FEMSA celebra 135 años con un documental que narra su transformación de cervecería local a empresa global
Hace 135 años se fundó lo que hoy conocemos como FEMSA, y en ese entonces México era un país de apenas 12 millones de habitantes, mayoritariamente rural y con una economía agrícola. En ese contexto, nadie podía anticipar que aquella pequeña cervecería en Monterrey se convertiría, con el paso de los años, en el núcleo de una de las corporaciones más influyentes de América Latina.
El documental “FEMSA: Legado en Movimiento”, producido por Clío, reconstruye este recorrido histórico y empresarial a través de los testimonios de directivos, historiadores y colaboradores que han sido parte de la evolución del grupo. La producción recorre los distintos periodos de transformación de la compañía: su origen, su expansión industrial, su diversificación y la consolidación de un modelo de negocio enfocado en generar valor económico y social.
Los orígenes: la visión de una nueva generación
A finales del siglo XIX, Monterrey apenas despuntaba como ciudad industrial. En ese contexto, un grupo de empresarios —José A. Muguerza, Francisco Sada Gómez, Joseph M. Schnaider y José Calderón Penilla, asociados con su contador Isaac Garza Garza— decidió fundar una cervecería que aprovechara el talento local y la creciente demanda de bebidas en el país. De esa iniciativa nació la Cervecería Cuauhtémoc, símbolo del emprendimiento del norte y punto de partida de una cultura empresarial basada en la disciplina, la innovación y el trabajo en comunidad.
El documental muestra cómo, a partir de la Casa Calderón —una tienda que vendía desde abarrotes hasta medicinas— surgió la idea de fabricar cerveza en México. El proyecto prosperó gracias a la combinación de visión comercial, conocimiento técnico y una vocación por crear industria donde no la había. Durante las primeras décadas, la cervecería sorteó dificultades económicas, políticas y logísticas, pero consolidó su presencia en el mercado nacional.
Revolución y reconstrucción
La llegada de la Revolución Mexicana interrumpió esa primera etapa de crecimiento. Las tropas constitucionalistas ocuparon y saquearon la planta de Monterrey, poniendo en riesgo años de esfuerzo. Sin embargo, el grupo fundador logró recuperarla y reconstruirla, manteniendo el empleo y el compromiso con la ciudad. Esa experiencia dejó una lección que marcaría la identidad de la empresa: la convicción de que el progreso se construye con colaboración, no con confrontación.
Durante los años posteriores, Cervecería Cuauhtémoc comenzó a diversificar su producción y a establecer nuevas fábricas de insumos. En 1936, todas las operaciones fueron integradas bajo una misma estructura corporativa: Valores Industriales, S.A. (VISA), el antecedente directo de FEMSA. Esta reorganización permitió dar origen a un conglomerado industrial con presencia nacional, orientado a la innovación tecnológica y a la mejora continua.
Innovación y responsabilidad social
El documental subraya la importancia del liderazgo de los hijos de Isaac Garza, Eugenio y Roberto, quienes fortalecieron la cultura de apoyo a los trabajadores dando impulso a la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa, creada en 1918 y pionera en programas de vivienda, salud y educación para empleados y sus familias. Décadas antes de que el concepto de responsabilidad social empresarial se popularizara, la compañía ya promovía servicios médicos y educativos dentro de sus instalaciones.
En paralelo, la empresa desarrolló un departamento técnico dedicado a la investigación y la innovación industrial, antecedente de los actuales centros de desarrollo corporativo.
De la tragedia a la renovación
El asesinato de Eugenio Garza Sada en 1973 marcó un punto de inflexión en la historia del grupo. La tragedia precipitó la división del consorcio original en dos entidades: Grupo Alfa, enfocado en la industria siderúrgica y de manufactura, y Grupo VISA, centrado en alimentos y bebidas. Con el tiempo, la apuesta por la modernización hizo de VISA un modelo de eficiencia y competitividad en la industria mexicana de mediados del siglo XX, que se transformaría en FEMSA.
Bajo la dirección de Eugenio Garza Lagüera, hijo de Eugenio Garza Sada, FEMSA enfrentó los retos económicos de los años setenta y ochenta, incluyendo la crisis de deuda y la reestructuración industrial. Fue en este periodo cuando la empresa comenzó a diversificarse en distintos sectores y a crear nuevos negocios que más tarde se convertirían en pilares del grupo, como OXXO.
La expansión de OXXO y Coca-Cola FEMSA
Lo que empezó como una tienda creada para vender cerveza terminó convirtiéndose en la cadena de conveniencia más grande de América Latina. OXXO pasó de ser una extensión de la cervecería a consolidarse como una unidad independiente dentro de FEMSA a inicios de los noventa, impulsando una nueva etapa de crecimiento. Paralelamente, la compañía se convirtió en uno de los principales socios de The Coca-Cola Company en el mundo, creando la embotelladora Coca-Cola FEMSA.
La alianza con The Coca-Cola Company en 1993 y la adquisición de la embotelladora PANAMCO en 2003 representaron un salto internacional sin precedentes, convirtiéndose en lo que es hoy la más grande embotelladora a nivel mundial por volumen de ventas.
Así FEMSA pasó de operar en dos países a tener presencia en nueve —y más tarde en 18—, extendiendo su modelo de negocio basado en eficiencia operativa, innovación y desarrollo humano.
Un modelo de crecimiento sostenible
Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, FEMSA amplió su participación en el sector salud, el comercio al detalle y los servicios financieros. La creación de Spin, su plataforma fintech, refleja el interés del grupo por ofrecer soluciones digitales de inclusión financiera aprovechando la infraestructura de OXXO y sus filiales. Con ello, FEMSA busca conectar el mundo físico y el digital, atendiendo las necesidades cotidianas de millones de consumidores.
El documental también aborda la decisión estratégica de vender Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma a HEINEKEN en 2010, un paso que, aunque emocionalmente difícil, permitió al grupo consolidar su posición global y fortalecer sus otras divisiones. Con esta operación, FEMSA se enfocó en su misión de crear valor económico y social de largo plazo.
Compromiso con las personas y el entorno
En la actualidad, FEMSA cuenta con más de 390 mil colaboradores en 18 países. Su estructura se organiza en tres grandes unidades de negocio: Proximidad y Salud, Coca-Cola FEMSA y Spin. Más allá de los resultados financieros, el grupo mantiene una estrategia de sostenibilidad integral sustentada en tres pilares: la gente, la comunidad y el planeta.
El documental destaca los esfuerzos de Fundación FEMSA, creada en 2008, y de Valor Social FEMSA, su más reciente evolución institucional. Ambas iniciativas promueven programas en favor del acceso al agua, la salud, la educación y el desarrollo comunitario. También subrayan el impulso a la primera infancia, la investigación médica y el fortalecimiento del tejido social en los países donde opera la compañía.
Cultura, arte y legado
El compromiso social de FEMSA se extiende al ámbito cultural. Su Colección FEMSA, uno de los acervos de arte moderno y contemporáneo más importantes de América Latina, y la Bienal FEMSA, fundada en 1992, constituyen plataformas de fomento y difusión artística que reflejan la visión de la empresa sobre el valor del arte como motor de transformación.
En el documental se muestra cómo, desde la Sociedad Cuauhtémoc hasta su actual estrategia de sostenibilidad, la compañía ha mantenido una filosofía basada en la dignidad humana, la integridad y la sencillez. Esa cultura corporativa, señalan sus líderes, es lo que ha permitido a FEMSA adaptarse a cada cambio sin perder su esencia.
De la historia al presente
A lo largo de sus siete bloques, el documental “FEMSA: Legado en Movimiento” ofrece una narrativa que va más allá del recuento histórico: es una reflexión sobre el papel de la empresa mexicana en la modernización del país. Desde su origen en una Monterrey con apenas 9,000 kilómetros de vías férreas y sin electricidad generalizada, hasta su posición actual en 18 países de América y Europa, FEMSA ha sido parte de la transformación económica y social de México.
Hoy, el grupo combina su herencia industrial con una visión de futuro centrada en la innovación, la sostenibilidad y el bienestar de las personas. Sus ejecutivos coinciden en que esa capacidad de reinventarse ha sido la clave de su permanencia. A 135 años de su fundación, FEMSA continúa expandiendo su legado con el mismo espíritu emprendedor que les dio origen: transformar ideas en oportunidades y progreso compartido.
Nota del editor: Esta publicación se realiza con información de FEMSA como parte de las alianzas estratégicas de Grupo Editorial Criterio.
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