
Como parte de sus acuerdos políticos para las elecciones de 2023 y las de este año, el PAN y PRI en Coahuila acordaron nombramientos de cargos como notarías, direcciones de planteles educativos y de oficinas del Registro Civil, la ratificación de un magistrado, una plaza en el instituto estatal de transparencia y hasta la Junta de Caminos, lo que podría involucrar cientos de plazas y pasar por encima de los requisitos legales de algunos de ellos.
Además, el acuerdo incluye cargos como las direcciones de Subsistema de Educación, Infraestructura y Obras Públicas, Medio Ambiente, Turismo, Economía o Cultura; la alcaldía de Torreón, cinco diputaciones ubicadas en Acuña, Monclova, Frontera y Torreón, y al menos tres secretarías del gabinete del gobernador Manolo Jiménez.
Ahora los panistas exigen al gobernador priísta Manolo Jiménez que cumpla, pero en la selección de todos los cargos existe una ley que marca requisitos y procedimientos para su designación.
De acuerdo al documento difundido por Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, se repartieron el 20% plazas de los planteles educativos, en un estado en el que hay 5 mil 309 escuelas de educación básica, media superior y superior, de acuerdo al concentrado estadístico del Sistema Educativo Coahuilense. También el 20% de plazas en el Registro Civil, cuando existen 61 en el estado. O seis notarías, a pesar de que la ley establece criterios específicos para abrir nuevas plazas.

Por ejemplo, en el caso de las notarías, los requisitos son aprobar el examen de selección y que existan notarías acéfalas –es decir, notarías sin un titular por el fallecimiento de la persona que ejerció previamente dicho cargo–, según señala el artículo 90 de la Ley del Notariado en Coahuila.
Solo puede haber una excepción para no realizar el examen, y es que el gobernador a petición de quien solicita exima de su cumplimiento, porque considera que está suficientemente capacitado.
Para saber más: PAN y PRI se confrontan por reparto de candidaturas en Coahuila; acordaron hasta notarías y el Instituto de Transparencia
Para el caso de selección de un comisionado del Instituto de Acceso a la Información y Transparencia, la designación es realizada por el congreso local, que emite una convocatoria pública y permanece más de un mes en proceso.
Primero informa el número de aspirantes y quienes fueron acreedores al derecho de examen. Una vez que aprueban, los candidatos deben ser parte de una audiencia pública ante la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información.
Finalmente, la comisión propone a los aspirantes que considere tienen un perfil adecuado y al menos dos terceras partes del congreso deben aprobar, según detalla el artículo 162 de la Ley de Acceso a la información Pública para el estado.
En esta selección está prohibido que los comisionados tuvieran un cargo de elección popular en los cinco años anteriores. Tampoco que dirigieran comités directivos de un partido político o un culto religioso, ni ser militante activo o públicamente en los últimos cinco años.
Mientras que en el caso de las regidurías, deben ser seleccionados quienes fueran candidatos a presidente municipal y no ganaron. Además de haber obtenido el tres por ciento del total de la votación municipal, explica el artículo 19 del Código Electoral Para el Estado de Coahuila.
Y como representación proporcional, se asignará una regiduría a todo partido político que obtuviera el tres por ciento de la votación.
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En el caso de la ratificación de un magistrado, debe tener una mayoría de votos entre los restantes cinco magistrados que integran el pleno del Consejo de la Judicatura, dice el artículo 56 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Coahuila.
El documento publicado por Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, menciona ratificar a un magistrado de nombre Bernardo. El único magistrado estatal con ese nombre es Bernardo González Morales, designado en 2019 como magistrado del Tribunal de Conciliación y Arbitraje. El cargo anterior de este funcionario fue presidente del PAN estatal y el anterior, secretario general del PAN estatal.
Carlos Prado Aguilera, especialista en derecho constitucional y catedrático de la Universidad Ibero en Coahuila, explica que el hecho de que los partidos políticos intenten repartir los distintos cargos públicos atenta contra los principios de la transparencia y su desempeño imparcial.
“Afectan estos principios, porque las decisiones que se tomen muchas veces van a estar influenciadas, ¿por qué? Porque mi puesto se lo debo a alguien”, explica.
Ante las declaraciones del PAN sobre el acuerdo de cargos, Padro Aguilera comenta que la ciudadanía no tiene herramientas legales para revertir las designaciones.
“Solo existen dos mecanismos de control constitucional, ninguno de estos dos los puede iniciar una persona. Una de ellas es la acción de constitucionalidad y solamente está facultada para iniciarla el 33% del congreso. El segundo es una controversia constitucional, que es un mecanismo de control de Coahuila y esto solo lo pueden iniciar dependencias que se ven afectadas”, detalla.

Un análisis de los detalles clave de la nueva estrategia de seguridad nacional del gobierno de Trump y sus implicaciones para Europa, América Latina y el mundo.
La Estrategia de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump ha generado alarma entre los aliados más cercanos de Estados Unidos y marca un alejamiento dramático de los principios fundamentales de la política exterior estadounidense de décadas.
El documento de 33 páginas, divulgado por el gobierno hace unos días, presenta el mundo primordialmente como un escenario económico, resaltando los acuerdos bilaterales y el nacionalismo económico por encima del multilateralismo y la promoción de la democracia.
La estrategia refleja las “cepas más ideológicas” del gobierno de Trump, comentó el corresponsal de BBC News en el Departamento de Estado, Tom Bateman, en el podcast The Global Story del Servicio Mundial de la BBC.
Esta también tiene implicaciones para América Latina, tanto en cómo se relaciona Washington con los cada vez más numerosos gobiernos de derecha, hasta la nueva versión de la Doctrina Monroe, que reafirma a la región como el “patio trasero” de EE.UU.
Igualmente impactante es lo que el documento omite, sin casi una sola crítica hacia adversarios tradicionales como Rusia y China.
En cambio, reserva el lenguaje más cargado para con Europa, lo que dio pie a la preocupación a lo largo de las capitales europeas.
Mientras que anteriores estrategias de seguridad nacional tendían a reafirmar los valores y prioridades compartidos de EE.UU. con los países europeos, este documento toma un giro diferente.
Europa será “irreconocible en 20 años a menos”, declara, por la acogida del continente a las instituciones multilaterales y sus políticas migratorias, que se han convertido en una influencia corruptora de la “identidad occidental”.
En esa sección, la estrategia crudamente declara que los estados de Europa enfrentan lo que llama la “eliminación civilizacional”.
Los líderes europeos han quedado, por lo menos en privado, “horrorizados” por el documento, dijo al podcast nuestro corresponsal en el Departamento de Estado.
“No están sorprendidos de que esta sea la postura ideológica de algunas partes del gobierno, pero verlo articulado dentro de un documento formal de política es bastante preocupante para ellos”, expresó.
La reacción en Europa de lado y lado del espectro político no se ha hecho esperar.
El diario francés de izquierda Le Monde catalogó el quiebre como un “divorcio”, señalando que marca una ruptura histórica con la era posterior al final de la Segunda Guerra Mundial
“El divorcio está finalizado, pendiente de la división de bienes”, escribe el diario en su artículo.
Más diciente aún en términos de la prensa francesa, indica el corresponsal Tom Bateman, es el comentario del diario conservador Le Figaro sobre la aparente contradicción de lo que afirma el documento sobre lo que llama la “pretensión del no intervencionismo” por un lado y, por el otro, el intervencionismo explícito en el caso de los países europeos.
La estrategia textualmente indica la intención de EE.UU. de cultivar la resistencia de los partidos de oposición en los países europeos. Eso implica apoyo a partidos de extrema derecha como el AfD en Alemania, el Partido Reforma en Reino Unido, y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia, entro otros.
Es un apoyo explícito a los movimientos políticos en Europa que abogan por un nacionalismo económico y una oposición férrea a la migración, que el documento tilda de “partidos patrióticos”.
La estrategia hacia Europa sería una repetición de cómo ha accionado el gobierno de Trump en relación con América Latina, opina el corresponsal de la BBC.
En Argentina, por ejemplo, menciona el rescate económico que Trump aprobó para el gobierno de Javier Milei días antes de que su partido enfrentara elecciones legislativas que definirían el futuro de su proyecto político.
“Eso fue interpretado por los opositores (de Milei) como una evidente interferencia por Estados Unidos”, expresó Tom Bateman.
Ese apoyo se repitió antes de las recientes elecciones en Honduras, cuando Trump indultó al expresidente Juan Orlando Hernández, que cumplía una condena de 45 años en EE.UU. por narcotráfico, al tiempo que manifestó su apoyo al candidato de derecha Nasry “Tito” Asfura.
Lo mismo se ha visto en Brasil, con los ataques de Trump contra los tribunales de ese país que condenaron al expresidente de corte “trumpista” Jair Bolsonaro por su intento de golpe tras haber perdido las elecciones en 2022.
La nueva estrategia realza al continente americano, referido como el “Hemisferio Occidental”, como un principal foco de la política exterior de EE.UU.
El gobierno quiere “asegurarse… de que la región permanezca estable y suficientemente bien gobernada para evitar y desalentar la migración masiva hacia Estados Unidos”, lee el documento.
La estrategia introduce la idea de un “corolario Trump” a la doctrina Monroe, posicionando la táctica del gobierno como una secuela a la política del presidente James Monroe en el siglo XIX afirmando la primacía de EE.UU. en el continente americano y repeliendo la interferencia de los poderes coloniales europeos.
El gobierno considera esta renovada atención como necesaria para contrarrestar la influencia de China en América Latina, señala nuestro corresponsal, a pesar de que China no está mencionada directamente en el documento.
China ha logrado obtener demasiada posición económica en la región, según Trump, aunque su insinuación de que está “operando” el Canal de Panamá no es literalmente verdad.
Los recientes esfuerzos diplomáticos, incluyendo la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a países latinoamericanos a comienzos de año, son una señal de la intención de Washington de reafirmar su dominio tanto económico como estratégico en la región.
Aunque la estrategia no se extiende en la dimensión militar de esta política, la campaña de bombardeos aéreos contra supuestos narcotraficantes en el Caribe y la presencia de múltiples acorazados y personal militar estadounidense frente a las costas de Venezuela subraya la amenaza del uso de fuerza militar.
El deterioro de las relaciones entre EE.UU. y Europa ha sido aparente durante meses.
Una de las primeras señales de la actitud del gobierno de Trump hacia Europa se produjo en enero, cuando el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, emitió un cáustico ataque contra las democracias europeas, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en el que reprendió a sus líderes por ignorar las preocupaciones de sus votantes sobre la migración y la libertad de expresión.
Pero en la práctica, esta incómoda relación se ha desarrollado en otro escenario; la guerra en Ucrania.
El documento parece sugerir que Europa no ha entendido las dinámicas de poder que están en juego y que Estados Unidos debe invertir energía diplomática para estabilizar la región.
La Unión Europea está acusada de obstaculizar los esfuerzos de Washington por termina la guerra en Urania, según el documento, y que EE.UU. deber “restablecer una estabilidad estratégica hacia Rusia”, que a su vez “estabilizaría las economías europeas”.
El mensaje central es que Ucrania debería permanecer siendo un estado viable pero eso requiere reconocer la posición dominante de Rusia.
Donald Trump está “perdiendo la paciencia” con Europa y Ucrania, señala nuestro corresponsal.
“Está claro… la presión está sobre los europeos para que asientan a una postura que los ucranianos básicamente interpretan como una capitulación”, comentó en el podcast.
La tensión en torno a Ucrania ya se manifestó en momentos de alto perfil, incluyendo la reunión en el Despacho Oval de Trump y Vance con el presidente Volodymyr Zelensky en febrero, en la que tacharon al presidente ucraniano de “irrespetuoso” y “desagradecido”.
Los líderes europeos ahora enfrentan la realidad de que EE.UU. podría presionar para lograr un resultado mucho más preferencial para Moscú que para Kyiv.
Rusia recibió con beneplácito la Estrategia de Seguridad Nacional, describiéndola como “ampliamente consistente” con su visión.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional ya ha reconformado los debates en Washington y a lo largo de Europa.
Sus implicaciones para Ucrania, las relaciones EE.UU.-Europa y el orden global más amplio siguen desarrollándose.
Pero el documento deja una cosa inequívocamente clara: el gobierno de Trump pretende redefinir las prioridades de la política exterior de EE.UU. y espera que sus aliados se adapten a esa nueva realidad.
*Con información adicional del podcast The Global Story del Servicio Mundial de la BBC
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