A casi 25 años de la muerte de uno de los conductores y comediantes más famosos y queridos de México, las preguntas sobre su asesinato continúan. Y ahora, para ponerle más leña al fuego, llega la serie de Paco Stanley ¿Quién lo mató?.
Lo más llamativo de todo esto (además de regresarnos a esa polémica) es el gran elenco por el que está conformada la serie, pues cuenta con nombres como Diego Boneta, Roberto Duarte, Belinda, Zuria Vega y Luis Gerardo Méndez.
Te dejamos todo lo que sabemos sobre esta producción.
Esta producción dice ser una miniserie de ficción inspirada en hechos reales, así que no te la vayas a tomar como si fuera un documental, pues inventa/imagina varios escenarios y conversaciones.
¿Quién lo mató? se desarrollará alrededor del último día de vida de Paco Stanley en 199. En cada uno de los episodios, se abordará la perspectiva de cada uno de los implicados en este asesinato.
Como puedes ver en el primer tráiler de la serie de Paco Stanley, involucra también parte del proceso de investigación de la muerte, así como todas las sospechas y presuntos motivos detrás del crimen.
Si eras muy pequeña o todavía ni nacías cuando asesinaron a Paco, no te preocupes. Te decimos brevemente lo que se sabe del caso.
La mañana del 7 de junio de 1999, el conductor, junto a sus colaboradores Mario Bezares y Jorge Gil, hicieron una parada para almorzar en el restaurante El Charco de las Ranas, en la sucursal al sur de la CDMX.
Ya de salida, mientras esperaban que Bezares los alcanzara en la camioneta porque fue al baño, hombres se aproximaron y lanzaron más de 20 disparos al vehículo. Eso terminó con la muerte de Paco Stanley.
La serie de Paco Stanley se estrena el viernes 24 de mayo y será exclusivo de la plataforma Prime Video.
Como será una miniserie, solo contará con seis episodios.
De ser Luis Miguel, ahora Diego Boneta se pondrá en la piel del periodista de espectáculos y colega que también estuvo presente en el asesinato de Paco Stanley.
Aunque escribió un libro sobre los sucesos de ese día, llamado Mi verdad, se alejó de la vida pública tras las investigaciones.
Uno de los personajes importantes en la serie de Paco Stanley es Mario Bezares, mejor conocido como Mayito, pues no solo era copresentador junto a Paco Stanley, uno que era amigo, colega y patiño del conductor.
Además, fue uno de los principales sospechosos en el asesinato. Mayito, creador del famoso “gallinazo”, será interpretado por Luis Gerardo Méndez, que también saldrá en la serie de Mentiras, el musical.
Otra involucrada en el caso de Paco Stanley fue Paloa Durante, quien en ese entonces era bailarina y edecán en el programa de Paco y quien buscaba aspirar a ser actriz de telenovela.
Belinda (o Beli Bélika) le dará vida a Durante luego de salir en la serie Bienvenidos a Edén y de ser parte del elenco principal de la serie Mentiras, aún por estrenarse.
La actriz mexicana ya dio el paso de las telenovelas al streaming desde La venganza de las Juanas. Pero ahora la veremos en el papel de Brenda Bezares, la esposa de Mario que estuvo todo el tiempo al lado de Mayito mientras lo involucraron en el caso.
Así es, el integrante de bandas como Fobia y Moderatto también es parte de la serie de Paco Stanley y dará vida a Benito Castro, actor y comediante mexicano que fue gran amigo de Paco.
Jorge Zárate será la cara de la justicia en ¿Quién lo mató?, pues aunque aparentemente no se basa en ninguna persona específica, a través de él veremos cómo reacciona la justicia ante el asesinato del famoso conductor.
A Jorge Zárate sí o sí lo has visto, pues tiene una amplia carrera en cine que incluye películas como El crimen del padre Amaro, Nictoina, Somos lo que hay, entre otras.
Aunque podría parecer el rol más importante de la serie, la verdad es que lo veremos poco. Sin embargo, el comediante y conductor más amado y polémico de los 90 será interpretado por Roberto Duarte.
¿Quién lo mató? no es la única producción que se ha lanzado recientemente alrededor de la muerte de Paco. En junio del 2023, N+ Docs lanzó el documental El show. Crónica de un asesinato disponible en ViX.
En él puedes ver imágenes y videos de archivo, así como entrevistas con Brenda y Mario Bezares, Benito Castro, Paola Durante y hasta otras figuras importantes en ese contexto como Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego o Cuauhtémoc Cárdenas.
Trump ordenó la paralización por 90 días de esta ayuda para evaluar qué proyectos continuarían y cuáles se cerrarían.
Desde el principio, Donald Trump está dejando claro que su nuevo mandato en la Casa Blanca será contundente y disruptivo.
Nada más jurar su cargo, se apresuró a firmar decenas de órdenes ejecutivas que ya se están aplicando, como la de devolver a migrantes a sus países de origen.
También la de congelar la ayuda exterior que Estados Unidos aporta. Esta medida, que se anunció la semana pasada, se aplicará, por ahora, por 90 días en los que se revisará qué aportes continúan y cuáles no.
La administración Trump dice que ordenó la pausa de la ayuda extranjera para darle tiempo de decidir cuáles de los miles de programas humanitarios, de desarrollo y de seguridad seguirán recibiendo dinero de Estados Unidos.
Aunque se han filtrado varios memorandos en los que se especifica que no se frenará la financiación a cuestiones que tengan que ver con alimentación y ayuda humanitaria, la información, resaltan las fuentes consultadas por BBC Mundo, no es clara ni completa y por ende, reina la incertidumbre.
Estados Unidos es el mayor donante de ayuda internacional del mundo, con un gasto de 68.000 millones de dólares en 2023, según cifras del gobierno. El aviso del Departamento de Estado parece afectar todo, desde la asistencia para el desarrollo hasta la ayuda militar.
América Latina no es el principal destinatario de esta financiación, pero este aporte supone un ingreso importante para la región y su desarrollo en materia de derechos humanos, derechos civiles, agricultura, seguridad, educación, migración o derechos reproductivos.
Aun cuando está por ver hasta dónde llegarán los recortes en la región y su alcance real después de los 3 meses de paralización, ya hay organizaciones que recibieron la notificación del cese de financiamiento, ha habido despidos no solo en Estados Unidos sino de personal latinoamericano.
En este escenario, BBC Mundo preguntó a varios expertos y afectados sobre esta decisión y las consecuencias que para América Latina puede tener la paralización de la ayuda al desarrollo decretada por Trump.
“La suspensión es gravísima. Hablamos de fondos importantes y difíciles de sustituir de la noche a la mañana. Implica la suspensión de actividades fundamentales para gobiernos que reciben asistencia humanitaria, pero también para la sociedad civil”, explica a BBC Mundo Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
“No hay detalle de qué significa el congelamiento ni de quién hará la revisión. Hay mucha incertidumbre por la falta de información. Y es histórico”, apunta Jiménez.
La asistencia a América Latina y el Caribe por parte de Estados Unidos tiene décadas. Desde 1946 a 2002 se estima que ha invertido alrededor de 104 mil millones de dólares. Para el ejercicio fiscal de 2025, la administración Biden había pedido unos US$2.000 millones con este fin.
“La ayuda en el mundo, pero sobre todo en América Latina, viene siempre con un intento de cambiar la realidad del hemisferio. Esto no tiene que ver con Trump, es anterior. No olvidemos la Alianza para el progreso (fondo de ayuda económica, política y social de 1961 a 1970) impulsado por J.F. Kennedy para contrarrestar el comunismo de la Unión Soviética y Cuba”, explica Ivan Briscoe, del Crisis Group y experto en América Latina.
Esos fondos han cambiado a la largo de la historia.
“En los últimos años se hizo énfasis en lo humanitario, por ejemplo, en ayuda tras el huracán Mitch o el terremoto de Haití. Ahora en ayuda para migrantes, temas de democracia y derechos humanos”, recalca Jiménez Sandoval.
“¿Como se van a reprogramar en estos 90 días? No sabemos”, dice.
En un primer momento se tuvo poca información de a qué tipo de organismos y rubros afectará y solo trascendió que la única excepción a este freno solo se haría para la ayuda alimentaria de emergencia y la financiación militar para Israel y Egipto, según información que pudo comprobar BBC.
Más tarde, dio marcha atrás y publicó que eximirá de este congelamiento a los “programas básicos para salvar vidas” que involucran medicamentos, servicios médicos, alimentos y refugio, según un memorando del secretario de Estado Marco Rubio publicado el martes pasado.
“Hay poca claridad, van midiendo reacciones y pareciera que van improvisando”, señala Carolina Jiménez Sandoval.
Aunque hay cosas que parece ya claro que se frenarán y van en sintonía con el discurso de esta administración.
“Tenemos programas cuyo destino está relativamente contado, como cualquier cosa que tenga que ver con lo que llaman la “cultura woke”, temas de “ideología de género”, con programas polémicos para los republicanos de salud femenina y aborto estarán cerrados, protección de medio ambiente”, apunta Ivan Briscoe.
Jiménez Sandoval remarca otras órdenes ejecutivas que tienen que ver con que se acepten solo dos sexos biológicos y se elimine el concepto de género en el gobierno federal y que esto tendrá impacto en el corte de financiamiento.
“El apoyo que vemos de Estados Unidos a personas y grupos LGTBI+ en la región está en serio cuestionamiento en este momento”, dice.
La ayuda según el país es dispar. Uno de los que más recibe es Colombia, que se sitúa en el puesto 14 de países que reciben ayuda de Estados Unidos. Solo el monto de 2023 llegó a los US$740 millones. Le sigue Haití con US$440 millones y Ecuador con US$250 millones .
“Esto tiene implicaciones profundas y serias. Dependerá de la duración y de qué cancele”, nos explica Raj Kumar, presidente y editor en jefe de Devex, empresa social y una plataforma enfocada en temas de desarrollo internacional.
“En Colombia hay muchos programas de USAID que se están frenando. Y, además, están sacando a gente que trabaja en Estados Unidos y Latinoamérica”, añade.
La empresa colombiana de la que es director Santiago Borda, Instintivo, ya está sufriendo estos recortes.
Prestan servicios a USAID en reducción de discriminación conta migrantes venezolanos, promoción de transparencia en entidades públicas o aumentar la confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia. Tenían dos procesos ya adelantados con USAID, pero esta semana les llegó la notificación de que se suspendían. Era su principal cliente.
“Sin esa financiación muchos de esos proyectos no se hacen, porque solo una entidad así de grande puede o tiene el interés de costearlos”, nos cuenta.
¿Es posible que se reemplace de algún modo esta financiación? Complicado.
Las entidades que aportan dinero a la región en términos de ayuda que no sean créditos es la Unión Europea y Estados Unidos. “Poco más. Luego están los créditos multilaterales que dan el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o CAF”, enumera Briscoe.
Pero apunta: “La Unión Europea no puede reemplazar toda la ayuda que Estados Unidos da en América Latina. Además, están bajo mucha presión porque Gaza, Ucrania o Sudán son la prioridad y no tienen tantos recursos. Y queda la incógnita de cuál será el papel de China en esto”.
Carolina Jiménez Sandoval cree que el grueso de la financiación no se va a poder recuperar y que tocará a organizaciones y gobiernos tener estrategias para adaptarse. Y apunta a otros actores para que tomen acción.
“Es el momento para que la propia filantropía privada reconsidere cuáles son sus prioridades y vaya de la mano con las organizaciones de sociedad civil de la región. Va a ser importante que de nuevo miren a la región”.
Uno de los objetivos que dejó claro Trump tanto en su discurso como en sus acciones posteriores es cerrar las fronteras de Estados Unidos y frenar la migración a ese país.
Sin embargo, todos los expertos consultados concuerdan que esta medida puede que logre el efecto contrario a corto y mediano plazo.
“Es complicado querer reducir la migración cuando dejarás a países sin fuente importante de ingresos y ayuda en ese aspecto”, apunta Jiménez Sandoval.
Habla de fondos que reciben los albergues, programas de atención médica, de atención a mujeres y niñas migrantes, otros fondos más a mediano plazo hechos para la integración en las comunidades receptoras.
“En general toda suspensión de lo humanitario tiene consecuencias humanitarias”, señala.
Por ejemplo, explica Ivan Briscoe, ONU trabaja fuertemente en materia de refugiados en el Tapón del Darién, en Panamá, y da “ayuda humanitaria esencial en una zona de enorme movimiento donde, además, el gobierno panameño está endureciendo las condiciones”.
Si se cortan las ayudas en este sentido, “los migrantes corren un peligro enorme y no sólo en esta zona”.
Y donde se genera la necesidad, para otros aparece una oportunidad.
“Si no hay una alternativa de cuidado oficial o provisión de ayuda en estos lugares, la alternativa es ilícita y criminal. Grupos como el clan del Golfo, que se encarga del tráfico de migrantes en la frontera de Colombia con Panamá, se puede presentar como una “organización de caridad” que brinda ayuda esencial para migrantes, obviamente pagando”, detalla.
“Puede que las consecuencias sean graves, visibles y con consecuencias graves para el gobierno de Estados Unidos”, remarca Briscoe.
Pero no solo se trata de que haya freno a programas que ayudan explícitamente a la población migrante en América Latina. También otras inversiones.
“Muchas son para ayudar a las comunidades de base, mucho programa social, o programas de agricultura en Centroamérica. Si esto se frena, la gente deberá buscar otros empleos y saldrá a buscar otras oportunidades. No frenará la migración, posiblemente la impulsará”, declara Kumar.
Aún es pronto para entender cuál será la magnitud real y el impacto que este congelamiento y el posible cese de algunas actividades tendrá, pero todos los expertos consultados apuntan que es un duro golpe para la región.
“Organizaciones civiles más pequeñas y locales serán las que más sufran, las que no tendrán recursos y puede que no sobrevivan. Y será grave si esas organizaciones son defensoras derechos humanos, civiles y prensa libre”, enumera Kumar.
Más allá, dice que “habrá gente que tendrá momentos en los que no podrá acceder a los recursos que necesita para sobrevivir. No va a ser algo estable por meses”.
También hay ya organizaciones que se dedican a la información en distintos países de la región a las que han cortado la financiación.
“La prensa independiente, que sabemos que es crítica con del poder en gobiernos en donde hay fuertes autoritarismos o que se están creando, pero que son aliados del trumpismo, ¿qué pasará ahí? ¿Le conviene que se financie a la prensa crítica? ¿Pedirá que se programen esos fondos? Está en el aire”, mantiene Jiménez Sandoval.
Por otro lado, Kumar establece que este arranque no es una buena manera de empezar la nueva administración con respecto a América Latina porque “la fe en Estados Unidos como un socio en temas de desarrollo internacional va a estar roto con esta situación así tan rápido, tan fuerte, sin noticias y con un grave impacto en las organizaciones”.
Y augura que esto será bueno para China, “que tiene relaciones con varios países de la zona y es lo opuesto, piensa a largo plazo y en estable. Ya sin hacer nada más, China gana”.
Si uno de los lemas bandera de Trump es “America First” (Estados Unidos primero), es de esperar que las políticas que haga vayan en este sentido: en primar los asuntos domésticos a todo nivel. Lo que aún se perfila es el alcance total y, en este sentido, la revisión de la ayuda exterior.
“No sabemos con Trump hasta qué medida va a restringir la ayuda y la enfocará en intereses primordiales para él como la migración o seguridad, o si va a intentar abrazar el modelo general de desarrollo y progreso hemisférico que supuestamente favorece a los intereses estadounidenses que aplicaron administraciones anteriores”, señala Briscoe.
Kamar apunta que la realidad es que “los objetivos no son fuera, como la migración, sino domésticos. Como reducir el tamaño y dinero que paga Estados Unidos. Pero también, es el Congreso quien decide cómo y a quién va la financiación. Aquí ahora decide él. Centra el poder en la presidencia”.