
Un operativo encabezado por la Secretaría de Marina en Michoacán que derivó en un enfrentamiento dejó 12 presuntos agresores muertos y nueve detenidos, además de tres elementos lesionados.
De acuerdo con información del Gabinete de Seguridad y con información del Centro Nacional de Inteligencia, los hechos ocurrieron en Huizontla, Michoacán, donde fueron identificadas varias personas presuntamente vinculadas al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que opera en la zona limítrofe de los estados de Michoacán, Jalisco y Colima.
Las personas detenidas estarían relacionadas con delitos como extorsión, homicidio y se les relaciona con actividades de reclutamiento para el grupo criminal.
“Esta operación interinstitucional se llevó a cabo en atención a varias denuncias ciudadanas, que indicaba que en mencionado poblado, en un área minera de difícil acceso, estaba concentrado un objetivo prioritario con un grupo de personas armadas, altamente violentas, capacitadas en el manejo de armamento de alto calibre y explosivos, después de realizar actos de investigación se corroboró la presencia de personas fuertemente armadas vinculadas a delitos como extorsión, homicidio y privación ilegal de la libertad en la zona”, informaron autoridades en un comunicado.
Elementos de la Marina en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y la Fiscalía General de la República (FGR) acudieron al lugar en el que hallaron armamento y equipo táctico.

Durante la operación, presuntamente se registró una agresión al personal de la Marina con armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, lo que derivó en un enfrentamiento en el que perdieron la vida 12 agresores y tres elementos de Semar resultaron heridos.
En el comunicado, el Gabinete de Seguridad mencionó que las actividades que realizan los grupos delictivos en dicha zona están correlacionadas con el narcotráfico vía marítima, donde la Armada de México ha asegurado más de 37 toneladas de clorhidrato de cocaína.
Tras los hechos, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, hizo un reconocimiento a la Secretaría de Marina por la operación.
En Huitzontla, Michoacán, en una operación encabezada por la Secretaría de Marina @SEMAR_mx en coordinación con el Gabinete de Seguridad, @Defensamx1, @FGRMexico, @GN_MEXICO_,@SSPCMexico, y con apoyo del Gobierno de Michoacán a través de @SSeguridad_Mich, @FiscaliaMich… pic.twitter.com/9j4OhM0t14
— Omar H Garcia Harfuch (@OHarfuch) May 17, 2025
El gobierno de Estados Unidos, en la actual administración Trump, teme una posible alianza entre dos viejos enemigos y dos de los principales grupos del crimen organizado en México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Chapitos, una de las dos facciones en que quedó divido el Cártel de Sinaloa.
Así lo señaló la Oficina Antidrogas estadounidense, la DEA por sus siglas en inglés, en su más reciente informe ‘National Drug Threat Assessment 2025’, en el que hace un análisis de las principales agrupaciones delictivas en México y el impacto del tráfico de drogas como las metanfetaminas y el fentanilo en la Unión Americana.
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En el documento, la DEA señala que El Cártel Jalisco “podría provechar el conflicto entre las facciones de Los Mayos y Los Chapitos del Cártel de Sinaloa, eligiendo esencialmente un bando a favor de sus antiguos rivales, Los Chapitos”.
Tras la captura de “El Mayo” Zambada, en la que al parecer estuvo involucrado uno de los hijos del Chapo, se desató una guerra interna en el cártel que quedó dividido en dos grupos: los ‘chapitos’ y la ‘mayiza’. Ambos grupos llevan enfrentados casi un año, dejando asesinatos, desaparecidos, robos de vehículos, secuestros y cierres de negocios y cuantiosas pérdidas económicas en Sinaloa.
Como parte de esa ‘guerra’, el Cártel Jalisco y ‘los Chapitos’ habrían tejido “una alianza estratégica” para “expandir los territorios, recursos, poder de fuego y acceso a funcionarios corruptos”, en detrimento de la facción del Mayo Zambada.

“Esto podría resultar en una interrupción significativa del equilibrio de poder criminal existente en México”, advierte la DEA.
Por otra parte, la DEA señala que en 17 entidades, el Cártel Jalisco tiene “presencia muy significativa” — Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Quintana Roo, Campeche y Chiapas, entre algunos de esos estados— mientras que en el resto del país también tiene “presencia”.
En cuanto a las operaciones de este grupo delictivo, la DEA apunta que el cártel opera laboratorios clandestinos en México donde fabrican drogas ilícitas —fentanilo y metanfetaminas— para luego, por medio de “vastas redes de distribución para transportar droga a los Estados Unidos” operar “en casi los 50 estados” de la Unión Americana por medio de “asociados, facilitadores y afiliados del Cártel Jalisco”.
Asimismo, apuntan que el Cártel Jalisco ha aumentado su participación en otras actividades ilícitas no relacionadas con las drogas, como el robo de gasolina y combustibles, la extorsión, la infiltración en industrias legítimas, el ‘cobro de piso’ a traficantes de personas, y la realización de esquemas inmobiliarios fraudulentos con fines de lavado de dinero.

Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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