentación al respecto.
Es decir, en última instancia, sin la existencia del arado tampoco habría existido voluntad de entrar con sigilo en un silo para robar alimentos ni la necesidad de instaurar, por ello, un castigo.
Lee: De ‘El orfanato’ a ‘La sociedad de la nieve’: Juan Antonio Bayona nos cuenta su secreto para dirigir
El proceso de liberación de todas esas cargas específicamente humanas de las que hablábamos se ve reflejado en esta inquietante película, ópera prima de Robert Eggers.
En ella, la protagonista, Thomasin, se emancipa de su patria cuando viaja de Inglaterra a Nueva Inglaterra. Posteriormente, se desvincula de la comunidad de la que forma parte cuando su padre es excomulgado y su familia se aísla cerca de un bosque. Más tarde, se aleja de su propio entorno tras ser acusada de brujería.
Finalmente culmina su liberación adentrándose en el bosque. La última escena es muy significativa al respecto: la figura de Thomasin se eleva sobre una danza de mujeres desnudas bailando alrededor de una hoguera.
La filosofía de Gilles Deleuze se sitúa claramente del lado de Thomasin.
Deleuze anima a eliminar todas las ataduras que reducen nuestras capacidades y a realizarlas plenamente, siempre que no generen obstáculos para otros.
Su comprensión de lo animal, más que el regreso a un estado de naturaleza no tecnológico, supone el rechazo de cualquier norma que nos limite, colocándonos bozales y corsés. Thomasin deviene animal, lo cual no quiere decir que deje de ser humana.
En la saga de las películas de Matrix se narra la lucha entre unos rebeldes, liderados por Neo, Trinity y Morfeo, y los agentes del poder, con el Sr. Smith a la cabeza.
La primera película actualiza el mito de la caverna de Platón, adaptándolo a la época tecnológica. En la cueva que describió Platón, los esclavos se encuentran en el interior, encadenados. Sin embargo, no son conscientes de su estado de servidumbre. Visualizan las sombras de unos objetos proyectadas en la pared y creen que esas imágenes son los objetos reales y verdaderos. Salir afuera, desencadenarse, supone ver el mundo en toda su amplitud, conocer la verdad.
En Matri“, el mundo es en realidad una simulación informática. Pero ¿cómo escapar de esa otra caverna?
En uno de los momentos más icónicos de la película, Morfeo le presenta a Neo la posibilidad de elegir entre dos opciones: la pastilla roja o la pastilla azul. La primera le ofrece la verdad, asumir que es un esclavo y que debe luchar por la liberación; la otra le devuelve al redil de la felicidad ignorante.
El protagonista, Neo, acepta el reto y opta por la pastilla roja. En esta época de incesante progreso tecnológico, posverdades, con tanta información que resulta casi imposible conocer la verdad y en la que abundan las fake news, parece cada vez más complicado salir de la caverna.
Sin embargo, sí es posible, como muestra la última película de nuestra lista.
Si Matrix actualiza el mito de Platón, este largometraje hace lo propio con el de Prometeo y el Frankenstein de Mary Shelley.
Gracias a la tecnología, el científico Dr. Godwin trae al mundo a Bella Baxter, un bebé en el cuerpo de una mujer adulta. La educación que recibe es muy poco tradicional: apenas hay prohibiciones y se la invita a aprender experimentando, teniendo en cuenta que se enfrenta al mundo siempre como una niña, jugando y divirtiéndose.
En palabras de Nietzsche, se transforma en superhombre; en este caso, en supermujer. En Así habló Zaratustra el filósofo explica que, al contrario que el camello —que obedece ciegamente toda orden— o el león —que, con un zarpazo, las rechaza todas—, el niño juega y crea. Esta alegoría no remite a la primera época de nuestras vidas sino más bien a una forma de vivir: el modo de ser niño (superhombre) rechaza convertirse tanto en amo como en esclavo. Igual que hace, a lo largo de la historia, Bella.
En definitiva, la naturaleza y la cultura o lo animal, lo humano y lo tecnológico son ámbitos estrechamente relacionados. El concepto cíborg, propuesto por la filósofa Donna Haraway, elimina las etiquetas que separan y excluyen y aboga por aunar las diferentes dimensiones de la realidad que nos configuran y nos proporcionan un potencial tan maravilloso (por ejemplo, la imprenta) como peligroso (la bomba atómica).
Después de todo, somos animales humanos tecnológicos y hemos de asumir esa responsabilidad.
*Luis Ángel Campillos Morón es profesor de filosofía, Universidad de La Rioja, España.
*Este articulo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creatve commons. Haz clic aqui si quieres leer la versión original.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.