Tras la absolución de Diego N, acusado de alterar y comercializar sin consentimiento las fotografías de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la diputada de Morena Cecilia Vadillo propuso en el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa que especifica el uso de inteligencia artificial en el delito contra la intimidad sexual.
La propuesta de la diputada morenista también busca que el uso de imágenes, audios y videos con fines de comercialización y explotación sexual sea considerado como un agravante. Es decir, un elemento que aumentaría las sanciones.
“Nos damos cuenta que hay un vacío legal que no solamente afecta al momento de la sentencia, sino también desde la investigación. Si modificamos el tipo penal vamos a lograr ir empujando que la Fiscalía y las policías tengan más herramientas para poder identificar estos casos, poder analizarlos y que no lleguemos al momento de la sentencia sin capacidades para probar que estas imágenes fueron creadas por alguna persona”, apunta Vadillo en entrevista.
Valeria Martínez Mondragón, abogada de las ocho estudiantes del IPN que denunciaron a Diego N, reconoce la importancia de visibilizar este tipo de violencia, pero sobre todo destaca que se deben mejorar los protocolos de investigación, para que las fiscalías presenten la mejor evidencia a juezas y jueces.
“Lo que se necesita más allá de una regulación sería la creación de protocolos de cómo se debe de investigar este tipo de delitos, cómo se integra este tipo de carpetas de investigación y homologar el protocolo a nivel nacional en México, ayudar a las a los juzgados, a los tribunales en cómo deben de juzgar este tipo de delitos. Creo que eso, más que modificar un Código Penal, nos ayudaría todavía mucho más”, menciona.
La abogada también distingue que, actualmente, el verbo almacenar no está incluido en el artículo 181 quintus del Código Penal para el Distrito Federal y sería de mayor utilidad que estuviera en la legislación, pues en el IPad de Diego había alrededor de 160 mil imágenes y 2 mil videos, según Martínez Mondragón.
“Se han resistido mucho a incluir el almacenar contenido íntimo sin autorización. Basta con que Diego tuviera este contenido dentro de sus dispositivos y eso nos pudiera ayudar todavía más, el incluir la palabra almacenar que especificar el uso de inteligencia artificial”, añade la abogada.
La iniciativa presentada por la diputada de Morena Cecilia Vadillo busca reformar los artículos 69 ter y 181 quintus del Código Penal para el Distrito Federal. La propuesta será dictaminada en conjunto por las comisiones de Igualdad de Género, que preside la legisladora, y de Administración y Procuración de Justicia.
“Se considera que las imágenes, audios o videos son simulados cuando la víctima no aparece realmente en ellos, pero la persona agresora los vincula con su imagen o identidad a través de alguna tecnología digital, inteligencia artificial o software de manipulación digital”, se lee en la propuesta de reforma al último artículo.
La diputada sostiene que, con la absolución de Diego N como detonante, es posible tipificar o configurar tipos penales mucho más precisos. Tipificar es describir las acciones u omisiones que se consideran delitos y sus sanciones.
Actualmente el artículo 181 quintus establece que comete el delito contra la intimidad sexual quien videograbe, audiograbe, fotografíe, filme o elabore, imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido sexual íntimo sin consentimiento o mediante engaño. Lo mismo para quien exponga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y comparta estos contenidos, pero deja de lado el almacenamiento.
La iniciativa busca armonizarse con los avances logrados con la Ley Olimpia, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal, a la que reconoce como un parteaguas en el reconocimiento de la violencia digital.
“A pesar de su importancia, la Ley Olimpia aún no aborda de manera integral todos los aspectos de la violencia digital, especialmente en lo que respecta al uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial”, se lee en la propuesta legislativa.
La diputada espera que su iniciativa sea votada y aprobada en enero. Para lograrlo, también busca colaborar con colectivas que han impulsado la lucha contra la violencia digital y con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
“Me parece que puede generar más presión al Poder Judicial el hecho de que ya esté como tipo penal específico lo que hizo Diego N”, dice Vadillo.
La legisladora local descarta que se trate de una iniciativa punitivista, que aumente el catálogo de delitos o las sanciones penales.
“Lo más importante no es que incrementen las penas, sino que logremos que se juzgue y que se lleguen a sentencia, que se termine con la impunidad y esto no lo vamos a hacer incrementando las penas, lo vamos a hacer creando marcos legales y jurídicos que permitan terminar con esa impunidad”, agrega.
La iniciativa también habla del caso de la senadora Andrea Chávez, quien fue víctima digital cuando el caricaturista Antonio Garci difundió fotos sexualizadas hechas con inteligencia artificial. A propósito, desde el Senado de la República ella se pronunció al respecto:
“Quiero solidarizarme con las estudiantes del Instituto Politécnico Nacional víctimas de Diego N, cuyas agresiones a la intimidad sexual están en riesgo de quedar impunes por culpa de un juez indolente, insensible e incapaz. Que no se olvide nunca el nombre del juez Francisco Salazar Silva para que nunca más una mujer confíe en él durante los procesos por venir”, dijo Chávez en la sesión del 10 de diciembre.
Ese mismo día, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada en conferencia de prensa sobre el caso de Diego N y las estudiantes del IPN.
“Siempre vamos a apoyar a las jóvenes y a las mujeres que viven algún tipo de violencia”, dijo, y pidió a funcionarias ponerse en contacto con las víctimas.
Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, informó que se reunirá con la activista Olimpia Coral Melo así como con Rafael Guerra, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. Y, de ser necesario, presentará una queja en contra del juez Francisco Salazar Silva por absolver a Diego N.
“Yo he estado en contacto con Olimpia, que ha estado acompañando a las chicas, quedamos de vernos la próxima semana y también con el presidente del Tribunal local”, dijo en entrevista con medios de comunicación en Palacio Nacional.
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Valeria Martínez Mondragón, abogada de las estudiantes del IPN que denunciaron a Diego N por alterar con inteligencia artificial sus fotografías y comercializarlas, considera que la sentencia absolutoria no se debe a un vacío legal en el tipo penal, sino a la necesidad de que existan protocolos de investigación para las fiscalías que, a su vez, ayuden a juezas y jueces a juzgar los casos.
“La problemática no recae en que el tipo penal no contempla el uso de la inteligencia artificial porque, al final, dentro del tipo penal, al menos en la Ciudad de México, se contempla el uso o edición de fotografías o de contenidos reales o simulados. No creemos que sea el problema que no se incluya como tal en el Código Penal porque esto no ha sido materia de debate en ninguna de las audiencias que hemos llevado, y que han sido varias”, dice en entrevista.
Al respecto, Martínez Mondragón advierte que no se sabe si en el futuro va a surgir otra forma de crear este tipo de contenidos sexuales íntimos sin consentimiento, y entonces la excusa para no dictar una sentencia condenatoria va a ser que dicha tecnología no está incluida textualmente en el tipo penal.
Actualmente, la comercialización es un supuesto y no una agravante, pues ya está contemplada en el artículo 181 quintus del Código Penal para el Distrito Federal.
Siria está dividida y controlada por el presidente Assad o por varios grupos armados y entidades declaradas unilateralmente con diferentes ideologías y lealtades.
Aunque la guerra en Siria continúa tras 13 años de combates, el conflicto desapareció de los titulares hasta este diciembre, cuando el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) llevó a cabo un sorpresivo avance en Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, conquistando grandes territorios en pocas horas.
El jueves HTS tomó la ciudad de Hama, donde vive un millón de personas. Y ahora se dirigen a Homs, una ciudad de importancia estratégica.
El avance del grupo yihadista ha sido descrito como “rápido y asombroso” y ha vuelto a trazar las líneas de esta guerra de más de una década.
Todo empezó en 2011 cuando un levantamiento pacífico contra el presidente sirio Bashar al Assad se convirtió en una guerra civil a gran escala.
El conflicto ha dejado medio millón de muertos y se ha convertido en una guerra subsidiaria en la que participan países de la región, Rusia y Estados Unidos.
Hoy Siria está dividida en cuatro secciones diferentes, controladas por el régimen de Assad o por varios grupos armados y entidades declaradas unilateralmente con diferentes ideologías y lealtades.
El control de cada parte de Siria ha cambiado significativamente desde el comienzo de la guerra.
Al principio, el gobierno del presidente Assad perdió vastos territorios ante las fuerzas rebeldes, pero a partir de 2015 logró obtener el apoyo de Rusia y recuperó el control de alrededor de dos tercios del país hasta el último avance rebelde sobre Alepo y Hama.
En el norte, donde Siria limita con Turquía, hay numerosas fronteras trazadas por autoridades autoproclamadas o grupos armados respaldados por actores internacionales.
“Desde el este de la capital, Damasco, hasta las tierras que llegan al río Éufrates, existe la influencia iraní”, afirma Serhat Erkmen, del Centro de Análisis de Riesgos y Seguridad.
“La costa mediterránea, las zonas desde allí hasta Damasco y las tierras del sur están bajo la influencia de Rusia”, añade.
Irán y Rusia han estado entre los partidarios más vocales del gobierno de Asad.
Pero los recientes acontecimientos en la región cambiaron fundamentalmente la dinámica de poder.
Enfrascados en un conflicto con Israel, Irán y Hezbolá se distrajeron y Rusia se está centrando en su guerra en Ucrania.
Aunque todos estos actores siguen declarando su apoyo al gobierno de Asad, los analistas afirman que su apoyo sobre el terreno durante la última escalada ha disminuido.
Alepo y las regiones circundantes, incluida la ciudad de Hama, están ahora bajo el control de Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización política y armada islamista sunita.
Latakia, el principal puerto de Siria en el Mediterráneo, está bajo el control de Asad y ha desempeñado un papel fundamental desde que estalló la guerra civil.
A poco más de 120 km hacia la frontera norte se encuentra la provincia de Idlib, que ha estado controlada por varias facciones rivales de la oposición desde que las fuerzas gubernamentales perdieron el control de esa provincia en 2015.
Ahora está en su mayor parte bajo el poder de HTS.
“Solía llamarse Frente Nusra y mucha gente estará familiarizada con ese nombre. Era la rama de Al Qaeda en Siria”, explica Mina al-Lami, especialista en medios yihadistas de BBC Monitoring.
En 2016, el Frente Nusra anunció que rompía sus vínculos con Al Qaeda, ya que los grupos rebeldes locales se negaban a trabajar con ellos debido a la marca Al Qaeda.
“Todo el mundo tenía miedo a Al Qaeda. Por eso, el grupo anunció su independencia”, señala Mina al-Lami.
Aunque HTS insiste en que es independiente y no está vinculado a una entidad externa, y afirma que no tiene ambiciones yihadistas globales, la ONU, Estados Unidos y Turquía lo consideran un grupo todavía asociado con Al Qaeda y lo incluyen en la lista de organizaciones terroristas.
El periodista sirio Sarkis Kassargian afirma que hay muchos grupos radicales que apoyan a HTS en la región, como el Partido Islámico de Turkestán, un grupo yihadista dominado por los uigures chinos.
Después de obligar a la mayoría de los militantes respaldados por Turquía a salir de Idlib, HTS estableció una autoridad administrativa de facto en la región.
“Tiene ministerios, tiene ministros que son muy activos en las redes sociales, inauguran nuevos proyectos, se centran en la reconstrucción, asisten a graduaciones”, dice Mina al-Lami.
“Así que realmente intenta presentarse como un microestado, un pequeño estado dentro de un Estado, que dirige sus propios servicios, y realmente han tratado de obtener la aprobación de la comunidad internacional”.
En 2017, Turquía, que se oponía al gobierno sirio, y los aliados de Siria -Rusia e Irán-, llegaron a un acuerdo en las conversaciones en la capital kazaja, Astaná, para establecer zonas de distensión, incluida Idlib, con el objetivo de detener los combates.
Al año siguiente, Rusia y Turquía acordaron crear una zona de amortiguamiento desmilitarizada en la provincia de Idlib para separar a las fuerzas gubernamentales de los combatientes rebeldes estacionados allí.
Afrin, que alguna vez fue un enclave controlado por los kurdos y se encuentra en el noroeste de Siria, está hoy bajo el control de grupos anti-Assad respaldados por Turquía.
En 2018, Turquía inició un ataque masivo contra las fuerzas kurdas del otro lado de la frontera tras la decisión de Estados Unidos de formar una fuerza de seguridad fronteriza integrada por combatientes kurdos de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo), a quienes Ankara considera una amenaza para la seguridad nacional y una rama del grupo militante PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), que lleva más de tres décadas librando una guerra en el sureste de Turquía.
Desde entonces, Turquía y sus aliados sirios controlan la región de Afrin.
Turquía reunió a los grupos militantes que respaldaba bajo el paraguas de lo que denominó Ejército Nacional Sirio (ENS) en 2017. Anteriormente se llamaban Ejército Libre Sirio (ELS).
El ENS estaba compuesto por grupos directamente vinculados al ejército turco o a la inteligencia, como la División Sultán Murad, y otros grupos con afiliaciones a los Hermanos Musulmanes y Qatar.
“Hasta donde sabemos, estos grupos no trabajan junto con grupos yihadistas, pero por supuesto están en línea con la propia agenda, prioridades y ambiciones de Turquía en la región. Por lo tanto, están fuertemente en contra de las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos y también, por supuesto, de las fuerzas del gobierno sirio”, señala Mina al-Lami de BBC Monitoring.
Con el respaldo de Turquía, el ENS controla hoy áreas desde Afrin hasta Jarablus, en el oeste del río Éufrates, y desde Tell Abyad hasta Ras al-Ayn en el este.
El 30 de noviembre, lanzaron una operación contra las fuerzas kurdas en el norte de Alepo, logrando avances y tomando el control de áreas como la ciudad de Tell Rifaat, anteriormente controlada por los kurdos.
El ENS es parte de la autoridad administrativa denominada Gobierno Provisional Sirio, y el gobierno y el ejército turcos también juegan un papel importante en la región.
Otro grupo destacado en el norte son las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Esta coalición de milicias étnicas kurdas y árabes y grupos rebeldes controla áreas desde el este del río Éufrates hasta la frontera iraquí y la ciudad de Manbij en el oeste.
Las FDS han declarado unilateralmente una entidad bajo el nombre de Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria en 2018, controlan una cuarta parte del territorio sirio y albergan bases militares estadounidenses y rusas.
“A diferencia de otros grupos de oposición, las FDS intentan establecer una legitimidad internacional utilizando ambos canales, a través de Moscú y Washington”, dice el analista de seguridad Serhat Erkmen.
“Por un lado, mantienen conversaciones con el gobierno sirio para determinar cómo pueden integrarse en el futuro del país, y por el otro, mantienen una estrecha cooperación política, económica y militar con EE.UU., a quién Damasco se opone vehementemente”, agrega.
La presencia de las FDS en la frontera turca es una de las principales preocupaciones para Ankara, y muchos analistas sostienen que uno de los objetivos de los recientes avances rebeldes en Alepo es obligar al gobierno de Asad a negociar un acuerdo con el presidente turco Erdogan sobre una zona de amortiguamiento en el norte.
El grupo autodenominado Estado Islámico (EI), también conocido como ISIS o Daesh en árabe, proclamó su califato en 2014 y durante años logró apoderarse de vastas secciones de Siria e Irak.
La aparición del EI cambió el curso de la guerra en Siria y motivó la formación de una coalición liderada por Estados Unidos que incluía a más de 70 naciones para derrotarlo.
En 2019, esa coalición finalmente expulsó a EI de su último refugio en Siria.
Pero, ¿terminó por completo la amenaza del EI en Siria?
“Ha vuelto a ser un grupo insurgente, que lleva a cabo ataques relámpago, pero sigue siendo muy activo en Siria y sus ataques han aumentado significativamente este año”, señala Mina al-Lami.
Agrega que EI lograría un punto de inflexión significativo si pudiera liberar a sus combatientes y a sus familias detenidas y retenidas en varios campamentos controlados por las Fuerzas Democráticas Sirias.
Amnistía Internacional asegura que, más de cinco años después de la derrota de EI, decenas de miles de personas siguen detenidas: unos 11.500 hombres, 14.500 mujeres y 30.000 niños están recluidos en al menos 27 centros de detención y dos campos de confinamiento: Al-Hol y Roj.
“Estado Islámico tiene los ojos puestos en esos campos. Está esperando cualquier crisis, cualquier debilitamiento de la seguridad para poder entrar y asaltar esos campos y prisiones y liberar a la gente que está allí”, afirma Mina al-Lami.
“Ejemplos de esa crisis serían una importante operación militar dirigida por Turquía en el norte de Siria, posiblemente contra las fuerzas kurdas, o una importante operación estadounidense contra las milicias chiitas en Siria”, añade.
*Con información de Fatima Celik, BBC News Turquía.
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