Para entender mejor
El coordinador de asesores de la Presidencia, Jesús Ramírez, criticó que en 2023 los poderes judiciales federales y locales solo dictaran 47 mil sentencias -según un censo del Inegi-, mientras fueron procesadas más de 330 mil personas a las que no se les garantizó “justicia rápida ni expedita”.
Pero el funcionario federal omitió mencionar que el partido en el gobierno, Morena, ha impulsado desde el sexenio pasado aumentar la lista de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, mecanismo que lleva a más personas a la cárcel, aunque no se haya probado su culpabilidad.
“Datos duros del Poder Judicial para Pájaro Político: Según INEGI en 2023 el Poder Judicial Federal y Estatales procesaron a 332,306 personas indiciadas. De éstas solo 47 mil obtuvieron sentencia, es decir para el 85.7% de procesados no tuvo justicia rápida ni expedita”, publicó Ramírez en respuesta a esta verificación del Sabueso:
En julio de 2024, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó los resultados de su Censo Nacional de Sistemas Penitenciarios en los ámbitos federal y estatal, en los que señaló que 86 mil 984 personas, el 37% de la población privada de la libertad, no tenía sentencia.
En otras palabras, que 4 de cada 10 internos permanecía en la cárcel pese a ser considerado inocente.
De esta población sin sentencia, 38 mil 533 personas habían sido recluidas con el mecanismo de prisión preventiva oficiosa.
Otro punto del dicho de Ramírez es que en el censo de impartición de justicia del Inegi no se precisa en qué año fueron las detenciones e imputaciones de las 47 mil personas para las que hubo sentencia, en relación a los más de 332 mil 306 procesados en 2023.
El censo del Inegi mostró que hay una tendencia al alza de las personas sentenciadas en causas penales resueltas por el Poder Judicial de la Federación. Mientras en 2018 se reportaron 10 mil 761 personas sentenciadas, para 2023 estas sumaron 13 mil 890.
También se registró en 2023 un nivel récord de asuntos resueltos por los juzgados y tribunales del Poder Judicial Federal, más de 1 millón 471 mil, principalmente casos administrativos y laborales:
Esto, mientras en comparación con 2018 se dio una baja en términos reales de los recursos presupuestales ejercidos por el Poder Judicial Federal y los poderes judiciales locales:
También hay que considerar la sobrecarga de trabajo para personas juzgadoras y magistrados del Poder Judicial de la Federación.
De acuerdo con datos del Consejo de la Judicatura Federal, en 2023 los órganos jurisdiccionales iniciaron con un rezago de 531 mil 571 asuntos, a los que se sumaron 1 millón 473 mil 133 nuevos asuntos.
De esos 2 millones 025 mil 283 asuntos, se resolvieron 1 millón 413 mil 724, por lo que al final de 2023 los asuntos pendientes aumentaron a 610 mil 782, un crecimiento de 14.9%.
Por otro lado, durante 2023 los órganos jurisdiccionales del CJF recibieron 1 millón 545 mil 681 asuntos, lo que equivale a que cada persona juzgadora y magistrada resolvió 944 asuntos en promedio.
Además, ante las cifras de Jesús Ramírez, organizaciones que defienden Derechos Humanos, como Elementa, criticaron que en los procesos para hacer justicia también debe considerarse el papel de las fiscalías, cuya mejora no consideró la reforma judicial del plan C de Morena.
“La falta de sentencias también responde a la ineficacia de las fiscalías, que en muchos casos no aportan pruebas sólidas para sustentar sus acusaciones. Esto genera procesos judiciales largos, perjudicando a personas que enfrentan extensos períodos de prisión sin resolución”, publicó Elementa.
“El éxito del Poder Judicial, local o federal, no debería evaluarse únicamente por el número de sentencias dictadas, sino por la calidad y satisfacción que las personas obtienen en el acceso a la justicia”.
Más de 70 personas han muerto y decenas permanecen desaparecidas por las graves inundaciones que han afectado principalmente a la región de Valencia, en el este de España.
Más de 70 personas han muerto y decenas permanecen desaparecidas por las graves inundaciones que han afectado principalmente a la región de Valencia, en el este de España.
En unas pocas horas cayó en algunas zonas el equivalente a un año de lluvia, lo que provocó grandes riadas que arrasaron localidades enteras, dejando atrapadas a miles de personas.
En algunos lugares se registraron hasta 445,4 litros por metro cuadrado.
Las precipitaciones, que llegaron acompañadas de fuertes vientos y tornados, fueron provocadas por un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha afectado a una amplia zona del sur y el este del territorio español.
El término DANA empezó a ser usado por meteorólogos españoles hace unas décadas para diferenciarlo del de “gota fría”, más genérico e impreciso y que suele utilizarse para hacer referencia a cualquier situación de lluvia intensa y abundante, sobre todo cuando ocurre en la costa mediterránea de la Península Ibérica durante el otoño.
La DANA es un fenómeno en el que una masa de aire polar muy frío queda aislada y empieza a circular a altitudes muy elevadas (entre 5.000 y 9.000 metros), lejos de la influencia de la circulación de la atmósfera.
Luego, al chocar con el aire más cálido y húmedo que suele haber en el mar Mediterráneo, genera fuertes tormentas, sobretodo a finales del verano boreal y principios del otoño, cuando las temperaturas marítimas son más elevadas.
“Crea un entorno intensamente inestable, y ahí es donde el aire se eleva. Muy rápidamente, permite que las nubes de tormenta realmente vuelen, ayudadas e instigadas por los vientos que golpean terrenos más altos y también se elevan. Y cuanto más altas son las nubes de tormenta, más humedad hay en ellas”, explicó el meteorólogo de la BBC Matt Taylor.
Este fenómeno puede durar varios días y viene acompañado de una bajada de las temperaturas, ambiente muy inestable y eventos climáticos extremos, como se está viendo estos días en la costa este de España.
A diferencia de un temporal común, que se desplaza hacia el este, una DANA puede permanecer varada en el mismo lugar varios días o incluso moverse hacia el oeste (lo que se denomina retrogresión), según explican desde la la Agencia Española de Meteorología (AEMET).
No todas las DANAs crean condiciones climáticas extremas como las de esta última.
Su potencial destructivo aparece justamente cuando se mezclan con las cálidas temperaturas terrestres y marítimas.
“Las DANAs son una estructura relativamente frecuente en nuestras latitudes (España) y, por suerte, la mayoría de ellas no llegan a ser tan noticiosas”, señala la meteoróloga de la AEMET Delia Gutiérrez en el blog de la agencia.
Históricamente en España ha habido DANAs muy recordadas por sus destructivas consecuencias, como la de 1973, que afectó a Almería, Granada y Murcia, en el sureste del país, y dejó a su paso muchas pérdidas humanas y materiales.
La AEMET ha calificado el temporal actual como el “más adverso del siglo en la Comunidad Valenciana”.
“Ha sido un temporal histórico, a la altura de los grandes temporales mediterráneos y entre los tres más intensos del último siglo en la región”, añaden.
La creciente frecuencia de las DANAs y la intensificación de las lluvias asociadas a ellas están estrechamente ligadas al cambio climático, según los expertos.
El progresivo aumento de la temperatura del mar Mediterráneo facilita que se den las condiciones para que haya más energía y humedad necesarias para que se dé una DANA más potente.
“Estamos viendo más fenómenos de este tipo a medida que nuestro clima se calienta”, explicó el meteorólogo de la BBC Matt Taylor.
“Aunque tales eventos han sucedido en el pasado, se están volviendo más habituales”, señaló Taylor.
El año pasado, un estudio de la Sociedad Meteorológica Estadounidense detectó un incremento de las DANAs desde la década de 1960 a escala global.
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