En Twitter circula una publicación que afirma que la antropóloga inglesa, Jane Goodall, propuso reducir la población mundial para solucionar los problemas provocados por el cambio climático. Sin embargo, se trata de desinformación. Sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
El video original muestra a Jane Goodall participando en un panel de discusión en el Foro Económico Mundial en Davos en 2020. Durante el panel, Goodall refirió cuatro factores que afectan la protección ambiental, incluido el incremento demográfico. A pesar de ello, no abogó por la reducción poblacional y subrayó la importancia de la educación y el alivio de la pobreza para cuidar el medio ambiente.
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La publicación que desinforma menciona: “Podemos solucionar todos los problemas del cambio climático si reducimos la población mundial al nivel de hace 500 años”, dijo Jane Goodall, antropóloga británica en el Foro Económico de Davos. Para estar a la par, hoy habría que eliminar a 7.500 millones de seres humano”.
A través de una búsqueda inversa en Google, se encontró el video original, el cual corresponde al panel “Asegurando un futuro sostenible para el Amazonas”, celebrado en el Foro de Davos el 22 de enero de 2020.
En el panel participaron Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos, Carlos Afonso Nobre, investigador de la Universidad de Sao Paulo, e Iván Duque, expresidente de Colombia. La discusión giró en torno a cómo salvaguardar la selva tropical y desarrollar mercados sostenibles.
En el minuto 31:35, Goodall menciona “finalmente, no podemos escondernos del crecimiento de la población humana, porque, sabes, subyace a muchos de los otros problemas. Todas estas cosas de las que hablamos no serían un problema si hubiera el tamaño de la población que había 500 años atrás.”
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Sus declaraciones son parte de su explicación de cuatro factores que afectan la protección del medio ambiente: la pobreza, estilos de vida insostenibles, la corrupción y el crecimiento poblacional. Sin embargo, no propuso la reducción poblacional o eliminar personas.
En su intervención, Goodall habló sobre el proyecto Trillion Trees, el cual tiene el objetivo de recuperar y proteger los bosques. Asimismo, abogó por la protección y recuperación de las selvas.
El verificador Politifact explicó que su punto era que hay más personas de las que el mundo tiene recursos. Además, señaló que la educación y la planificación familiar son importantes para controlar el crecimiento de la población y proteger el medio ambiente.
Durante la discusión, la antropóloga mencionó el programa Tacare en Tanzania, el cual tenía el objetivo de devolver la fertilidad a la tierra de cultivo sobreexplotada sin el uso de productos químicos. Goodall subrayó la importancia de la participación de los pueblos y las autoridades en el cuidado del medio ambiente, así como la educación de los pueblos y el alivio de la pobreza.
Tacare incluyó programas de gestión del agua, microcréditos, talleres de planificación familiar y becas de estudio para “mantener a las niñas en la escuela durante y después de la pubertad”. Este tipo de programa se amplió a seis países africanos, por lo que Goodall preciso que estas actividades beneficiaron el estilo de vida de las personas, así como al medio ambiente.
AFP Factual y Politifact, forman parte de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés), señalaron que Goodall no ha propuesto la reducción poblacional en otras ocasiones. En cambio, sugiere medidas como la planificación familiar, la mejora de la educación de las niñas y el alivio de la pobreza.
En conclusión, las declaraciones de Jane Goodall en un panel de discusión en el Foro de Davos fueron sacadas de contexto. La antropóloga señaló que el crecimiento demográfico es uno de los factores que afectan la protección ambiental, pero en ningún momento abogó por la reducción de la población mundial.
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La ley aprobada en el Congreso, que será promulgada este viernes por el presidente, incluye cambios radicales en los impuestos, la seguridad social y más.
El Congreso de Estados Unidos aprobó el extenso proyecto de ley de impuestos y gastos de Donald Trump, lo que representa una victoria significativa y reñida para el presidente y su agenda nacional.
Tras una ardua sesión en el Capitolio, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley por 218 votos a favor y 214 en contra este jueves por la tarde. El martes, el proyecto fue aprobado en el Senado por un solo voto.
Trump había dado al Congreso, controlado por los republicanos, hasta el 4 de julio para enviarle la versión final del proyecto de ley y así promulgarlo, algo que hará este viernes en una ceremonia especial.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el proyecto de ley podría añadir US$3,3 billones al déficit federal en los próximos 10 años y dejar a millones de personas sin cobertura sanitaria, una previsión que la Casa Blanca cuestiona.
La legislación genera ahorros mediante recortes a las prestaciones publicas para alimentación y sanidad, y la reducción de las exenciones fiscales para proyectos de energía limpia.
Además, cumple dos de las principales promesas de campaña de Trump: hacer permanentes sus recortes de impuestos de 2017 y eliminar los impuestos sobre las propinas, las horas extras y los beneficiarios de la Seguridad Social, con un coste de US$4,5 billones en 10 años.
Se destinarán unos US$150.000 millones a seguridad fronteriza, centros de detención y agentes de inmigración. Otros US$150.000 millones se destinarán a gasto militar, incluyendo el programa de defensa antimisiles “cúpula dorada” del presidente.
Los demócratas, que habían recurrido a maniobras procesales para retrasar la votación en la Cámara de Representantes, criticaron duramente el proyecto de ley final.
Lo describieron como una medida que priva a millones de estadounidenses de la atención médica y los subsidios alimentarios, a la vez que otorgaba recortes de impuestos a los ricos.
A continuación, te presentamos algunos de los puntos clave de la polémica ley.
En su primer mandato, Trump firmó la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos, que bajó los tributos a corporaciones y personas de la mayoría de los niveles de ingresos.
Trump había promocionado la ley como una norma que estimularía el crecimiento económico, pero expertos argumentan que ha beneficiado más a los estadounidenses adinerados.
Disposiciones clave de esa ley vencerán en diciembre, pero el extenso proyecto de ley presupuestaria votado este jueves hará que esas reducciones de impuestos sean permanentes.
Para ayudar a financiar los recortes de impuestos en otras áreas, los republicanos han añadido restricciones y requisitos adicionales a Medicaid, el programa de salud del que dependen millones de estadounidenses con discapacidades y bajos ingresos.
Los cambios a Medicaid, uno de los componentes más importantes del gasto federal, han sido una fuente importante de conflicto.
Uno de los cambios son los nuevos requisitos laborales para adultos sin hijos y sin discapacidades.
Para calificar, a partir de diciembre de 2026 deberán trabajar al menos 80 horas al mes.
Otro cambio propuesto al programa es exigir que la reinscripción a Medicaid pase de ser anual a semestral.
Los inscritos también tendrán que proporcionar verificaciones adicionales de ingresos y residencia.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que casi 12 millones de estadounidenses podrían perder su cobertura médica para finales de la próxima década como resultado de los cambios propuestos.
En la campaña electoral, Trump prometió eliminar los impuestos sobre las prestaciones del Seguro Social: pagos por jubilaciones o pensiones para personas con discapacidad.
El proyecto de ley no cumple esa promesa, pero sí aumenta temporalmente la deducción estándar hasta en US$6.000 anuales para algunas personas mayores de 65 años. Esta deducción estaría vigente entre 2025 y 2028.
No podrán beneficiarse las personas mayores con ingresos más bajos que ya no pagan impuestos sobre el Seguro Social, quienes optan por solicitar sus beneficios antes de cumplir los 65 años y quienes superan un umbral de ingresos definido.
También se han incorporado reformas al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), utilizado por más de 40 millones de estadounidenses de bajos ingresos.
El proyecto de ley exige que los estados contribuyan más al programa, que actualmente está financiado en su totalidad por el gobierno federal.
El gobierno seguirá financiando íntegramente las prestaciones para los estados con una tasa de error en los pagos inferior al 6%, pero los estados con tasas de error más altas asumirán entre el 5% y el 15% de los costos del programa.
El cambio entrará en vigor en 2028.
El proyecto de ley también añade requisitos de trabajo para los afiliados al programa SNAP sin discapacidades que no tengan dependientes.
La disposición de “sin impuestos sobre las propinas” del proyecto de ley fue una de las promesas de campaña de Trump.
La versión final del proyecto de ley permitirá a los trabajadores deducirse hasta US$25.000 en propinas y hasta US$12.500 (US$25.000 en el caso de una declaración conjunta) en horas extras, pero estas deducciones son temporales y terminan el 31 de diciembre de 2028.
Una de las divisiones más notables entre los republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado era la propuesta del Senado de exenciones fiscales para energías limpias.
Aunque ambos pedían el fin de los créditos fiscales federales para energías limpias de la era Biden, los republicanos del Senado aprobaron una eliminación gradual.
Por ejemplo, el Senado ha ampliado el plazo para que las empresas que construyen parques eólicos y solares sigan beneficiándose de los créditos fiscales.
Sin embargo, tanto la versión de la Cámara baja como la del Senado buscaron denegar los créditos a empresas cuyas cadenas de suministro puedan tener vínculos con una “entidad extranjera preocupante”, como China.
Las empresas que comiencen la construcción este año podrían calificar para la exención fiscal completa. Esta se reduce al 60% si comienzan la construcción en 2026 y al 20% si comienzan en 2027. El crédito desaparecería en 2028.
Ahora que el proyecto de ley ha sido aprobado por la Cámara de Representantes, su siguiente paso es pasar por el despacho del presidente para su promulgación oficial.
La Casa Blanca afirma que el presidente Trump lo firmará en una ceremonia el 4 de julio a las 17:00 hora local (21:00 GMT).
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reaccionó a la aprobación del proyecto de ley con un mensaje breve en redes sociales: “¡VICTORIA!”, escribió, junto a una imagen de la bandera estadounidense.
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