Luego de que autoridades permitieran a la prensa ingresar al rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, la presidenta Claudia Sheinbaum insistió en acusar que medios de comunicación y opositores magnifican el tema para atacar a su administración; mientras en redes sociales, creadores de contenido a favor de su gobierno desplegaron una ola de mensajes negando la existencia de crematorios en el lugar, y de un “campo de exterminio”.
Esto aunque integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco dieran testimonio y mostraran en videos y fotografías que en el lugar encontraron desde principios de marzo decenas de huesos, placas y casquillos de bala. Esto en tres fosas que denuncian fueron utilizadas para cremar cuerpos.
“Hay mucho hueso calcinado, han estado saliendo molares, donde va la dentadura, para que no digan que son de animal… se están destapando fosas tipo crematorio”, relató una de las buscadoras de Guerreros Buscadores de Jalisco, en una transmisión en vivo el 5 de marzo, mientras hacían la búsqueda de restos en el rancho.
“Queremos dejar claro que estos no son hornos comunes, sino crematorios utilizados para calcinar cuerpos humanos. A diferencia de lo que algunos han dicho, estos crematorios tienen una base de ladrillo y piedra, y fueron utilizados para calcinar cuerpos. La evidencia es clara y contundente”, apuntaron en otra publicación, ya el 20 de marzo.
El propio fiscal General de la República, Alejandro Gertz, si bien cuestionó el desempeño de la fiscalía de Jalisco ante la evidencia, confirmó que sí habían sido hallados restos de osamentas.
Y la fiscalía estatal, en tanto, difundió una base de datos con más de 1,500 indicios, como 192 mochilas, más de 300 pantalones y al menos 154 piezas de calzado hallados en el lugar, también señalado como un sitio de reclutamiento del crimen organizado, a la espera de que familiares puedan reconocer si son de personas desaparecidas.
“Vienen estas fotografías que salieron con un colectivo, de personas que buscan a sus familiares, con una fotografía de ropa. Esos digamos son los hechos”, señaló la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Por qué un periodista, pregunto, a los periodistas, cómo es que un periodista que tiene 40, 50 años, siendo periodista, o difundiendo las noticias, por una fotografía hace toda una construcción, por qué no van a la información fuente, básica”, agregó.
Pero contrario a lo dicho por la mandataria, no sólo es una fotografía, también está el testimonio directo y video de buscadoras en la zona, destacando que habían encontrado decenas de huesos calcinados.
“En los hornos encontramos fragmentos… una compañera con una sola varilla, el primer hallazgo del horno, fue porque mete la varilla y se va a profundidad, y fue como empezamos a sacar la tierra y a dar con los fragmentos”, relató a Animal Político Karina Nova Cacho, del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quien busca a su hijo desaparecido en abril de 2020 en Rincón de Guayabitos, Nayarit.
“Que no se hable que no fue un horno, porque entonces, ¿qué nombre se le puede dar a ello?”, agregó.
El 8 de marzo pasado, el diario Reforma publicó un artículo sobre el tema, incluyendo una entrevista a un joven que citó como sobreviviente del lugar de adiestramiento del crimen. “Manuel” relató que varias personas morían por castigos o por no soportar los entrenamientos, y luego sus cuerpos eran enviados a los hornos crematorios.
Sheinbaum insistió en que la FGR investigue el caso, aunque también dijo que comunicadores que habían acudido al recorrido en el rancho deberían dar su versión de los hechos, sobre qué encontraron en el lugar.
“Que cada uno de los que fue a ese lugar, de los periodistas, más allá de la situación de las víctimas y de los familiares, de los colectivos, que diga qué vio, con responsabilidad”, señaló.
Aunque al respecto, madres buscadoras acusaron que para la visita de este 21 de marzo, en la que se permitió la entrada a comunicadores, ya habían sido retirados todos los indicios que encontraron Guerreros Buscadores de Jalisco, y se trató de una visita guiada por las autoridades.
“Nosotros queríamos encontrar evidencias que se hallaron desde que subieron los videos. Ya no hallamos nada, todo está tapado, todo está acordonado, ya no está como lo subieron en los videos”, relató Patricia, madre buscadora.
“Yo no vengo a un museo… yo vengo a ver si encuentro a mi hija aquí, yo vengo a ver si aquí estuvo mi hija”, agregó.
Organizaciones como el Movimiento por Nuestros Desaparecidos, el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) y la CNDH se pronunciaron en rechazo a la actuación de las autoridades durante el recorrido que se llevó a cabo el jueves en el Rancho Izaguirre.
“Lejos de ser un proceso que constituyera un espacio para garantizar los derechos al acceso a la información, realizar la observancia y participar en las labores de búsqueda e investigación, así como ejercer la rendición de cuentas, los colectivos de Jalisco, Michoacán, Nayarit, Guanajuato, Puebla, Estado de México y Colima, que estuvieron presentes, fueron tratados de forma insensible, revictimizante y sin que se priorizara sus necesidades”, señaló el Cepad.
Aunque existieron dichas restricciones para el recorrido, plataformas y comunicadores en redes a favor del gobierno desplegaron una ola de mensajes concluyendo de forma coordinada que no había hornos crematorios en el rancho.
El Centro Cepad criticó antes a la Fiscalía de Jalisco por no nombrar o, de alguna manera, tratar de desmentir o colocar a las familias del colectivo Guerreros Buscadores como si hubieran generado mentiras en términos de la existencia de hornos crematorios.
Incluso se hizo alusión directa a que no se habían encontrado estructuras correspondientes a esa actividad, cuando las familias ya habían especificado que se trataba de fosas en la tierra donde se incineraba a las personas, no hornos tipo ladrilleros, como los que se han localizado en Jalisco en otros puntos.
La presidenta de México también mencionó que la próxima semana darán a conocer una investigación, sobre quién empezó a dar lo que considera información equivocada sobre el rancho. Respecto a calificar el rancho como un campo o lugar de exterminio, El Sabueso encontró que el 12 de marzo una de las integrantes de Guerreros Buscadores de Jalisco la usó para referirse a sus hallazgos de fosas y restos óseos, en entrevistas con la agencia de noticias AFP y con CNN.
“Desde el inicio encontramos ropa, montículos de ropa, muchísima ropa. Encontramos calzado, que esto fue algo que se hizo viral, porque lo comparaban con unas fotos de la antigüedad, de guerras, de sitios de exterminio. Realmente esto era un sitio de exterminio, reclutamiento y exterminio, porque ahí mismo terminaban con la vida de las personas”, mencionó la persona buscadora a AFP, según la nota retomada por la BBC.
Con información de Arturo Daen, Marcela Nochebuena y Siboney Flores
Investigadores proyectan que el potencial de recolección de niebla en zonas geográficas con condiciones favorables podría extender esta práctica (comúnmente utilizada a escala rural) al abastecimiento de urbes donde el agua es escasa.
Esto es lo que han concluido investigadores de ese país tras analizar el potencial de la recolección de niebla en Alto Hospicio, una ciudad ubicada en el norte de Chile, en la región árida del desierto de Atacama.
Con poca o ninguna precipitación, la principal fuente de agua de las ciudades de la zona son los acuíferos subterráneos, que se recargaron por última vez hace miles de años. La precipitación promedio es de menos de 5 mm al año. Y, en algunas zonas, la escasez hídrica obliga a abastecer de agua a la población con camiones aljibe.
Pero la ciudad de Alto Hospicio tiene una particularidad geográfica que favorece la formación y captura de la niebla.
“Se ubica en uno de los corredores de entrada de la niebla al continente”, explica a BBC Mundo la investigadora Virginia Carter Gamberini, de la Universidad Mayor de Chile.
Precisamente esas condiciones son las que podrían permitirle a la ciudad apoyarse en la cosecha de niebla como una alternativa viable y sostenible para abastecer de agua potable a su población.
Las conclusiones del estudio, que fue publicado en febrero en la revista Frontiers of Environmental Science, apuntan a que las nubes de niebla que se acumulan regularmente sobre la ciudad montañosa son una fuente desaprovechada de este recurso tan valioso.
Con el crecimiento de la población urbana y la creciente demanda de agua por parte de la minería y la industria, los investigadores advierten que es urgente encontrar otras fuentes sostenibles.
Sobre todo, considerando que en el caso particular de Alto Hospicio, se enfrentan graves problemas de pobreza y un acceso reducido de sectores de la población a redes de suministro de agua limpia.
La idea de capturar el agua de niebla no es nueva.
De hecho, Carter cuenta que ella ha participado en proyectos similares en otras zonas de Chile, Guatemala, Canadá y África.
Uno de los sistemas de recolección de agua de niebla más grandes se encuentra en Marruecos, en el borde del desierto del Sahara, mientras que experiencias emblemáticas en América Latina son las del Chungungo, también en Chile, o los atrapanieblas de las colinas del sur de Lima.
La novedad, señala la investigadora, es que hasta ahora los proyectos de esta naturaleza se habían entendido con la perspectiva de abastecer a comunidades rurales y no así a poblaciones urbanas.
“Esto apunta a un cambio de percepción. Siempre se pensaba en usar agua de niebla para abastecer a pequeños poblados o asentamientos rurales. En este caso, queremos explorar la posibilidad de abastecer una ciudad”, afirma.
“Nuestros hallazgos demuestran que la niebla puede servir como suministro urbano complementario en zonas áridas donde el cambio climático exacerba la escasez de agua”.
Carter recalca que una “nueva era” de recolección de niebla a una escala mucho mayor podría proporcionar un suministro de agua más seguro y sostenible en entornos urbanos donde más se necesita, no solo en Chile sino también en otras urbes del mundo.
Puedes leer: La arquitectura responsable y su huella con el medioambiente: edificaciones por descubrir en la CDMX
Capturar el agua de la niebla es extraordinariamente sencillo: se cuelga y tensa una malla entre dos postes y se forma el “atrapaniebla”. Cuando las nubes cargadas de humedad atraviesan esa fina malla, se forman pequeñas gotitas, que se canalizan hacia tuberías y tanques de almacenamiento.
La niebla de Alto Hospicio se forma sobre el océano Pacífico cuando el aire cálido y húmedo fluye sobre el agua fría y luego es empujado hacia las montañas. Las condiciones de niebla constantes en la zona permitieron a los investigadores identificar las áreas donde se podría recolectar el mayor volumen de agua de manera regular.
Con un trabajo de campo que se extendió por un año, realizaron evaluaciones in situ, lo que combinaron con datos obtenidos mediante un método predictivo (AMARU), que procesa información meteorológica y la cruza con datos que se obtienen mediante sensores remotos.
Durante la temporada alta del estudio, entre agosto y septiembre de 2024, el potencial de recogida alcanzó hasta 10 litros por metro cuadrado al día, según los investigadores.
Basándose en una tasa promedio anual de recolección de agua de 2,5 litros por metro cuadrado de malla al día, calcularon que:
Carter explica que Chile es “muy especial” en cuanto a la niebla marina, “porque tenemos el océano a lo largo de todo el país y también tenemos la cordillera”.
Su equipo está trabajando actualmente en un “mapa de recolección de niebla” con el objetivo de identificar otros lugares en donde este modelo se pueda implementar.
El “agua de las nubes”, como la describe Carter, podría, según ella, “mejorar la resiliencia de nuestras ciudades ante el cambio climático y, al mismo tiempo, mejorar el acceso al agua potable”.
La investigadora destaca, sin embargo, que la posibilidad de alcanzar esos volúmenes en otras zonas que enfrentan una grave escasez hídrica dependerá siempre de su potencial de formación y captación de niebla, que está dado por diversos elementos.
“Los factores clave que influyen en la eficiencia de la recolección de niebla incluyen la dirección y la velocidad del viento, así como las características geográficas, especialmente la presencia de montañas”, explica.
Por ejemplo, Petorca, una de las zonas más afectadas por la escasez hídrica en Chile, no tendría -a primera vista- las mismas posibilidades de abastecerse en grandes volúmenes de agua a partir de la niebla. Pero sí otras zonas costeras del país.
“Yo he tomado siempre agua de niebla”, dice Carter, pero señala que el estudio que realizaron no contempla un análisis químico respecto de la calidad del recurso hídrico.
En ese sentido, destaca que “va a ser importante hacer otras investigaciones…Ya sabemos cuánta agua y dónde encontrarla. Después habrá que profundizar en la calidad del agua y los métodos mas adecuados para potabilizarla”.
“Puede ser que ahora ya está bien para tomarla, el punto es que no lo sabemos”, dice otra de las investigadoras, Nathalie Verbrugghe, de la Universidad Libre de Bruselas.
Las investigadoras son cautas sobre las expectativas que se han generado en torno a los hallazgos de esta investigación:
“Nosotras no vamos solucionar la crisis hídrica de Chile o del desierto de Atacama” y “probablemente esta tecnología tampoco, pero esperamos que sea un complemento”.
*Con información de Victoria Gill e Isabel Caro
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.