
El fenómeno teatral basado en canciones de los 80 llegará en formato streaming. Y no, no es que transmitan el musical, sino que tendremos la serie Mentiras.
El musical se estrenó en 2009 y desde entonces no ha dejado de fascinar al público con distintos elencos y versiones (como Mentidrags). Ahora, promete fascinar a fans de la obra y llegar a uevas audiencias con esta producción en streaming.
La historia sigue a Daniela, Dulce, Yuri y Lupita, quienes después de la repentina muerte de Emmanuel Mijares son convocadas a una misteriosa mansión donde deberán descubrir en 12 horas quién de ellas es la supuesta asesina.
Cuando descubren que sus historias están entrelazadas, la rivalidad explota y las mentiras que esconden van saliendo a la luz. Pero estas mujeres, tan aparentemente distintas, poco a poco se empezarán a cuestionar, a verse entre sí mismas y a descubrir que comparten mucho más de lo que en inicio pensaban.
A través de un comunicado, se confirmó que la serie inspirada en Mentiras: el musical será protagonizada por Belinda, Diana Bovio, Luis Gerardo Méndez, Regina Blandón y Mariana Treviño.
Este será el regreso de Mariana Treviño al mundo de Mentiras, pues ella fue la primera actriz en dar vida al personaje Lupita en el musical y será el mismo personaje que interprete en la serie.
Aunque Belinda inició su carrera artística en el mundo de las telenovelas, recién en 2022 la vimos en la serie Bienvenidos a Edén y en Stanley, serie inspirada en el asesinato de Paco Stanley. en esta ocasión ella será Daniela, que en el elenco original de la obra fue interpretada por Natalia Sosa.

Diana Bovio es una actriz mexicana que has visto en películas como Mirreyes vs Godínez (y su secuela) o Cindy La Regia. En series la viste en Historia de un crimen: La búsqueda y en De brutas, nada. Diana será Dulce, que en el elenco original hizo Mónica Huerta.
Sabemos que no necesita presentación, pues desde que salió en Nosotros, los Nobles Luis Gerardo Méndez es bastante popular. Recientemente lo vimos protagonizando Los enviados y Belascoarán. Recordemos que ya hizo teatro musical al ser Colate en Hoy no me puedo levantar.
Luis Gerardo dará vida a Emmanuel, que en el elenco de la obra original fue Andrés Zuno.
El elenco principal se completa con Regina Blandón que además de ser Bibi en La familia P.Luche, participó en Renta congelada y en Historia de un crimen: La búsqueda. Ella será Yuri, que fue interpretada en la obra original por Pía Aun.
La adaptación a serie de Mentiras es creada y dirigida por el cineasta Gabriel Ripstein (Un Extraño Enemigo).
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Por si nunca has visto el musical, Mentiras es creación original de José Manuel López Velarde, quien participa como Productor Ejecutivo y Director Artístico en la serie de Prime Video.
Entre otras cosas, el musical destaca por sus referencias a la cultura popular mexicana de los 80 y por tener canciones de artistas de la época como Yuri, Daniela Romo, Amanda Miguel, Dulce, Lupita D’Alessio, Mijares, Emmanuel, y más.
En un comunicado, Prime Video confirmó que “espectaculares cameos y un sinfín de homenajes a los años ochenta harán de esta serie la pareja ideal para pasar un momento único”.

En un mundo cada vez más estresante, muchos viajeros encuentran consuelo en la repetición: volver cada año a los mismos pueblos de esquí, suburbios costeros o sus cafés favoritos.
Durante los últimos 15 años, el fotógrafo Jason Greene y su familia han viajado desde la ciudad de Nueva York hasta Mont Tremblant, en Quebec, para pasar una semana del invierno boreal en la nieve.
“Tenemos una tradición: el primer día comemos paletas de jarabe de arce, patinamos sobre hielo y luego pasamos por la tienda de dulces local”.
La ciudad turística francocanadiense, dice, “ocupa un lugar especial en nuestros corazones porque allí todos aprendimos a esquiar y hacer snowboard”.
Para muchos viajeros, la novedad es el objetivo: tachar nuevos destinos y buscar nuevas sensaciones.
Pero un número creciente de personas, como Greene y sus cuatro hijos, hace lo contrario: regresa al mismo lugar cada año. Reservan la misma habitación, comen los mismos platos y recorren las mismas calles para encontrar comodidad en lo familiar, en lugar de la emoción del descubrimiento.
“Para muchas personas, hay una sensación de seguridad al volver a lo conocido”, afirma Charlotte Russell, psicóloga clínica y fundadora de The Travel Psychologist.
“Sabemos qué esperar, qué nos conviene… y [es] menos probable que enfrentemos desafíos inesperados”.
Este comportamiento, añade, suele atraer a personas abrumadas por su vida diaria, por lo que repetir las mismas vacaciones una y otra vez puede resultar muy reconfortante.
Esa sensación incomparable de tranquilidad fue lo que me llevó de nuevo a Lima, Perú, este mayo, exactamente un año después de mi primera visita, mientras escribía mi libro de viajes Street Cats & Where to Find Them.
Me alojé en el mismo hotel, comí el mismo sándwich en el mismo café, caminé por las mismas calles y dejé que muchos de los mismos gatos durmieran en mi regazo, disfrutando de la satisfacción que me había sorprendido la primera vez.
La profesora de sociología Rebecca Tiger ha regresado a Atenas ocho veces, con una novena visita programada este mes, por razones similares. “Siempre me quedo en Pangrati porque me encantan los cafés del barrio [y] sus gatos”, señala.
“Ahora tengo residentes locales con quienes mantengo contacto mientras estoy fuera y socializo cuando regreso”.
Tiger aprecia la familiaridad que ha cultivado con el tiempo y no se aburre gracias a la diversidad de experiencias que ofrece el lugar.
Los datos reflejan este cambio impulsado por la nostalgia.
Según el informe para 2026 Where to Next? de la plataforma de viajes Priceline, el 73% de los viajeros encuestados afirmó sentirse atraído por los lugares y experiencias que los marcaron, desde playas familiares hasta parques de diversiones.
El último informe global de viajes de Hilton confirma la tendencia: el 58% de los viajeros con hijos planea volver a destinos de su propia infancia, mientras que el 52% de los viajeros brasileños regresa a los mismos lugares año tras año.
La nostalgia y la comodidad son lo que ayuda a Greene y su familia a “dejar atrás el estrés de la vida y relajarse en nuestros lugares favoritos”.
No solo repiten su costumbre del jarabe de arce en la montaña.
Su rutina diaria en Mont Tremblant también se replica cada año: “Esquí y snowboard durante tres días seguidos, luego un día libre para pasear en trineo con perros, dar un paseo en carruaje u otra actividad invernal”.
Cuando la vida se vuelve difícil, es la anticipación de su viaje invernal -y la alegría que sienten juntos allí- lo que les ayuda a sobrellevarlo.
Russell señala que, desde una perspectiva neurocientífica, “los circuitos de recompensa en nuestro cerebro pueden volverse menos receptivos a medida que nos acostumbramos a visitar el mismo lugar”.
Sin embargo, volver puede seguir aportando beneficios para el bienestar, añade, destacando que suele ser más relajante ir a un sitio asociado con el disfrute porque seguimos “distanciados de las señales que asociamos con el estrés”.
Greene afirma que su familia no ha experimentado ninguna disminución en la emoción de hacer exactamente las mismas cosas en el mismo orden cada año.
Aun así, Tiger y yo intentamos añadir un toque de novedad a nuestras vacaciones repetidas y rutinas familiares.
Cuando visito Inglaterra, lo cual intento hacer varias veces al año, no es para repetir experiencias idénticas, sino para conocer estadios de fútbol, producciones teatrales y rutas de senderismo.
Si solo me quedara en Wandsworth y viera partidos en el estadio de Craven Cottage, mis vacaciones se volverían aburridas rápidamente.
En cambio, recorro el país, como en distintos restaurantes y dejo que mi curiosidad me guíe hacia nuevas aventuras. Según Russell, esta combinación ayuda a mantener viva la chispa de la exploración, al tiempo que ofrece comodidad.
Esto es importante, explica, porque “hay un punto en el que volver al mismo lugar empieza a ser problemático.
Si regresamos demasiadas veces y superamos nuestro “apetito” por él, se llama adaptación hedónica: acostumbrarse a las cosas placenteras y volver a nuestro nivel emocional original”.
Tiger plantea un argumento similar sobre su predilección por Grecia.
“El país sigue siendo nuevo para mí: nuevas playas, islas y pueblos rurales; hay tantos lugares por explorar que podría pasar toda una vida allí y no conocer ni una fracción de ellos”.
Si solo nos fijamos en los códigos de los aeropuertos de destino, nuestros viajes podrían parecer idénticos. Pero las experiencias que vivimos -Tiger en Grecia y yo en Inglaterra- son tan distintas que nuestros recorridos nunca resultan monótonos.
Crecí en los suburbios de Filadelfia y veía a los vecinos viajar en masa y entre el tráfico hacia la costa de Jersey cada verano. Iban al mismo pueblo, la misma playa, con las mismas atracciones en el mismo muelle y se alojaban en las mismas casas de alquiler.
Alguna vez me pregunté: ¿qué pasa cuando viajar deja de ser una ruptura con la rutina y se convierte en otra rutina más?
Ahora, en un mundo cada vez más estresante, entiendo el atractivo de buscar alegría en lo familiar, mientras doy un pequeño paso fuera de mi zona de confort para encontrar nuevas emociones en lugares conocidos.
A Tiger le encantan sus rutinas vacacionales en Grecia, pero admite que otras partes del mundo también le atraen.
“Siento mucha curiosidad por Japón, pero me gusta controlar el ritmo de mis días”, dice.
Su trabajo como profesora es agotador, al igual que su trayecto diario, por lo que se entiende cuando afirma: “Mi tiempo en Grecia es un respiro que agradezco, tanto porque es familiar como porque resulta extraño al mismo tiempo”.
Y añade: “Atenas casi se siente como un segundo hogar”.