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Expropian en dos años 15,678 hectáreas para el Tren Maya; Sedena controlará una zona de Calakmul
Expropian en dos años 15,678 hectáreas para el Tren Maya; Sedena controlará una zona de Calakmul
15,000 hectáreas en el municipio de Calakmul estarán bajo el control de Sedena.
5 minutos de lectura

Expropian en dos años 15,678 hectáreas para el Tren Maya; Sedena controlará una zona de Calakmul

El proyecto del Tren Maya ya suma 28 decretos de expropiación, equivalentes a 15678 de territorio expropiado en 2 años.
30 de junio, 2023
Por: Regina López Puerta
@admanimal 

Entre 2022 y 2023 el gobierno federal ha expropiado 15,678 hectáreas para la construcción del Tren Maya “por causa de utilidad pública”, aunque el presidente López Obrador prometió como presidente electo que no sería necesario expropiar.

Son 28 decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación:  27 de ellos que le otorgaron 631 hectáreas y 5,092,931 metros cuadrados en total a FONATUR Tren Maya, y otro que dio 5,785 hectáreas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y 9,261 a la Secretaría del Medio Ambiente, dentro de la reserva de la biósfera en Calakmul.

El decreto publicado el pasado 23 de junio, que da a Sedena el control del ejido Plan de San Luis en Calakmul, Campeche, es para realizar  construcción de las vías férreas del Proyecto Tren Maya, y “obras complementarias relacionadas con las actividades castrenses en general”.

El Indaabin, se refiere en el decreto, emitió un dictamen valuatorio el 16 de febrero de 2023 y  determinó que el monto de indemnización sería de 602 millones 996 mil pesos. 

Es la primera expropiación a favor del Ejército en relación con el Tren Maya, pues anteriormente todas se habían hecho en favor de la empresa creada para la administración del proyecto, FONATUR Tren Maya S.A. 

Lo anterior se debe a que Defensa Nacional está encargada de construir los tramos 5, 6 y 7 de la obra, los cuales corren de Cancún a Playa del Carmen, de Tulum a Bacalar y de Bacalar a Escárcega, respectivamente. 

Las 27 expropiaciones en favor de FONATUR Tren Maya combinan territorios ejidales y 83 inmuebles de la propiedad privada, que se encuentran distribuidos en los municipios de Othón P. Blanco en Quintana Roo y Escárcega y Calakmul en Campeche. 

Además de los decretos de expropiación, en 2022 se publicaron las declaraciones de Utilidad Pública, que son documentos previos a las expropiaciones mediante los cuales se determina que un bien inmueble es necesario para el beneficio público.

Durante su campaña, López Obrador declaró que el proyecto del Tren Maya no afectaría a ningún ejido, ni al medio ambiente. Sin embargo, han ocurrido las expropiaciones, y críticas de grupos ecologistas porque la obra avanzara en distintos tramos sin los permisos ambientales correspondientes.

Sobre 2021, en el sistema de Transparencia hay una respuesta de Fonatur en que su área jurídica respondió que hasta abril de ese año habían destinado 84 millones 858 mil pesos para la compraventa de tierra a particulares, con el objetivo de avanzar en la “construcción del derecho de vía” del Tren Maya.

El impacto ambiental del Tren

Una parte del territorio expropiado el pasado 23 de junio se encuentra en la reserva de la biósfera de Calakmul, en Campeche. Este territorio es la mayor reserva de bosque tropical en México y es hogar de una de las especies animales más icónicas de nuestro país, el jaguar.

De acuerdo con el documento oficial de la operación, la zona que está dentro de la reserva de la biósfera será expropiada para Semarnat, para la “ampliación de programas de restauración, conservación y mejoramiento de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, que contribuirá al ordenamiento ecológico”.

Para llevar a cabo obras como el Tren Maya, las secretarías necesitan publicar una manifestación del impacto ambiental, lo cual dejaría claro hasta dónde afectaría la obra a las especies locales y al medio ambiente. Sin embargo, la SEDENA reconoció en mayo de 2022 que la MIA apenas se encontraba en proceso de elaboración, con la obra ya en marcha.

Animal Político consultó a Hipólito Mendoza, Maestro en Ciencias en Producción Animal Tropical de la Universidad Autónoma Chapingo, quién explicó que todas las construcciones tienen un impacto medioambiental. Sin embargo, a su parecer, la construcción del Tren Maya tiene algunos factores a su favor, ya que permite establecer pasos de fauna y la reforestación de los laterales.

En comparación con la construcción de la carretera de Escárcega a Xpujil y Chetumal, consideró, el Tren Maya tendrá un menor impacto en el medio ambiente ya que el tráfico de las máquinas impacta menos que el de vehículos, especialmente porque algunos tramos del tren serán eléctricos.

Cuando se realizan estas expropiaciones “se debe de tener en cuenta el valor biológico, cultural y social que se encuentre”, explicó Mendoza.

“No es lo mismo expropiar una propiedad donde el dueño sea un propietario que tiene un rancho, o una superficie ejidal donde los dueños son los ejidatarios, o una reserva ecológica donde los dueños son los gobiernos federales, estatales o municipales”. 

Es necesario que equipos interdisciplinarios realicen el avalúo de los territorios y que se realice la manifestación del impacto ambiental. El éxito de estas expropiaciones, de acuerdo con Mendoza, dependerá de si se involucra o no a las comunidades locales y se les hace partícipes del proyecto para que mejoren su situación socioeconómica.

Maria Luisa Albores, secretaria del Medio Ambiente, declaró en la conferencia matutina del 26 de junio, enfocada en los avances del Tren Maya, que están “en la creación de áreas naturales protegidas que coadyuvan también a lo que es la conservación y el cuidado ambiental,” y que el proyecto “cuida dos mil 249.71 hectáreas y promueve la conectividad entre áreas naturales protegidas con sitios especialmente habitadas por el jaguar.”

Además, el presidente aseguró en la conferencia del 5 de mayo que las expropiaciones se han realizado de acuerdo con la ley, y que han pagado las indemnizaciones y el precio justo con el avalúo de la propiedad.

Por otro lado, grupos ambientalistas y habitantes de las localidades están preocupados por los impactos al medio ambiente esperados con el progreso de la obra. El biólogo Omar Irám Martínez Castillo, de la asociación U’yoolche de Felipe Carrillo Puerto, explicó anteriormente a Animal Político que le preocupa la fragmentación de la selva,  porque el tren la divide en dos, y  esto afectaría la reproducción de los animales. 

Esto, además de que la tala de árboles supera los 3.4 millones de árboles removidos del trayecto. En 2018, como presidente electo, López Obrador aseguró en una entrevista con Carmen Aristegui que en el desarrollo del proyecto no se talaría un solo árbol. 

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Imagen BBC
“Ayer nos dio las gracias un niño de 7 años, eso me emocionó”: rescatistas voluntarios que buscan a desaparecidos en Valencia
7 minutos de lectura

BBC Mundo acompañó a un equipo de rescatistas en la búsqueda de víctimas de las riadas de Valencia.

03 de noviembre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

-Abrimos un agujero y vimos que había cuerpos flotando.

-¿Cuántos cuerpos?

Basilio Vigil, Basi, hace una pausa prudente antes de responder con un escueto “muchos”.

El sábado, junto al resto de compañeros de la ONG Unidad de Rescate y Salvamento con Perros (URESAP), estuvieron todo el día trabajando en el centro comercial de Bonaire, en Aldaia, a las puertas de Valencia.

Su parking subterráneo, de 2 mil metros cuadrados, se ha convertido en el fantasma que ronda las zonas devastadas por las riadas, la pesadilla que muchos temen. Se cree que en los dos millones de litros que se colaron en su interior pueda haber decenas de muertos.

En las redes sociales se especula con todo tipo de cifras. El semblante de Basi y el del resto del equipo se ensombrece y prefieren no contar mucho más.

El temporal que azotó Valencia y el sureste de España ha dejado ya al menos 212 muertos, pero hay muchos desaparecidos, por lo que la cifra podría ser bastante mayor.

Aún quedan muchos sótanos, garajes subterráneos por vaciar y revisar, vehículos que han quedado convertidos en amasijos de hierros y que la corriente arrastró a kilómetros de donde estaban aparcados, y también zonas rurales donde puede que vivan personas con movilidad reducida y que han quedado aisladas.

“La cifra de fallecidos aumentará poco a poco, lamentablemente”, aventura Francisco Javier Andrés, un bombero forestal que en sus fines de semana o en vacaciones se suma a la URESAP.

“A muchos les pilló en la carretera y algunos lo que hicieron fue abandonar sus vehículos e intentar escapar andando”, cuenta de camino a la zona en la que va a trabajar el equipo este domingo.

Varios rescatistas.
BBC
Los rescatistas de URESAP se preparan para realizar una batida.

Son unos garajes anegados en la parte baja de Catarroja, una de las localidades más afectadas por las lluvias torrenciales que el 29 y 30 de octubre devastaron la zona sur de Valencia.

También hay que revisar decenas de vehículos que arrastró el agua y que han quedado sembrados en un descampado del pueblo.

Con la ayuda de Bolo, Roco y Shiva van a buscar a personas que pudieran haber quedado atrapadas, vivas o muertas. BBC Mundo los acompañó.

“Ojalá tengamos un desenlace bueno hoy, pero no sabemos lo que nos vamos a encontrar”, reconoce Alberto Carnicer, un verano que lleva desde los 17 años trabajando como rescatista con distintas instituciones, entre ellas la Cruz Roja y la Protección Civil, y como voluntario en la URESAP.

Pero llegar hasta allí no es fácil.

Algunas calles están colapsadas por las montañas de enseres embarrados que los vecinos han ido sacando de sus casas, y por coches y más coches cubiertos de lodo, aplastados como los restos de papel de aluminio de un bocadillo, allá donde se mire.

Las vías transitables son un bullicio de tractores y excavadoras, grúas, camiones militares, furgonetas con alimentos o agua que traen los voluntarios.

En un camino estrecho, una lancha empotrada contra un garaje deja una historia de supervivencia. El martes por la noche, un chico al que arrastraba la corriente la vio y trepó hasta ella. Allí se quedó hasta que bajaron las aguas.

La zona baja de Catarroja que el equipo va a inspeccionar, ya lindando con la localidad de Albal, parece una escena apocalíptica.

Una rambla llena de barro y coches destrozados.
BBC
Catarroja ha quedado completamente anegada.

El pueblo se convirtió el martes en un barranco urbano y mucho de lo que arrastró ha quedado esparcido por una zona de huertas y naranjos donde los automóviles parece que brotaran de la tierra.

“Nos gustaría encontrar a personas vivas”

El equipo recibe las instrucciones de Basi, el líder y fundador del grupo, que se ha coordinado con autoridades locales, y se echa a andar.

El trabajo es duro y meticuloso. Los rescatistas se abren en abanico para rastrear la mayor extensión posible.

Desde el cielo, un dron dirigido por Cristian Seves, un militar que se unió al grupo hace 15 días, sobrevuela el terreno para tener visión de las zonas a las que no se puede llegar a pie.

Se van acercando vehículo por vehículo, miran por las ventanillas o las rompen si hace falta, revisan maleteros y los perros los rodean en busca de algún olor o figura humana.

“Solo avisan si ven una persona sentada o tumbada y entonces marca, nunca de pie”, aclara Héctor Galdona. Roco, su perro de aguas español blanco y negro, trepa por los montículos, se cuela entre la maleza y busca a cada poco la mirada de su dueño.

“¡Qué bueno ese perro! ¡Muy bueno ese perro!”, le recompensa Héctor.

Lo que parece la huella de una mano en el barro de un asiento llama la atención de Alberto. Los rescatistas logran abrir las puertas traseras del vehículo, pero dentro no hay nada salvo la huella misteriosa.

Una zona arbolada sepultada por la maleza se ha convertido en una especie de cueva vertedero. El agua ha arrastrado mucha ropa de algún almacén. Algunas prendas están aún metidas en sus bolsas, hay maletas, un tablero de ajedrez, un casco de bicicleta infantil de la película Frozen.

Luis y Bolo.
BBC
Luis y Bolo.

Un poco más adelante, en la estación de tren de Albal, que aún no había sido inaugurada, Bolo, un pastor belga malinois, ladra avisando de algo. Un olor pestilente emana del vestíbulo de la estación, que tiene un metro de altura de barro y cañas, y el equipo se acerca con cautela.

De entre el lodo asoma la cabeza de un burro, su cuerpo hinchado, los ojos desorbitados.

A Bolo, que estaba abandonado, lo recogió Luis Ramos, un adiestrador de perros venezolano que en su país trabajó durante 15 años como guía canino de la policía.

Braian Asinari va marcando con un espray una gran letra R en cada uno de los vehículos que van revisando. Braian no es miembro de la URESAP, pero es vecino de Aldaia, uno de los pueblos afectados por la riada. Quería ayudar y se ha unido al grupo. Les hace de guía local.

La batida de hoy no ha encontrado nuevas víctimas, ni vivas ni muertas.

Pero su labor, como la de otros muchos grupos de voluntarios, es fundamental, y los vecinos de Catarroja se lo recuerdan a cada paso que dan.

“Ayer nos dio las gracias un niño de unos 7 años que estaba sacando barro de una casa con una escoba. Eso me emocionó”, reconoce Alberto.

Lo que ven y lo que viven también pasa factura: “En la furgo vamos haciendo chistes, pero luego, cuando pasa un tiempo y vuelves a casa, nos da el bajón”.

Empieza a llover y el equipo decide regresar.

La agencia de meteorología ha vuelto a activar el aviso rojo sobre Valencia, el máximo, y ha pedido a los vecinos que se queden en zonas elevadas por las lluvias. El barro ha atorado parte del alcantarillado de Catarroja y la zona podría volver a anegarse.

Bomberos forestales retirando un árbol.
BBC
La riada arrasó de cuajo grandes árboles en Catarroja.

En la esquina donde han dejado la furgoneta, la chef Carlota Bonder ha montado un punto de entrega de platos calientes a los vecinos.

Ha venido desde Ibiza en su Porsche Cayenne verde pistacho, que por tener tracción a las 4 ruedas ha ofrecido como vehículo de ayuda humanitaria.

“Tengo a toda la brigada cocinando”, cuenta.

El equipo de Carlota ayuda a repartir tápers con lentejas guisadas y con espaguetis.

El día anterior vieron a una señora desde un balcón que les hacía un gesto de llevarse la mano a la boca. “Subimos corriendo los 6 o 7 pisos de escaleras y nos encontramos con una anciana que tenía alzhéimer y que no había comido en días. Se te parte el corazón”, recuerda Adriana Alés.

Carlota se ofrece a llevar a parte del equipo de rescatistas de vuelta al punto de partida. Su Porsche verde parece un espejismo en medio del lodazal en el que se ha convertido el pueblo.

Mañana habrá más sótanos y más garajes por inspeccionar.

“Nos gustaría encontrar a personas vivas, pero el tiempo corre en contra”, reconoce Fran.

Pero hallar a los muertos, desengrosar la lista de desaparecidos, también es una labor fundamental, explica Basi: “Un cuerpo recuperado es una familia aliviada, que puede iniciar el luto y enterrar a su ser querido”.

Línea gris.
BBC

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