Morena impulsa que se elimine al Instituto Nacional de Transparencia (INAI) y está a un paso de lograrlo con la votación que se dará en el Senado. Sin embargo, en el pasado legisladores de ese partido e incluso la presidenta Claudia Sheinbaum defendieron la labor de organismos autónomos a favor de la transparencia, e incluso presumieron reconocimientos que les otorgó ese Instituto.
Para la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2012, la ahora mandataria federal Claudia Sheinbaum colaboró en la elaboración del documento “Proyecto Alternativo de Nación”, donde se mencionó como objetivo “darle autonomía constitucional” al Instituto Federal de Acceso a la Información, antecedente de lo que ahora es el INAI.
En ese documento se planteó que “los órganos de control y fiscalización deben ser realmente autónomos y con atribuciones suficientes”, aunque ahora Morena acusa que los órganos autónomos son un gasto innecesario, y en su reforma plantean que sus funciones se integren al propio gobierno.
Además de Sheinbaum, en la elaboración de dicho proyecto en 2012 participaron Jesús Ramírez Cuevas, actual coordinador de asesores de la presidencia, y Rogelio Ramirez de la O, actual secretario de Hacienda.
Otro documento que respaldó Sheinbaum, el Proyecto Alternativo de Nación registrado por Morena para el periodo de 2018 a 2024, estableció el compromiso de “respetar la separación de poderes y la autonomía de los organismos autónomos del Estado”.
Ya como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en 2021, Sheinbaum destacó la importancia del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, como organismo autónomo.
“Hemos buscado desde el Gobierno mostrar siempre toda la información, estar abiertos y fundamentar nuestra rendición de cuentas. Pero, también, es importante que haya una institución autónoma que no los esté recordando todos los días”, dijo Sheinbaum el 15 de abril de aquel año.
En otro mensaje, en el mismo año, al referirse a los magistrados del Poder Judicial de la Ciudad de México, Sheinbaum consideró que “los poderes autónomos de gobierno son tan indispensables como la coordinación entre ellos para dar beneficios a la sociedad”.
Años después, como aspirante a la presidencia, Sheinbaum presumió en un spot un reconocimiento que le hizo el INAI a su gobierno en la Ciudad de México, aunque ahora ha insistido en acusar de corrupción a dicho instituto.
En el caso del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, apenas en 2023 calificó como “indispensable” y “clave” la labor del INAI, como órgano del Estado “importante para la transparencia y para la rendición de cuentas”.
“Debemos recordar que el INAI es resultado de movimientos sociales que buscan garantizar el derecho a saber, y que el Estado mexicano no pueda reservar información de interés público sin justificación legal”, publicó en un artículo, cuando hubo un veto presidencial respecto a la designación de nuevas y nuevos consejeros para el Instituto.
“Al fortalecer al INAI también se robustecen la transparencia, la rendición de cuentas y la credibilidad de la población en sus instituciones y en el Estado de derecho”, agregó entonces.
Meses después, Monreal celebró que avanzara en la Cámara de Diputados la eliminación de 7 organismos autónomos, incluyendo al INAI, e incluso desinformó diciendo que así se ahorrarían 15 mil millones de pesos.
Otro legislador morenista, el senador Javier Corral, criticó en el pasado los ataques hacia el IFAI, antecedente del INAI. “Los números avalan al IFAI y la contundencia de sus resoluciones para abrir y transparentar el ejercicio público en México son su mejor defensa”, publicó en febrero de 2013.
En abril de 2023, Corral reprobó la propuesta del entonces presidente del Senado, Alejandro Armenta, de abrogar la ley de transparencia y acceso a la información pública gubernamental y eliminar al INAI, para que la Secretaría de la Función Pública absorbiera sus funciones. Que es lo que ahora aprobaron los diputados, con mayoría morenista.
“Además de notoriamente inconstitucional, el planteamiento pretende echar por la borda, la larga lucha por el derecho a la información, garantía del derecho a saber y uno de los más poderosos instrumentos legales que la sociedad mexicana tiene para hacer efectiva la rendición de cuentas y combatir la corrupción y la impunidad”, señaló Corral.
Hasta ahora Corral no ha emitido un posicionamiento sobre cuál sería su voto en el Senado, sobre la iniciativa para eliminar 7 organismos autónomos.
Aún como priista, antes de anunciar su paso a Morena, la entonces diputada Cynthia López Castro consideró “inaudito” que el partido guinda y sus aliados quisieran desaparecer a los organismos autónomos.
“Cómo se atreven a pedir que desaparezca el INAI, ya no va a haber transparencia, ya no vamos a poder solicitar que nos rindan cuentas”, reclamó López Castro a Morena en la sesión del 23 de agosto pasado. “Es un atentado a la democracia, y estamos a punto de ser Venezuela”, dijo en otro punto de la sesión.
Hasta ahora López Castro no ha mencionado cómo votará el tema en el Senado, ya en la bancada morenista.
Escaparon en un viaje tan sorprendente como aterrador rumbo a Australia. Eran 19 jóvenes que lo dieron todo por tener una vida mejor.
La exjugadora de cricket australiana Mel Jones fue una de las tres mujeres que organizaron y financiaron el plan para que el equipo femenino de cricket de Afganistán huyera de su país en 2021 tras el regreso al poder del Talibán.
Entre las 19 jugadoras que hicieron el aterrador viaje a Australia estaba Firooza Amiri, quien temblaba de miedo cada vez que su familia era detenida en el auto en el que viajaba.
Ocho eran los puestos de control por los que tuvieron que pasar para abandonar su país de origen.
Hasta el día de hoy, Amiri no puede comprender cómo se creyeron sus excusas de que iban a asistir a una “boda familiar” y a “llevar a su madre a recibir atención médica en Pakistán”.
“Fue el mayor milagro de mi vida”, le dijo a la BBC.
Tres años y medio después, ella y su equipo pisaron el campo de juego en el Junction Oval, en Melbourne, para representar al equipo femenino de Afganistán que jugaba su primer partido.
Otro capítulo en su notable historia acababa de comenzar.
Entre quienes observaban emocionados estaba Jones, quien se encargó de conseguir visas humanitarias de emergencia, dinero y un pasaje seguro para las jugadoras y sus familias.
Teniendo en cuenta los peligrosos viajes que habían hecho, este iba a ser un día de alegría abrumadora para las jugadoras que finalmente volvían a competir en el deporte que aman.
Pero la insignia especialmente diseñada en sus uniformes, en lugar de un escudo oficial, era un gran recordatorio de que su lucha por jugar está lejos de terminar, mientras el Consejo Internacional de Cricket (ICC, por sus siglas en inglés) no las reconozca como una selección nacional.
En un nuevo documental, “El equipo olvidado de cricket”, la BBC analiza la historia del equipo hablando con las jugadoras y aquellos que desempeñaron un papel crucial en su salida de Afganistán.
Amiri estaba tomando té en casa con su abuela en agosto de 2021 cuando se enteró de que el Talibán había regresado.
“En ese momento me quedé en shock y sentí que lo perdería todo”, dijo con lágrimas en los ojos, agregando que supo de inmediato que el equipo tendría que abandonar el país.
“Mis padres vivieron la primera vez que el Talibán estuvo en Afganistán y sabían lo que les pasaría a las niñas”.
“No sabía si iba a sobrevivir. No sabía si habría una oportunidad para mí y mi familia de salir de Afganistán, no sabía si íbamos a vivir o morir”.
“Lo quemé todo, todos mis certificados, todas mis medallas. No queda nada”.
Según las leyes del Talibán, las mujeres tienen prohibido el acceso a las universidades, el deporte y los parques. También está prohibido que sus voces se escuchen fuera de sus hogares.
La compañera de equipo de Amiri, Nahida Sapan, recordó cómo llegaron a su casa buscándola.
“Mi hermano salió y uno de los miembros del Talibán le preguntó: ‘¿Sabes de una chica de cricket? Creemos que vive aquí’. Mi hermano estaba muy asustado. Yo tenía un libro de resultados de todas mis compañeras de equipo, así que me fui a casa, rompí todos los papeles y los tiré a la basura”.
Sapan, cuyo hermano trabajaba para el gobierno anterior, dijo que su familia comenzó a recibir llamadas y mensajes.
“Eran amenazas directas. Decían: ‘Las vamos a encontrar y, si las encontramos, no las dejaremos vivir. Si encontramos a alguna de ustedes, las encontraremos a todas'”.
“Estaba muy preocupada por todas las chicas del equipo. Todas necesitábamos un lugar seguro”.
Ese lugar seguro iba a venir de una fuente inesperada al otro lado del mundo.
A miles de kilómetros de distancia, Mel Jones se encontraba en cuarentena en un hotel australiano durante la pandemia de covid-19, cuando recibió un mensaje de un periodista indio que le preguntaba si había oído hablar de la situación del equipo de cricket afgano.
Las jugadoras habían pedido ayuda a la Junta de Cricket de Afganistán (ACB, por sus siglas en inglés) después de que el Talibán tomara el poder, pero no recibieron ninguna.
Estaban aterrorizadas bajo el gobierno del grupo islamista.
El periodista puso a Jones en contacto con una de las jugadoras y ella le preguntó si había algo que pudiera hacer para ayudarlas. La jugadora respondió que todas sus compañeras de equipo y el personal de apoyo debían salir de Afganistán.
Jones, quien ganó dos Copas del Mundo con Australia, revisó sus contactos y trajo a varios voluntarios a bordo, incluida su amiga Emma Staples, quien solía trabajar para Cricket Victoria, y Catherine Ordway, quien había ayudado a evacuar a las futbolistas afganas.
Creando una red de personas que podían ayudar, incluso sobre el terreno en Afganistán, organizaron visas y transporte para finalmente sacar a 120 personas del país, principalmente a Pakistán, y luego en vuelos militares a Dubái. Desde allí volaron a Melbourne y Canberra en vuelos comerciales financiados por el gobierno australiano.
“No creo que comprendiera la enormidad de lo que estábamos haciendo en ese momento”, dijo Staples. “Nos dijeron que tal vez no podríamos salvar a todos”.
“Para mí, fue como coordinar un servicio de inmigración clandestino. Tuve que completar los documentos de las visas e intentar transferir dinero a Afganistán para que las chicas compraran pasaportes”.
“Fueron seis semanas de recopilación de información de los miembros de las familias de las jugadoras, tratando de obtener identificaciones, pero solo teníamos esta hoja de cálculo con los detalles de todos”.
La comunicación con las jugadoras fue “realmente desafiante”, pero “nada que Google Translate no pudiera solucionar”, según contó Staples.
“Todo pasó tan rápido para ellas que no creo que tuvieran tiempo de pensar en lo que tuvieron que dejar atrás. No tengo dudas de que algunas de ellas están pasando por la culpa del sobreviviente”.
Jones, de 52 años, quien ahora trabaja como locutora de cricket, dijo que hubo momentos en los que no estaba claro si la misión tendría éxito. Las cosas sucedían minuto a minuto”, dijo.
“Sin sonar frívola, hubo momentos en los que parecía que estabas en una película de Jason Bourne”, contó, recordando que intentaba comentar en televisión mientras enviaba mensajes a una jugadora afgana que trataba de encontrar el auto correcto que la llevara a un lugar seguro.
“Esa fue la parte que me dio miedo, el asegurarme de que tomaran las decisiones correctas”.
Durante meses después de aterrizar en Australia, las jugadoras mantuvieron en secreto su paradero, mientras vivían en un alojamiento temporal, ya que todavía temían por su seguridad.
Los clubes de cricket locales a los que se unieron también ayudaron a proteger sus identidades.
Esperaron hasta diciembre de 2022 y luego escribieron al ICC para decirles que vivían en Australia y para plantear dos grandes preguntas: ¿qué había pasado con sus contratos con la ACB y qué había pasado con el dinero destinado a la ACB y que debería usarse en su preparación?
También solicitaron que algunos de esos fondos se redirigieran a las jugadoras en Australia.
Después de un mes, el ICC respondió que los contratos eran un asunto de la ACB y que dependía de la junta decidir cómo gastar los fondos que recibe del organismo rector mundial.
Pero como la ACB se negó a tratar con las jugadoras, el equipo se quedó con la sensación de que los organismos rectores del deporte se habían desentendido de ellas.
En junio de 2024, tras la llegada del equipo masculino de Afganistán a las semifinales del Mundial T20, las mujeres aprovecharon el momento para escribir una segunda carta al ICC.
Esta vez pidieron que se les permitiera formar un equipo internacional de refugiadas.
Dicen que nunca han recibido respuesta a esa carta.
“Es tan doloroso y tan decepcionante”, dijo Shabnam Ahsan, quien tenía solo 14 años cuando huyó de su país. “No entiendo por qué ellos [el ICC] no están haciendo nada para ayudarnos. Hemos trabajado muy duro y merecemos ayuda como cualquier otro equipo”.
El ICC le dijo a BBC Sport en un comunicado que “sigue comprometido con la situación en Afganistán, con el bienestar y las oportunidades de los jugadores como nuestra máxima prioridad”.
Su presidente, Jay Shah, añadió: “Estamos comprometidos a apoyar el desarrollo del cricket a través de la Junta de Cricket de Afganistán, al tiempo que reconocemos los desafíos que enfrenta el cricket femenino afgano, incluidas las preocupaciones de las jugadoras que viven en el exilio”.
“El ICC también está revisando ciertas comunicaciones relacionadas con el cricket femenino de Afganistán y explorando cómo se las puede apoyar dentro del marco legal y constitucional del ICC. Nuestro enfoque está en el diálogo constructivo y en soluciones viables que salvaguarden los mejores intereses de todas las jugadoras de cricket afganas”.
El día del partido en Melbourne estuvo lleno de emoción y alegría, pero aún queda una pregunta importante: ¿qué le espera al equipo?
No cuentan con financiación oficial, aunque al día siguiente del partido se puso en marcha un fondo en línea llamado “Pitch Our Future”, que pretende recaudar cerca de US$950.000 para ayudar a asegurar el futuro del equipo.
La Marylebone Cricket Club Foundation de Reino Unido también se ha comprometido a que las jugadoras de Afganistán sean las primeras beneficiarias de su nuevo Fondo Mundial de Cricket para Refugiados.
Las jugadoras aún tienen grandes sueños de jugar algún día en el escenario internacional, pero eso depende de que el ICC colabora con ellas.
Sin embargo, una cosa es segura: en un momento en el que las mujeres de Afganistán sienten que no tienen voz, este equipo no será silenciado.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.