Los contenidos sobre sexualidad, género y diversidad dentro de los nuevos libros de texto de primero a sexto grado de primaria han ocasionado posturas tanto positivas como negativas. Pero más allá de los errores o desinformación al respecto, en El Sabueso los revisamos para explicarte qué dicen.
Además, consultamos a especialistas que coinciden en la importancia de estos contenidos pero también realizan observaciones a la manera en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) los aborda en los libros de texto Múltiples lenguajes, Nuestros saberes, Proyectos comunitarios, Proyectos de aula y Proyectos escolares, los cuales mencionan a la igualdad de género y a la inclusión como dos de sus siete ejes rectores.
Si bien, las expertas reconocen como un acierto el hecho de que en los libros de texto gratuitos se aborden temas como eyaculación y menstruación, destacan que es necesario contextualizar la información y capacitar a los docentes para que las infancias puedan entender mejor los temas y ejercer su derecho humano a la educación sexual.
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La sexualidad es un aspecto inherente al ser humano, que está presente a lo largo de toda su vida, incluyendo la primera infancia y la niñez. Se puede ejercer, y enseñar, de muchas maneras, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica al sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.
En entrevista, la educadora sexual Verónica Maza Bustamante sostiene que es un derecho incluir en los libros de texto, planes y programas de estudio esta visión ampliada de la sexualidad que no se limita sólo a la reproducción.
“Todos tenemos derechos humanos como todos tenemos derechos sexuales. Es importante incluir la educación sexual en estudiantes de primaria porque es parte de la vida, entonces tendría que enseñarse no sólo desde la primaria, sino desde el kinder, acorde con la edad”, expresa Maza.
Hay quienes celebran que se traten estos temas desde la educación básica. Pero, por otra parte, existen agrupaciones de madres y padres de familia que intentan frenar la distribución de libros de texto en diferentes entidades del país, como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) que interpuso un amparo.
Sin embargo, esto podría vulnerar el derecho a la educación, reconocido en el Artículo 3 constitucional. Éste establece que los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género e incluirán la educación sexual y reproductiva.
“Una niña, un niño no es propiedad del papá, ni de la mamá. Ellas y ellos también son titulares de derechos. Lo que nos toca como personas adultas, a mí me parece, es acompañar para que los puedan ejercer”, señala en entrevista Diana Itzel Lugo Sánchez, maestra en Ciencias Sociales.
Uno de los libros de texto que más críticas ha generado es el de Proyectos de aula, de quinto grado. A partir de la página 143 hay indicaciones para hacer modelos del aparato reproductor femenino (con una botella de plástico) y masculino (con una jeringa), para conocer sus estructuras y características.
“En el vaso de plástico, mezclen agua con pintura blanca, para representar el líquido seminal, y llenen con la mezcla la jeringa. Simulen el proceso de erección y eyaculación”, se lee en la página 151.
En entrevista, Benazir Sitara Mehmood Díaz, creadora de la iniciativa Medicina Sin Violencia, explica que la educación sexual ha sido conservadora por varias generaciones, lo que ha ocasionado críticas hacia estos modelos, aunque puedan ser útiles para el aprendizaje.
“La manera en la que lo quieren representar me parece bastante acertado, sin llegar a ser algo obsceno ni algo que pueda resultar contraproducente. Creo que puede ser algo didáctico”, afirma.
Sin embargo, las tres especialistas consultadas coinciden en que la masturbación, la menstruación y la eyaculación deberían enseñarse no como una simple acción, sino como todo un proceso contextualizado.
“No es suficiente con el tema de la menstruación porque se debería de abarcar muchísimo más a fondo el ciclo menstrual y creo que lo debemos de hacer enfatizando en la perspectiva de clase y entender que hay que gestionarla de acuerdo con los contextos económicos”, añade Mehmood Díaz.
Al respecto, el libro de texto no presenta ningún método de gestión menstrual. Además se limita a mencionar a la masturbación como una de las causas de la eyaculación, sin ahondar más en esta estimulación que permite conocer el cuerpo humano.
En redes sociodigitales se ha criticado que en el libro de texto Nuestros saberes, de segundo grado, hay esquemas de los órganos sexuales externos femeninos y masculinos. Éstos se complejizan en el de tercero, donde además se habla de que el sexo, como una forma de dividir en hombres y mujeres a los seres humanos, y de abuso sexual.
“Enseñar a niñas y niños a llamar los genitales por su nombre”, enlista el libro de texto Nuestros saberes como una de las recomendaciones para prevenir el abuso en niñas, niños y adolescentes, algo que celebran las especialistas consultadas.
Otro aspecto positivo es que en cuarto grado se abordan estos esquemas como un sistema con caracteres sexuales primarios (los órganos reproductores internos) y secundarios (características que aparecen durante la pubertad y que distinguen a mujeres y hombres, pero no están relacionadas con la reproducción).
“Rompen con esta idea de que los cuerpos son exclusivamente para tener hijos, para tener hijas, ya no los mencionan como aparato reproductor y pues me parece algo bastante acertado y no creo que sea casualidad. Seguramente, la idea es proyectar de manera distinta la manera en la que vemos la sexualidad y los órganos sexuales”, dice Mehmood Díaz.
Asimismo, las expertas están de acuerdo en que enseñar estos temas en la educación primaria no adelanta o retrasa el inicio de una vida sexual activa. Además, para ellas no se trata de la edad, sino de la responsabilidad con la que se lleve a cabo las relaciones sexuales.
El libro de texto Múltiples lenguajes de primer grado también ha sido criticado porque ilustra los tipos de familias que existen, por ejemplo, la homoparental o lesbomaternal, que “se caracteriza por tener a dos padres o madres homosexuales”. Asimismo, una imagen de dos mujeres abrazadas ejemplifica a las familias que toman la decisión de no tener descendientes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el año 2017 53.8% de los hogares eran biparentales; 28.1% de otro tipo y 18% monoparentales.
“Lo que entiendo que se busca con esto es dejar de contribuir a estos discursos de odio contra la diversidad. Son cuestiones que ya ocurren en la sociedad, niñas y niños ya lo están viviendo y me parece importante que se toque en sus libros”, asegura Diana Itzel Lugo Sánchez, especializada en temas de infancias.
La portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado, también se ha viralizado en redes sociodigitales por incluir una bandera de arcoíris y una pareja de mujeres abrazándose. En ambos casos se ha dicho que se trata de ideología de género que, por cierto, no es una categoría que exista dentro de las ciencias sociales, según el Glosario para la Igualdad.
Para Lugo Sánchez, hay que identificar los matices en este término, pues la mayoría de las veces se utiliza de manera despectiva por grupos de derecha, conservadores, para desestimar la diversidad sexual y los movimientos de mujeres, por ejemplo, las diferentes corrientes feministas.
Múltiples Lenguajes, de sexto de primaria, empieza con una manifestación del 8 de marzo, que se conmemora el Día Internacional de las Mujeres para exigir una vida libre de violencia. Los libros de texto también definen el concepto de género, así como los roles y estereotipos, algo que las entrevistadas también valoran como positivo.
“Me parece interesante en el sentido de que implica una decisión política de fondo, o sea, de reconocer las luchas sociales”, menciona Lugo Sánchez.
Para la médica cirujana Benazir Sitara Mehmood Díaz, los libros de texto pueden ser una herramienta para contrarrestar la desinformación a la que las y los estudiantes están expuestos en redes sociodigitales. Pero esto no ocurriría a solas.
“El libro, al final, tampoco garantiza que va a haber un aprendizaje porque ahí tenemos la función y la responsabilidad del profesor, de la profesora, como mediador, mediadora de esto. No solo son los temas, sino el cómo tocan los temas y también el papel de las tutoras, los tutores, de mamás y papás, los retos que a nivel pedagógico implica”, advierte Diana Itzel Lugo Sánchez.
La sexóloga Verónica Maza Bustamante enfatiza en que además de los libros de texto, es importante la capacitación para tocar estos temas de una manera informada.
“Lo importante también es cómo se capacita a los maestros para que sepan compartir esta información con los alumnos. Si en su docencia tiene prejuicios, mitos, ideas erróneas, por mucho que un libro de texto sea correcto, no se va a cumplir esa educación sexual por parte de la escuela”, indica.
Nombrado príncipe heredero de Irán en 1967 durante la coronación de su padre, Pahlavi reclama desde el exilio la renuncia del ayatolá Alí Jamenei.
Reza Pahlavi estaba destinado a gobernar Irán, pero desde hace casi medio siglo no vive allí. Ahora, con la actual tensión entre Irán, Estados Unidos e Israel, ha vuelto a aparecer presentándose como alternativa en caso de que hubiera cambio de régimen.
Nacido en Teherán, es el hijo mayor del último líder de la dinastía Pahlavi, el sha Mohamed Reza Pahlavi, quien gobernó el país con el respaldo de Estados Unidos desde 1941 a 1979, cuando fue derrocado por la Revolución Islámica que actualmente gobierna Irán.
Desde entonces, Pahlavi, el heredero, se ha convertido en uno de los más reconocidos críticos del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, quien gobierna Irán desde 1989.
Durante la actual crisis desatada por la guerra entre Israel e Irán, así como por el ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes, Pahlavi ha asegurado que se trata de una oportunidad única para avanzar en “un cambio de régimen” en Teherán.
Considera que la República Islámica está en su posición más débil después de los ataques recibidos, por lo que esta es una “oportunidad sin precedentes” para derrocar a Jamenei.
“La raíz del problema ha sido el régimen y su naturaleza. La única solución es que este régimen ya no exista”, dijo a la BBC durante una entrevista el domingo desde su casa en un tranquilo suburbio cerca de Washington, D.C.
“La República Islámica se está derrumbando”, reiteró el lunes durante una rueda de prensa que compartió en sus redes sociales.
Para Pahlavi, el “culpable” del actual momento que vive Irán es Jamenei “y su facción corrupta y destructiva”, a quien le exige la renuncia del cargo.
Pahlavi llamó a las fuerzas armadas iraníes, a los miembros del ejército y a la policía a que se separen del régimen y se “unan al pueblo” para combatir a la debilitada república islámica.
Aclaró que no busca restaurar la monarquía sino que quiere un Irán “secular y democrático”, en el que se ofrece para jugar un papel simbólico dentro de la comunidad iraní en el exterior.
“Me presento para liderar esta transición nacional, no por interés personal, sino como servidor del pueblo iraní”, afirmó.
“No se trata de restaurar el pasado. Se trata de asegurar un futuro democrático para todos los iraníes”.
Pero, ¿quién es Pahlavi?
Reza Pahlavi tenía solo 10 años cuando, en 1967, asistió a una ceremonia de conmemoración de la fundación del Imperio Persa en la que su padre, Mohamed Reza Pahlavi, fue coronado como sha.
El niño, sentado a la izquierda del nuevo rey, fue nombrado entonces oficialmente como príncipe heredero de Irán.
Nacido el 31 de octubre de 1960, Reza Pahlavi fue educado en un colegio privado ubicado en el Palacio Real y reservado solo para miembros de la familia del sha.
En su juventud, estudió aviación y se formó como piloto de combate. En 1973, fue fotografiado como estudiante en la Fuerza Aérea Imperial Iraní y, en 1978, con 17 años, viajó a Estados Unidos para continuar su entrenamiento de aviación militar en Texas. Pero antes de que pudiera regresar al servicio, la revolución islámica derrocó el régimen de su padre.
A causa de una ola de protestas en Irán, el sha debió abandonar el país en enero de 1979. Mohamed Reza Pahlavi salió con su familia hacia Egipto, luego a Marruecos, las Bahamas y México, antes de llegar ese año a Estados Unidos, donde recibió un tratamiento médico para el cáncer.
Cuando la Revolución Islámica derrocó a su padre, Reza Pahlavi hijo estaba completando su entrenamiento en una base militar en Texas.
La repentina pérdida de poder dejó al joven príncipe heredero y a su familia apátridas, dependientes de un círculo cada vez más reducido de simpatizantes monárquicos en el exilio.
En las décadas siguientes, la tragedia golpeó a la familia en más de una ocasión. Su hermana y su hermano menores se quitaron la vida, dejándolo como cabeza simbólica de una dinastía que muchos creían relegada a la historia.
En julio de 1980 el sha murió de cáncer.
Desde entonces, Pahlavi vive en Estados Unidos. Estudió Ciencias Políticas, se casó con Yasmine, una abogada iraní-estadounidense, y tuvo tres hijas: Noor, Iman y Farah.
Pero, ¿cómo cayó el reino que supuestamente iba a heredar?
Mohamed Reza Pahlavi reinó como monarca de Irán durante 37 años.
En aquel tiempo, el país experimentó un proceso de occidentalización y crecimiento económico, mientras buscaba recuperar el orgullo nacional y la historia preislámica de Irán, según describe la periodista Ali Hamedani, del Servicio Persa de la BBC.
En la década de 1960 las mujeres obtuvieron el derecho al voto y accedieron a derechos relativamente similares a los de los hombres, pero al mismo tiempo el sha enfrentó duras críticas por su estilo autocrático y la falta de democracia.
Muchos recuerdan la era Pahlavi como una época de rápida modernización y vínculos más estrechos con Occidente. Otros recuerdan una época marcada por la censura y la temible policía secreta Savak, el temido servicio de inteligencia y seguridad interior de Irán entre 1957 y 1979.
El clero musulmán chiita acusaba al sha de ir en contra de los valores islámicos, mientras que los grupos de izquierda, influidos entonces por la ahora extinta Unión Soviética, reclamaban una mayor igualdad dentro del país.
Hasta mediados de 1978, pocos podían imaginar una revolución capaz de alterar profundamente Irán.
Pero, en unos pocos meses, las protestas rápidamente involucraron a intelectuales de izquierda, nacionalistas, laicistas e islamistas, en lo que se conoció como la Revolución Iraní de 1979.
A lo largo de 1978, los manifestantes contrarios al sha planteaban cada vez más fuerte sus reivindicaciones en términos religiosos. Hasta que, a finales de ese año, empezó a ganar terreno en la calle la retórica islamista.
En ese contexto, el ayatolá Ruhollah Jomeini regresó a Irán después de 14 años de exilio en Irak y Francia por oponerse al régimen, y se posicionó como el único capaz de unificar las diversas corrientes ante un eventual gobierno islámico.
La Revolución Iraní terminó con el derrocamiento de la monarquía y abrió paso a la inauguración de la actual república islámica.
EE.UU. había sido un aliado indiscutible del sha. Por eso, en noviembre de 1979, un grupo de estudiantes y militantes islamistas contrarios a la monarquía tomaron la Embajada de EE.UU. en Teherán en apoyo a la Revolución Iraní y mantuvieron secuestrados a medio centenar de estadounidenses durante 444 días.
Diez años después, en 1989, murió el ayatolá Jomeini y el entonces presidente de Irán, Alí Jamenei, fue designado como nuevo líder supremo.
Jamenei, a quien Reza Pahlavi cuestiona ahora desde el exilio, gobierna el país desde entonces, cumple el rol de jefe de Estado y controla el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, entre otras funciones.
Reza Pahlavi abandonó su entrenamiento en Texas y se reunió con su familia en El Cairo en marzo de 1980.
El 31 de octubre de ese año, unos meses después de la muerte del sha, Reza Pahlavi, con 20 años de edad, se declaró como nuevo rey de Irán, se llamó a sí mismo “Reza Shah II” y dijo desde el exilio que era el heredero legítimo del trono de la dinastía Pahlavi.
Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos anunció entonces que no lo apoyaba.
Era 1980, el último año de la presidencia del demócrata Jimmy Carter, quien estaba en la Casa Blanca desde 1977, y el año en que el republicano Ronald Reagan ganó las elecciones en noviembre.
En marzo de 1981, con motivo del Año Nuevo persa, Pahlavi emitió una declaración pidiendo a todos los opositores del gobierno iraní que se unieran, y emitió un llamamiento a la “resistencia nacional”.
A partir de ese momento, se mantuvo en la política en el exilio, confiando en su legado familiar, redes de apoyo en Europa y Estados Unidos, así como en el respaldo de algunas corrientes iraníes que se oponen al sistema islámico.
Después de vivir durante varios años en Egipto y Marruecos, se mudó a Maryland en 1984 y fijó residencia en un suburbio de la capital estadounidense, Washington D.C, donde todavía vive con su esposa.
Pahlavi dice que Irán debe ser un estado democrático y secular, es decir, que la religión debe estar separada del Estado.
“Creo que Irán debería ser una democracia parlamentaria secular, y el pueblo debería decidir la forma final del Estado”, sostuvo en 2018 en una conferencia que dio en The Washington Institute for Near East Policy, donde pidió apoyo para los iraníes que intentan reemplazar el régimen actual con una democracia secular.
En febrero de 2023, Pahlavi habló con el periódico británico Daily Telegraph y reiteró que la decisión sobre la forma de gobierno que debería tomar Irán ante la eventual caída del ayatolá Jamenei le corresponde al pueblo iraní y que no se postularía a ningún cargo político.
En marzo de 2023 enfatizó que el secularismo es necesario para la democracia y pidió medios no violentos para derrocar al gobierno iraní.
Poco después, Reza Pahlavi y su esposa, Yasmin, visitaron Israel, en un intento de reconstruir las relaciones históricas entre Irán e Israel. Allí visitó el Muro de los Lamentos y el Museo Yad Vashem, y se reunió con el presidente israelí Isaac Herzog y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Tras los bombardeos de Israel a Irán y el ataque de Estados Unidos a sus instalaciones nucleares, Pahlavi cree que se acerca el momento político para poner fin al sistema de gobierno de la República Islámica.
“Este es nuestro momento muro de Berlín”, dijo en el comunicado que compartió en sus redes sociales.
En declaraciones a la prensa dijo que lo que era imposible hace cinco años es posible ahora, y puso como ejemplo el inesperado colapso de la Unión Soviética, que se produjo en pocos días.
Estados Unidos, sin embargo, descarta estar detrás de un cambio de gobierno en Irán, pese a que el presidente Trump habló de ello en un mensaje en redes sociales.
Pahlavi enfatiza que hay planes listos para transformar a Irán en un sistema democrático si cae el ayatolá Jamenei.
Para el heredero del sha, la crisis económica y política que vive el país, además de la presión internacional y el creciente aislamiento, hacen que el régimen se encuentre en una situación frágil e inestable.
En las últimas cuatro décadas, Pahlavi ha tratado de presentarse como una tercera opción entre el régimen de la República Islámica y el caos o los golpes militares. Sin embargo, enfrenta grandes desafíos.
Entre ellos, la ausencia de una base popular real dentro de Irán y las profundas divisiones entre las corrientes de la oposición en el extranjero.
Además de la imagen negativa asociada con el gobierno de su padre debido a las violaciones de los derechos humanos y el dominio del aparato de seguridad en ese período.
Varios analistas creen que su acercamiento con Israel puede conducir a la pérdida de apoyo popular dentro del país, especialmente entre los grupos conservadores o nacionalistas que ven a Israel como un enemigo estratégico.
Otras corrientes de la oposición iraní rechazan la idea de que Pahlavi recupere el poder e incluso que sea el líder de la transición, señalando que carece del carisma político y las capacidades organizativas para liderar una amplia alianza.
Por el contrario, sus partidarios entienden que su imagen moderada, sus vínculos con el exterior y sus antecedentes seculares lo colocan en una posición conveniente para liderar el eventual paso a un nuevo gobierno y así evitar escenarios sangrientos como en las transiciones de países como Siria, Libia e Irak.
Con información de Waleed Badran, el Servicio Persa y el Servicio Árabe de la BBC.
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