Rusia afirmó este martes que Ucrania disparó misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra su territorio, por primera vez en mil días de conflicto, mientras que Vladimir Putin volvió a agitar la amenaza nuclear.
Este ataque, que no ha sido confirmado por Ucrania, tiene lugar unos días después de que Kiev recibió la autorización de Washington de golpear suelo ruso con sus misiles de largo alcance, una línea roja para Moscú, que prometió una respuesta “apropiada” si esto ocurría.
“A las 03H25 (00H25 GMT), el enemigo atacó con seis misiles balísticos un emplazamiento en la región de Briansk. Según datos confirmados, se utilizaron misiles tácticos ATACMS de fabricación estadounidense”, afirmó el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
Kiev pedía desde hacía tiempo la autorización de usar armas occidentales de largo alcance para atacar bases desde las cuales Rusia lanza sus bombardeos y contrarrestar el avance de las tropas rusas en el este.
En un giro estratégico a pocas semanas de la investidura de Donald Trump, un alto cargo estadounidense que habló bajo condición de anonimato aseguró el domingo que Washington autorizó a Ucrania a atacar Rusia con sus misiles de largo alcance.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, pidió el martes a los países del bloque que también permitan a Ucrania utilizar las armas de largo alcance cedidas por los 27 para atacar objetivos dentro de Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no se quedó con los brazos cruzados y el martes firmó un decreto que amplía las posibilidades del país de utilizar armas nucleares.
El Kremlin afirma que la medida, que permite a Rusia utilizar armas nucleares contra un país sin armas atómicas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos, era “necesario para adaptar nuestros fundamentos a la situación actual”.
Putin advirtió en septiembre que si Occidente permitía a Ucrania atacar territorio ruso con misiles de mayor alcance, significaría que “los países de la OTAN están en guerra con Rusia”.
En un mensaje al Parlamento Europeo por los mil días desde el inicio de la invasión rusa, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que Putin “no se detendrá por sí mismo”.
Rusia, dijo, no tendrá una “motivación real” para discutir una salida negociada al conflicto sin “incendios en depósitos de municiones (…), sin destrucción de sus bases aéreas, sin la pérdida de sus capacidades de producción de misiles”.
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En otra declaración, esta vez ante los diputados de su país, Zelenski aseguró que “Ucrania puede vencer a Rusia”. “Es muy difícil, pero tenemos la fuerza interna para lograrlo”, aseguró.
No obstante, el presidente admitió que Kiev podría tener que esperar la muerte de Putin para “restaurar” su integridad. Actualmente Moscú ocupa cerca del 20% del territorio ucraniano.
Es la primera vez que Zelenski reconoce que su país tendría que aceptar, al menos durante un tiempo, perder los territorios ocupados por el enemigo.
Mientras tanto, Moscú sigue disparando misiles y drones contra territorio ucraniano, matando a civiles y destruyendo infraestructura.
Un bombardeo nocturno en la región fronteriza ucraniana de Sumi mató a diez personas, incluyendo un niño, según un balance actualizado.
Volodimir Zelenski publicó un video que muestra a equipos de rescate sacando cadáveres de entre los escombros.
Tras un encuentro con sus pares de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido, el canciller de Polonia, Radoslaw Sikorski, afirmó que varios países europeos están dispuestos a proporcionar ayuda financiera y militar a Kiev si Washington reduce su ayuda tras la llegada en enero de Trump a la Casa Blanca.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, señaló por su parte que es “crucial que Putin no se salga con la suya”, ya que ello dejaría a una Rusia fortalecida en las fronteras de Europa.
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“Estamos dispuestos a proporcionar lo necesario a Ucrania”, declaró Rutte, para quien Rusia representa “una amenaza directa para todos nosotros en occidente”.
Son ediciones de guías existentes pero, como indican las autoridades en Suecia, hay nuevos consejos que se ajustan al agravamiento de la situación de seguridad por la guerra en Ucrania.
A partir de este lunes, millones de suecos deben recibir copias de un manual que aconseja a la población cómo prepararse en caso de una guerra u otra crisis inesperada.
“En caso de crisis o guerra” es el título del manual, que ha sido actualizado a partir de una versión de hace seis años debido al deterioro de la situación de seguridad por la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania.
El cuadernillo también tiene el doble de tamaño.
El gobierno de la vecina Finlandia también acaba de publicar en internet sus propios consejos para su población sobre cómo “prepararse para incidentes y crisis”.
Y los noruegos también recibieron recientemente unas instrucciones de las autoridades que los instan a estar preparados para sobrevivir por cuenta propia durante una semana en caso de clima extremo, guerra y otras amenazas.
Durante el verano, la agencia de administración de emergencias de Dinamarca comunicó que enviaría por correo electrónico a la población adulta detalles sobre el agua, la comida y los medicamentos que necesitarían para sobrellevar una crisis durante tres días.
En una sección detallada sobre un hipotético conflicto militar, el folleto digital finlandés explica cómo el gobierno y el presidente responderían en caso de un ataque armado, resaltando que las autoridades de Finlandia están “bien preparadas para la autodefensa”.
Suecia se integró a la OTAN este año, decidiendo al igual que Finlandia solicitar integrarse en la organización militar después de que Moscú invadiera Ucrania en 2022. Noruega es miembro fundador de esta alianza defensiva de Occidente.
A diferencia de Suecia y Noruega, el gobierno de Helsinki decidió no repartir copias impresas de su manual pues eso “costaría millones” y la versión digital puede actualizarse más fácilmente.
“Hemos enviado 2,2 millones de copias en papel, una para cada hogar en Noruega”, manifestó Tore Kamfjord, el encargado de la campaña de preparación del Directorio Noruego para la Protección Civil (DSB, por sus siglas en noruego).
En la lista noruega de artículos para guardar en casa hay alimentos de larga vida como latas de frijoles, barras energéticas y pasta, y medicamentos como tabletas de yodo en caso de un accidente nuclear.
Oslo ya había enviado una versión anterior en 2018, pero Kamfjord señaló que el cambio climático y fenómenos meteorológicos más extremos como inundaciones y deslaves comportan mayores riesgos.
Para los suecos, la idea de un manual de emergencia civil no es nada nuevo. La primera edición de “En caso de guerra” se imprimió durante la Segunda Guerra Mundial y se actualizó durante la Guerra Fría.
Pero se ha incluido un mensaje en las primeras páginas: “Si Suecia es atacada por otro país, nunca nos rendiremos. Toda información respecto a que la resistencia debe terminar es falsa”.
No hace mucho que Finlandia y Suecia seguían siendo países neutrales, aunque sus infraestructuras y “sistema de defensa total” se remontan a la Guerra Fría.
El ministro de Defensa Civil de Suecia, Carl-Oskar Bohlin, dijo el mes pasado que a medida que el contexto global cambiaba, la información para los hogares suecos debían reflejar esos cambios también.
A comienzos de este año advirtió que “podría haber una guerra en Suecia”, aunque eso se interpretó como un llamado de atención porque sentía que las medidas para reconstruir esa “defensa total” estaban progresando demasiado lento.
Debido a su extensa frontera con Rusia y su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial con la Unión Soviética, Finlandia siempre ha mantenido un nivel alto de defensa. Suecia, sin embargo, redujo su nivel de su infraestructura y sólo en años recientes empezó a prepararse mejor otra vez.
“Desde la perspectiva finlandesa, esto es un poco extraño”, opina Ilmari Kaihko, profesor asociado en Estudios de Guerra de la Universidad de Defensa Sueca.
“[Finlandia] nunca se olvidó de que la guerra es una posibilidad, mientras que en Suecia, tuvieron que sacudir a la gente un poco para que entendiera que eso realmente puede suceder”, expresó Kaihko, quien es de Finlandia.
Melissa Eve Ajosmaki, de 24 años y originaria de Finlandia, estudia en Gotemburgo (Suecia) y cuenta que se preocupó más cuando la guerra estalló en Ucrania.
“Ahora me siento menos preocupada, pero sigo pensando en qué debería hacer si hubiese una guerra. Especialmente porque tengo a mi familia en Finlandia”.
Las guías incluyen instrucciones sobre qué hacer en el caso de escenarios diferentes y piden a los ciudadanos asegurarse de que pueden arreglárselas por sí solos, por lo menos al comienzo, en caso de una situación de crisis.
A los finlandeses se les pregunta cómo lidiarían sin energía durante días en temperaturas tan bajas como -20 ºC.
La lista de verificación también incluye tabletas de yodo, así como alimentos de fácil cocción, comida para mascotas y una fuente alternativa de energía.
La lista sueca recomienda papas, repollo, zanahorias y huevos, además de latas de salsa boloñesa y sopas y preparadas de arándano y escaramujo.
El economista sueco Ingemar Gustafsson, de 67 años, recuerda haber recibido versiones anteriores del manual: “No estoy para nada preocupado, así que lo tomo con calma. Es bueno tener la información de cómo actuar y sobre cómo nos debemos preparar, pero no es como si tuviera todos esos preparativos en casa”.
Una de las recomendaciones más importantes es la de mantener suficiente comida y agua para 72 horas.
Pero Ilmari Kaihko se pregunta si eso es práctico para todo el mundo.
“¿Donde lo vas a guardar si tienes una familia grande y vives en un apartamento pequeño?”.
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