Algunas personas suelen confundir los síntomas de una gripe o resfriado con una alergia estacional, pero expertos consultados por El Sabueso explicaron que la clave está en los síntomas. La fiebre y el dolor de garganta, por ejemplo, son síntomas propios de un padecimiento infeccioso o gripe.
Mientras que la gripe y un resfriado común son causadas por un virus, la alergia es una respuesta del sistema inmunológico provocada por la exposición a alérgenos, —como el polen y los ácaros—, que son sustancias antigénicas que inducen una reacción alérgica en el organismo.
“Clínicamente, digamos que el diferenciador (entre gripe y alergia estacional) más objetivo es la presencia de fiebre. Cuando hay fiebre desde un principio, generalmente estamos hablando no de una alergia, estamos hablando de un problema infeccioso generalmente viral. Y no tiene que ser una fiebre elevada”, explicó a El Sabueso el infectólogo Alejandro Macías.
Además, otro distintivo es que las alergias no son contagiosas.
“En una gripe, en un resfriado común, generalmente vamos a encontrar que la persona que está enferma, está igual enferma su familia, están igual enfermos sus compañeros de de trabajo (…) el primer punto es ver, revisar si en la familia o en los conocidos hay alguien que tenga una una enfermedad con los mismos eh síntomas”, comenta el doctor Martín Bedolla, académico de la Universidad de Guadalajara.
De igual forma, Bedolla explica que al dudar sobre una posible alergia se debe tomar en cuenta el entorno epidemiológico, es decir, hacerse las siguientes preguntas: ¿En qué época del año me encuentro? ¿En qué medio social me estoy desarrollando? ¿Cuáles son mis actividades laborales?
Las alergias pueden ser más prolongadas e intensas como respuesta inmunitaria, debido a cambios en el medio ambiente provocados por la crisis climática como la polinización temprana y prolongada, el aumento de temperaturas, un incremento de dióxido de carbono y el polen con mayor potencia –más alérgico–.
En el caso de alergias su tratamiento incluye antihistamínicos, descongestionantes y en ciertos casos inmunoterapia. Para su atención lo ideal es acudir con un alergólogo.
Te mostramos cuáles son los síntomas de resfriado simple, gripe y alergia estacional.
En el caso de gripe o resfriado ambos especialistas consultados coinciden en que una forma de prevenir es ponerse anualmente las vacunas de COVID-19 e influenza.
También, recomiendan seguir con los hábitos tras la pandemia como el constante lavado de manos, limpiar las superficies, evitar tocarse ojos, nariz y boca; y hacer uso de mascarillas N-95 en caso de presentar algunos de los síntomas ya descritos.
“Incrementar la cantidad de líquidos durante la época de frío, consumir un poco de de vitamina B, un poco de vitamina C, que son vitaminas que el médico les puede prescribir en un intento de estimular la respuesta del sistema de defensas”, recomienda el doctor Bedolla.
Mientras que para las alergias se recomienda que las personas no se expongan al medio en dónde están los agentes que les producen la alergia, explica el también jefe del servicio de Atención respiratoria integral del nuevo Hospital Civil de Guadalajara. Aunque reconoció que esto puede ser difícil debido a los hábitos y necesidades de cada persona como asistir a la escuela o trabajo.
Sí. Las personas más propensas a padecer alergias estacionales son las que padecen problemas de la piel como dermatitis atópica, asma bronquial o bronquitis, sin importar la estación del año, explica el doctor Macías.
“Hay gente que tiene problemas recurrentes de conjuntivitis primaverales que son alérgicas (…) es un grupo de personas que tienen esa susceptibilidad, no quiere que no la puedas tener tú o yo, pero si hay un grupo de personas que son propensas a tener problemas alérgicos.” concluyó.
Encontrar huevos en Estados Unidos es cada vez más difícil y más caro. Te contamos las razones.
Ir a comprar huevos y no encontrarlos se ha convertido en un problema cada vez más habitual en Estados Unidos.
Los huevos son cada vez más caros y hay cada vez menos en los supermercados.
Los precios de un artículo tan consumido se han duplicado en un año y los consumidores tienen que pagar ahora un promedio de US$4,77 por una docena de huevos de clase A, cuando hace poco más de un año costaban US$2,51.
Y el incremento se ha acelerado en los últimos dos meses. Los huevos se encarecieron un 15% de diciembre a enero, siendo unos de los principales causantes del inesperado repunte de la inflación en Estados Unidos.
En algunos supermercados no se encuentran y otros han restringido la cantidad que puede comprar cada cliente para evitar el acaparamiento y la reventa de un producto cada vez más cotizado.
La popular cadena de restaurantes Waffle House ha empezado a cobrar un suplemento de 50 centavos por huevo para hacer frente a su encarecimiento y en la localidad de Antrim, Pensilvania, las autoridades reportaron el 6 de febrero el robo de la carga de 100.000 huevos valorada en unos US$40.000 del remolque de un camión.
“Esto es único. Nunca en toda mi carrera oí hablar del robo de 100.000 huevos”, dijo a los medios locales Megan Frazer, de la Policía del estado de Pensilvania.
El problema de los huevos se suma al de muchos consumidores que dicen tener dificultades para adquirir artículos esenciales debido al aumento de la inflación de los últimos años, uno de los temas que dominaron la última campaña electoral y que, según muchos analistas, fue uno de los que llevó a Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca.
Estados Unidos combate desde 2022 un brote de gripe aviar, la enfermedad causada en las aves por el virus H5N1.
Los casos no han dejado de aumentar desde entonces y ya se ha detectado el virus también en reses, gatos domésticos e incluso algunos trabajadores de las granjas avícolas afectadas.
La gran mayoría de los casos en personas han sido leves y las autoridades afirman que el riesgo de contagio entre humanos es bajo.
Pero las consecuencias se han dejado sentir en el bolsillo.
Desde que se detectó el brote, más de 130 millones de aves han muerto, según los datos de la Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense, una asociación nacional de productores agrícolas, lo que ha mermado gravemente la producción de huevos.
La gran cantidad de aves muertas se debe a que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos exige que cuando se detecta una gallina infectada todas a su alrededor sean sacrificadas para evitar la propagación del virus.
Y cuando un granjero se ve obligado a sacrificar todas sus aves le lleva tiempo repoblar su explotación y hacerla de nuevo productiva.
“Cuando se repuebla una granja, las nuevas gallinas pueden tardar hasta cinco meses en empezar a poner huevos, lo que está provocando una conmoción en la oferta disponible”, le dijo a BBC Mundo David Ortega, experto en la industria alimentaria estadounidense de la Universidad Estatal de Michigan.
Así, como hay menos gallinas, hay menos producción de huevos y llegan menos a los comercios.
Se estima que cada habitante de Estados Unidos consume más de 284 huevos al año, lo que eleva el consumo diario nacional de huevos hasta 250 millones, una demanda al alza que, unida a la caída de la oferta derivada de la gripe aviar, explica la subida de los precios.
El aumento sostenido del precio de los huevos encarece la cesta de la compra en Estados Unidos y, según revelan los últimos datos oficiales, ha sido uno de los principales motores del aumento de la inflación que todavía aqueja a la economía del país.
Los precios subieron el pasado enero un 3% en el país, una décima más de lo que habían previsto los economistas, y los huevos fueron junto a la energía lo que más contribuyó al alza.
Según Ortega, “el precio de los alimentos en Estados Unidos ha aumentado significativamente en los últimos años y el encarecimiento de los huevos golpea especialmente a los hogares con menos ingresos, porque son los que deben dedicar mayor proporción de su renta adquirirlos”.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, culpó al gobierno anterior de lo que está ocurriendo con los huevos.
“El gobierno de Biden y el Departamento de Agricultura ordenaron la matanza masiva de más de cien millones de gallinas, lo que ha llevado a una falta de suministro de gallinas en este país, y a una falta de suministro de huevos que ha llevado a la escasez”, dijo Leavitt.
“En 2024, con Joe Biden en el Despacho Oval —o en la planta de arriba durmiendo en la presidencia, no estoy segura—, el precio de los huevos subió un 65% en nuestro país”, añadió Leavitt.
No mencionó que con Trump se ha mantenido el sacrificio de aves.
La inflación fue uno de los temas más explotados por Trump en la campaña electoral, en la que prometió: “Cuando gane reduciré los precios, empezando el primer día”.
Los últimos datos muestran que esa promesa no se ha cumplido y el presidente no ha dado pistas de qué piensa hacer para frenar el aumento del precio de los huevos o mitigar su impacto en los consumidores.
Los expertos no creen que los precios vayan a bajar este año.
Estados Unidos lleva lidiando con este brote desde 2022 y no se atisba, por ahora, un final.
Los huevos son uno de los artículos que los economistas consideran de demanda inelástica. Como no se pueden sustituir fácilmente, la demanda se mantiene pese a que caiga la oferta, lo que empuja los precios al alza.
“Hasta que no atajemos el brote y sus causas, y podamos volver a estabilizar la producción, no creo que veamos un descenso de los precios”, indica Ortega.
Él, como otros expertos, cree que se precisan más medidas de bioseguridad y una mayor coordinación entre las agencias federales implicadas para evitar que el virus continúe propagándose.
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