El Tren Maya pasará por zonas donde viven al menos 170 especies de animales que están en riesgo y requieren protección especial, por lo que grupos ecologistas alertan que el plan de pasos de fauna del gobierno para tratar de conservarlas y mitigar el impacto de la megaobra es insuficiente.
De acuerdo con Maria Luisa Albores, Secretaria del Medio Ambiente, al momento se han construido 571 pasos de fauna y hay planes para establecer aún más, al continuar la construcción de los tramos 6 y 7. Sin embargo, ha habido inconsistencias en las cifras oficiales: en mayo de 2022, las autoridades hablaron de que eran necesarios 260 pasos de fauna para la obra; luego, ya en 2023, el 4 de junio, se anunció que serían 545 y, el 13 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que ya se habían construído 500. Pero el 31 de julio se volvió a hablar en la mañanera de que serían 464 pasos. Finalmente, el 14 de agosto pasado la secretaria María Luisa Albores declaró que serían 571.
Esta discrepancia en el número de pasos de fauna que ha anunciado el gobierno en distintos momentos preocupa a ambientalistas, que consideran que es reflejo de la falta de planeación y análisis sobre los impactos de la obra.
En la NOM 059 de la Secretaría de Medio Ambiente se detallan cuatro categorías de riesgo para las especies: a) en peligro de extinción, b) amenazadas, c) sujetas a protección especial, y d) probablemente extintas en el medio silvestre.
Entre las que están en riesgo a lo largo del recorrido del tren, según las manifestaciones de impacto ambiental de la obra, está la mastofauna o mamíferos. De ellas, están en peligro de extinción el jaguar, el oso hormiguero, el tigrillo, el puercoespín mexicano, el ocelote y el mono aullador.
Además también se menciona el riesgo para pequeñas especies como las hormigas y escarabajos, así como diversos animales acuáticos, entre ellos la dama blanca ciega.
Cuatro manifestaciones de impacto ambiental detallan a distintos niveles la composición biótica de los tramos. Mientras que en un solo documento se describe el plan y la fauna de los tramos 1, 2 y 3; el tramo 5 tiene dos documentos, para la parte norte y otro para la parte sur; y el tramo 6 y el tramo 7 cuentan con un documento cada uno.
Las aves constituyen el grupo con más especies en riesgo, especialmente en los tramos 6 y 7, llegando hasta 103 especies con algún grado de conservación en el tramo 7, y 61 en el tramo 6.
“Es un proyecto que no tiene ninguna planeación, que no tiene ningún análisis verdadero de los impactos ambientales y sociales que va a generar, y que solo se está haciendo muy rápido por cumplir… va a ser muy devastador en el corto, mediano y largo plazo”, dijo en entrevista Viridiana Lázaro, activista en Greenpeace México.
Los pasos de fauna también son conocidos como ecoductos o puentes verdes y, como su nombre lo indica, son estructuras que se construyen sobre o debajo de vías de comunicación para permitir el movimiento de animales de un lado a otro. Estos pueden ser puentes o caminos subterráneos, que pasen por ejemplo sobre carreteras, autopistas o vías férreas.
Estas estructuras son necesarias para que haya un intercambio de animales entre los dos lados de la vía para poder mantener la salud del ecosistema.
Hipólito Mendoza, especialista en Ciencias en Producción Animal Tropical e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, explicó a Animal Político que la razón principal por la que se necesita habilitar estos pasos es mantener el intercambio genético entre las especies.
La reserva de la biosfera de Calakmul con las reservas de Balamkú y Balamkin, por donde pasa el tren en el tramo de Escárcega a Xpujil y Bacalar, son consideradas unas de las áreas más valiosas en cuanto a biodiversidad del mundo, ya que representan un millón de hectáreas en conjunto. Son hogar de 358 especies de aves, 75 de reptiles, 18 de anfibios, 31 de peces, 380 de mariposas y 86 de mamíferos.
Si las poblaciones quedan aisladas de un lugar a otro, aumenta la posibilidad de endogamia– es decir la reproducción entre individuos de una misma familia– que propicia desórdenes genéticos y el desarrollo de enfermedades, por lo que se debilita la especie.
Este tipo de estructuras son usadas en todo el mundo cuando se trata de nuevos desarrollos de vías de comunicación, no son una novedad o algo exclusivo para México. Algunos ejemplos en otros países son el Ecoducto de Misiones en Argentina, el Ecoducto de Woeste Hoeve en Holanda, y el puente Eco Link en Singapur para cuidar al pangolín de Sunda.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional (MIA-R) para el tramo 6, se tomaron como referencia los pasos de fauna de las carreteras Trans-Canada en Banff, Canadá, las Interestatal 75 de Florida, US Montana 93, Interestatal 90 de Washington, US 93 Arizona, en Estados Unidos, y la A-52 Zamora en España.
De esta manera determinaron que establecerán un paso por kilómetro para grandes mamíferos y un paso cada 500 metros para pequeños vertebrados en el tramo 6.
Estos puentes han ayudado a la conservación de muchas especies endémicas de sus regiones, sin embargo, los pasos de fauna no funcionan instantáneamente.
Aunque se establezcan, explicó Mendoza, necesita pasar tiempo para que sean útiles.
Una vez que se construyan los pasos del tren Maya, “los animales mismos tendrán que descubrirlo y después utilizarlo”, declaró.
“Estudios que se han realizado indican que el paso de fauna no es inmediato y es porque el animal no está acostumbrado a ese paso, pero una vez que lo descubre, entra en sus ciclos naturales y se va a buscar por feromonas. Así va a encontrar los caminos”.
Activistas medioambientales están preocupados por muchos factores dentro de la construcción, como los daños a la laguna de Bacalar y el hecho de que la Manifestación de Impacto Ambiental del tramo 5 fue publicada sin los estudios necesarios. Pero otro de los temas que les preocupa, debido a la falta de estudios, es cómo se trabajará la conservación de la fauna y establecer puentes ecológicos.
Viridiana Lázaro, activista en Greenpeace México, contó que han analizado el impacto de los tramos 5, 6 y 7, y su mayor preocupación es que pasan por áreas naturales protegidas, como la reserva de la Biosfera de Calakmul y la zona de Balamkú, con muchas especies endémicas, es decir aquellas que sólo habitan en un lugar de la Tierra. Entre ellas está el jaguar, pero también el tapir, el loro yucateco y el ocelote.
La activista explicó que las organizaciones medioambientales han encontrado que sólo en Calakmul hay 20 especies en peligro de extinción, 59 amenazadas, y 91 sujetas a protección especial. Esto acorde al registro de la NOM-059, la norma establecida para identificar y proteger las especies silvestres que están en riesgo.
En Balamkú se calcula que existen 109 especies de árboles y 383 especies de animales vertebrados terrestres, de los cuales el 26% se encuentran en estado especial de protección.
Viridiana Lázaro señaló que hay deficiencias en la planeación y el análisis del gobierno para saber dónde colocar aquellos pasos de fauna que son necesarios.
De acuerdo con ella, no se trata sólo de tener pasos de fauna adecuados, sino de evitar emisiones nocivas para los animales, y también de integrar a las comunidades locales al proyecto, pues son ellas quienes hacen una gran labor de conservación. Destacó que al no tomar en cuenta las opiniones de las comunidades locales se pone en riesgo el patrimonio natural.
Viridiana y Greenpeace han trabajado con muchos activistas locales, pertenecientes a comunidades indígenas de la región, y con el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, para exigir una mejor planeación en cuanto a la conservación de la fauna.
“Las comunidades no han sido escuchadas en todo este proceso. Entonces, no se les ha tomado en cuenta. La consulta que se realizó fue de manera muy improvisada”.
Un ejemplo es el rol de los apicultores, quienes ayudan a preservar a las abejas, que se encuentran en situación de alerta pues sus poblaciones han disminuído a nivel mundial, –como indican múltiples especialistas, entre ellos el entomólogo Reed Johnson de la Universidad de Ohio, –y son esenciales para el desarrollo de la flora.
Hipólito Mendoza, uno de los especialistas que ha acudido a la zona de las construcciones, considera en tanto que los planes que le han compartido van por buen camino.
Aunque consideró que la conservación de la selva maya debería de tratarse de un esfuerzo integral.
“Hasta ahora lo que he visto me parece que es correcto, pero eso no quiere decir que no se pueda mejorar”, dijo Mendoza.
Con esto se refiere a que no sólamente se deberían de enfocar en los pasos de fauna del tren, sino hacer un esfuerzo colectivo por mejorar también los caminos para los animales en la carretera de Escárcega a Xpujil y Chetumal.
En una entrevista anterior con este medio, declaró que esta carretera supuso un impacto medioambiental significativo, y que se debería de aprovechar el desarrollo de la obra del tren para mejorar también los caminos de los animales.
Pues las emisiones de los vehículos y la naturaleza del camino suponen grandes riesgos para ellos.
Glas fue condenado por malversación de fondos públicos durante el proceso de reconstrucción de las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió la costa ecuatoriana en abril de 2016.
Un tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador condenó este lunes a 13 años de cárcel e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos al exvicepresidente Jorge Glas por malversación de fondos públicos.
Glas malversó dichos fondos durante el proceso de reconstrucción de las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7.8 que sacudió la costa ecuatoriana en abril de 2016 y dejó cientos de víctimas fatales.
Junto a Glas, también recibió los mismos años de prisión Carlos Bernal, exsecretario técnico del Comité de Reconstrucción de Manabí, creado con el objetivo de implementar las obras de mayor urgencia para socorrer a la población duramente golpeada por el sismo.
La sentencia judicial determinó que Glas y Bernal utilizaron sus cargos como presidente y secretario del comité para “abusar de dineros públicos” que debían utilizarse para atender a las víctimas en el caso denominado Reconstrucción de Manabí.
La jueza Mercedes Caicedo, quien leyó la sentencia, indicó que los recursos recaudados de los ecuatorianos —a través de impuestos y contribuciones— para la reconstrucción, se destinaron a la creación de “construcciones inservibles, inutilizadas e innecesarias bajo el nulo respeto a la Ley de Solidaridad, pero sobre todo, bajo el nulo respeto a las víctimas del terremoto”.
Bajo el cargo de peculado, la justicia determinó que Glas y Bernal priorizaron proyectos de obras que no eran prioritarias ni estaban relacionadas con las labores de reconstrucción, y que no se atendieron los requerimientos urgentes de los afectados, generando un perjuicio al Estado de más de US$225 millones.
Glas está actualmente en una prisión de máxima seguridad cumpliendo condenas previas de seis y ocho años de cárcel en otros dos casos de corrupción, en uno de los cuales también fue condenado el expresidente Rafael Correa (2007-2017), quien se encuentra en Bélgica en calidad de asilado político y prófugo de la justicia ecuatoriana.
Durante el juicio, tanto Glas como otros procesados negaron las acusaciones.
El exvicepresidente afirmó ante el tribunal no haber manejado fondos ni haberse beneficiado personalmente y se declaró inocente.
Glas fue separado del cargo de vicepresidente al inicio de la gestión de Lenín Moreno, acusado de corrupción en el caso Odebrecht por la justicia ecuatoriana en enero del 2018.
La captura de Glas en abril de 2024 provocó un conflicto diplomático entre Ecuador y México.
El quiebre se produjo luego que Glas solicitara asilo en la embajada mexicana en Quito y un grupo de policías ecuatorianos irrumpiera en la sede diplomática para capturarlo.
Tras el asalto, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador.
“Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”, aseguró el mandatario.
El embajador encargado de México en Ecuador, Roberto Canseco, se hallaba en la sede diplomática cuando comenzó el operativo policial y confrontó a los agentes.
“A riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país”, le dijo a la prensa.
El gobierno ecuatoriano liderado por Daniel Noboa acusó a la embajada mexicana de haber “abusado de las inmunidades y privilegios”, y denunció que el asilo diplomático concedido a Glas era “contrario al marco jurídico convencional”.
“Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad“, señaló en un comunicado.
El operativo en la embajada mexicana en Quito provocó una amplia reacción de rechazo por parte de los gobiernos de América Latina y de organizaciones internacionales por considerarlo una violación de los instrumentos internacionales que regulan las relaciones diplomáticas y el derecho al asilo.
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