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Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP
Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP
Captura de pantalla de la portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado.
7 minutos de lectura

Eyaculación y menstruación: aciertos y fallas en la educación sexual de los libros de texto de la SEP

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
08 de agosto, 2023
Por: Luz Rangel
@LuzGrimaldy 

Los contenidos sobre sexualidad, género y diversidad dentro de los nuevos libros de texto de primero a sexto grado de primaria han ocasionado posturas tanto positivas como negativas. Pero más allá de los errores o desinformación al respecto, en El Sabueso los revisamos para explicarte qué dicen. 

Además, consultamos a especialistas que coinciden en la importancia de estos contenidos pero también realizan observaciones a la manera en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) los aborda en los libros de texto Múltiples lenguajes, Nuestros saberes, Proyectos comunitarios, Proyectos de aula y Proyectos escolares, los cuales mencionan a la igualdad de género y a la inclusión como dos de sus siete ejes rectores. 

Si bien, las expertas reconocen como un acierto el hecho de que en los libros de texto gratuitos se aborden temas como eyaculación y menstruación, destacan que es necesario contextualizar la información y capacitar a los docentes para que las infancias puedan entender mejor los temas y ejercer su derecho humano a la educación sexual. 

El derecho a la educación sexual

La sexualidad es un aspecto inherente al ser humano, que está presente a lo largo de toda su vida, incluyendo la primera infancia y la niñez. Se puede ejercer, y enseñar, de muchas maneras, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica al sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.

En entrevista, la educadora sexual Verónica Maza Bustamante sostiene que es un derecho incluir en los libros de texto, planes y programas de estudio esta visión ampliada de la sexualidad que no se limita sólo a la reproducción. 

“Todos tenemos derechos humanos como todos tenemos derechos sexuales. Es importante incluir la educación sexual en estudiantes de primaria porque es parte de la vida, entonces tendría que enseñarse no sólo desde la primaria, sino desde el kinder, acorde con la edad”, expresa Maza.

Hay quienes celebran que se traten estos temas desde la educación básica. Pero, por otra parte, existen agrupaciones de madres y padres de familia que intentan frenar la distribución de libros de texto en diferentes entidades del país, como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) que interpuso un amparo.

Sin embargo, esto podría vulnerar el derecho a la educación, reconocido en el Artículo 3 constitucional. Éste establece que los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género e incluirán la educación sexual y reproductiva. 

“Una niña, un niño no es propiedad del papá, ni de la mamá. Ellas y ellos también son titulares de derechos. Lo que nos toca como personas adultas, a mí me parece, es acompañar para que los puedan ejercer”, señala en entrevista Diana Itzel Lugo Sánchez, maestra en Ciencias Sociales. 

Menstruación y eyaculación 

Uno de los libros de texto que más críticas ha generado es el de Proyectos de aula, de quinto grado. A partir de la página 143 hay indicaciones para hacer modelos del aparato reproductor femenino (con una botella de plástico) y masculino (con una jeringa), para conocer sus estructuras y características.

“En el vaso de plástico, mezclen agua con pintura blanca, para representar el líquido seminal, y llenen con la mezcla la jeringa. Simulen el proceso de erección y eyaculación”, se lee en la página 151. 

En entrevista, Benazir Sitara Mehmood Díaz, creadora de la iniciativa Medicina Sin Violencia, explica que la educación sexual ha sido conservadora por varias generaciones, lo que ha ocasionado críticas hacia estos modelos, aunque puedan ser útiles para el aprendizaje.

“La manera en la que lo quieren representar me parece bastante acertado, sin llegar a ser algo obsceno ni algo que pueda resultar contraproducente. Creo que puede ser algo didáctico”, afirma. 

Sin embargo, las tres especialistas consultadas coinciden en que la masturbación, la menstruación y la eyaculación deberían enseñarse no como una simple acción, sino como todo un proceso contextualizado.

“No es suficiente con el tema de la menstruación porque se debería de abarcar muchísimo más a fondo el ciclo menstrual y creo que lo debemos de hacer enfatizando en la perspectiva de clase y entender que hay que gestionarla de acuerdo con los contextos económicos”, añade Mehmood Díaz. 

Al respecto, el libro de texto no presenta ningún método de gestión menstrual. Además se limita a mencionar a la masturbación como una de las causas de la eyaculación, sin ahondar más en esta estimulación que permite conocer el cuerpo humano.

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 150 del libro Proyectos de aula, de quinto grado.

Órganos sexuales femeninos y masculinos

En redes sociodigitales se ha criticado que en el libro de texto Nuestros saberes, de segundo grado, hay esquemas de los órganos sexuales externos femeninos y masculinos. Éstos se complejizan en el de tercero, donde además se habla de que el sexo, como una forma de dividir en hombres y mujeres a los seres humanos, y de abuso sexual. 

“Enseñar a niñas y niños a llamar los genitales por su nombre”, enlista el libro de texto Nuestros saberes como una de las recomendaciones para prevenir el abuso en niñas, niños y adolescentes, algo que celebran las especialistas consultadas.

Otro aspecto positivo es que en cuarto grado se abordan estos esquemas como un sistema con caracteres sexuales primarios (los órganos reproductores internos) y secundarios (características que aparecen durante la pubertad y que distinguen a mujeres y hombres, pero no están relacionadas con la reproducción).

“Rompen con esta idea de que los cuerpos son exclusivamente para tener hijos, para tener hijas, ya no los mencionan como aparato reproductor y pues me parece algo bastante acertado y no creo que sea casualidad. Seguramente, la idea es proyectar de manera distinta la manera en la que vemos la sexualidad y los órganos sexuales”, dice Mehmood Díaz.

Asimismo, las expertas están de acuerdo en que enseñar estos temas en la educación primaria no adelanta o retrasa el inicio de una vida sexual activa. Además, para ellas no se trata de la edad, sino de la responsabilidad con la que se lleve a cabo las relaciones sexuales. 

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 86 del libro Nuestros saberes, de tercer grado.

Género y diversidad

El libro de texto Múltiples lenguajes de primer grado también ha sido criticado porque ilustra los tipos de familias que existen, por ejemplo, la homoparental o lesbomaternal, que “se caracteriza por tener a dos padres o madres homosexuales”. Asimismo, una imagen de dos mujeres abrazadas ejemplifica a las familias que toman la decisión de no tener descendientes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el año 2017 53.8% de los hogares eran biparentales; 28.1% de otro tipo y 18% monoparentales. 

“Lo que entiendo que se busca con esto es dejar de contribuir a estos discursos de odio contra la diversidad. Son cuestiones que ya ocurren en la sociedad, niñas y niños ya lo están viviendo y me parece importante que se toque en sus libros”, asegura Diana Itzel Lugo Sánchez, especializada en temas de infancias. 

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la página 151 del libro Múltiples lenguajes, de primer grado.

La portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado, también se ha viralizado en redes sociodigitales por incluir una bandera de arcoíris y una pareja de mujeres abrazándose. En ambos casos se ha dicho que se trata de ideología de género que, por cierto, no es una categoría que exista dentro de las ciencias sociales, según el Glosario para la Igualdad.

Para Lugo Sánchez, hay que identificar los matices en este término, pues la mayoría de las veces se utiliza de manera despectiva por grupos de derecha, conservadores, para desestimar la diversidad sexual y los movimientos de mujeres, por ejemplo, las diferentes corrientes feministas.

Especialistas coinciden en que la educación sexual es un derecho, por lo que es positivo para niñas y niños que los libros de texto la aborden; sin embargo, señalan la importancia de profundizar, contextualizar y capacitar a docentes
Captura de pantalla de la portada del libro Proyectos comunitarios, de cuarto grado.

Múltiples Lenguajes, de sexto de primaria, empieza con una manifestación del 8 de marzo, que se conmemora el Día Internacional de las Mujeres para exigir una vida libre de violencia. Los libros de texto también definen el concepto de género, así como los roles y estereotipos, algo que las entrevistadas también valoran como positivo.

“Me parece interesante en el sentido de que implica una decisión política de fondo, o sea, de reconocer las luchas sociales”, menciona Lugo Sánchez.

La educación más allá de los libros de texto

Para la médica cirujana Benazir Sitara Mehmood Díaz, los libros de texto pueden ser una herramienta para contrarrestar la desinformación a la que las y los estudiantes están expuestos en redes sociodigitales. Pero esto no ocurriría a solas. 

“El libro, al final, tampoco garantiza que va a haber un aprendizaje porque ahí tenemos la función y la responsabilidad del profesor, de la profesora, como mediador, mediadora de esto. No solo son los temas, sino el cómo tocan los temas y también el papel de las tutoras, los tutores, de mamás y papás, los retos que a nivel pedagógico implica”, advierte Diana Itzel Lugo Sánchez. 

La sexóloga Verónica Maza Bustamante enfatiza en que además de los libros de texto, es importante la capacitación para tocar estos temas de una manera informada.

“Lo importante también es cómo se capacita a los maestros para que sepan compartir esta información con los alumnos. Si en su docencia tiene prejuicios, mitos, ideas erróneas, por mucho que un libro de texto sea correcto, no se va a cumplir esa educación sexual por parte de la escuela”, indica.

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Imagen BBC
Las impresionantes imágenes que muestran cómo era la gran Tenochtitlan
11 minutos de lectura

La gran ciudad de México-Tenochtitlan fue fundada hace siete siglos y en un periodo de 200 años se convirtió en una urbe muy desarrollada. Un experto neerlandés ha reconstruido su aspecto.

13 de marzo, 2025
Por: BBC News Mundo
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“Esta gran ciudad de Temixtitan está fundada en esta laguna salada… Tiene cuatro entradas, todas de calzada hecha a mano, tan ancha como dos lanzas jinetas. Es tan glorande la ciudad como Sevilla y Córdoba. Son las calles de ella, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas de éstas y todas las demás son la mitad de tierra y por la otra mitad es agua, por la cual andan en sus canoas”.

Así es como el explorador español Hernán Cortés describía a la ciudad de México-Tenochtitlan (Temixtitan, según su entendimiento) en uno de los más antiguos recuentos escritos (fechado en 1520) de cómo era el corazón político y social de los mexicas.

Y es que México-Tenochtitlan y su ciudad gemela, México-Tlatelolco, causaron asombro a los españoles por su nivel avanzado de urbanización.

“Tiene esta ciudad muchas plazas donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay cotidianamente arriba de 70 mil ánimas comprando y vendiendo; donde hay todos los géneros de mercadurías que en todas las tierras se hallan, así de mantenimientos como de vituallas, joyas de oro y de plata, de plomo, de latón, de cobre, de estaño, de piedras, de huesos, de conchas, de caracoles y de plumas”, contaba Cortés.

En el momento de su llegada, la ciudad estaba en una de sus épocas de mayor esplendor. Los mexicas habían fundado México-Tenochtitlan más de dos siglos antes y en ese periodo se convirtieron en la potencia militar de Mesoamérica (la región político-cultural del actual centro y sur de México).

Aunque el año de su fundación ha sido motivo de debate entre los expertos, se cree que pudo haber ocurrido en la primera mitad del siglo XIV. En la época moderna, el gobierno mexicano ha fijado una fecha, el 13 de marzo de 1325, lo que lleva a la antigua ciudad prehispánica –que luego se convertiría en Ciudad de México– a celebrar su 700 aniversario este año.

Una visualización panorámica de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
Tenochtitlan estaba asentada en islotes que fueron extendidos sobre el lago de Texcoco.

“El imperio estaba en su máxima expansión. La ciudad tenía su mayor riqueza”, explica a BBC Mundo el doctor Federico Navarrete, un especialista de la historia prehispánica e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A pesar de que Cortés y otros cronistas de la época realizaron descripciones verbales y representaciones gráficas de la ciudad, en los últimos cinco siglos no hubo una imagen tan detallada como la publicada en 2023 por el neerlandés Thomas Kole.

A lo largo de un año y medio, Kole lideró un proyecto llamado “Retrato de Tenochitlan”, que es el trabajo más detallado sobre la ciudad mexica publicado hasta la fecha y el cual ofrece una perspectiva única de cómo habría sido aquella urbe prehispánica.

“Es fascinante ver lo que inventaron: su concepto de ciudad, cómo la organizaron y distribuyeron”, le dice a BBC Mundo Kole, desarrollador de software entre cuyas especialidades está el modelaje artístico en tres dimensiones.

El corazón del dominio mexica

Además de las descripciones de Cortés, otra de las crónicas sobre Tenochtitlan más citadas es la del fraile español Bernardino de Sahagún, que da cuenta de lo sorprendidos que quedaron los europeos al encontrase con México-Tenochtitlan y los sitios que la rodeaban.

“De que vimos cosas tan admirables, no sabíamos qué nos decir, o si era verdad lo que por delante parecía, que por una parte en tierra había grandes ciudades, y en la laguna otras muchas, e veíamoslo todo lleno de canoas, y en la calzada muchos puentes de trecho a trecho, y por delante estaba la gran ciudad de México”, señalaba en su relato.

Y no era para menos, pues los mexicas –un grupo de nahuas que, según la tradición, emigró de un mitológico lugar llamado Aztlán y fundó su pueblo en lo que hoy es Ciudad de México– había logrado la existencia de una ciudad entre los islotes y el agua del gran lago de Texcoco.

Kole explica que trabajó durante un año y medio con múltiples expertos y fuentes para darle forma a su visión de México-Tenochtitlan y su ciudad hermana, México-Tlatelolco.

Empecé por curiosidad, tanto técnica como personal, porque estaba leyendo sobre el tema y no podía visualizar el aspecto que habría tenido la ciudad. Pensé que tal vez podría utilizar la tecnología para visualizarla, primero para mí, y luego quizá para los demás. Así empezó”, cuenta.

Asegura que le resultó notable ver cómo una civilización que evolucionó sin la influencia de otros continentes desarrolló un concepto de ciudad como ocurrió en otras civilizaciones: “En muchos aspectos, llegaron a las mismas conclusiones que en otros lugares: el poder en el centro, los ricos con casas más grandes, los campesinos con granjas. Muchas de nuestras ideas sobre las ciudades y sus elementos básicos se aplican a Tenochtitlan, pero ellos lo hicieron a su manera, lo que me parece realmente interesante”, comenta.

Una visualización panorámica de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
Tenochtitlan tenía una urbanización reticular, con calzadas y canales que conectaban sus cuadrantes y otras islas.
Una visualización de edificios de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
En el centro de México-Tenochtitlan, lo mexicas edificaron grandes centros ceremoniales.

Y es que como las fuentes le mostraron, en el centro de la ciudad mexica estaba asentado el poder de sus altos gobernantes y sacerdotes, que habitaban en palacios. En las imágenes producidas por Kole, se aprecian las grandes estructuras, piramidales las más altas, así como centros ceremoniales mexicas.

En Tlatelolco además estaba uno de los más grandes mercados que existían no solo en Mesoamérica, sino en el mundo. Ahí se comerciaban productos de todo tipo traídos desde los dominios mexicas, que con la Triple Alianza con los señoríos vecinos de Texcoco y Tlacopan dominaron buena parte de Mesoamérica.

“La parte más difícil [para realizar el modelaje] fue no tener buenos mapas de esa época. Es probable que los mexicas tuvieran mapas detallados de su ciudad. Al ser muy burocráticos, los habrían utilizado probablemente para resolver disputas o trazar fronteras. Pero ya no existen, se perdieron o se quemaron, probablemente durante la conquista”, dice Kole.

Las fuentes disponibles muestran que Tenochtitlan estaba conformada por calzadas y canales de agua que conectaban los distintos islotes. La ciudad se expandió a lo largo de dos siglos con la ampliación de esas islas con una gran técnica y conocimiento del manejo del agua.

Lo que se encontraron los españoles, explica el historiador Navarrete, en realidad era el resultado de dos milenios de aprendizaje del manejo de la vida lacustre.

“Todo parece indicar que donde se fundó Tenochtitlan había un asentamiento previo de otomíes, como proponen diversos autores. Y entonces esa ciudad sería anterior a la fundación de Tenochtitlan”, explica Navarrete.

“Pero en términos generales, podemos decir que esa ciudad que conocemos como México-Tenochtitlan duró unos 200 años”, añade.

Una visualización panorámica de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan

Tenochtitlan… y más allá

El trabajo de Kole trató de dar una idea más allá de la simple visualización de cómo era México-Tenochtitlan, una ciudad con una gran actividad.

El neerlandés plantea lo fascinante que es “imaginar el aroma del aire salado” y productos de la cocina, como el chile asado. O escuchar “el sonido de la lengua náhuatl y de las canoas en los canales”, mientras se siente el calor y se escuchan las aves.

Además de lo que contaba Cortés, otras fuentes que hay sobre cómo era Tenochtitlan se produjeron años o décadas después, lo que presenta un reto para quienes han investigado la época. Kole, explica, no fue ajeno a esto.

“Hay que reconstruir a partir de material más reciente: decenas de años después de la conquista si se tiene suerte, cientos si no. Eso es todo lo que hay para trabajar. Por ejemplo, tenemos descripciones escritas de partes de la ciudad, algunos mapas y pruebas arqueológicas, pero a menudo se contradicen. Hay que decidir cómo conciliar estas fuentes contradictorias en algo razonable”, explica.

La arquitectura de ciertos palacios, centros ceremoniales y mercados es lo que más trabajo requería para proyectar una visión de Tenochtitlan. Uno de los aspectos más llamativos es el Templo Mayor, un centro ceremonial mexica ubicado en las inmediaciones de lo que hoy es el Zócalo de Ciudad de México y sus cuadras aledañas. Según diversas fuentes, ahí había casi 80 estructuras que Kole representó con algunas pirámides y palacios.

Una visualización panorámica de Tlatelolco
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
La ciudad gemela de Tlatelolco tenía uno de los mercados más grandes del mundo en su época.
Una visualización panorámica de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
El desarrollo de Tenochtitlan fue cuidadosamente planeado por los mexicas.

Tenochtitlan también tenía escuelas, donde se preparaba a guerreros y sacerdotes, así como miles de viviendas y talleres para su población, que practicaba distintos oficios, desde artesanos hasta agricultores. Las fuentes difieren sobre el tamaño, con números que van desde 50.000 hasta 200.000 habitantes, pero sobre todo, una gran movilidad de miles de personas entrando y saliendo de la ciudad por tierra o por agua.

El historiador Federico Navarrete explica que más allá de la idea de una ciudad solitaria en medio de un gran lago, en realidad la región entera del Valle de México estaba comprendida por numerosas ciudades, tanto en los islotes del lago como en las márgenes.

“Es Texcoco, es Coyoacán, es Iztapalapa… muchas ciudades que ya existían antes de Tenochtitlan. Lo que tenemos en el Valle de México son 2.000 años de ocupación por ciudades y México-Tenochtitlan no era una ciudad singular, sino una parte del sistema urbano del Valle de México que tenía unas 50 ciudades diferentes”, explica el experto, que afirma que Tenochtitlan en realidad solo tenía un 15% de la población del entorno.

Una visualización panorámica de Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
Tenochtitlan era parte de un conjunto de ciudades en el lago de Texcoco y sus márgenes.
Una visualización panorámica de Tenochtitlan de noche
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
Kole recreó la ceremonia del “Fuego nuevo” de la cosmología mexica.

De hecho la organización política de la época era menos centralista de lo que se cree. Tenochtitlan, por ejemplo, era un centro urbano poderoso por su fuerza militar y Tlatelolco por su comercio, pero cada una tenía su gobierno en un sistema “internacional” con gobiernos independientes, asegura Navarrete.

Las ciudades aledañas tenían un menor tamaño, pero no eran menos avanzadas que la gran Tenochtitlan. El cronista Francisco López de Gómara, por ejemplo, describió Iztapalapa como una ciudad de “grandísimos palacios de cantería todos y carpintería y muy bien labrados, con patios y cuatro bajos y altos y todo servicio muy cumplido”.

“En los aposentos, muchos paramentos de algodón, ricos a su manera. Tenían frescos jardines de flores y árboles olorosos, con muchos andenes con red de cañas, cubiertos de rosas y yerbecitas y con estanques de agua dulce”, dijo sobre uno de los sitios donde Cortés y sus hombres llegaron antes que a la capital mexica.

Según su recuento, ahí había 10.000 casas, mientras que en otras como Coyoacán había 6.000 o en Mexicalzingo unas 4.000. “Tienen estas ciudades muchos templos, con tantas torres, que las hermosean”, escribió.

Kole explica que su trabajo solo se centró en Tenochtitlan y Tlaltelolco, pero reconoce que existieron muchas más ciudades en el entorno.

“Sería interesante ver reconstrucciones de otras ciudades, como Iztapalapa o Texcoco, que serían lugares históricos fascinantes. Pero hay aún menos información de ellas que de Ciudad de México”, explica.

La ciudad en el agua

Los mexicas y pueblos vecinos tenían gran conocimiento sobre cómo manejar el entorno lacustre que habitaban.

Además de los sistemas de canales, diques y acequias que les permitían controlar el agua y evitar inundaciones -en una cuenca caracterizada por su abundante lluvia estacional-, también crearon una extensa barrera de tierra y piedra para separa las aguas saladas y dulces. El agua potable, incluso, era transportada con gran efectividad en acueductos.

“Lo realmente asombrosos de estas ciudades del Valle de México era su relación con las lagunas y la manera en que habían logrado un desarrollo urbano muy avanzado, de alta densidad, con una agricultura muy productiva, sin destruir el ecosistema de las lagunas y lagos del Valle de México. Era un sistema de administración hidráulicas muy complejo”, explica Navarrete.

“Y las lagunas eran un medio de transporte para llevar una gran cantidad de materiales de manera más eficientes que el otro medio, que las personas cargaran cosas sobre sus hombros”.

Los mexicas idearon un sistema de agricultura en islotes, llamados chinampas, que les permitía un cierto grado de autosuficiencia alimentaria sin necesidad de traer comida de tierra firme. La agriculutra en chinampas es una de las pocas técnicas prehispánicas que aún perdura al sur de la actual Ciudad de México.

Cinco siglos después, Ciudad de México y su zona metropolitana enfrenta serios problemas relacionados con el agua: por un lado, la región de 20 millones de habitantes enfrenta sequías que obligan a limitar el consumo de agua potable; por otro, las fuertes lluvias estacionales generan serias inundaciones en zonas donde antes había causes naturales.

“La manera como actualmente se maneja no tiene nada que ver con la manera en que lo manejaban los mexicas y otros pueblos prehispánicos. Y lo que ha habido es un ecocidio cometido por los españoles y por los gobiernos mexicanos. El hundimiento es culpa de que hemos sacado toda el agua del valle”, afirma Navarrete.

La extracción del agua del subsuelo, además, ha generado un problema de hundimiento de la ciudad que se agrava año tras año.

“Ciudad de México es un símbolo de cómo no se puede vencer al agua: es más fuerte que uno. Puedes intentar domarla, pero no la vencerás. Creo que esa es una lección que también hemos aprendido en los Países Bajos. Hemos aprendido a aceptar el agua y darle el espacio que necesita, lo que crea un entorno más saludable”, opina Kole.

“Espero que en México puedan reconciliarse con eso. La Ciudad de México es un lugar hermoso, con una identidad única y fuerte, diferente a cualquier otro sitio. Y creo que merece existir, tiene derecho a hacerlo”.

Una visualización de una tormenta en Tenochtitlan
Thomas Kole/Retrato de Tenochitlan
La cuenca del Valle de México siempre fue una región de grandes afluentes que los mexicas sabían controlar.
Línea gris
BBC

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