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Viejos y nuevos rostros: reparto de Dune 2 y guía de personajes
Viejos y nuevos rostros: reparto de Dune 2 y guía de personajes
Foto: Warner Bros. Pictures
5 minutos de lectura

Viejos y nuevos rostros: reparto de Dune 2 y guía de personajes

¿Ya estás lista para el regreso a Arrakis? Te dejamos una breve guía de viejos y nuevos personajes con el reparto de Dune 2.
29 de febrero, 2024
Por: Abigail Camarillo
@aabi_cm 

Llegó el momento de regresar a Arrakis y ver qué pasa con Paul Atreides. Así que prepárate para esta segunda parte con esta guía sobre el reparto de Dune 2.

Recuerda que Duna: Parte dos se estrena este 29 de febrero solo en cines.

Dune parte 2 sinopsis

Paul Atreides (Timothée Chalamet) se une a Chani (Zendaya) y los Fremen mientras busca venganza cotntra a quellos que mataron a su padre y destruyeron su Casa.

Enfrentando una elección entre el amor de su vida y el destino del universo conocido, se esfuerza por evitar un futuro terrible que solo él puede prever.

Duración de Dune 2

La película cuenta con una duración oficial de 2 horas 46 minutos. Es un poco más larga que la primera parte, la cual dura 2 horas 35 minutos.

Quién es quién en el reparto de Dune 2

La película cuenta con un elenco espectacular y varias caras se unen en esta segunda parte. Te dejamos una breve guía de pesonajes para que sepas quién es quién.

Casa Atreides

Paul Atreides – Timothée Chalamet

Luego de ser el famoso chocolatero en Wonka, Timothée Chalamet regresa como el nuevo Duque de la Casa Atreides pero tendrá que enfrentar ese papel con el de ser un posible mesías como el Kwisatz Haderach, en un destino planeado por las Bene Gesserit.

Igualmente se revelará el papel tan importante de Chani en su vida (que aparecía en casi todas sus visiones en la primeraparte) y el de los Fremen en esta guerra.

Tráiler, reparto y fecha de estreno de Dune 2
Foto: Warner Bros. Pictures

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Lady Jessica Atreides – Rebecca Ferguson

Recordemos que Lady Jessica perdió al amor de su vida cuando asesinaron al Duque Leto; sin embargo, huyó con Paul Atreides al desierto estando embarazada.

Como viste en la primera parte, es pieza clave dentro del reparto de Dune 2, pues sus acciones desencadenan grandes cosas.

Esto se debe a que también es pertenece a las Bene Gesserit, una orden conformada por mujeres que tienen un entrenamiento muy severo para desarrollar habilidades que parecen fuera de este mundo.

Gurney Halleck – Josh Brolin

El reparto de Dune 2 también trae de regreso al Jefe de Guerra de la Casa Atreides. Desde los eventos de la primera parte, no ha visto a Paul ni a Lady Jessica, pero los tráilers nos adelantan su reencuentro.

Además de ser uno de los mentores de Paul, es un gran guerrero y de los más leales a esta familia. Aunque también es un trovador que de vez en cuando toca el baliset (un instrumento parecido a la cítara).

Casa Harkonnen

Barón Vladimir Harkonnen – Stellan Skarsgård

No solo es el líder de la Casa Harkonnen, gobernador de Giedi Prime, sino que fue la mente detrás de la destricción de la Casa Atreides.

Es famoso por su ambición y su brutalidad y ya veremos qué papel juega cuando se entere que Paul Atreides sigue con vida.

Barón Vladimir Harkonnen – Stellan Skarsgård
Foto: Warner Bros.

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Glossu Rabban Harkonnen – Dave Bautista

En el reparto de Dune 2 tambén destaca el sobrino del barón Vladimir Harkonnen, quien al igual que su tío tiene una gran pasión por la crueldad (aunque no heredó la astucia).

Feyd-Rautha Harkonnen – Austin Butler

Una de las nuevas caras del reparto de Dune 2 es la de Austin Butler, quien viene de interpretar a Elvis Presley para darnos a uno de los personajes más despiadados.

Feyd-Rautha es el sobrino más joven del Barón Harkonnen; sí, su hermano mayor es Glossu Rabban. Aunque son igualmente brutales, Feyd-Rathua destaca por su inteligencia, lo que lo hace una mayor amenaza para Paul.

reparto dune 2 austin butler Feyd-Rautha
Foto: Warner Bros.

Fremen 

Chani – Zendaya

¡Por fin veremos más de Zendaya como Chani! Pues en la primera parte solo apareció en visiones de Paul y al final de la película. Pero su participación en esta guerra contra el Imperio apenas comienza.

Por lo que vemos de los tráilers, su relación con Paul también crecerá a medida de que él y Lady Jessica se adaptan a la vida Fremen.

reparto dune 2 zendaya
Foto: Warner Bros.

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Stilgar – Javier Bardem

Otro personaje que apareció poco en la primera parte, pero luego de darle la oportunidad a Paul y a Jessica de unirse a los Fremen demostrará el tipo de lider que es para su gente.

Casa Corrino

Princesa Irulan Corrino – Florence Pugh

Al reparto de Dune 2 se une Florence Pugh, a quien seguro recuerdas por sus grandes actuaciones en Midsommar, Little Women, Oppenheimer y hasta en Black Widow.

La princesa había sido brevemente mencionada en la primera parte, cuando Paul pone sobre la mesa la idea de casarse con ella por una alianza política. Y es que la Princesa Irrulan es la hija mayor del emperador.

florence pugh dune 2 irulan
Foto: Warner Bros.

Emperador Padishah Shaddam IV – Christopher Walken

No habíamos conocido al emperador, pero en la primera parte supimos que fue él mismo quien aprobó poner a la Casa Atreides en Arrakis como una trampa para ser destruídos por los Harkonnen.

¿La razón? Se sentía muy anabeazado por la creciente influencia de la Casa Atreides sobre otras. Y como lo adelantan los tráilers, por eso no es nada feliz saber que esa casa todavía sobrevive con la existencia de Paul.

A Christopher Walken lo has visto en un montón de películas, desde Pulp Fiction, The Deer Hunter y Sleepy Hollow, hasta Click, Hairspray y Atrápame si puedes y la serie Serverance.

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Benne Gesserit

Lady Margot Fenring – Léa Seydoux

Otra recién llegada al reparto de Dune 2 es Léa Seydoux, a quien recuerdas por La vida de Adéle o por salir como Madeleine Swann en Spectre y No Time to Die, del 007.

Aunque Lady Margot Fenring es  esposa del Conde de la Casa Fenring, aliada del emperador, es una Bene Gesserit y recordemos que ellas traen su propia agenda y prioridades.

dune part 2 personajes
Foto: Warner Bros.

Gaius Helen Mohiam – Charlotte Rampling

Y hablando de las Bene Gerrerit, no podemos olvidar el regreso de la Reverenda Madre, que en la primera parte puso a prueba a Paul Atreides antes de su partida a Arrakis con el gom jabbar.

Al igual que en la primera parte, se espera que busque mover varios hilos con el beneficio de las Bene Gesserit.

reverend mother bene gesserit
Foto: Warner Bros.
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Imagen BBC
¿Por qué ‘Requiem por un sueño’ sigue causando polémica a 25 años de su estreno en el cine?
9 minutos de lectura

Esta película sobre la adicción a las drogas fue muy aclamada y criticada cuando se estrenó en 2000. Hoy, no es menos polémica.

10 de junio, 2025
Por: BBC News Mundo
0

Cuando el filme Réquiem por un sueño se estrenó hace 25 años, generó excelentes críticas y una acalorada polémica.

La proyección de medianoche en el Festival de Cine de Cannes culminó con una efusiva ovación de pie por parte de los 3 mil espectadores del auditorio.

Cuando se encendieron las luces y se vio a Hubert Selby Jr., autor de la novela de 1978 en la que se basó la película, las lágrimas corrían por sus mejillas.

La admiración de la crítica llegó pronto, y Peter Bradshaw, del diario británico The Guardian, dijo con entusiasmo que el director Darren Aronofsky había alcanzado las legendarias alturas de Orson Welles en cuanto a “energía, consistencia y dominio absoluto de la técnica”.

Sin embargo, la recepción fue muy distinta en el Festival de Cine de Toronto, donde algunos espectadores vomitaron de asco.

Con una clasificación para mayores de 17 años, la película recaudó apenas 7.5 millones de dólares con un presupuesto de 4.5 millones, y fue criticada duramente por algunos detractores por, como expresó Jay Carr en el Boston Globe, “refugiarse en una visión del infierno nacida de la comodidad burguesa”.

Lo que dividió la opinión de la crítica fue la forma en que Réquiem por un sueño retrataba a los drogadictos, con detalles desgarradores y en primer plano.

La película presenta a una viuda, Sara Goldfarb (interpretada por Ellen Burstyn), que se vuelve adicta a las pastillas para adelgazar con el objetivo de participar en un concurso televisivo.

Mientras tanto, su hijo Harry (Jared Leto) y su mejor amigo Tyrone (Marlon Wayans) traman un plan para enriquecerse vendiendo heroína. Cuando las cosas se complican, presionan a Marion (Jennifer Connelly), la novia de Harry, para que intercambie sexo por drogas.

La trama se arremolina como un torbellino que los arrastra hacia sus espantosos destinos: torturas con electrochoques, amputación de un brazo gangrenoso, reclutamiento en una cuadrilla de trabajo penitenciario supervisada por un guardia racista y explotación sexual.

Darren Aronofsky quiso ofrecer al público un bombardeo sensorial que imitara la experiencia de la adicción.

Pero terminó haciendo mucho más, provocando serios debates sobre el libre albedrío del adicto, la línea entre la observación compasiva y el voyerismo explotador, y el tóxico canto de sirena del propio sueño americano.

Veinticinco años después, estos debates siguen latentes.

La idea de la película surgió cuando el productor Eric Watson vio una copia de la novela de Selby en la estantería de Aronofsky en 1998.

“Darren me dijo que había tenido que dejarla a la mitad; era demasiado oscura e implacable, y eso me intrigó”, le dice Watson a la BBC.

“Le pregunté si podía prestármela para leer en un viaje de esquí con mis padres. Me arruinó las vacaciones por completo. Al volver, le dije a Darren: ‘Esta es la indicada; tenemos que hacer esta película’. Así que adquirimos los derechos de la novela por 1.000 dólares, y Darren escribió el guion”.

Jared Leto interpretando a Harry en la película
Alamy
La película provocó ovaciones y repulsión en la misma medida, y lo sigue haciendo.

Aronofsky y Watson enviaron el guion a todos los grandes estudios. ¿La respuesta?

“¡Silencio!”, recuerda Watson. “Nadie se molestó en llamarnos para rechazarlo”.

Sin desanimarse, consiguieron la mitad de la financiación que necesitaban de Artisan Entertainment y contrataron a un productor independiente, Palmer West, para que les ayudara a reunir el resto de un presupuesto ajustado.

El proceso de casting también resultó complicado.

“Tobey Maguire, Adrien Brody, Joaquin Phoenix, Giovanni Ribisi… todos exploraron el proyecto o se presentaron a la audición para interpretar a Harry, pero rechazaron el papel”, recuerda Watson. “Era un riesgo demasiado grande para sus carreras”.

Una vez elegidos, Leto, Connelly, Wayans y Burstyn se esforzaron por lograr autenticidad en sus interpretaciones.

Leto perdió 11 kg y convivió con heroinómanos sin hogar en el East Village de Nueva York.

Wayans recorrió sin camisa las gélidas calles de Brighton Beach, en Brooklyn, en febrero.

Al comenzar el rodaje, Burstyn simuló la pérdida de peso poco saludable de su personaje poniéndose un traje de 18 kg para sus primeras escenas, luego cambiándolo por uno de 9 kg y, finalmente, tomándose dos semanas de descanso y perdiendo 4.5 kg con una estricta dieta de sopa de repollo.

Representando la adicción a las drogas

Aronofsky, inspirado por los planos de Spike Lee en “Haz lo que debas”, utilizó tomas SnorriCam (cámaras acopladas al cuerpo del actor) para transmitir una sensación de disolución de la realidad externa.

A esto añadió pantallas divididas, aceleraciones y desaceleraciones, fundidos a blanco, tarjetas de título, espirales de cámara, lentes ojo de pez, planos generales extremos, pixelaciones y puestas en escena surrealistas.

Todas eran herramientas para imitar las distorsiones sensoriales inducidas por los opioides.

Pero aunque estos efectos visuales generaron entusiasmo, la visión de la película sobre la adicción a las drogas generó controversia.

Mientras que Trainspotting (1996) había sido criticada por glorificar la estética de la “heroína chic”, Réquiem por un sueño se percibía como un retrato incesantemente sombrío del consumo de sustancias.

Ewan McGregor, quien interpretó a Renton en la película Trainspotting
Getty Images
Ewan McGregor, quien interpretó a Renton en la película Trainspotting.

La imagen de una “espiral” se convirtió en la metáfora preferida de la crítica para describir la idea de la película de que los adictos, una vez enganchados, son arrastrados casi inexorablemente hacia finales horribles.

“Lamento decir que la forma en la que describe la trayectoria de la adicción a la heroína es notablemente precisa”, afirma David J. Nutt, profesor de neuropsicofarmacología en el Imperial College de Londres.

“La mayoría empieza a consumir por desesperación o desesperanza, pero muchos, como Harry y Tyrone, ven el narcotráfico como una aventura empresarial, como una forma de ganar dinero rápido y luego seguir adelante con sus vidas. Pero rara vez termina bien”.

Por otro lado, el profesor Nutt considera a Sara Goldfarb un símbolo de toda una generación de amas de casa de las décadas de 1950 y 1960 a las que se les recetaron anfetaminas sin supervisión médica adecuada.

En cuanto al destino de Marion, afirma que hoy en día “los proxenetas siguen controlando y abusando de las mujeres explotando sus adicciones”.

Pero lo fundamental de la película, añade Nutt, es que dramatiza la adicción como un trastorno químico cerebral que induce conductas compulsivas.

“No recurres a la reutilización de puntos de inyección extremadamente dolorosos a menos que seas presa de impulsos irresistibles”, afirma.

No todos los expertos en adicciones están de acuerdo.

Gene Heyman, profesor titular del departamento de Psicología y Neurociencia del Boston College, le dice a la BBC que Réquiem por un sueño describe admirablemente la euforia de la iniciación en las drogas, seguida de episodios de abstinencia cada vez más intensos y dolorosos.

Pero ahí termina su precisión.

“Esta película cuenta una historia conocida: una vez adicto, siempre adicto, y es necesariamente una trayectoria descendente de la que nadie se recupera”, dice Heyman.

“Y eso es completamente falso. Todos los datos epidemiológicos muestran que, a los 30 años, la mayoría de los consumidores habituales de drogas maduran y dejan de consumir, no vuelven a consumir, y lo hacen sin tratamiento ni intervención profesional. “Eso son solo los datos, no mi opinión. Están ahí para que todos lo vean”.

El sueño americano

Por su parte, Watson se exaspera al responder preguntas sobre la veracidad de la adicción en Réquiem por un Sueño.

“Hubert Selby fue muy activo en AA y NA [Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos], pero nuestra película nunca tuvo la intención de ser un documental ni un panfleto sobre el camino a la recuperación”, dice.

“No, no es realista. Es surrealista. Relájense”.

El propio Selby siempre insistió en que consideraba la drogadicción solo una manifestación del poder seductor del sueño americano y de lo que consideraba sus efectos tóxicos.

Antes del estreno de la película, escribió un nuevo prólogo para su novela, que decía: “Obviamente, creo que perseguir el sueño americano no solo es inútil, sino autodestructivo, porque en última instancia lo destruye todo y a todos los que lo componen”.

Muchos críticos han llegado a considerar que Réquiem por un sueño está en la misma línea que El gran Gatsby (1925) y Revolutionary Road (1961), obras que exponen el lado oscuro del mito estadounidense.

Con su televisión y su comida basuras, la película se circunscribe en un ambiente de adicciones específicamente estadounidense, afirma Kevin Hagopian, profesor de Estudios de Medios en la Universidad Estatal de Pensilvania.

Los personajes transportando equipos en una calle
Alamy
Tyrone (Marlon Wayans) y Harry (Jared Leto) inicialmente ven el tráfico de drogas como una forma de ganar dinero rápido antes de seguir adelante con sus vidas.

“El concurso televisivo que cautiva a Sara se centra en crear una alegría ansiosa, exagerada y falsa”, dice.

“Aquí hay una búsqueda desmedida de panaceas irrealistas, un atajo hacia una solución rápida para no tener que pensar nunca en el propósito de la vida. Aquí, el sueño americano no es lo que hay que perseguir, sino el villano definitivo. Y esa crítica es tan devastadora para los mitos que nos sostienen que no es de extrañar que mucha gente no la acepte”.

Danny Leigh, ahora crítico de cine del diario Financial Times, elogió efusivamente Réquiem por un sueño en la revista Sight and Sound cuando se estrenó.

“Me cautivó lo que era: sin duda, una obra cinematográfica con estilo, con un crudo brío cinematográfico”, le dice Leigh a la BBC.

Trainspotting había sido un acontecimiento cultural trascendental, que desencadenó un momento de vértigo en la cultura británica del momento, y vi ‘Réquiem por un sueño’ como una poderosa corrección, una advertencia casi paródica que golpeó con fuerza”.

Sin embargo, con el paso de los años, Leigh ha desarrollado recelos sobre la obra de Aronofsky.

“He llegado a sentir que hay cierta lascivia en su cine, como si se entrometiera en situaciones emocionalmente desesperadas y aplicara una condescendencia desagradable, incluso voyerista, a circunstancias trágicas”.

Leigh señala que este impulso alcanzó su extremo más grotesco en La Ballena (2022) de Aronofsky, en la que un profesor de inglés solitario y con obesidad mórbida, interpretado por Brendan Fraser, come hasta morir.

Hagopian, en cambio, considera que Aronofsky ha demostrado una genuina curiosidad por comprender a las personas marginadas de la sociedad.

“Muchas películas experimentales crean lo que yo llamaría ‘pesadillas de distanciamiento psíquico'”, opina.

“Piensen en Terciopelo azul (1986) de David Lynch, La pianista (2001) de Michael Haneke o Tenemos que hablar de Kevin (2011) de Lynn Ramsay; en todas ellas, nunca sabemos qué piensan o sienten realmente los personajes”.

Réquiem por un sueño, añade, adopta el enfoque opuesto al lograr lo que él llama una “pesadilla de intimidad psíquica”.

“Nos vemos tan cerca de los personajes que, en algún momento, su dolor y trauma parecen filtrarse en nuestra conciencia.

“Puede resultar claustrofóbico, incluso invasivo. Pero para mí, ese es el tipo de cine más valiente, y explica por qué esta obra de arte, ya sea que la admires o la detestes, queda grabada para siempre en la mente de las personas”.

*Si quieres leer el artículo en inglés en BBC Culture, haz clic aquí

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