Al fin tenemos un glorioso vistazo a Hugh Jackman en su regreso como Logan/Wolverine, pero eso no es todo. Ahí te van algunas grandes revelaciones que nos deja el nuevo tráiler de Deadpool and Wolverine.
Antes que nada, recuerda que este será uno de los grandes estrenos del verano, pues se estrena el en cines el 25 de julio.
Deadpool no solo se une al MCU, sino que al parecer tendrá la oportunidad de cambiarlo para siempre. Desde el primer tráiler de Deadpool 3, nuestro personaje es prácticamente raptado por la TVA (La Autoridad de Variación de Tiempo presentada en la serie Loki).
Un agente conocido como Paradox, le dice que tiene una misión especial para él. Y sí, al parecer ese camino lo llevará a encontrarse con Wolverine/Logan (Hugh Jackman) con quien tendrá que aliarse para derrotar a una amenaza en común.
Este nuevo tráiler al fin responde a un par de preguntas importantes: ¿por qué Wolverine está vivo si lo vimos morir en Logan? ¿Quién es la amenaza que persigue a nuestros protagonistas?
Así que agárrate y vamos por partes desglosando el tráiler.
Desde el primer avance se alcanzó a distinguir el logo del ya extinto 20th Century Fox, estudio que originalmente tenía los dechos de los X-Men (incluyendo Deadpool) y que fue comprado por Disney en 2019.
Recordemos que Deadpool rompe la cuarta pared hablando con la audiencia y siendo consciente de que es un personaje en una película que ahora pasa a otro estudio. Cosa que también se nota cuando le prohíbe a Blind Al hacer cualquier referencia a la cocaína porque “es lo único que (Kevin) Feige dijo que está prohibido”.
El nuevo tráiler de Wolverine and Deadpool por fin nos da un vistazo a detalle de Hugh Jackman en el clásico traje amarillo de los cómics y también resuelve una duda muy importante: este es OTRO Wolverine, no el que vimos en las películas de X-Men de Fox.
El que vimos en toda esa franquicia murió en Logan y parece que eso se mantiene intacto, pues a lo largo del tráiler se nos da a entender que este Wolverine dejó morir a todo su mundo y él mismo no se siente como un héroe.
Entre los easter eggs del tráiler de Wolverine and Deadpool hay un letrero de un local que se llama “Liefeld’s” y claro que pensamos que hace referencia a Rob Liefeld, principalmente conocido por ser el creador de Deadpool junto con Fabian Nicieza.
Igualmente, durante los 90s ganó popularidad por lo que hizo con The New Mutants y posteriomente X-Force.
También este tráiler nos dio un gran vistazo a la villana de Deadpool and Wolverine: Cassandra Nova, interpretada por Emma Corrin (a quien quizás viste en The Crown como la Princesa Diana).
¿Y quién es Cassandra Nova en los cómics? La respuesta corta sería decir que es la gemela malvada de Charles Xavier. Peeeero ya saben que el mundo de los cómics puede ser más complejo.
Cassandra Nova es miembro de una especie de parácitos incorpóreos compuestos de energía emocional que se conoce como Mummudrai. La criatura que se convertiría en Cassandra Nova se le aparecería a Charles justo antes de nacer copiando su ADN para crear su propio cuerpo. Y sí, Cassandra Nova posee telepatía en un nivel comparable al de Xavier.
En el tráiler de Deadpool and Wolverine podemos ver que la guarida de Cassandra Nova es algo que ya conocemos: el casco de Ant-Man transformado en gigante. Sin embargo, lo más perturbador es que parece tener el cráneo intacto del héroe, pues se aclanzan a percibir sus dientes.
Pero tranqui, que no sería el Ant-Man que conocemos, sino alguna variante de otro mundo. Uno que seguramente ya fue podado y donde ahora Cassandra Nova reina.
Cassandra Nova no está sola y en tan solo una toma podemos distinguir a dos mutantes que la acompañan: Lady Deathstrike y Azazel, personajes de los que ya vimos alguna versión en la franquicia de X-Men de Fox.
En los cómics, Lady Deathstrike es una villana de los X-Men, especialmente de Wolverine. su padre, Lord Dark Wind, creó el proceso de unión de adamantium que Weapon X le impuso a Wolverine.
Lady Deathstrike también alteró su cuepro con un esqueleto de adamantium, además de otras mejoras cibergenéticas. Vimos una especie de versión de Lady Deathsrike en la película X2 interpertada por Kelly Hu.
Por otro lado, Azazel es un mutante de tiempos bíblicos y el gobernante de los Neyaphem (una raza de mutantes de aspecto demoníaco). Ve a la humanidad como un cáncer para su mundo. Además, es padre del mutante Nightcrawler.
Jason Flemyng interpretó a Azazel en X-Men: First Class.
El tráiler también nos muestra en su esplendor a Dogpool. En los cómics, es la versión de Deadpool en una Tierra alterna (la Tierra-103173). Su nombre es Wilson y es un perro callejero que es tomado como sujeto de prueba para el proyecto Máscara-X.
Al final del tráiler, Deadpool y Wolverine entran a un portal que nos recuerda muchísimo a los usados por Doctor Strange, Wong o cualquier Maestro de las Artes Místicas. ¿Será que reciben ayuda de algún hechirero en particular?
¿Qué otro easter egg econtraste? ¿Qué esperas de la película? Acá te dejamos el reparto completo y todo lo que sabemos de la película.
Ambos ejércitos del conflicto armado en Ucrania se han visto acorralados por drones, artillería y guerra electrónica.
En días recientes, Rusia y Urania se han atacado mutuamente con el mayor número de drones desde el inicio de la guerra en febrero de 2022.
Se informa que Ucrania lanzó más de 80 drones contra Rusia, algunos dirigidos hacia Moscú. Por su parte, se reporta que Rusia lanzó más de 140 drones contra objetivos por todo Ucrania.
La intensidad del uso de drones como armas de ataque es una de las formas en que este conflicto está revolucionando cómo se hace la guerra.
En combinación con la guerra electrónica y los ataques de artillería, los drones también han demostrado ser efectivos como armas defensivas, inmovilizando a las fuerzas enemigas en el campo de batalla.
Los drones se han convertido en uno de los principales elementos en la guerra en Ucrania y están afectando profundamente la manera en que se pelea, según Phillips O’Brien, profesor de Estudios de la Guerra de la Universidad St. Andrews, en Escocia.
“Han vuelto el campo de batalla mucho más transparente”, comenta.
Los drones de vigilancia pueden detectar el movimiento de tropas o los preparativos para un ataque a lo largo de todo el frente y en tiempo real.
Cuando ven un objetivo, pueden enviar las coordinadas al centro de comando, que puede ordenar un ataque de artillería.
Esta secuencia, desde la detección del objetivo hasta su ataque, se llama la “cadena de ataque” en la terminología militar y se ha acelerado por el uso de drones, dice el profesor O’Brien.
“Todo se puede detectar a no ser que esté muy encubierto. Significa que no puedes reunir tanques y otro armamento para una avanzada sin que sean golpeados”, indica.
Los drones de ataque se están usando, junto con la artillería, para golpear al enemigo. Las fuerzas ucranianas han logrado repeler los avances de las columnas de tanques rusos con solo el uso de drones.
Al inicio de la guerra, Ucrania usó el TB-2 Bayraktar de fabricación turca, un dron de capacidad militar que puede arrojar bombas y lanzar misiles.
Sin embargo, con mayor frecuencia ambas partes están optando por el uso de drones “kamikaze” que son más baratos.
Estos suelen ser drones de uso comercial, acoplados con explosivos.
Pueden ser controlados desde una distancia de varios kilómetros y pueden merodear el objetivo antes de atacar.
Rusia también ha estado usando miles de drones kamikaze, como el Shahed-136 de fabricación iraní, para atacar objetivos militares y civiles en Ucrania.
Frecuentemente los despliega en enjambres, con la intención de abrumar las defensas aéreas ucranianas.
La artillería se ha convertido en el arma de mayor uso en toda la guerra en Ucrania.
Según el centro de análisis británico Royal United Services Institute (RUSI), Rusia ha estado disparando 10.000 proyectiles al día y Ucrania entre 2.000 y 2.500, también diariamente.
La artillería se usa para contener el movimiento de tropas enemigas y para atacar vehículos blindados, defensas, puestos de mando y depósitos de suministros.
“Durante la guerra, la munición es como el agua, que las personas necesitan beber constantemente, o como el combustible para un automóvil”, explica el experto de artillería y especialista militar de la BBC coronel Petro Pyatakov.
Ambos lados han usado millones de proyectiles de artillería extranjeros. Estados Unidos y Europa se los han suministrado a Ucrania. Rusia los importa de Corea del Norte.
Los países occidentales han tenido dificultades para suministrar a Ucrania todas las municiones que requiere, y eso ha resaltado el problema que tienen en sus propias industrias armamentistas, según Justin Crump, director ejecutivo de Sibylline, un grupo de análisis de defensa en Reino Unido.
“Las empresas de defensa de Occidente actualmente producen una cantidad de armas de precisión relativamente baja”, afirma.
“No tienen la capacidad de emitir altos volúmenes de armamento básico como proyectiles”.
Tanto Rusia como Ucrania también han estado usando artillería de alta precisión.
Ucrania ha lanzado proyectiles guiados por satélite tipo Excalibur, suministrados por Occidente; Rusia usa sus propios proyectiles Krasnopol guiados por láser.
Además, EE.UU. y otras naciones occidentales han dotado a Ucrania de misiles Himars de largo alcance, guiados por satélite.
Estos les han permitido a las fuerzas armadas atacar los depósitos de municiones y los puestos de mando de Rusia en el frente.
Desde comienzos de 2023, las fuerzas rusas han usado miles de “bombas planeadoras” para atacar posiciones ucranianas en el campo de batalla y para bombardear zonas residenciales civiles e infraestructura.
Son bombas convencionales de “caída libre” acopladas con alas plegables y sistemas de navegación satelital.
Rusia es quien más suele usar esas bombas planeadoras. Varían en peso desde 200 kg hasta 3.000 kg o más.
“Las bombas planeadoras se han vuelto cada vez más efectivas para romper las posiciones defensivas y destruir edificios”, señala el profesor Justin Bonk, un experto en guerra de RUSI.
Añade que Rusia las ha utilizado extensamente para destruir las defensas ucranianas alrededor de la localidad estratégica de Adviivka, en el este de Ucrania, que Rusia capturó en 2024.
Las bombas planeadoras cuestan entre US$20.000 y US$30.000 en producir, según Bronk.
Pueden ser lanzadas desde decenas de miles de kilómetros de distancia de sus objetivos y son difíciles de interceptar, aún con el más sofisticado sistema de misiles de defensa aérea.
Ucrania también hace uso de bombas planeadoras suministradas por EE.UU. y Francia, como la llamada Joint Standoff Weapon de largo alcance.
También ha creado una de su propio diseño, añadiendo alas a las bombas de diámetro pequeño de fabricación estadounidense, que llevan unos 200 kg de explosivos.
Sin embargo, cuenta con menos bombas planeadoras que Rusia.
La guerra electrónica se ha implementado mucho más intensamente en el conflicto entre Rusia y Ucrania que en cualquier otra ocasión.
Miles de efectivos en cada lado trabajan en unidades especializadas, intentando incapacitar los drones y sistemas de comunicaciones del otro, y desviar los misiles enemigos.
Las fuerzas rusas tienen sistemas como el Zhitel, que puede incapacitar todas las comunicaciones satelitales, las comunicaciones por radio y las señales de teléfonos móviles en un radio de más de 10 m.
Pueden abrumar las ondas de radio emitiendo enormes pulsaciones de energía electromagnética.
Además, con su unidad Shipovnic-Aero, las fuerzas rusas pueden derribar un dron a 10 km de distancia. Este sistema también puede encontrar la posición de los pilotos de los drones y enviar sus coordinadas a las unidades de artillería para que disparen contra ellos.
Las naciones occidentales pueden estar sorprendidas de ver la facilidad con la que los sistemas de guerra electrónica de Rusia han inutilizado misiles de alta tecnología como los Himars en Ucrania, de acuerdo a Marina Miron, del Departamento de Estudios de la Guerra del King’s College de Londres.
“Es una guerra asimétrica”, indica. “Las fuerzas de la OTAN podrán tener armas que son técnicamente superiores a las que posee Rusia, pero Rusia ha demostrado que puede usar un equipo relativamente barato para desactivarlas”.
Duncan McCrory, del Instituto Freeman Air & Space de King’s College de Londres, opina que los comandantes militares de los países de la OTAN deben aprender lecciones de cómo Rusia está efectuando una guerra electrónica en Ucrania.
“Deben entrenar a sus tropas en cómo operar cuando están siendo acechadas por drones y cuando el enemigo está atento a cada señal de radio que envían”, afirma.
“La guerra electrónica ya no puede ser relegada a segundo plano. Necesita ser considerada en todo momento en que se estés desarrollando tus tácticas, entrenamiento y nuevos sistemas de armamento”.
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