Home
>
Sabueso
>
Te Explico
>
Haber de retiro y aguinaldo, beneficios que recibirán los ministros de la Corte tras su renuncia
Haber de retiro y aguinaldo, beneficios que recibirán los ministros de la Corte tras su renuncia
Crédito: Cuartoscuro
4 minutos de lectura

Haber de retiro y aguinaldo, beneficios que recibirán los ministros de la Corte tras su renuncia

Ocho de los 11 ministros de la Suprema Corte presentaron su renuncia, con lo que la mayoría de ellos garantizó recibir un haber de retiro tras dejar su cargo.
04 de noviembre, 2024
Por: Luis Fernando Lozano
@ 

Tras presentar su renuncia a participar en la elección de 2025, siete ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) garantizaron que recibirán su haber de retiro, un pago similar a una pensión tras cumplir con su encargo, mismo que desde el gobierno de Morena se eliminó con la reforma al Poder Judicial.

Sin embargo, la reforma publicada el pasado 15 de septiembre señaló que si los ministros en funciones renunciaban a su puesto antes del pasado 31 de octubre, garantizaban recibir este derecho.

La presidenta Claudia Sheinbaum advirtió en su conferencia del 29 de octubre pasado que los ministros presentarían su renuncia para mantener el pago por el haber de retiro. 

“Si no presentan ahora su renuncia, entonces ya no tendrían los haberes de retiro. Haberes de retiro es todo lo que se llevan los ministros y ministras cuando se retiran de la Corte, que es un montón de dinero”, afirmó la presidenta.

Pero ¿a cuánto asciende este monto? ¿Y cuánto le corresponde a cada ministro? En El Sabueso revisamos la reglamentación sobre este pago y te presentamos cómo se calcula ese pago y las condiciones que hay para recibirlo.

Cabe aclarar que según la reforma, el ministro Luis María Aguilar Morales, quien termina su encargo el próximo 30 de noviembre, no tiene derecho a este haber de retiro. Sin embargo, no ha informado si promoverá algún recurso para exigir esos derechos.

¿Qué es el haber de retiro?

El haber de retiro es un pago vitalicio que reciben mensualmente las ministras y ministros de la Suprema Corte en retiro. Dicho pago estaba contemplado en la Constitución antes de la Reforma al Poder Judicial, y se mantiene en el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la cual está pendiente de reformarse.

Este corresponde al pago de una especie de pensión equivalente al ingreso mensual que corresponde a las ministras o ministros en activo.

Según ha explicado la Suprema Corte en solicitudes de transparencia, este monto contempla el salario mensual de los ministros según el manual de remuneraciones del Poder Judicial de la Federación, mismo que se actualiza cada año.

Para 2024 dicho monto es de 206 mil 948 pesos mensuales. Pero, ese monto cambia cada año según se actualice el manual de remuneraciones. Y de acuerdo con la reforma constitucional en materia de austeridad, en los años posteriores a la elección del Poder Judicial no podrá ser superior al ingreso mensual de la presidenta de la República.

¿Todos los ministros en retiro reciben la misma cantidad?

No. De acuerdo con la Ley, el haber de retiro se paga al 100% sólo los primeros dos años. Después de ese periodo, se reduce al 80% del monto correspondiente a cada ministro.

Además, si la ministra o el ministro al momento de su retiro no cumplió con el periodo de 15 años para el que fue electo, el haber se pagará de forma proporcional al tiempo que desempeñó su cargo. Es decir, que si sólo estuvo 7.5 años, se le pagará el 50% del monto correspondiente.

Para el próximo 31 de agosto de 2025, sólo el ministro Pardo Rebolledo, nombrado en febrero de 2011, estará cerca de completar el periodo de 15 años para el que fue electo, con el 97% del tiempo de su encargo. 

Mientras que los ministros Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena habrán cumplido con el 85% de su encargo.

Por otro lado, la ministra presidenta Norma Piña y el ministro Javier Laynez culminarán con el 64.8% de su encargo.

Los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá, nombrado en diciembre de 2018, y Ana Margarita Ríos Farjat, designada en diciembre de 2019 terminarán su encargo con menos de la mitad del tiempo transcurrido. 

Es decir, que los ministros que sí acepten el haber de retiro recibirán durante los primeros dos años el monto proporcional al tiempo que ocuparon el cargo. Mientras que a los dos años, su haber de retiro será del 80% del monto recibido inicialmente.

¿Qué otras prestaciones contempla?

De acuerdo con una respuesta a una solicitud de información por transparencia, además del “haber de retiro”, las ministras y ministros reciben durante los dos primeros años otras prestaciones como aguinaldo, prima vacacional y pago por riesgo. Después de ese tiempo, sólo reciben la prestación de aguinaldo, el cual se paga anualmente. 

Hasta antes de la reforma, dichos beneficios se pagaban a 10 exministras y ministros, incluidos el expresidente de la SCJN Arturo Zaldívar, quien es colaborador del gobierno de Claudia Sheinbaum e integrará el comité de evaluación de perfiles para contender por una candidatura en la elección del Poder Judicial en junio de 2025.

Igualmente recibe este pago la exministra Olga Sánchez Cordero, y los exministros Mariano Azuela, Juan Silva Meza, Margarita Luna Ramos, Genaro Góngora, Guillermo Ortiz Mayagoitia, José Ramón Cossío, Fernando Franco González Salas y Eduardo Medina Mora.

Además, la Corte informó que se mantiene el pago de seguro de gastos médicos mayores, el cual reconoció en la misma solicitud de información, que se paga a las 10 ministras y ministros en retiro.

De acuerdo con datos de la Suprema Corte hasta 2019, el pago de póliza de seguros representó 77.7 millones de pesos para dar cobertura a 3 mil 999 trabajadores. Es decir, un costo promedio de 22 mil 863 pesos anuales por cada trabajador con seguro de gastos médicos mayores, incluidos las y los ministros.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
haber de retiro
Ministros
reforma judicial
Suprema Corte
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
“¿Te imaginas lo que he sentido viendo a mis 6 hijos morir?”: la desnutrición infantil que devasta a Afganistán
8 minutos de lectura

La desnutrición aguda, que ha causado estragos en Afganistán durante décadas, ha alcanzado un nivel sin precedentes.

23 de octubre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

“Esto es como el fin del mundo para mí. Siento tanto dolor. ¿Te imaginas por lo que he pasado viendo a mis hijos morir?”, dice Amina.

Ha perdido seis hijos. Ninguno de ellos vivió más allá de los tres años y ahora otra está luchando por sobrevivir.

Bibi Hajira tiene siete meses pero es del tamaño de una recién nacida. Sufre de una severa desnutrición aguda, y ocupa la mitad de una cama en el pabellón del hospital regional en Jalalabad, en la provincia oriental de Nangarhar, Afganistán.

“Mis hijos están muriendo de pobreza. Todo lo que les puedo dar de comer es pan seco y agua que caliento poniéndola al sol”, cuenta Amina, casi gritando de angustia.

Lo que es más devastador es que su historia no es para nada la única, y que muchas más vidas podrían salvarse con un tratamiento oportuno.

Hospital
BBC/Imogen Anderson
El hospital, donde rondaba un silencio fantasmal, alojaba 18 niños en siete camas.

Bibi Hajira es una de 3,2 millones de menores que sufren de desnutrición aguda, que está causando estragos en el país. Es una condición que ha asolado Afganistán durante décadas, instigada por 40 años de guerra, pobreza extrema y una multitud de factores en estos años que el Talibán tomó control.

Pero la situación ha llegado a un abismo sin precedentes.

Demasiado débiles para moverse

Es difícil imaginar lo que 3,2 millones significan, así que las historias de apenas un pequeño cuarto de hospital pueden servir para entender este desastre en desarrollo.

Hay 18 menores en siete camas. No es un aumento temporal, es como es todos los días. No hay llantos ni balbuceos, el silencio enervante en el cuarto solo se rompe con el agudo pitido del monitor de pulso cardíaco.

La mayoría de los niños no están sedados ni tienen máscaras de oxígeno. Están despiertos pero demasiado débiles para moverse o emitir un sonido.

Sana, de tres años, que viste una túnica púrpura y se cubre la cara con su pequeñísimo brazo, comparte la cama con Bibi Hajira. Su madre murió dando a luz a su hermanita hace unos meses, así que su tía Laila cuida de ella. Laila me toca el brazo y levanta siete dedos; uno por cada hijo que ha perdido.

En la cama vecina está Ilham, de tres años, diminuto para su edad, con la piel descascarándose de sus brazos, piernas y cara. Hace tres años, su hermana murió a la edad de dos.

Es demasiado penoso el solo echarle una mirada a Asma, que tiene un año. Tiene unos hermosos ojos castaños y largas pestañas, pero están abiertos de par en par, casi sin parpadear, respirando con dificultad en una máscara de oxígeno que cubre casi toda su pequeña cara.

La bebita Asma
BBC/Imogen Anderson
El cuerpo de la bebita Asma había entrado en shock séptico. Murió poco después.

El doctor Sikandar Ghani, que la observa, sacude la cabeza. “No creo que vaya a sobrevivir”, vaticina. El cuerpito de Asma ha entrado en shock séptico.

A pesar de las circunstancias, hasta ese momento, había estoicismo en el cuarto; las enfermeras y las madres haciendo su trabajo, alimentando a los niños, consolándolos. Todo se detiene, una mirada descompuesta se fija en muchas caras.

Nasiba, la madre de Asma, está llorando. Levanta su velo y se agacha para besar a su hija.

“Siento como si la carne se me estuviera derritiendo. No puedo soportar verla sufrir así”, gime. Nasiba ya ha perdido tres hijos. “Mi esposo es un jornalero. Cuando le dan trabajo, comemos”.

El doctor Ghani nos cuenta que Asma podría sufrir un ataque cardíaco en cualquier momento. Salimos del cuarto. Menos de una hora más tarde, ha muerto.

Caída de la financiación internacional

700 niños han muerto en los últimos seis meses en este hospital, más de tres por día, nos informó el departamento de Salud Pública del Talibán en Nangarhar. Una cifra abrumadora, pero habría muchas más muertes si esta instalación no se mantuviera funcionando con el financiamiento del Banco Mundial y UNICEF.

Hasta agosto de 2021, los fondos internacionales que se entregaban directamente al gobierno anterior financiaban casi todo el cuidado de salud pública en Afganistán.

Cuando el Talibán retomó el control, el dinero dejó de entrar debido a las sanciones internacionales que les impusieron. Eso desató el colapso del sistema sanitario. Las agencias de socorro actuaron para proveer lo que se suponía que era una respuesta temporal de emergencia.

Dr Sikandar Ghani
BBC/Imogen Anderson
El doctor Ghani se pregunta cúanto más podrá Afganistán soportar la situación.

Siempre ha sido una solución insostenible y, ahora, en un mundo distraído por tantas otras cosas, los fondos para Afganistán se han encogido. De la misma manera, las políticas del gobierno del Talibán, específicamente sus restricciones contra las mujeres, significan que los donantes están renuentes de dar financiación.

“Heredamos un problema de pobreza y desnutrición, que se ha vuelto peor por los desastres naturales como las inundaciones y el cambio climático. La comunidad internacional debería incrementar la ayuda humanitaria, no deberían vincularla a los asuntos políticos e internos”, nos comentó Hamdullah Fitrat, el vocero encargado del gobierno talibán.

En los últimos tres años hemos ido a más de una decena de centros de salud en el país y hemos visto un rápido deterioro de la situación. Durante cada una de nuestras recientes visitas a hospitales, hemos visto niños muriendo.

Pero también hemos visto evidencia de que el tratamiento adecuado puede salvarlos. Bibi Hajira, que estaba en un estado frágil cuando llegó al hospital, se encuentra mucho mejor ahora y ha sido dada de alta, nos confirmó el doctor Ghani por teléfono.

“Si tuviéramos más medicamentos, instalaciones y personal, podríamos salvar a más niños. Nuestro personal está fuertemente comprometido. Trabajamos incansablemente y estamos listos a dar más”, aseguró.

“Yo también tengo hijos. Cuando un niño muere, también sufrimos. Entiendo lo que debe estar pasando en los corazones de los padres”.

Un niño tras otro

La desnutrición no es la única causa del auge en la mortalidad. Otras enfermedades prevenibles y curables también están matando a los niños.

En la unidad de cuidados intensivos, al lado del pabellón de desnutrición, Umrah, de seis meses, está luchando contra una pulmonía severa. Llora intensamente a medida que una enfermera le inyecta un suero intravenoso en el cuerpo. Nasreen, la madre de Umrah, está sentada a su lado, con lágrimas rodándole por la cara.

“Cómo quisiera morir en lugar de ella. Tengo tanto miedo”, dice. Dos días después de que visitamos el hospital, Umrah murió.

Estas son las historias de aquellos que pudieron llegar a un hospital. Innumerables otros no pueden. Sólo uno de cada cinco niños que requieren tratamiento hospitalario pueden recibirlo en el hospital de Jalalabad.

La presión sobre el centro es tan intensa que casi inmediatamente después de que Asma muriera, una pequeñita bebé de tres meses, Aaliya, fue trasladada a la mitad de la cama que Asma había dejado vacía.

Nadie en el cuarto tuvo tiempo de procesar lo que había pasado. Había otra menor seriamente enferma que había que tratar.

Umrah y su madre
BBC/Imogen Anderson
La bebé Umrah, aquí con su madre Nasreen, murió dos días después.

El hospital de Jalalabad sirve a la población de cinco provincias, que el gobierno del Talibán estima en unos cinco millones de personas. Y ahora la presión ha aumentado. La mayoría de los más de 700.000 refugiados afganos que fueron forzosamente deportados por Pakistán desde finales del año pasado permanecen en Nangarhar.

En las comunidades que rodean el hospital, encontramos evidencia de otra estadística alarmante divulgada esta año por la ONU: que 45% de los niños menores de 5 años en Afganistán tienen retraso en el crecimiento; son más pequeños de lo que deberían ser.

Mohammed, el hijo de Robina de 2 años, no puede pararse solo todavía y mide mucho menos de los que le corresponde.

Robina y Mohammed
BBC/Imogen Anderson
Robina teme que Mohammed nunca podrá ser capaz de caminar.

“El doctor me dice que si recibe tratamiento durante los próximos tres a seis meses, estará bien. Pero ni siquiera podemos comprar comida. ¿Cómo vamos a pagar el tratamiento?”, se pregunta Robina.

Ella y su familia tuvieron que irse de Pakistán el años pasado y ahora viven en un asentamiento seco y polvoriento en el área de Sheikh Misri, a poca distancia en auto de Jalalabad por enlodados caminos.

“Temo que se vuelva discapacitado y nunca sea capaz de caminar”, indica Robina.

“En Pakistán, también tuvimos una vida difícil. Pero había trabajo. Aquí mi esposo, un jornalero, escasamente consigue empleo. Lo hubiéramos podido llevar a tratamiento si todavía siguiéramos en Pakistán”.

La aldea de Sheikh Misri
BBC/Imogen Anderson
Las casas en el área de Sheikh Misri están hechas principalmente de barro y ladrillo.

UNICEF afirma que el retraso en el crecimiento puede causar severos daños físicos y cognitivos irreversibles, cuyos efectos pueden durar toda la vida y hasta afectar la siguiente generación.

“Afganistán ya está enfrentando problemas económicos. Si amplias secciones de nuestra futura generación está física o mentalmente discapacitada, ¿cómo podrá ayudarles nuestra sociedad?, cuestiona el doctor Ghani.

Mohammad puede ser salvado de sufrir daños permanentes si recibe tratamiento antes de que sea demasiado tarde.

Pero los programas comunitarios de nutrición administrados por las agencias de socorro en Afganistán han sufrido los recortes más dramáticos, muchos de ellos han recibido apenas una cuarta parte de la asistencia necesaria.

Sardar Gul con Umar y Mujib
BBC/Imogen Anderson
Sardar Gul dice que los paquetes de comida realmente han ayudad a su hijo menor Mujib (sentado en su regazo).

En cada calle de Sheikh Misri nos encontramos con familias con niños desnutridos o con retraso de crecimiento.

Sardar Gul tiene dos hijos desnutridos: Umar de 3 años y Mujib de 8 meses, un niño pequeños con ojos brillantes que carga en su regazo.

“Hace un mes, el peso de Mujib se redujo a menos de tres kilos. Una vez que pudimos registrarlo con una agencia de socorro, empezamos a recibir paquetes de comida. Eso verdaderamente lo ha ayudado”, afirma Sardar Gul.

Mujib ahora pesa seis kilos, todavía un par de kilos por debajo del peso normal, pero significativamente mejor.

Es evidencia que la intervención oportuna puede salvar a los niños de la muerte y la discapacidad.

*Con información adicional de Imogen Anderson y Sanjay Ganguly

Línea
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
haber de retiro
Ministros
reforma judicial
Suprema Corte
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...