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Falso que Greta Thunberg obligara a manifestantes a hundir la cabeza en la arena y no respirar
Falso que Greta Thunberg obligara a manifestantes a hundir la cabeza en la arena y no respirar
4 minutos de lectura

Falso que Greta Thunberg obligara a manifestantes a hundir la cabeza en la arena y no respirar

La activista sueca Greta Thunberg no obligó a personas a hundir su cabeza en la arena para dejar de respirar.
11 de julio, 2022
Por: Oscar Nogueda
@ 

Una publicación en Facebook asegura que la activista sueca Greta Thunberg organizó una protesta contra las emisiones de CO2 y obligó a los manifestantes a hundir la cabeza en la arena y no respirar, pero esto es falso. 

El video donde se observa a personas metiendo la cabeza en la arena y que circula en en redes sociales para desinformar, en realidad se trata de una manifestación del movimiento Extinction Rebellion en playa Manly en Sídney, Australia, durante la jornada de protestas contra el cambio climático en distintos países. 

En las imágenes, se puede ver a un grupo de personas sentadas de espaldas al mar, contando hasta tres y metiendo su cabeza en la arena de forma coordinada. Además, se puede observar carteles azules sobre la arena y banderas amarillas con el logo del movimiento Extinction Rebellion

Pero la publicación que desinforma acompañó dicho video con el mensaje: “Greta Thunberg organizó una protesta contra las emisiones de CO2, obligando a una multitud de sus seguidores a meter la cabeza en la arena y no respirar, limpiando así el planeta del dióxido de carbono que se exhala…de seguro llego en su jet privado que consume más que 22 mil personas de clase media semanalmente en su vida diaria. Así la doble moral (Sic)”.

A través de una búsqueda inversa con la herramienta InVID, se identificó que el video original corresponde a la protesta de la organización Extinction Rebellion en playa Manly, Sídney el 11 de octubre de 2019. 

Este evento fue cubierto por el medio Voice of America (VOA), cuyo logo, además, puede observarse en la esquina superior derecha del video compartido en Facebook. 

Protesta de playa Manly en 2019

La manifestación ocurrió en el marco de la Semana del Cambio del 2019, donde se llevaron a cabo protestas en 60 países para exigir acciones inmediatas contra la emergencia climática y ecológica

Los medios de comunicación CNN, News.com.au y The New Zealand Herald también reportaron al respecto. Este último mencionó que la protesta fue un llamado al gobierno de Australia a declarar una emergencia climática

De acuerdo con la convocatoria de la manifestación, la protesta en playa Manly tuvo el objetivo de criticar el desinterés del gobierno por atender y tomar medidas contra la emergencia climática.

“A medida que nos enfrentamos a la Emergencia Climática, parece que muchos a nuestro alrededor tienen la cabeza en la arena, temerosos de enfrentar la realidad de lo que viene. Para resaltar la inutilidad de las cabezas en el enfoque de arena, nos reuniremos con la mayor cantidad de personas posible en la playa de Manly

En la playa, cavaremos un agujero en la arena lo suficientemente grande como para poder encajar nuestras cabezas y aún respirar.En un momento coordinado, todos pondrán simultáneamente su cabeza en la arena durante un tiempo determinado (1 min)”, se lee en la convocatoria. 

En la página de Facebook de Extinction Rebellion Sydney se pueden observar más imágenes de la manifestación pacífica, que no se relaciona con Greta ni con la idea de limitar las emisiones de dióxido de carbono de los participantes. 

El Movimiento mundial contra la emergencia climática

Extinction Rebellion es un movimiento mundial descentralizado, internacional y  no partidista que utiliza la desobediencia civil, no violenta. Su intención es persuadir a los gobiernos para que atiendan con justicia la Emergencia Climática y Ecológica.

En su sitio web global, el movimiento narra su nacimiento el 31 de octubre de 2018 en Londres, Inglaterra. “Activistas británicos se reunieron en Parliament Square en Londres para anunciar una Declaración de Rebelión contra el Gobierno del Reino Unido”.

La asociación presume que las  siguientes semanas bloquearon  cinco puentes importantes sobre el Támesis; plantaron árboles en medio de Parliament Square y se cavó un hoyo para enterrar un ataúd “que representaba nuestro futuro”.  Además, los activistas se pegaron a las puertas del Palacio de Buckingham mientras leían una carta a la Reina. 

En ese sentido, el movimiento cuenta con tres demandas: los gobiernos deben declarar una emergencia climática y ecológica, detener la pérdida de biodiversidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para 2025; además dicen que cada gobierno debe ser guiado por las decisiones de una Asamblea de Ciudadanos sobre justicia climática y ecológica.

El movimiento está presente en 84 países, incluido Australia, y se coordina en mil 178 grupos. Aunado a ello, Extiction Rebellion no mencionó ninguna relación directa con la activista Greta Thundberg, así como no hay registro de que ella participó en la protesta de playa Manly en Sídney

Por su parte, Greta Thundberg es impulsora del movimiento Fridays For Future, el cual busca presionar a los gobiernos a tomar acciones en contra del calentamiento global. También, se define como un movimiento ajeno a intereses comerciales y políticos. 

“Hacemos huelga porque nos preocupamos por nuestro planeta y por los demás. Tenemos la esperanza de que la humanidad pueda cambiar, evitar los peores desastres climáticos y construir un futuro mejor”, explica Fridays For Future

En conclusión, es falso que Greta Thundberg obligó a personas a hundir la cabeza en la arena y no respirar para protestar contra las emisiones de CO2. El video muestra una manifestación de Extinction Rebellion en Sídney en 2019. 

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Imagen BBC
Por qué algunas personas prefieren pasar sus vacaciones todos los años en el mismo lugar (algo que para otros es aburrido)
6 minutos de lectura

En un mundo cada vez más estresante, muchos viajeros encuentran consuelo en la repetición: volver cada año a los mismos pueblos de esquí, suburbios costeros o sus cafés favoritos.

23 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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cuatro mujeres de pie frente a una pared de madera de color amarillo y azul. Todas sostienen un helado en sus manos y sonríen.
Getty
Los expertos dicen que el atractivo va mucho más allá de la nostalgia y ayuda a lidiar con el estrés.

Durante los últimos 15 años, el fotógrafo Jason Greene y su familia han viajado desde la ciudad de Nueva York hasta Mont Tremblant, en Quebec, para pasar una semana del invierno boreal en la nieve.

“Tenemos una tradición: el primer día comemos paletas de jarabe de arce, patinamos sobre hielo y luego pasamos por la tienda de dulces local”.

La ciudad turística francocanadiense, dice, “ocupa un lugar especial en nuestros corazones porque allí todos aprendimos a esquiar y hacer snowboard”.

Para muchos viajeros, la novedad es el objetivo: tachar nuevos destinos y buscar nuevas sensaciones.

Pero un número creciente de personas, como Greene y sus cuatro hijos, hace lo contrario: regresa al mismo lugar cada año. Reservan la misma habitación, comen los mismos platos y recorren las mismas calles para encontrar comodidad en lo familiar, en lugar de la emoción del descubrimiento.

“Para muchas personas, hay una sensación de seguridad al volver a lo conocido”, afirma Charlotte Russell, psicóloga clínica y fundadora de The Travel Psychologist.

Imagen aérea de varios edificios en Mont Tremblant, un municipio en las montañas de Quebec.
Getty Images
Durante los pasados 15 años, la familia del fotógrafo Jason Greene regresa cada invierno a Mont Tremblant en Quebec.

“Sabemos qué esperar, qué nos conviene… y [es] menos probable que enfrentemos desafíos inesperados”.

Este comportamiento, añade, suele atraer a personas abrumadas por su vida diaria, por lo que repetir las mismas vacaciones una y otra vez puede resultar muy reconfortante.

Movidos por la nostalgia

Esa sensación incomparable de tranquilidad fue lo que me llevó de nuevo a Lima, Perú, este mayo, exactamente un año después de mi primera visita, mientras escribía mi libro de viajes Street Cats & Where to Find Them.

Me alojé en el mismo hotel, comí el mismo sándwich en el mismo café, caminé por las mismas calles y dejé que muchos de los mismos gatos durmieran en mi regazo, disfrutando de la satisfacción que me había sorprendido la primera vez.

La profesora de sociología Rebecca Tiger ha regresado a Atenas ocho veces, con una novena visita programada este mes, por razones similares. “Siempre me quedo en Pangrati porque me encantan los cafés del barrio [y] sus gatos”, señala.

“Ahora tengo residentes locales con quienes mantengo contacto mientras estoy fuera y socializo cuando regreso”.

Tiger aprecia la familiaridad que ha cultivado con el tiempo y no se aburre gracias a la diversidad de experiencias que ofrece el lugar.

Los datos reflejan este cambio impulsado por la nostalgia.

Según el informe para 2026 Where to Next? de la plataforma de viajes Priceline, el 73% de los viajeros encuestados afirmó sentirse atraído por los lugares y experiencias que los marcaron, desde playas familiares hasta parques de diversiones.

Hombre sentado en el muelle mirando los molinos de viento en Zaanse Schans, Zaandam, Países Bajos.
Getty Images

El último informe global de viajes de Hilton confirma la tendencia: el 58% de los viajeros con hijos planea volver a destinos de su propia infancia, mientras que el 52% de los viajeros brasileños regresa a los mismos lugares año tras año.

La nostalgia y la comodidad son lo que ayuda a Greene y su familia a “dejar atrás el estrés de la vida y relajarse en nuestros lugares favoritos”.

No solo repiten su costumbre del jarabe de arce en la montaña.

Su rutina diaria en Mont Tremblant también se replica cada año: “Esquí y snowboard durante tres días seguidos, luego un día libre para pasear en trineo con perros, dar un paseo en carruaje u otra actividad invernal”.

Cuando la vida se vuelve difícil, es la anticipación de su viaje invernal -y la alegría que sienten juntos allí- lo que les ayuda a sobrellevarlo.

Un toque de novedad

Russell señala que, desde una perspectiva neurocientífica, “los circuitos de recompensa en nuestro cerebro pueden volverse menos receptivos a medida que nos acostumbramos a visitar el mismo lugar”.

Sin embargo, volver puede seguir aportando beneficios para el bienestar, añade, destacando que suele ser más relajante ir a un sitio asociado con el disfrute porque seguimos “distanciados de las señales que asociamos con el estrés”.

Greene afirma que su familia no ha experimentado ninguna disminución en la emoción de hacer exactamente las mismas cosas en el mismo orden cada año.

Aun así, Tiger y yo intentamos añadir un toque de novedad a nuestras vacaciones repetidas y rutinas familiares.

Cuando visito Inglaterra, lo cual intento hacer varias veces al año, no es para repetir experiencias idénticas, sino para conocer estadios de fútbol, producciones teatrales y rutas de senderismo.

Si solo me quedara en Wandsworth y viera partidos en el estadio de Craven Cottage, mis vacaciones se volverían aburridas rápidamente.

En cambio, recorro el país, como en distintos restaurantes y dejo que mi curiosidad me guíe hacia nuevas aventuras. Según Russell, esta combinación ayuda a mantener viva la chispa de la exploración, al tiempo que ofrece comodidad.

Esto es importante, explica, porque “hay un punto en el que volver al mismo lugar empieza a ser problemático.

Si regresamos demasiadas veces y superamos nuestro “apetito” por él, se llama adaptación hedónica: acostumbrarse a las cosas placenteras y volver a nuestro nivel emocional original”.

Tiger plantea un argumento similar sobre su predilección por Grecia.

Una vista aérea de una playa en italia. Se ven decenas de sombrillas de playa y decenas de personas tanto en la arena como en el mar.
Getty Images
El último informe global de viajes de Hilton confirma la tendencia: el 58% de los viajeros con hijos planea volver a destinos de su propia infancia.

“El país sigue siendo nuevo para mí: nuevas playas, islas y pueblos rurales; hay tantos lugares por explorar que podría pasar toda una vida allí y no conocer ni una fracción de ellos”.

Si solo nos fijamos en los códigos de los aeropuertos de destino, nuestros viajes podrían parecer idénticos. Pero las experiencias que vivimos -Tiger en Grecia y yo en Inglaterra- son tan distintas que nuestros recorridos nunca resultan monótonos.

Crecí en los suburbios de Filadelfia y veía a los vecinos viajar en masa y entre el tráfico hacia la costa de Jersey cada verano. Iban al mismo pueblo, la misma playa, con las mismas atracciones en el mismo muelle y se alojaban en las mismas casas de alquiler.

Alguna vez me pregunté: ¿qué pasa cuando viajar deja de ser una ruptura con la rutina y se convierte en otra rutina más?

Ahora, en un mundo cada vez más estresante, entiendo el atractivo de buscar alegría en lo familiar, mientras doy un pequeño paso fuera de mi zona de confort para encontrar nuevas emociones en lugares conocidos.

A Tiger le encantan sus rutinas vacacionales en Grecia, pero admite que otras partes del mundo también le atraen.

“Siento mucha curiosidad por Japón, pero me gusta controlar el ritmo de mis días”, dice.

Su trabajo como profesora es agotador, al igual que su trayecto diario, por lo que se entiende cuando afirma: “Mi tiempo en Grecia es un respiro que agradezco, tanto porque es familiar como porque resulta extraño al mismo tiempo”.

Y añade: “Atenas casi se siente como un segundo hogar”.

línea gris que separa el texto
BBC
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