Olivia Núñez, rescatista independiente del embarcadero de Cuemanco, al sur de la Ciudad de México, ha rescatado a más de 5 mil perros y gatos en sus veinte años de servicio, y advierte que hay una sobrepoblación en los albergues de la entidad por el creciente abandono de estos.
Los recursos destinados a la atención animal representan apenas el 1.15% del presupuesto total de la Ciudad de México, de acuerdo al Programa Operativo Anual de la Ciudad de México 2024 (POA).
Y, hasta el día de hoy, no existe una política pública unificada en la ciudad para animales callejeros, reconoce la titular de la Dirección General de la Agencia de Atención Animal (AGATAN), Mariana Mejía.
El nivel de adopción es muy bajo en comparación con la cantidad de animales que se mantienen en los albergues, enfatiza la funcionaria.
Mientras a nivel nacional, el 69.8% de los hogares cuenta con algún tipo de mascotas, de acuerdo a la Encuesta Nacional del Bienestar Autorreportado del INEGI en 2021.
Desde la Comisión de Bienestar Animal del Congreso de la Ciudad de México estiman que hay alrededor de un millón 200 mil perros en situación de calle en la capital, explica el presidente de la comisión, Manuel Talayero.
Sin embargo, sólo existen aproximaciones en la materia.
“Actualmente hay muy pocas estadísticas que reflejen la realidad de animales en situación de calle en México, y el gobierno antes de actuar debe hacer un análisis para implementar medidas efectivas”, advierte Ylenia Márquez Peña, maestra de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sobre lo que sí hay datos es sobre las denuncias por maltrato animal, un problema que persiste. Tan sólo en 2023 se registraron 6 mil 121 en la Ciudad de México, ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT).
Al 26 de noviembre de este año, se han registrado más de 4 mil denuncias, siendo Iztapalapa la alcaldía con más casos, con 738.
Las alcaldías con mayores denuncias por maltrato animal este año son: Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Tlalpan y Coyoacán, detalla el reporte interactivo de la PAOT.
“Muchos de los actos de crueldad hacia los animales vienen de una educación sin respeto por los animales”, lamenta la rescatista independiente, Olivia Núñez.
La Ley de las Alcaldías establece que “cada una de las Alcaldías deberá destinar al menos el 0.1% a proyectos de inversión en Esterilización Obligatoria Masiva y Gratuita de Animales”.
Este año, conforme el POA 2024, las 16 Alcaldías en conjunto han asignado 568.6 millones de pesos al programa presupuestario de servicios de atención animal.
Este programa incluye acciones de atención médica veterinaria, aplicación vacunas y desparasitaciones, jornadas de esterilización y difusión de servicios, pero la mayoría de las alcaldías destinan el mínimo que marca la ley, destinando en conjunto un monto equivalente al 1.15% del presupuesto de la Ciudad.
Aunque las alcaldías también poseen un fondo adicional que podrían destinar para acción animal, desde 2020 ninguna ha utilizado dichos recursos para ello. En su lugar, se han destinado a la rehabilitación de espacios públicos y obras de pavimentación.
La Comisión de Bienestar Animal del Congreso de la CDMX aprobó el pasado 8 de noviembre una opinión favorable para reformar la Ley Orgánica de Alcaldías. El Sabueso entrevistó al presidente de esta Comisión, el diputado Manuel Talayero Pariente, quien nos platicó acerca del contenido de esta iniciativa.
Presentada por el Partido Verde, la iniciativa establece que las alcaldías en la Ciudad de México destinen al menos el 2% de su presupuesto de egresos anual en acciones a favor de la protección y bienestar animal.
El diputado explicó que este aumento de presupuesto estaría destinado a la mejora de la infraestructura de las clínicas veterinarias públicas, al fomento de una cultura de respeto, y la adopción y tenencia responsable mediante programas educativos.
Precisó que el 0.1% seguiría siendo destinado a campañas de esterilización, mientras que también se buscaría invertir en campañas de vacunación.
El aumento que se propone, de acuerdo con el presupuesto autorizado para 2024, implicaría un aumento de 416.5 millones de pesos de lo que actualmente se destina a bienestar animal.
“Lo que nosotros queremos es obligar a las alcaldías para que forzosamente ese 2% lo utilicen para cuestiones de bienestar animal, o sea, no dejarlo al árbitro del alcalde”, aclaró Talayero.
Para Ylenia Márquez, académica de la Facultad de Veterinaria de la UNAM, la educación de tenencia, el cuidado animal y la permanencia del presupuesto es el punto de partida.
“(El gobierno) definitivamente debe coordinar y administrar recursos, es su tarea; pero como sociedad también debemos actuar… Cualquier iniciativa de este tipo no puede pasar en uno, dos y tres años, sino que es una solución que requiere permanencia”, comenta.
Programas multidisciplinarios como campañas de adopción, pláticas de concientización en comunidades y escuelas, y programas educativos animalistas son un punto clave, como lo ha señalado la Revista UNAM.
Después de que la Comisión de Bienestar Animal emitiera una opinión favorable, sigue que las Comisiones Unidas de Alcaldías y Límites Territoriales y de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentaria dictaminen y pasen la iniciativa al Congreso para su discusión.
Se prevé que esto ocurra a partir del siguiente periodo ordinario, es decir, hasta febrero de 2025. Entonces, el aumento de presupuesto podría observarse hasta 2026, según explica el diputado del Partido Verde.
En tanto, a nivel federal, el pasado 12 de noviembre se aprobó en la Cámara de Diputados una reforma constitucional que prohíbe el maltrato animal y establece como obligación del Estado su protección y cuidado.
La pereza, el miedo a no hacerlo perfecto o la desidia nos apartan de hacer un montón de actividades, pero con algunos métodos se puede solucionar.
Piensa: ¿cuántas veces demoraste en arrancar con esa tarea pendiente? O en, por fin, apuntarte a ese curso que te encanta.
En ocasiones, la pereza, el miedo a no hacerlo perfecto o la desidia nos apartan de hacer un montón de actividades, o las retrasamos tanto que al final perdemos un valioso tiempo en el que podríamos estar disfrutando.
Hay muchos motivos que nos pueden llevar a esto. Pero también soluciones.
Para ello, los japoneses tienen un montón de técnicas que nos pueden ayudar a superar la pereza y encontrar una motivación. Acá te las contamos.
Sin traducción directa del japonés, este término representa la idea de la felicidad de vivir. Es, esencialmente, la razón por la que te levantas cada mañana.
Para quienes en Occidente están más familiarizados con el concepto, se le asocia frecuentemente con un diagrama de Venn con cuatro cualidades que se superponen: lo que amas, para lo que eres bueno, lo que necesitas y por lo que te pueden pagar.
Ken Mogi, neurocientífico y autor de “Awakening Your Ikigai”, dice que el ikigai es un concepto antiguo y familiar para los japoneses, que puede traducirse simplemente como “una razón para levantarse por la mañana” o, más poéticamente, “despertarse con alegría”.
Y la psicóloga japonesa Michiko Kumano (2017) ha dicho que el ikigai es un estado de bienestar que surge de la devoción a las actividades que uno disfruta, lo que también trae consigo una sensación de plenitud.
En pocas palabras: busca algo que te motive cada día, que sea una razón para moverte. Puede ser desde tener un pequeño espacio con plantas, cuidar una mascota a aprender cada día algo nuevo.
La filosofía de Kaisen se basa en realizar pequeños cambios y mejoras constantes en todas las áreas de la vida.
Esto va contra el pensamiento de querer manejar con destreza algo desde el primer día. Algo que, además de imposible, genera mucha frustración y puede hacer que abandonemos aquello que nos proponemos hacer.
El modo de aplicar esto es establecerse pequeñas metas diarias, fijarte en las pequeñas mejoras. El secreto es comprometerte a dar al menos un paso que te acerque a esto.
Estos pequeños pasos te ayudarán a vencer la inercia y crear un impulso constante hacia la productividad. Y también encontrar los detalles a mejorar poco a poco.
Esta técnica se remonta al periodo de posguerra en Japón y, por ejemplo, en la página web de la conocida empress Toyota reconocen este sistema como uno de sus principios básicos del sistema de producción.
La traducción al español es, a grandes rasgos, mejora continua. “Kai” significa “cambio” y “zen” significa “para mejor”. Es una filosofía que ayuda a garantizar la máxima calidad, la eliminación de desperdicios y mejoras en la eficiencia, tanto en equipos como en procedimientos de trabajo.
Puedes leer: ¿Te cuesta hacer amigos a medida que creces? Te contamos la razón y algunos consejos para cambiarlo
Cuando una tarea se nos hace complicada de hacer, bien porque nos es pesada o porque requiere concentración, esta técnica puede servirnos.
Si bien la técnica la inventó el italiano Francesco Cirillo a finales de la década de 1980, es algo muy usado en Japón para aumentar la productividad y llevar de un modo más ameno las tareas diarias. Se conoce como” pomodoro”, en referencia a unos aparatos con forma de tomate para contar los minutos.
Matthew Bernacki, profesor asociado de la Facultad de Educación de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Estados Unidos cuenta a la BBC que esta técnica, por bloques, es buena para no sufrir distracciones.
Por ejemplo, marca 25 minutos en el reloj y, en ese periodo, dedícate exclusivamente a estudiar un contenido o a hacer una tarea, ya sea intelectual o física, y desconectándote de todas las distracciones.
Después, tienes cinco minutos para recompensar a tu cerebro con alguna distracción, por ejemplo, tomando un tentempié o consultando tus mensajes. Y luego vuelves para otro bloque de 25 minutos de estudio.
Esta técnica ayuda no sólo a evitar la pérdida de tiempo con distracciones, sino también a mantener el cerebro motivado con la perspectiva de una “recompensa”.
“No pongas en la panza -Hara- más del 80 % de lo que querrías comer (Hachi Bu)”.
Eso es lo que, más o menos, significa esta técnica que, básicamente consiste en que no te hinches de comer hasta llenarte.
Y, ¿qué tiene esto que ver con la productividad y la pereza? Solo piensa en cómo te sientes después de una comida copiosa, en la que quedaste lleno. Con ganas de una siesta, ¿cierto?
La solución sería esta técnica, que tiene su origen en la ciudad de Okinawa, donde la gente usa este consejo como una forma de controlar sus hábitos alimenticios.
La psicóloga Susan Albers, PsyD, dice que este enfoque es útil porque te indica que dejes de comer cuando te sientas apenas lleno.
Cuando mires tu plato, explican desde la Cleaveland Clinic, decide qué cantidad te haría sentir lleno y luego calcula cómo sería el 80 % de esa cantidad. Quizás sean dos tercios de la comida de tu plato. Intenta sentirte satisfecho y no tener hambre, en lugar de sentirte lleno.
Este concepto proviene del budismo zen y significa “mente de principiante”.
Esta idea proviene del monje Shunryū Suzuki, quien escribió: “En la mente del principiante hay muchas posibilidades. Pero en la del experto hay pocas”.
Esta técnica se trata de tomar cada cosa que hagamos con una actitud abierta, sin prejuicios o preconcepciones independientemente del nivel de experiencia que ya tengamos en ese tema. Exactamente igual que como haría un principiante.
Esto, por un lado, permite que aceptemos que no sabemos todo. Varios estudios científicos han demostrado que esta postura de modestia es muy beneficiosa para la persona que la adopta, según reporta Forbes India.
¿Por qué? Porque el acercarse a algo con curiosidad y con la mente abierta también nos lleva a perseverar en algo, ser innovador y atrevernos.
El término wabi-sabi no solo es intraducible, sino que es considerado indefinible en la cultura japonesa.
Es un término que se originó en el taoísmo durante la dinastía Song en China (960 -1279) y luego se transmitió al budismo zen.
Inicialmente se vio como una forma de apreciación austera y restringida. Hoy, el término encapsula una aceptación más relajada de lo transitorio, la naturaleza y la melancolía, que da cabida a lo imperfecto y lo incompleto en todo, desde la arquitectura hasta la cerámica y los arreglos florales.
“Mientras nos esforzamos por crear cosas perfectas y luego luchamos por preservarlas, negamos su propósito y nos perdemos de la alegría que viene con el cambio y el crecimiento”, escribe Lily Crossley-Baxter en un artículo de BBC Mundo.
Y, a la hora de centrarnos en la productividad o en hacer alguna tarea o hobbie, se basa en abrazar la imperfección en vez de estresarnos con los detalles. O, en otras palabras: “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
Porque mientras nos empeñamos en que algo quede perfecto, fijándonos en cada pequeña minucia, posiblemente estamos perdiendo un tiempo precioso.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.