
Luego del cambio de administración en Twitter, cualquier persona que realice un pago de 8 dólares puede verificar su cuenta aún cuando esta difunda desinformación o engañe sobre su identidad. Tal es el caso de la cuenta “Info CDMX News“, que aunque se describe como “Fact checking” o verificadores de hechos, en realidad es difusora de desinformaciones.
Este 31 de enero, por ejemplo, retomó un video realizado por el medio Verificado MX y aseguró falsamente ser parte de la iniciativa “¿Ya lo verificaste?”, que en realidad es una colaboración entre las periodistas de Verificado Mx y la Deutsche Welle Akademie.
“Ante el incremento de la desinformación y las noticias falsas, hacemos patente nuestra alianza con los colegas periodistas y fact checkers de @verificado_mx, para combatir e informar al público sobre este fenómeno contemporáneo”, señala el tuit que desinforma y acumuló más de 3 mil reproducciones en la plataforma durante las primeras 18 horas posteriores a su publicación.
Consultada al respecto, la editora en jefa de Verificado Mx, Liliana Elósegui, negó cualquier relación con Info CDMX News. Aclaró que Verificado MX es una plataforma integrada principalmente por mujeres, por lo que referirse a ellas como “los colegas” demuestra que no conocen al equipo.
Verificado MX es una iniciativa nacida en 2017 en Nuevo León y —al igual que Animal Político y Escenario Tlaxcala— forma parte de la Red de Chequeadores de Latinoamérica Latam Chequea.
“No es la primera vez que este grupo de cuentas organizadas usan el nombre de Verificado o de otros equipos de Fact Checking”, explica, “para validar sus mensajes desinformadores”.
La periodista recuerda que incluso se utilizó a Verificado para simular la confirmación de la existencia de un Tweet donde Félix Salgado Macedonio lanzó críticas contra Lorenzo Córdova y calificó a su esposa como “muy bonita”. The Associated Press y Verificado Mx confirmaron que se trataba de información falsa.
En abril de 2021 también circuló una imagen con la que se aseguró que El Sabueso verificó un tuit supuestamente publicado por Beatriz Gutiérrez Müller, en el que habla del diputado Saúl Huerta. Pero, como te contamos aquí, se trató de un montaje.
De acuerdo con la información del perfil de la cuenta que se hace pasar por verificadores de hechos, obtuvo la insignia azul mediante la suscripción a Twitter Blue. Esto significa que fue “verificada” aunque no se sometió a ningún criterio o mecanismo que garantice la veracidad de la información que comparten.
De acuerdo con Elósegui, anteriormente se contaba con el apoyo de Twitter México para atender estas irregularidades. Pero “sin equipos regionales que revisen estas cuentas, las personas usuarias están más expuestas a la desinformación”. A eso se suma que la opción “Información falsa” desapareció de las opciones de denuncia en esta red social.
Para más información verificada, envía un mensaje de WhatsApp al VerifiChat de El Sabueso: da click aquí, agréganos a tu lista de contactos y envíanos un mensaje con la pregunta, enlace, video o imagen que te gustaría que verificáramos.

Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.