
Son 11 las personas candidatas a juezas y jueces especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones que serán votados sólo en la Ciudad de México el próximo 1 de junio, de las cuales al menos seis han trabajado en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) o la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), órganos autónomos eliminados recientemente.
Por las tres vacantes que hay para este cargo habría 18 aspirantes en total, propuestos por el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, pero cuatro fueron postulados por dos o incluso los tres poderes de la federación.
Si bien las personas candidatas pueden ser postuladas simultáneamente por uno o varios poderes siempre que aspiren al mismo cargo porque no está prohibido en la reforma judicial, esto sí reduce las opciones que la ciudadanía tiene para votar en la elección del próximo 1 de junio.
Para saber más: Elecciones judiciales: jueces federales que atienden asuntos de competencia económica sólo serán votados en Ciudad de México
Entre las aspirantes del Listado preliminar de las personas candidatas para la elección de los cargos de los Juzgados de Distrito, actualizado al 6 de marzo y por confirmarse antes de la impresión de boletas y del 30 de marzo que inician las campañas, está María Fernanda Hernández Andión, postulada por el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial a jueza especializada en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, y que estudió la Licenciatura en Derecho en la Universidad Anáhuac.
De acuerdo con el resumen de su ficha biográfica en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), se ha desempeñado como secretaria de Juzgado en el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones, con residencia en la Ciudad de México, y también ha sido actuaria judicial.
Mariana Ortiz Morales, también postulada por los tres poderes a dicho cargo, ha ocupado distintos puestos en el IFT, la Cofece y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con base en su LinkedIn.
Yasser Caballero Martínez, postulado por el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, se describe en X como abogado con interés en competencia económica. Estudió la Licenciatura en Derecho en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Se ha desempeñado como Jefe de Departamento de Riesgos Jurídicos en el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), y ha tenido diferentes cargos en la Cofece, según su LinkedIn.
Eric Felipe Avelino Jaramillo González, postulado por el Poder Legislativo y el Poder Judicial, es maestro en Derecho Administrativo y Fiscal por la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados, y cursó la Maestría en Derecho General por la Escuela Libre de Derecho.
Es socio de Sabag, Becker & Gerrit Cohen en el área de Competencia Económica. Según dicha firma de abogados, ha ocupado diversos cargos en la Autoridad Investigadora de la Cofece, desde jefe de departamento hasta la Coordinación General de Investigaciones de Mercado.

El Poder Ejecutivo, Legislativo y el Judicial pueden postular a dos personas cada uno por cada cargo a jueza o juez. Si hay tres vacantes de personas juzgadoras especializadas en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, serían 18 candidaturas en total, seis por cada uno de los tres poderes.
Sin embargo, sólo hay 11 aspirantes porque cuatro personas fueron postuladas más de una vez y porque el Poder Judicial solamente postuló a cinco candidaturas, es decir, le faltó un candidato o candidata para cumplir con los seis que le corresponden.
Para Mariano Calderón, socio de la firma de abogados Santamarina + Steta, que no se cumpla con el número de candidaturas o que se repitan entre sí es una de las fallas en el diseño de la reforma.
“La Constitución establece que debe de haber seis personas por cada vacante de juez. Tenía que haber dos propuestas por parte del Poder Judicial, dos propuestas por parte del Poder Legislativo y dos propuestas por parte del Poder Judicial. Entiendo que en varios casos no cumplieron con lo que establece la Constitución, y el número de candidatos es menor”, explica Calderón, maestro en Derecho por la Georgetown University Law Center.
Varias de las personas candidatas a juezas o jueces especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones han trabajado en el IFT o la Cofece, órganos autónomos especializados en esta materia.
Por ejemplo, Liliana Elizabeth Vez Félix es maestra en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se ha desempeñado en la Unidad de Asuntos Jurídicos del IFT en el sector de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Miguel Ángel Monroy Rodríguez cuenta con una Maestría en Derecho de las Tecnologías de Información y Comunicación por el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación. De acuerdo con su LinkedIn, también ha laborado para el IFT.
Asimismo, Ernesto Sinuhé Castillo Torres ha trabajado en la Cofece, por ejemplo, como director ejecutivo de Normativa.
César Mauricio López Ramírez, otro de los aspirantes a juez especializado en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, formó parte de la ponencia de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, acusada de plagiar su tesis de licenciatura. Un documento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) refiere que se ha desempeñado como su secretario Auxiliar de Acuerdos.
También verificamos: Tribunal no descartó plagio de Yasmín Esquivel, como aseguró la ministra; sólo ordenó a la UNAM frenar la investigación
Otros aspirantes a jueza o juez de esta especialidad son Lucero Grisel Martínez Encarnación, quien en Instagram se define como abogada especialista en Telecomunicaciones, Radiodifusión y Derecho Procesal Constitucional; la licenciada en Derecho Susana Ramírez Martínez; y Axel Lara López, licenciado en Derecho por la UNAM y profesor de asignatura de esa Facultad.

Este tipo de juezas y jueces atienden asuntos de relevancia nacional, como la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por Andrés Manuel López Obrador y que daba ventaja a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre empresas privadas; y la eliminación de la tarifa de interconexión, es decir, la cuota por conectar a una compañía telefónica con usuarios de otras.
Sin embargo, serán votados sólo por habitantes de algunas alcaldías de la Ciudad de México: los distritos judiciales electorales 4 (Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc), 6 (Gustavo A. Madero y Azcapotzalco) y 9 (Tlalpan y Coyoacán).
“Su competencia, que es la forma como se distribuyen territorialmente las facultades, las atribuciones de un juzgador, es en toda la República. No tiene sentido que sólo determinadas personas en la Ciudad de México puedan votar por esos jueces cuando el impacto y las decisiones que tomen involucran a todo el país”, insiste Calderón, experto en investigaciones y procedimientos de probable responsabilidad en prácticas antimonopolio.

Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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