Encuestas: ¿Por qué importa su metodología y qué es la tasa de rechazo?
En redes sociales, internet e impresos circulan decenas de encuestas con cifras sobre las preferencias electorales de la ciudadanía de cara a las elecciones del próximo 2 de junio. Pero siempre es importante saber cómo se hicieron, para valorar lo que nos presentan.
Una encuesta de opinión confiable, dicen los especialistas consultados, debe usar una metodología científica donde se tenga una muestra representativa de las opiniones de todo el país, un margen de error medible, fechas exactas en las que se hizo, especificación de si fue una entrevista presencial o por teléfono, cuántas personas completaron la entrevista, la tasa de rechazo (es decir, quienes no quisieron responder) y el fraseo de preguntas.
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Son varios elementos a considerar, ¿cierto? Pero calma, te explicaremos con más detalle cada uno de esos puntos:
Las ‘letras chiquitas’ de las encuestas
La mayoría de las encuestas tienen en la parte inferior letras diminutas que hablan sobre la metodología científica, y es difícil comprender a simple vista qué significa.
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El académico y especialista en materiales electorales, Gustavo López Montiel, explica puntos importantes de las encuestas:
De entrada, te mencionan a cuantas personas se les hizo la encuesta. A eso se le llama muestra demográfica y representa a la población de la que quieres saber cuál es su opinión. La cantidad de encuestas aplicadas importa, pero importan más otros valores que le acompañan: el margen de confianza y el margen de error.
Si buscas representar el voto nacional de una población de 130 millones de personas, se utiliza una “calculadora de muestra” que te permite conocer de qué tamaño debe ser la muestra, para lograr que los resultados de la encuesta representen a la población.
Por ejemplo, si se quiere representar a la población del país, las herramientas de cálculo muestral definen que se pueden realizar encuestas a entre 400 y 500 personas, pero el margen de error será del 5% y solo servirá para términos mediáticos, apunta el especialista. Si se realiza a 1,200 personas, el margen de error será del 3% y será un trabajo más sólido.
Una muestra de entre 400 y 500 personas puede ayudar a comprender el pulso electoral y usualmente se realizan para publicaciones en medios de comunicación, pero tienen algunos detalles en la representatividad. Mientras que un ejercicio de encuestas a 1,200 personas y hasta 3,200 personas es más sólido y utilizado con fines de estrategias políticas.
Lo recomendable es que el margen de error no esté por encima del 3% y que el margen de confianza sea de 90% o 95%.
Además, también es importante identificar si fue una entrevista cara a cara, vía telefónica, por internet o redes sociales. Cuando una entrevista no es presencial, por ejemplo que se realiza a través de una llamada robotizada o por Facebook “baja la confianza porque no sabes quién te contestó. Además, en ocasiones solo asumen que si la muestra pidió mil entrevistas y te encuentras a mil personas en Facebook o de manera presencial, puedes aplicarles las encuestas, pero eso no es aleatorio, por lo que no son representativas aunque entrevistes al número de personas que la muestra marca”, agrega.
Cuando se realiza la encuesta es importante que se definan cuáles son los grupos que se quieren representar, y después se acuda a entrevistar a esos grupos de manera aleatoria, es decir, al azar, para evitar sesgos políticos o de otro tipo.
La tasa de rechazo
Cuando se habla de una tasa de rechazo, se refiere al número de personas que se estimó iban a contestar la encuesta y no lo hicieron. No existe un porcentaje ideal, pero es común que las encuestadoras reporten en promedio 50% de tasa de rechazo, según explicó el especialista en temas electorales Gustavo López Montiel, académico del Tec de Monterrey.
Por ejemplo, una encuesta de Reforma publicada este 19 de marzo detalla que registró un 47% de rechazo, al hacer preguntas en viviendas. “Implica que 47% de las personas que fueron seleccionadas originalmente en la muestra no quisieron contestar o no terminaron de contestar, eso incide en la confianza y el margen de error, porque esas personas tienen que ser sustituidas y se debe explicar en la metodología cómo las sustituyeron”.
En otro ejercicio publicado el 4 de marzo por Enkoll en alianza con El País y W Radio, se señala que realizaron las entrevistas cara a cara, con apoyo de un cuestionario en una tableta o dispositivo móvil y obtuvieron un 43% de rechazo.
Un ejercicio distinto fue el realizado por Massive Caller y publicado el 18 de marzo. Realizó una entrevista a mil personas de manera telefónica. Las llamadas se realizaron a hogares de todo el país de manera aleatoria, con un sistema robotizado en que las personas dieron su respuesta presionando un número. De ese modo, el ejercicio tuvo un 95% de tasa de rechazo.
En esta nota de Verificado 2018 te explicamos cómo el tener una alta tasa de rechazo no
Otros elementos a observar: sesgo y margen de error
Durante el proceso de recolección de información puede haber un sesgo.
“Los algoritmos que se hacen para elegir a las personas que vas a encuestar, buscan que se reflejen exactamente a todos tus grupos de edades. Si te dice que un 20% de personas entrevistadas deben tener entre 20 y 40 años, pero tú sacaste 23%, entonces hay que correr una fórmula para que baje ese número y para que se incremente el porcentaje de un grupo que está menos representado… Estos son procedimientos estadísticos que de entrada ya están manipulando la forma en la que la muestra se construyó”.
La confianza muestral o margen de confianza es otro indicador y significa que, del total de personas que contestaron la encuesta, hay un porcentaje que sí se ve reflejada. Por ejemplo, si se dice que la confianza muestral es del 80%, se refiere a que el 80% de las personas encuestadas se ve reflejada ahí. El indicador ideal es un 90% o 95%.
El margen de error también se encuentra en un ejercicio estadístico.
“Haz de cuenta que tus casos se distribuyen en una campana de Gauss. Entonces lo que te dice el margen de error es que tal vez el 2% de los casos no están dentro de la campana. Entonces esos casos no te van a servir estadísticamente y en la medida en la que va incrementando tu margen de error, por ejemplo que sea el 3%, el 4% o 5%, tu ejercicio estadístico tiene menos fortaleza”, agrega Montiel.
Las encuestadoras con registro ante el INE
El Instituto Nacional Electoral (INE) se encarga de regular la publicación de encuestas electorales a lo largo del país. A través de su reglamento de elecciones, establece que las casas encuestadoras interesadas en publicar encuestas, sondeos y conteos rápidos deben utilizar una metodología científica y compartir sus resultados con el instituto.
Cuando se cumplen ambos criterios el INE les reconoce su transparencia durante el ejercicio y les “acredita”. Eso significa que sube sus estudios al repositorio documental, de manera que puedan ser vistos por la ciudadanía.
“Que una encuestadora esté acreditada significa que cumplió con los criterios de transparencia del INE, pero no que el instituto avala sus trabajo o sus resultados, solo refleja que cumplió con los requisitos de entrega”, apunta Pamela San Martìn, ex comisionada del INE.
Si bien el aparecer en el repositorio del INE no da una certeza total, sí es un indicador de confianza y transparencia, señala López Montiel.
“Nos pueden dar un rango de certidumbre respecto de los resultados que están presentándose allí”, agrega el doctor Armando Zacarías, académico de la Universidad de Guadalajara.
De cara a las elecciones del mes de junio, hay 19 casas encuestadores y/o personas físicas que ya se encuentran acreditadas para realizar encuestas de carácter federal, donde se pregunte la preferencia por candidatos presidenciales y del Congreso de la Unión.
Las encuestadoras hasta ahora acreditadas son: Campaigns & Eleccions, De las Heras Demotecnia, Enkoll, Consulta Mitofsky, FactoMétrica, Tecnología Estadística, SIMO, Massive Caller, Multipoll, Poligramas, TResearch, El Financiero, MEBA, Buendìa & Márquez, CSIMDYCM, Consulta Ciudadana México 2030, Oscar Roberto Martínez Tamez, Covarrubias y Asociados, y VOTIA. Sus trabajos realizados durante el período electoral 2023 – 2024 los puedes ver aquí.
En el caso de Reforma, todavía no está acreditada y por ello sus encuestas no aparecen en el repositorio documental, si bien este diario le informó al INE que harán esto el próximo fin de semana. Aunque su estudio más reciente en Jalisco fue realizado por la encuestadora Xtrategia Gdl y fue publicado el 6 de febrero, todavía están dentro de los márgenes de tiempo que marca la ley.
El INE continúa recibiendo solicitudes para acreditar a encuestadoras. Entre el mes de enero y febrero recibió ocho solicitudes, pero solo aceptó tres, revela el último informe de encuestas. Las restantes no fueron aprobadas por la falta de información relacionada a su metodología como detalles de su muestra, margen de error, fechas en las que fue realizado el ejercicio, tipo de entrevista, tasa de rechazo y las preguntas realizadas.
En dicho reporte las personas también pueden ver todas las encuestas realizadas con detalles sobre su metodología científica, sobre quién paga por realizarlas y el gasto total.
En la edición más reciente, aseguraron que ninguno de sus trabajos fue pagado por un partido político o candidato, y que en promedio se gastaron 50 mil pesos por realizar una encuesta de opinión electoral al teléfono.
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El personal del Palacio de Blenheim le contó a la BBC cómo cinco asaltantes escaparon con un inodoro valorado en US$6 millones.
En la madrugada del 14 de septiembre de 2019, Eleanor Paice se despertó sobresaltada por el sonido de cristales rotos.
Como vivía en un apartamento para personal del Palacio de Blenheim, en Woodstock, Inglaterra, la supervisora de servicios al huésped estaba acostumbrada a ruidos extraños. Pero cuando las alarmas de incendios empezaron a sonar, supo que algo andaba mal.
Rápidamente salió hacia el patio principal. Pero, sin saberlo, se dirigía hacia el desenlace de un audaz robo.
Cinco hombres habían irrumpido en el palacio para robar un inodoro de oro macizo valorado en US$6 millones y huían en un Volkswagen Golf hurtado.
El inodoro, titulado “América”, llevaba solo dos días en exhibición en la majestuosa mansión del siglo XVIII, instalado como parte de una exposición del artista conceptual italiano Maurizio Cattelan.
Más de cinco años después, tres hombres fueron condenados por el robo.
James Sheen, de 40 años y residente de Oxford, Inglaterra, se declaró culpable de robo y transferencia de propiedad ilícita en 2024, mientras que Michael Jones, de 39 años y también residente de Oxford, fue declarado culpable de robo en el tribunal de Oxford el 18 de marzo.
Fred Doe, de 36 años y residente de Windsor, fue declarado culpable de conspiración para transferir propiedad ilícita. Bora Guccuk, de 41 años y residente del oeste de Londres, fue absuelto del mismo cargo.
Fue un delito que intrigó a los amantes del arte, deleitó a la prensa y dio lugar a innumerables bromas con temática urinaria.
La BBC obtuvo acceso exclusivo a lo que ocurrió tras bambalinas desde la perspectiva del personal del Palacio de Blenheim para comprender el robo y las fallas de seguridad.
“Nos robaron”
La noche anterior, el director ejecutivo de Blenheim, Dominic Hare, asistía a una glamurosa fiesta de inauguración de la exposición en el palacio, organizada por el propio Cattelan.
Era la primera vez que “América”, el inodoro de oro, se exhibía fuera de Nueva York y la presencia de la obra de arte estaba causando sensación.
Hare recuerda haberse escabullido de la fiesta con la esperanza de poder usar el baño, que estaba completamente funcional.
Pero al encontrarse con una fila, pensó: “No importa, no tiene sentido hacer cola. Puedo volver mañana y echar un vistazo”.
Pero pocas horas después, su colega, Eleanor Paice, era testigo de los momentos finales del robo cuando la obra de arte de 98 kg era trasladada a un auto.
Recuerda una escena confusa y rápida: «Solo había sombras y movimientos rápidos. Los vi acercarse al coche, subirse… y luego el coche salió disparado».
Lee: “Estaba segura de que iba a morir”, dijo Kim Kardashian en el juicio por robo millonario en París
Desde el momento en que los ladrones entraron y salieron del patio, el audaz robo duró solo cinco minutos.
La policía llegó poco después, y solo cuando el personal registró el palacio se dieron cuenta de lo que había sido robado.
“Fue entonces cuando… sentí un vuelco en el estómago”, señala Paice. “Y pensé: ‘Esto es grave'”.
Al poco tiempo, el director ejecutivo se despertó con el zumbido de su teléfono: “Dom, nos robaron”.
Comentó que tardó unos instantes en darse cuenta de que no estaba soñando antes de correr al palacio.
Su alivio al ver que el personal estaba ileso se mezcló con el horror de ver la escena del crimen inundada y destrozada.
“Si el inodoro dorado que había allí se veía hermoso, perfecto, majestuoso e inmaculado, esto era todo lo contrario”, señala Hare. “Esto fue brutalizado, destrozado. Esto es un palacio. Los palacios no se destrozan”.
Cuando el palacio reabrió sus puertas un día después, la controversia fue abordada con un gesto triunfal.
El personal volvió a colocar cinta policial sobre el cubículo destrozado, a pocos metros de la casa natal de Winston Churchill, y exhibió la escena del crimen como parte de la exposición de Cattelan, ahora sin inodoro.
Hare dijo que, a pesar de su vergüenza, su ira lo impulsó a mantener la escena visible, pero también se dio cuenta de que podría ser un atractivo para el público.
Funcionó. En los días siguientes, Paice dijo que el palacio estaba “abarrotado”, con multitudes que querían ver la destrucción.
“La gente estaba más interesada en ver en dónde habían robado el inodoro de oro que en venir a ver el propio artefacto”, añadió.
Fallas de seguridad
El personal del palacio afirma que tuvo gracia la forma en que la prensa y el público abordaron el crimen, pero que el asalto los inquietó profundamente.
Paice comentó que Blenheim, que era un hogar seguro para ella, “no se sintió en calma” durante mucho tiempo.
“Siempre había una gran ansiedad. Si eso había ocurrido, cualquier cosa podría pasar”, afirmó.
Hare expresó su conmoción y agradecimiento de que nadie resultara herido, calificando a los ladrones como “las personas más peligrosas que jamás hayan visitado el Palacio de Blenheim”.
“Ese inodoro sobrevivió a Nueva York. Y si sobrevivió a Nueva York, debería haber sobrevivido al Palacio de Blenheim”, afirma Christopher Marinello, abogado especializado en recuperación de obras de arte que fue contratado por las aseguradoras para analizar el caso.
En su opinión, la seguridad de Blenheim “falló completamente”.
Lo que queda muy claro en las entrevistas con el personal del palacio es que el inodoro de oro de 18 quilates no se había considerado un riesgo para la seguridad.
Un mes antes del robo, Edward Spencer-Churchill, fundador de la Fundación de Arte de Blenheim, le dijo al Sunday Times: «No va a ser fácil de robar”.
“En primer lugar, está conectado a la red de agua y, en segundo lugar, un potencial ladrón no tendrá ni idea de quién lo usó por última vez ni de qué comió. Así que no, no pienso vigilarlo”.
Hare afirmó que estaban “mucho más preocupados” por otras obras de arte controvertidas de la exposición: una estatua de un Papa golpeado por un meteorito, banderas de Reino Unido sobre las que el público caminaba y una estatua de Adolf Hitler rezando.
Admitió que la condición del inodoro como peculiar objeto de arte había eclipsado el hecho de que valía US$3,6 millones solo en oro.
Se dejó sin vigilancia durante el horario de cierre, sin circuito cerrado de televisión que vigilara la puerta del cubículo.
Pero la banda aprovechó otras fallas de seguridad esa noche, como la ausencia de patrullas y puertas fáciles de forzar.
Incluso después del asalto, el personal no se dio cuenta de inmediato de que el inodoro había sido el objetivo.
Paice señala que imaginó brevemente que habían venido por el mechón de pelo de la infancia de Churchill, que se exhibe en el palacio.
“Ya no somos vulnerables”
En las semanas siguientes, Hare comenzó a revisar la seguridad a toda velocidad. Y asumió toda la responsabilidad por los fallos de esa noche.
“No fue una decisión democrática que tuviéramos cierto nivel de seguridad; en realidad fue mi decisión. En ese sentido, hice a Blenheim vulnerable. Y ya no somos vulnerables”, dijo.
El palacio renovó su seguridad con una “mejora muy significativa”, y a la vez, el robo fue una llamada de atención para otras casas señoriales.
El oro robado nunca se recuperó, pero la historia perdurará como una peculiar nota sobre uno de los palacios más populares de Reino Unido.
“Tiene una historia importante y seria, guerras que cambiaron el curso de la historia de un continente. En contraste, el robo es poca cosa”, comentó Hare.
“Pero en las historias de la gente de Blenheim, la gente que vivió aquí y dio vida a este lugar, fue un momento muy amenazante”.
“Me imagino a los guías dentro de 150 años; es el tipo de historia que podrán contar”.
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