México cierra 2025 con una fotografía laboral inusual: más empleo formal que nunca, mayor participación femenina y un sector terciario que continúa absorbiendo la mayor parte de la fuerza laboral. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó en noviembre un récord histórico de 22 millones 837 mil 768 puestos de trabajo, de los cuales el 86.7% son permanentes. Solo en los primeros once meses del año se generaron más de 559 mil empleos.

Paralelamente, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo confirma que la Población Económicamente Activa alcanzó 62.5 millones de personas en octubre, un incremento de 1.1 millones respecto al año anterior. La tasa de desocupación se mantiene en 2.6%, una de las cifras más bajas de la última década, mientras que la ocupación total llegó a 60.9 millones. La informalidad, sin embargo, continúa siendo un rasgo estructural con un índice de 55.7%, lo que significa que más de la mitad de las personas ocupadas no cuentan con seguridad social o prestaciones laborales básicas.

Un empleador que influye en el mercado laboral mexicano

La distribución interna de su personal también revela un componente relevante: el 54.3% de quienes trabajan en la empresa son mujeres y más del 86% del personal se desempeña en áreas operativas. Esta composición refleja el perfil del empleo en el país y, al mismo tiempo, muestra una oportunidad: la empresa se ha convertido en un espacio de movilidad laboral accesible para personas sin estudios profesionales, pero con posibilidades reales de formarse dentro de la organización.

A principios de 2025, el IFC (Corporación Financiera Internacional) del Grupo del Banco Mundial, otorgó un reconocimiento a Grupo Coppel por ser una empresa pionera en beneficios orientados al bienestar familiar y la primera infancia. Esta distinción no es habitual; el IFC evalúa prácticas con impacto social medible, particularmente en contextos donde las políticas de conciliación laboral son escasas.

Lo que llamó la atención del organismo fue la escala y profundidad de dos programas:

Ambas prestaciones funcionan como mecanismos de movilidad social, pero también como herramientas de retención laboral. En 2024, 15,055 colaboradores accedieron a becas, un número que por sí solo supera a la matrícula total de muchas universidades privadas regionales. El 2025 la cifra alcanzó a 20,000 colaboradores y familiares que recibieron becas académicas.

Medición basada en el comportamiento real del talento

La metodología toma en cuenta movilidad interna, permanencia, crecimiento profesional y adquisición de habilidades. Para que una empresa aparezca en esta lista necesita demostrar que su personal no solo se queda, sino que crece.

Esa tendencia coincide con los datos del Informe de Sostenibilidad: durante 2024, Coppel impartió más de 2.5 millones de horas de capacitación, lo que equivale a un promedio de 20 horas por persona. Además, más de 1,000 colaboradores egresaron de programas formales de la Universidad Corporativa, que incluye preparatoria, licenciatura en gerenciamiento, ingeniería en desarrollo de software y maestría en negocios.

Educación como política laboral, no como beneficio accesorio

En un país donde la mitad de la población ocupada no tiene acceso a prestaciones laborales y donde millones de personas no han completado su educación básica o media superior, que una empresa ofrezca becas para estudios formales no es un incentivo, sino un puente estructural hacia la movilidad social.

Coppel no solo financia estudios de sus trabajadores; financia también los de sus hijas e hijos, una práctica inédita en el sector privado mexicano. Los más de 30 mil kits escolares entregados cada año representan un alivio directo al gasto familiar, pero también un mecanismo de continuidad educativa en hogares donde el costo de materiales puede significar abandono escolar.

A esto se suma la plataforma de la Universidad Corporativa, donde más de 3 mil personas están inscritas en programas de formación profesional. Para muchos trabajadores del sector retail, esta es la primera vez que acceden a un sistema educativo formal desde su ingreso al mercado laboral. 

Inclusión laboral y liderazgo femenino en expansión

Otro de los aspectos relevantes es el avance en la incorporación de mujeres en liderazgo. Según cifras internas, 40% de los puestos de liderazgo son ocupados por mujeres.

En un contexto donde la tasa de participación económica femenina es de apenas 46.7%, y donde las brechas laborales siguen siendo profundas, este volumen de mujeres en posiciones estratégicas es altamente significativo.

Grupo Coppel ha logrado convertir la educación y el bienestar familiar en componentes estratégicos de su identidad como empleador. Su reconocimiento por parte del IFC y LinkedIn no es resultado del tamaño de la empresa, sino de las prácticas que la colocan como un referente sobre cómo un empleador puede generar movilidad social desde dentro.

A medida que miles de personas inician 2026 en búsqueda de nuevas oportunidades, el ejemplo de Grupo Coppel muestra que un empleo formal puede ser mucho más que un ingreso: puede convertirse en una plataforma para estudiar, crecer, sostener a una familia y construir una trayectoria profesional sólida.

Nota del editor: Esta publicación se realiza con información del IMSS, INEGI y Grupo Coppel como parte de las alianzas estratégicas de Grupo Editorial Criterio.