
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido al menos 70 veces –según el conteo hasta la fecha de El Sabueso– que el sistema de salud de México será mejor que el de Dinamarca, y puso como plazo marzo de 2024 para lograrlo. Pero, ¿cómo funciona el sistema de ese país nórdico?
La Cámara de Diputados sostuvo un conversatorio con Mikael Ostergren, exministro de Salud de Dinamarca, y la doctora Kristen Wisborg, para explicarlo. Además de revisar dicho foro, El Sabueso investigó más datos para contarte los puntos clave de su sistema:
El sistema de salud en Dinamarca opera dentro de tres niveles: Nacional/Estado, Regional y Municipal, que se dividen las responsabilidades para proveer servicios de salud a la población de 5.8 millones de personas (su población es 96% menor a la de México).
El rol del estado es la regulación, supervisión y funciones fiscales. A nivel nacional se encargan de autorizar el presupuesto de salud y planear el sistema de especialidad.
De manera regional, son responsables de servicios hospitalarios, cuidados primarios y psiquiátricos.
Dinamarca se divide en cinco regiones, que operan con consejos políticos y son sometidos a elecciones dentro del territorio. Las operaciones son financiadas en un 75% por el estado y en un 25% por el municipio donde se encuentren los servicios que proveen.
Finalmente se encuentra el nivel municipal, con 98 municipios, que se encarga de temas como el cuidado dental, servicios de rehabilitación y tratamiento de adicciones. También operan con consejos políticos que se eligen de manera local, y reciben financiamiento del estado y de los impuestos recaudados dentro del municipio.
De acuerdo con el Fondo Commonwealth, todos los residentes de Dinamarca pueden elegir entre dos modalidades de servicios de salud.
El 98% de los residentes está registrado bajo la modalidad 1, que indica que tienen que estar inscritos con un médico general, quienes trabajan de manera autónoma y operan conforme un acuerdo nacional con el gobierno, para obtener su pago.
El médico general provee cuidados primarios y son el primer punto de contacto. Además cumplen la función de determinar si el paciente necesita o no servicios especializados. De ser así, el médico general provee una referencia al servicio especializado que determinen necesario, y sólo así pueden acceder los pacientes con un especialista.
Aquellos que optan por la modalidad 2, el 2% de la población, puede acceder a los servicios de especialistas sin tener que consultar un médico general, pero tienen que realizar pagos adicionales.
El acceso a los hospitales, a excepción de urgencias, está regulado al 100% con una referencia de un médico obligatorio, sin importar si pertenecen a la modalidad 1 o 2. Los hospitales proveen cuidados de emergencia sin referencias, y con referencias programan y proveen atención completa en temas como cirugías, estudios especializados, y cuidados postoperatorios.
Cada región maneja y es dueña de los hospitales, y se encargan de cumplir con los tiempos de espera mínimos requeridos. Si un hospital público no puede cumplir con esos tiempos de espera, es responsabilidad del gobierno de la región transferir a los pacientes a hospitales privados y cubrir los costos.
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Es importante resaltar que el 97% de los hospitales son públicos, y sólo el 3% es privado. Estas son clínicas pequeñas que proveen atención especializada y procedimientos quirúrgicos voluntarios, como cirugía plástica y procedimientos estéticos.
En clínicas y hospitales, cualquier medicamento administrado es gratuito, y para medicamentos adquiridos en farmacia, el subsidio se determina con base en el costo anual del medicamento y varía para adultos y niños. Además está cubierto al cien por ciento para enfermos terminales.


Según explicaron los especialistas daneses, el 85% de los gastos de salud en 2021 fue cubierto por el gobierno con dinero proveniente de impuestos, mientras que el otro 15% vino de fondos privados, con el 12% pagado de contado directamente por los ciudadanos y el 3% por parte de aseguradoras privadas voluntarias.
La mayoría de los gastos que se realizan de manera privada es en farmacéuticos y cuidado dental, así se protege a los grupos vulnerables de gastos altos.
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La educación médica es gratuita, es decir que los estudiantes de medicina en Dinamarca no tienen que pagar colegiaturas durante su formación. Hay cuatro escuelas de medicina, todas públicas, que ofrecen programas de 6 años para formar a los jóvenes médicos.
Aproximadamente el 22% de los médicos son médicos generales y la mayoría son autónomos, remunerados por las regiones a través de capacitación, que significa el 30% de sus ingresos, y la tarifa por servicio, que es el 70% de los ingresos.

Un análisis de los detalles clave de la nueva estrategia de seguridad nacional del gobierno de Trump y sus implicaciones para Europa, América Latina y el mundo.
La Estrategia de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump ha generado alarma entre los aliados más cercanos de Estados Unidos y marca un alejamiento dramático de los principios fundamentales de la política exterior estadounidense de décadas.
El documento de 33 páginas, divulgado por el gobierno hace unos días, presenta el mundo primordialmente como un escenario económico, resaltando los acuerdos bilaterales y el nacionalismo económico por encima del multilateralismo y la promoción de la democracia.
La estrategia refleja las “cepas más ideológicas” del gobierno de Trump, comentó el corresponsal de BBC News en el Departamento de Estado, Tom Bateman, en el podcast The Global Story del Servicio Mundial de la BBC.
Esta también tiene implicaciones para América Latina, tanto en cómo se relaciona Washington con los cada vez más numerosos gobiernos de derecha, hasta la nueva versión de la Doctrina Monroe, que reafirma a la región como el “patio trasero” de EE.UU.
Igualmente impactante es lo que el documento omite, sin casi una sola crítica hacia adversarios tradicionales como Rusia y China.
En cambio, reserva el lenguaje más cargado para con Europa, lo que dio pie a la preocupación a lo largo de las capitales europeas.
Mientras que anteriores estrategias de seguridad nacional tendían a reafirmar los valores y prioridades compartidos de EE.UU. con los países europeos, este documento toma un giro diferente.
Europa será “irreconocible en 20 años a menos”, declara, por la acogida del continente a las instituciones multilaterales y sus políticas migratorias, que se han convertido en una influencia corruptora de la “identidad occidental”.
En esa sección, la estrategia crudamente declara que los estados de Europa enfrentan lo que llama la “eliminación civilizacional”.
Los líderes europeos han quedado, por lo menos en privado, “horrorizados” por el documento, dijo al podcast nuestro corresponsal en el Departamento de Estado.
“No están sorprendidos de que esta sea la postura ideológica de algunas partes del gobierno, pero verlo articulado dentro de un documento formal de política es bastante preocupante para ellos”, expresó.
La reacción en Europa de lado y lado del espectro político no se ha hecho esperar.
El diario francés de izquierda Le Monde catalogó el quiebre como un “divorcio”, señalando que marca una ruptura histórica con la era posterior al final de la Segunda Guerra Mundial
“El divorcio está finalizado, pendiente de la división de bienes”, escribe el diario en su artículo.
Más diciente aún en términos de la prensa francesa, indica el corresponsal Tom Bateman, es el comentario del diario conservador Le Figaro sobre la aparente contradicción de lo que afirma el documento sobre lo que llama la “pretensión del no intervencionismo” por un lado y, por el otro, el intervencionismo explícito en el caso de los países europeos.
La estrategia textualmente indica la intención de EE.UU. de cultivar la resistencia de los partidos de oposición en los países europeos. Eso implica apoyo a partidos de extrema derecha como el AfD en Alemania, el Partido Reforma en Reino Unido, y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia, entro otros.
Es un apoyo explícito a los movimientos políticos en Europa que abogan por un nacionalismo económico y una oposición férrea a la migración, que el documento tilda de “partidos patrióticos”.
La estrategia hacia Europa sería una repetición de cómo ha accionado el gobierno de Trump en relación con América Latina, opina el corresponsal de la BBC.
En Argentina, por ejemplo, menciona el rescate económico que Trump aprobó para el gobierno de Javier Milei días antes de que su partido enfrentara elecciones legislativas que definirían el futuro de su proyecto político.
“Eso fue interpretado por los opositores (de Milei) como una evidente interferencia por Estados Unidos”, expresó Tom Bateman.
Ese apoyo se repitió antes de las recientes elecciones en Honduras, cuando Trump indultó al expresidente Juan Orlando Hernández, que cumplía una condena de 45 años en EE.UU. por narcotráfico, al tiempo que manifestó su apoyo al candidato de derecha Nasry “Tito” Asfura.
Lo mismo se ha visto en Brasil, con los ataques de Trump contra los tribunales de ese país que condenaron al expresidente de corte “trumpista” Jair Bolsonaro por su intento de golpe tras haber perdido las elecciones en 2022.
La nueva estrategia realza al continente americano, referido como el “Hemisferio Occidental”, como un principal foco de la política exterior de EE.UU.
El gobierno quiere “asegurarse… de que la región permanezca estable y suficientemente bien gobernada para evitar y desalentar la migración masiva hacia Estados Unidos”, lee el documento.
La estrategia introduce la idea de un “corolario Trump” a la doctrina Monroe, posicionando la táctica del gobierno como una secuela a la política del presidente James Monroe en el siglo XIX afirmando la primacía de EE.UU. en el continente americano y repeliendo la interferencia de los poderes coloniales europeos.
El gobierno considera esta renovada atención como necesaria para contrarrestar la influencia de China en América Latina, señala nuestro corresponsal, a pesar de que China no está mencionada directamente en el documento.
China ha logrado obtener demasiada posición económica en la región, según Trump, aunque su insinuación de que está “operando” el Canal de Panamá no es literalmente verdad.
Los recientes esfuerzos diplomáticos, incluyendo la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a países latinoamericanos a comienzos de año, son una señal de la intención de Washington de reafirmar su dominio tanto económico como estratégico en la región.
Aunque la estrategia no se extiende en la dimensión militar de esta política, la campaña de bombardeos aéreos contra supuestos narcotraficantes en el Caribe y la presencia de múltiples acorazados y personal militar estadounidense frente a las costas de Venezuela subraya la amenaza del uso de fuerza militar.
El deterioro de las relaciones entre EE.UU. y Europa ha sido aparente durante meses.
Una de las primeras señales de la actitud del gobierno de Trump hacia Europa se produjo en enero, cuando el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, emitió un cáustico ataque contra las democracias europeas, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en el que reprendió a sus líderes por ignorar las preocupaciones de sus votantes sobre la migración y la libertad de expresión.
Pero en la práctica, esta incómoda relación se ha desarrollado en otro escenario; la guerra en Ucrania.
El documento parece sugerir que Europa no ha entendido las dinámicas de poder que están en juego y que Estados Unidos debe invertir energía diplomática para estabilizar la región.
La Unión Europea está acusada de obstaculizar los esfuerzos de Washington por termina la guerra en Urania, según el documento, y que EE.UU. deber “restablecer una estabilidad estratégica hacia Rusia”, que a su vez “estabilizaría las economías europeas”.
El mensaje central es que Ucrania debería permanecer siendo un estado viable pero eso requiere reconocer la posición dominante de Rusia.
Donald Trump está “perdiendo la paciencia” con Europa y Ucrania, señala nuestro corresponsal.
“Está claro… la presión está sobre los europeos para que asientan a una postura que los ucranianos básicamente interpretan como una capitulación”, comentó en el podcast.
La tensión en torno a Ucrania ya se manifestó en momentos de alto perfil, incluyendo la reunión en el Despacho Oval de Trump y Vance con el presidente Volodymyr Zelensky en febrero, en la que tacharon al presidente ucraniano de “irrespetuoso” y “desagradecido”.
Los líderes europeos ahora enfrentan la realidad de que EE.UU. podría presionar para lograr un resultado mucho más preferencial para Moscú que para Kyiv.
Rusia recibió con beneplácito la Estrategia de Seguridad Nacional, describiéndola como “ampliamente consistente” con su visión.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional ya ha reconformado los debates en Washington y a lo largo de Europa.
Sus implicaciones para Ucrania, las relaciones EE.UU.-Europa y el orden global más amplio siguen desarrollándose.
Pero el documento deja una cosa inequívocamente clara: el gobierno de Trump pretende redefinir las prioridades de la política exterior de EE.UU. y espera que sus aliados se adapten a esa nueva realidad.
*Con información adicional del podcast The Global Story del Servicio Mundial de la BBC
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