La construcción del Tren Maya ha implicado la tala de más de 7 millones de árboles entre 2019 y 2023, reconoció el gobierno federal en respuesta a una solicitud de información.
El tramo 5 Cancún Tulum, de acuerdo con la respuesta de Fonatur Tren Maya, es el de mayor impacto de deforestación, con 3 millones 505 mil 908 árboles talados, seguido del tramo 6 Tulum-Chetumal, con 2 millones 670 mil 190.
En cuanto al destino de los árboles talados, en otra respuesta vía transparencia en enero de 2024 Fonatur aseguró que “el producto del desmonte fue troceado y triturado”.
Estos residuos vegetales, agregaron, “fueron utilizados como material para el arrope de taludes a lo largo del DDV para proteger y conservar las características del suelo”.
En agosto pasado, también señalaron que los restos de los árboles eran “ubicados en sitios temporales conforme al avance de obras o bien, son acamellonados en el talud de terraplén”.
Estos siete millones de árboles contrastan con la promesa del presidente López Obrador, quien en 2018 dijo que no sería talado un solo árbol. Hoy, la explicación es que esa tala se compensa con medidas de reforestación y la acción de programas como Sembrando Vida.
Según el gobierno, serían sembrados entre 450 y 500 millones de árboles en la zona de recorrido del Tren Maya por cinco estados, aunque hasta ahora no han detallado cuántos ya fueron sembrados y su tasa de sobrevivencia.
En febrero del año pasado, cuando se reportó que habían sido talados 3.4 millones de árboles, Fonatur Tren Maya aseguró que por cada árbol retirado sería sembrado otro, e incluso más.
Se buscó de nueva cuenta a Fonatur Tren Maya, para esta nota, pero hasta el momento de publicación no habían respondido.
La obra del Tren Maya ha sido criticada por grupos ambientalistas, por sus daños a cuevas, cenotes y acuífero, y porque en varios momentos la obra avanzó sin tener listos los permisos ambientales correspondientes.
En el caso del Tramo 5, que es el de mayor tala de árboles según la respuesta de Fonatur, la obra ha continuado pese a la orden de un juez de frenarla y las denuncias de activistas.
El gobierno de López Obrador, en tanto, ha insistido en defender la obra por su beneficio de empleos y desarrollo para el sureste.
Si te cuesta trabajo empezar una rutina de ejercicios, los movimientos isométricos pueden ser un gran punto de partida.
Pocas cosas cuestan más que empezar un nuevo programa de ejercicios.
Pero en el frenético mundo de 2025, quedarse quieto no es la mejor opción: la evidencia científica muestra que la actividad física regular resulta imprescindible para tener una buena salud física y mental.
Por eso, un número creciente de deportólogos y entrenadores personales está recurriendo a un recurso sencillo y versátil: los ejercicios isométricos.
Se trata de posturas que se mantienen durante al menos 30 segundos y que se pueden realizar en casa y sin equipamiento.
“Para quienes llevan años sin moverse, los isométricos son una puerta de entrada segura: fortalecen sin impacto y ayudan a reconectar con el cuerpo desde el primer día”, le dice a BBC Mundo la médica deportóloga Catalina Blanco.
La doctora Patricia Puiggròs, autora de Pausa tu dolor de espalda, coincide: “Son tan versátiles que una mujer posparto, un paciente con artrosis o un ejecutivo sin tiempo pueden usarlos como punto de partida y notar cambios reales en pocas semanas”.
A continuación, te contamos qué son los ejercicios isométricos, cómo integrarlos en tu rutina y cuáles puedes probar hoy mismo.
El término isométrico proviene del griego isos (igual) y metron (medida): hace referencia a una contracción en la que el músculo mantiene la misma longitud mientras genera tensión.
En un curl de bíceps típico la fibra muscular se acorta (fase concéntrica) cuando se sube la mancuerna y se alarga (fase excéntrica) cuando se baja.
La otra opción es sostener la pesa a medio camino, sin moverla, con lo cual el bíceps trabaja de forma isométrica: la articulación no se desplaza, pero las fibras siguen “encendidas”.
Esa quietud aparente reduce la carga sobre tendones y cartílagos, lo que convierte a estos ejercicios en aliados de la rehabilitación y en un punto de partida ideal para quienes salen del sedentarismo.
Pero los isométricos no son solo para novatos.
La entrenadora personal Paola Carbajal, quien trabaja en la zona de Roatán, Honduras, y le dijo a BBC Mundo que los atletas de élite incorporan los ejercicios isométricos para mejorar la salida en velocidad, reforzar la estabilidad de los músculos abdominales o afinar la técnica en movimientos explosivos.
“Mantener una zancada estática con peso sobre la espalda durante 45 segundos quema más que veinte sentadillas ligeras”, dice en base a su experiencia con ciclistas y velocistas de alto rendimiento.
En resumen: no se trata solo de “quedarse quieto”, sino de sostener la tensión en el ángulo exacto en el que el músculo puede ganar fuerza sin castigar la articulación.
Como está generando tensión sin desplazarse, el músculo está actuando como si fuera un amortiguador que estabiliza la articulación. Blanco lo compara con “poner el freno de mano y acelerar el motor al mismo tiempo”: el cuerpo trabaja duro, pero no hay sacudidas internas.
Ese “empuje silencioso” despierta fibras profundas —las mismas que protegen la columna y las rodillas— y crea una respuesta vasodilatadora que los cardiólogos están empezando a estudiar. Blanco cuenta que en hipertensos leves, practicar cuatro series de 30 segundos, cuatro días por semana, puede reducir la presión sistólica hasta 7 mm Hg.
“Cuando la articulación duele, el músculo tiende a apagarse; una postura isométrica lo reactiva sin irritar la zona sensible”, apunta Puiggròs.
Los ejercicios isométricos también mejoran la conexión mente-músculo: pasados veinte segundos en plancha, la conciencia se clava en el abdomen. Adquirir esa sensibilidad se convierte en un paso clave para poder llevar a cabo movimientos más complejos con estabilidad.
En definitiva, el músculo se vuelve en un aliado: gana fuerza donde más se necesita y “enseña” a las articulaciones a moverse con mayor control una vez que se reanudan las repeticiones tradicionales.
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Aunque integrar ejercicios isométricos a la rutina de ejercicios es fácil y seguro, hay ciertos grupos que deben tener cuidado y consultar con un médico antes de empezar a hacerlos.
“Personas con hipertensión arterial no controlada o con antecedentes cardiovasculares importantes deben consultar con su médico antes de realizar ejercicios isométricos”, dice la doctora Puiggrós, agregando que “lesiones musculares agudas o dolor intenso en la zona a trabajar requieren valoración previa antes de comenzar”.
Además, la doctora recuerda que los ejercicios isométricos solos no son una rutina completa: “No mejoran de forma directa la movilidad, la coordinación ni la capacidad cardiovascular. Por eso, no deben sustituir un programa completo, sino integrarse como parte de un enfoque más global, que incluya también ejercicios dinámicos, movilidad articular, estiramientos y descanso adecuado.”
Las especialistas consultadas por BBC Mundo sugieren empezar con tres sesiones semanales. Las posturas deben mantenerse un mínimo 30 segundos y se puede finalizar con estiramientos a la zona que se trabajó.
Es clave también mantener la atención en la respiración, inhalar por la nariz al acomodarse en la posición, exhalar de forma constante mientras se sostiene, y volver a inhalar al finalizar.
“Cuando la respiración fluye, el cuerpo entiende que la tensión es controlada y no dispara alarmas”, dice Puiggròs.
La columna debe permanecer neutra, las rodillas alineadas con los pies y la mirada fija en un punto para mantener el equilibrio. Un espejo o la cámara del teléfono ayudan a corregir ángulos indeseados.
“Para los atletas, los isométricos son oro: mejoran la rigidez del tendón y la capacidad de aplicar fuerza rápidamente”, recuerda Blanco. Por eso ciclistas y velocistas los usan para potenciar la salida o la cadencia de pedaleo.
Cuando los 30 segundos resulten cómodos, se avanza a 45 o 60 segundos o se añade carga externa (bandas, discos ligeros). Otra opción es preceder cada isométrico con 8-10 repeticiones dinámicas del mismo ejercicio: el músculo llega fatigado y la postura final produce un estímulo extra de fuerza y resistencia.
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Las expertas consultadas por la BBC coincidieron en cuatro ejercicios isométricos clave que pueden ayudar a alguien que quiera comenzar una rutina de ejercicios.
Con los antebrazos y puntas de los pies en el suelo, hombros sobre codos, abdomen activo.
Según Puiggròs, esta posición activa “la faja natural” que protege la zona lumbar y despierta el core profundo.
Con la espalda pegada a la pared y las rodillas en ángulo de 90°.
Blanco se la receta a hipertensos y oficinistas: refuerza los cuádriceps y glúteos sin impacto y ayuda a romper las horas de sedentarismo.
Boca arriba y con las rodillas flexionadas, se eleva la pelvis hasta alinear rodillas, cadera y hombros.
Es un ejercicio que ayuda a aliviar la zona lumbar y, en el posparto, ayuda a reconectar con el suelo pélvico.
Un paso largo al frente, ambas rodillas a 90 °; tronco erguido.
Carbajal lo define como “triple tiro” para cuádriceps, glúteo medio y core; en rehabilitación de tobillo, refuerza el control neuromuscular.
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