La resolución definitiva del amparo que promovió el ginecólogo Jesús Luján, también conocido como el “rey del parto inducido”, para enfrentar en libertad el proceso penal que existe en su contra, así como la fecha y circunstancias en las que ocurrirá la primera audiencia del caso, se definirán este viernes y se darán a conocer el próximo lunes.
Como resultado del testimonio que más de 31 mujeres hicieron público el año pasado y la conformación del colectivo Con Ovarios, que aglutina a varias de ellas, hoy el doctor enfrenta al menos cuatro denuncias penales que contemplan diversas conductas que presuntamente constituyen los delitos de práctica indebida del servicio médico y de responsabilidad profesional.
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Luego de que en diciembre pasado la Fiscalía de la Ciudad de México realizara un cateo en las instalaciones de su clínica Pronatal y de que él admitiera cuatro denuncias en su contra –en un video de Youtube que después fue removido–, el 27 de marzo pasado la dependencia emitió una orden de aprehensión, ante la cual el médico se amparó días después.
En respuesta a esa solicitud, el 5 de abril se le concedió una suspensión provisional “en la inteligencia que no deberá ser privado de su libertad personal con motivo de los actos reclamados, salvo que el hecho que la ley establece como delito y que se le atribuye sea de aquellos que ameritan prisión preventiva oficiosa”, según consta en el documento. Finalmente, este viernes se decidirá la definitividad de esta medida y se dará a conocer el lunes.
“Esto significa que el día de hoy se acordará si el amparo que solicitó Jesús ‘N’ para la orden de aprehensión se suspende o no, así como bajo qué condiciones enfrentará su proceso penal”, señala el colectivo Con Ovarios.
El grupo detalla que las autoridades capitalinas, así como los jueces de distrito, están haciendo el trabajo de estudiar las pruebas presentadas como parte de las múltiples denuncias de integrantes del colectivo, así como los testimonios de muchas más mujeres que fueron víctimas de violencia ginecobstétrica y negligencia por parte del médico y de su equipo de trabajo.
Más de un año de práctica impune de “el rey del parto inducido”
Desde que dos de los testimonios de mujeres que vivieron violencia obstétrica en el consultorio de Jesús Luján Irastorza, y promovieron denuncias formales hace años, se hicieron públicos el 13 de marzo de 2023 –en esta publicación de Animal Político–, el médico ha seguido ejerciendo su práctica sin reconocer ninguna de las acusaciones.
Primero, en diciembre de 2023, tras el cateo en Pronatal, las descartó alegando que se trataba de una estrategia derivada de una situación personal mediante un video de Youtube que después borró pero del que Animal Político conserva una copia. Más tarde, comenzó a usar parte del sobrenombre “el rey del parto inducido” para autonombrarse “The King” en sus redes sociales.
Aunque su actividad en Instagram, donde continúa difundiendo las “virtudes” de su práctica médica desde hace meses, se detuvo por algunos días a partir del 25 de marzo –la orden de aprehensión emitida por la Fiscalía capitalina data del 27 de ese mes—, luego de que la medida se hiciera pública en los primeros días de abril, él presumió cómo disfrutaba de un retiro de meditación en un lugar que perteneció a Héctor Suárez.
Luego, durante el eclipse del 8 de abril, hizo otra publicación en la que sugirió que este fenómeno podría, efectivamente, afectar a las mujeres embarazadas y a los recién nacidos, por lo que era recomendable –con base en las tradiciones– que no se expusieran a él. A lo largo del año transcurrido, en otros videos de Instagram también ha promovido un par de testimonios de pacientes suyas que agradecen su servicio.
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Colectivo Con Ovarios informa sobre qué es la violencia obstétrica
Mientras tanto, el colectivo Con Ovarios ha seguido recabando y difundiendo información no solo sobre el caso en particular, sino igualmente de manera generalizada para informar a las mujeres acerca de los actos que constituyen violencia obstétrica y qué se puede hacer frente a ella. Además, ha funcionado como una red que atrae cada vez más testimonios.
Algunos de ellos son el de Pamela, Verónica, Amanda, Viviana, Ana, Leticia, Karina, Priscila, Patricia, e incluso la actrizy cantante Irán Castillo. Todas ellas describen una o varias de las mismas prácticas que comenzó a documentar este medio desde el año pasado: suministro de medicamentos sin consentimiento, intervenciones quirúrgicas innecesarias, complicaciones severas en procesos sencillos, pruebas mal realizadas y consecuencias fatales.
“Me mandó hacer un estudio de ADN fetal en un laboratorio estadounidense, cobrado cinco veces más caro que el costo real. A las semanas me hizo una llamada telefónica para darme la noticia de que mi bebé venía con Síndrome de Edwards –incompatible con la vida– y que me recomendaba abortar. Decidimos buscar una segunda opinión, nuestro hijo nació seis meses después en nuestra casa y está perfectamente sano”, relata, por ejemplo, Irán Castillo, cantante y actriz, en el testimonio que difundió el diciembre pasado el colectivo Con Ovarios mediante su cuenta de Instagram.
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El activista indio Alok Shukla emprendió una lucha contra decenas de mineras para que no hicieran desaparecer un bosque que es el hogar de varias tribus en India.
En el instante en que Alok Shukla vio ese bosque desplegándose ante sus ojos supo inmediatamente dos cosas:
Una. Que ese bosque, ubicado en la zona central de India y conocido como el pulmón de Chhattisgarh, hogar de miles de tribus y refugio de especies de plantas raras y animales en peligro de extinción, era uno de los lugares más hermosos que había visto jamás.
Y dos, que de ahí en adelante dedicaría su vida a poner freno a las compañías multimillonarias que estaban en busca del carbón que yace bajo el suelo del bosque.
La pregunta por resolver era cómo lograrlo.
Doce años después, Alok sonríe mientras recuerda. Después de todo, lo que ha logrado en este tiempo ha sido impresionante.
A sus 43 años, recibió hace apenas unos días el Premio Goldman, considerado el premio Nobel verde o del medio ambiente.
Pero todo comenzó con pequeños pasos.
En 2012, el bosque de Hasdeo Aranya, con sus 1.017 kilómetros cuadrados ricos en biodiversidad, estaba bajo amenaza por cuenta de sus enormes depósitos de carbón, que se estiman en unos 5.600 millones de toneladas.
En India, que es el segundo país que consume más carbón en el mundo detrás de China, esos depósitos tienen un valor inmenso.
Pero el valor que tiene para las personas que viven en él, en las comunidades conocidas colectivamente como los Adivasi, así como para los elefantes, los osos perezosos, los leopardos, lobos y aves que allí se resguardan, sin olvidar a los tigres que utilizan el bosque como corredor entre hábitats, era imposible de calcular cuando Alok Shukla se puso en ello.
Él no era el único que reconocía el valor de la tierra: las autoridades locales habían reconocido el bosque como zona de reserva hace unos pocos años, aunque nunca lo habían hecho de manera formal.
Pese a ello, las zonas con bloques de carbón fueron ofrecidas en subasta. La poderosa multinacional Adani presentó un plan para construir allí cinco minas entre 2010 y 2015.
Tras esto, otras compañías harían lo mismo.
“Recuerdo claramente el día que estuve allí, viendo este hermoso bosque que tristemente iba a ser destruido para poner una mina de carbón”, recuerda Alok.
“Pero mucho más triste que eso era que las comunidades locales, que habían logrado conservar el bosque por siglos, no tenían ni idea del impacto que la minería tendría en ese lugar o de cuáles eran sus derechos para proteger el bosque”, explica.
La pérdida de su hogar tradicional iba a resultar devastadora, pensó Alok.
“Los Adivasi han vivido allí por siglos. No conocen otro lugar que el bosque. Es parte de su identidad”.
Y ellos estaban ya intentando luchar contra las mineras, solo que las distintas poblaciones lo hacían por separado.
La lucha de Alok Shukla
Alok se dio cuenta de que iban a perder esa batalla a menos que se unieran. En dos minas ya había comenzado la explotación porque la resistencia había fallado.
“Esto no es la lucha de una sola población, es la lucha de una región entera”, señala.
A partir de entonces, el Comité de Resistencia para Salvar Hasdeo Aranya —una alianza informal de personas que residen en la zona— comenzó a crecer, sensibilizando a la gente sobre las regulaciones locales y los derechos a los que podían recurrir para ganar la batalla.
Y se logró también coordinar el trabajo de varios grupos por primera vez.
No fue fácil. En 2020, se propuso la apertura de otras minas de carbón en la zona.
Con la pandemia de covid-19 arrasando el país, Alok nuevamente se dedicó a la tarea de organizador.
La presión de la comunidad hizo que tres minas fueran cerradas ese septiembre.
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Al mes siguiente, la comunidad luchó para que se declarara una zona de cerca de un millón de acres (unos 4 mil kilómetros cuadrados) como reserva natural para elefantes.
Pero la respuesta del gobierno central fue la de continuar con los planes para otorgar 21 sectores de minas de carbón mediante regulaciones de emergencia.
Tomaría otros 18 meses —y una eficaz campaña en internet, una marcha hasta la capital estatal e incluso un evento en el que se abrazaron los árboles del bosque— para que la cesión de las 21 minas fuera finalmente cancelada.
La recompensa
Nada de esto ha sido fácil. Alok Shukla admite que la batalla de 12 años ha requerido una determinación férrea por su parte y por parte de las comunidades forestales.
“Esta es una batalla entre la vida de la gente y su manera de sobrevivir en los bosques, por un lado, y las ganancias de las corporaciones por el otro”, señala.
“Naturalmente, cualquier compañía cuyas ganancias y viabilidad estén en riesgo va a tratar cualquier cantidad de cosas para quedarse con la tierra”, añade.
Antes de irte: Julieta Martínez, la activista medioambiental que lucha por el futuro de las mujeres en LATAM
E incluso ahora quedan otras peleas por dar: tierra que necesita ser rehabilitada después de haber sido destruida y árboles que continúan en peligro.
Alok espera que el premio Goldman, que reconoce a los líderes que luchan por el medio ambiente cada año, inspire a otros movimientos alrededor del mundo centrados en los bosques.
“Cualquier árbol que sea cortado en Hasdeo Aranya es un error. Y nuestro esfuerzo es cuidar cada árbol”, subraya.
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