
Para entender mejor
La presidenta Claudia Sheinbaum envió al Senado de la República un paquete de iniciativas de reformas sobre los derechos de las mujeres para establecer a nivel constitucional la igualdad sustantiva y que se elimine la brecha salarial, aunque según especialistas aún necesitan detallar cómo se van a hacer efectivas más allá de las leyes secundarias.
En El Sabueso te explicamos en qué consisten estos conceptos, algunos indicadores, y otras de sus propuestas sobre seguridad, salud y economía como parte de su eje República para las mujeres.
Para saber más: Sheinbaum anuncia paquete de iniciativas para protección de las mujeres y lanza nueva cartilla de derechos
Claudia Sheinbaum envió una iniciativa que busca modificar seis artículos constitucionales: 4°; 21°; 41°; 73°; 116° y 123°, además de siete leyes secundarias, para hacer realidad la igualdad sustantiva; la perspectiva de género y el derecho a una vida libre de violencia.
“Como primera presidenta de México nuestra obligación es proteger a las mujeres y que en la Constitución de la República quede establecida (…): Uno, la igualdad sustantiva (…) Y también el derecho a una vida libre de violencia, no sólo para las mujeres, sino para las y los adolescentes, las y los niños. Además de que no haya brecha salarial, entre hombres y mujeres: a trabajo igual, salario igual”, dijo en la conferencia matutina del 3 de octubre.
“Esto no existía en la Constitución. Y nuestro objetivo es que quede en la Carta Magna y a partir de ahí, distintas leyes que van a reforzar esto”, explicó.
Las leyes secundarias son la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres; el Código Nacional de Procedimientos Penales; la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; la Ley Federal del Trabajo; la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado y el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.

Una de las reformas propone incluir en el artículo 5 de la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres el término brecha salarial de género como una práctica de retribución salarial desigual por razón de género.
“Creo que sin duda envió una señal positiva y de compromiso con la agenda de igualdad de género en el mercado laboral, pero le falta precisión en la implementación porque, con esta definición, la verdad es que no queda claro cómo se mide, cómo se identifica en la práctica”, mencionó Fernanda García, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Entre las causas de la brecha salarial están la discriminación laboral, el empleo a tiempo parcial, las diferencias de salario en sectores históricamente masculinizados en comparación con los feminizados y la subrepresentación de mujeres en puestos de toma de decisiones, según la publicación Mujeres y Hombres en México 2021-2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
El Imco, como socio local del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), analizó los resultados para México sobre el Índice Global de Brecha de Género, país que obtuvo un puntaje de 76.8, por encima del ranking mundial.
El índice posiciona a México en el lugar siete de 22 a nivel regional, después de Argentina (77.2) Barbados (77.3), Chile (78.1), Costa Rica (78.5), Ecuador (78.8) y Nicaragua (81.1). Aunque el país está en los primeros lugares de la región, cayó un lugar con respecto a 2023.
Según el Inegi, la brecha salarial se acentúa en contextos de pobreza. En 2020, las mujeres en dicha situación percibieron 71.7 pesos por cada 100 pesos retribuidos a los hombres. En un contexto sin pobreza, la diferencia se reduce a 92.6 pesos por cada 100.
En 2022, el ingreso promedio trimestral monetario por persona fue de 26 mil 860 pesos. Para los hombres, este monto fue de 33 mil 964 pesos; para las mujeres, de 19 mil 336. Las cifras representan una brecha entre ambos sexos de 14 mil 628 pesos al trimestre, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional (ENIGH).
Fernanda García explicó que en la legislación actual, tanto en la Constitución como en la Ley Federal del Trabajo ya hay definiciones de igualdad salarial acerca de que a trabajo igual debe corresponder salario igual.
Al ser cuestionada en la conferencia matutina acerca de si la brecha salarial de género contemplaría también a las mujeres deportistas, Sheinbaum respondió que al estar plasmada en la Constitución, tendrían derecho a exigir salarios iguales.
“Ya va a ser constitucional, en la Constitución va a quedar establecido que no debe haber brecha salarial, no solamente en la Ley Federal del Trabajo. Entonces las mujeres deportistas tienen derecho a exigir los mismos salarios”, dijo la presidenta.
A pesar de que artículos como el 17 de esa Ley hablan del establecimiento de medidas tendientes a erradicar en la vida profesional y laboral la brecha salarial de género, la directora de Sociedad Incluyente del Imco mencionó que hace falta especificar cómo aplicarlas.
“Creo que esto en sí mismo no va a ser la diferencia, porque ya de por sí existe. Entonces, ¿cuáles son los lineamientos que permitan el cumplimiento gradual o que determinen las obligaciones necesarias o que definan las facultades de las instituciones para poder aplicar esto?, ¿cuáles son los cambios legislativos en la realidad?”, cuestionó García.
Otras modificaciones a la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres son el incluir, por ejemplo, el fomentar la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida: familiar, de cuidados, económico, político, de salud, social, laboral y cultural, entre otros.
La igualdad sustantiva se define como el ejercicio pleno y universal de los derechos humanos, en congruencia con los derechos asentados en las normas jurídicas.
“El Estado garantizará el goce y ejercicio del derecho a la igualdad sustantiva de las mujeres”, propone la iniciativa de reforma al artículo 4º constitucional.
Dicho artículo actualmente sólo menciona que el hombre y la mujer son iguales ante la ley, por una reforma de 2019, según expone la iniciativa.
“A pesar de que la igualdad sustantiva y la perspectiva de género ya están mencionadas en algunas partes de la Constitución, es necesario que se aborden de forma transversal, visible, expresa y, por supuesto, constitucional, porque debe nombrarse y colocarse jerárquicamente a la altura del conocimiento del problema público de la desigualdad y la discriminación”, reconoce la iniciativa.
Según el Glosario para la Igualdad del Inmujeres, la igualdad sustantiva se trata además de sentar las bases legales para que exista igualdad formal entre mujeres y hombres, de que haya igualdad de resultados o de facto.
“México, al igual que todos los países del mundo, se han comprometido al año 2030 a cumplir con los objetivos de desarrollo sustentable. Esto implica necesariamente hacer realidad la igualdad sustantiva”, sostuvo Sheinbaum en la conferencia matutina.
Durante su discurso en el Zócalo de la Ciudad de México el 1 de octubre, Claudia Sheinbaum retomó el eje República de y para este sector de la población que había planteado en campaña. Su gobierno se distingue por la creación de la primera Secretaría de las Mujeres, a cargo de Citlalli Hernández.
Por ejemplo, el Gobierno federal prometió destinar 23 mil millones de pesos en 2025 para la pensión bimestral de 60 a 64 años.
También se planteó un nuevo programa social para las mujeres indígenas artesanas, que consiste en un esquema de comercialización a precios justos de huipiles, textiles, alfarería. Otro es el programa de cuidados para los primeros mil días de vida dirigido a las mujeres embarazadas y los recién nacidos, para que acudan a sus visitas prenatales por suplementos vitamínicos, tamizajes y lactancia materna.
En cuanto a reformas, otras son fortalecer medidas de protección para las mujeres en materia de violencia digital como la Ley Olimpia y las leyes que garantizan que el agresor que sale de casa cuando las mujeres viven violencia.
“Nos gustaría ver la transversalización de la agenda, es decir, no sólo que sea una agenda aislada de género, sino que realmente en todos los temas logre incluirse la perspectiva de género en desarrollo social, en infraestructura, en seguridad”, enlista Natalia Calero Sánchez, directora del Programa de Derecho del Tec de Monterrey, campus Santa Fe.


Se espera que la ceremonia del sorteo incluya la entrega de un nuevo Premio Nobel de la Paz de la FIFA, y que Trump sea el galardonado.
A solo kilómetro y medio de la Casa Blanca, el sorteo del Mundial el viernes tendrá un marcado carácter político.
La deslumbrante ceremonia tendrá lugar en el Kennedy Center, el famoso centro artístico de Washington que ahora es presidido por el mandatario estadounidense, Donald Trump, tras la renovación de su junta directiva este año.
Junto a estrellas del fútbol, el deporte estadounidense y el mundo del espectáculo, Trump estará presente, al igual que los líderes de los otros dos países anfitriones: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney.
Sin embargo, el proceso parece haber sido planeado teniendo al mandatario estadounidense muy presente.
El grupo de los años setenta Village People fue contratado para tocar YMCA, una de las canciones favoritas de Trump que se escucha con frecuencia en sus mítines de campaña.
Además, rompiendo con la tradición, la ceremonia del sorteo incluirá la entrega de un nuevo Premio Nobel de la Paz de la FIFA, y se espera que Trump sea el galardonado.
Estos gestos no harán más que subrayar la alianza forjada entre Trump y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien anunció el reconocimiento el mes pasado tras afirmar que Trump merecía ganar el Premio Nobel de la Paz por su contribución al alto el fuego entre Israel y Gaza, y elogiar con entusiasmo sus políticas.
Para los críticos, estas medidas amenazan el compromiso de la FIFA con la neutralidad política, consagrado en sus estatutos, e imponen el riesgo de que el sorteo, y el propio torneo, se conviertan en herramientas de propaganda.
Los detractores consideran que Infantino y Trump tienen una relación demasiado estrecha, lo cual envía el mensaje de que el organismo rector del fútbol mundial se está alineando con el movimiento Make America Great Again (MAGA), y que respalda lo que muchos ven como una administración que fomenta la división.
Se preguntan si es sensato que la FIFA se asocie tan estrechamente con un hombre que esta misma semana hizo comentarios despectivos sobre los migrantes somalíes, describiéndolos como “basura”.
Al ser consultado sobre el premio, en medio de informes que indican que el Consejo de la FIFA no tenía conocimiento al respecto, un alto funcionario del organismo rector declaró a BBC Sport: “¿Por qué no puede ser más importante que el Premio Nobel de la Paz? El fútbol cuenta con un enorme apoyo mundial, por lo que es justo que reconozca los esfuerzos extraordinarios por lograr la paz cada año”.
Señaló que en 2019 no hubo tanta controversia cuando la FIFA otorgó al presidente de Argentina un premio en honor a su contribución al fútbol, y afirmó que la organización merece elogios por defender la paz en un mundo dividido.
El presidente Bill Clinton decidió no asistir al sorteo del Mundial de 1994, cuando Estados Unidos fue la última sede del evento. Pero no sorprende que Trump haya optado por desempeñar un papel destacado, dada la plataforma global que le ofrece el Mundial.
Como indicio de las escenas que podrían aguardar en el evento del próximo año, Trump apareció en la final del Mundial de Clubes este año, donde optó por permanecer en el podio mientras el Chelsea celebraba la victoria, disfrutando claramente de ser el centro de atención tras entregarles el trofeo.
Más recientemente, saludó a Cristiano Ronaldo en una cena en la Casa Blanca en honor al príncipe heredero saudí. Apenas unos días después, la FIFA le concedió un indulto sorpresa al delantero, luego de eliminar una sanción en su contra en dos de tres partidos, tras ser expulsado por propinarle un codazo a Dara O’Shea en la derrota ante la República de Irlanda, lo que le aseguró su disponibilidad para los primeros partidos de Portugal en el Mundial.
También está la regularidad con la que Trump e Infantino han aparecido juntos en los últimos años, incluso en eventos fuera del ámbito deportivo.
Desde su primera visita al Despacho Oval en 2018, durante el primer mandato de Trump, Infantino ha sido visto con el presidente en el Foro Económico de Davos, en la firma en Washington de los Acuerdos de Abraham (un pacto entre Israel y algunos países árabes del Medio Oriente en 2020), e incluso como invitado en la segunda investidura de Trump en enero.
La FIFA celebró formalmente la estrecha amistad entre ambos tras ese evento, y el propio Infantino insistió en que era lógico, dada la importancia de que Estados Unidos acogiera tanto la Copa del Mundial de Clubes ampliada como el Mundial.
La FIFA también afirmó que Infantino tenía el deber de desarrollar y promover el fútbol a nivel mundial, y que también mantenía reuniones periódicas con otros líderes mundiales.
Si bien Infantino parecía tener una relación menos estrecha con el expresidente Joe Biden durante su etapa en la Casa Blanca, sí la ha mantenido con otros jefes de estado.
Desde que reemplazó a su predecesor Sepp Blatter hace casi una década, después de prometer que restauraría la reputación y las finanzas de la FIFA tras un enorme escándalo de corrupción, Infantino ha aparecido cerca del presidente ruso Vladimir Putin, quien le otorgó una medalla de la Orden de la Amistad de Rusia en 2019, junto con los gobernantes de otros dos anfitriones de la Copa del Mundo en Qatar y Arabia Saudita.
La proximidad de Infantino con estos líderes inevitablemente genera controversia y críticas, pero es su relación con Trump la que ha provocado la mayor reacción negativa en el fútbol.
A principios de este año, los delegados de la UEFA, el organismo rector del fútbol europeo, abandonaron el Congreso de la FIFA en Paraguay cuando Infantino llegó horas tarde tras unirse a Trump en una gira por el Medio Oriente, acusándolo de priorizar “intereses políticos privados”, lo cual “no le hace ningún favor al fútbol”.
En 2018, el propio Infantino declaró: “Está muy claro que la política debe mantenerse al margen del fútbol y el fútbol debe mantenerse al margen de la política”.
Sin embargo, defendió el viaje con Trump, insistiendo en que había sido crucial, ya que le permitió “representar al fútbol” en “importantes debates” con “líderes mundiales de la política y la economía”.
Pero el episodio solo intensificó el escrutinio sobre la relación, al igual que la decisión de la FIFA de establecer una nueva oficina en la Torre Trump de Nueva York. Infantino también apareció por sorpresa en una cumbre en Egipto en octubre, donde Trump y otros líderes mundiales firmaron una declaración para instaurar la paz en Gaza.
Infantino, el único líder deportivo presente, afirmó que el fútbol podría contribuir a los esfuerzos de paz y afirmó que la FIFA ayudaría a reconstruir las instalaciones en Gaza, pero su presencia volvió a generar controversia.
Entre tanta diplomacia futbolística, hay preocupación por el impacto que algunas políticas y declaraciones de Trump podrían tener en el Mundial. También existe incertidumbre sobre la acogida que recibirán en EE.UU. los visitantes de algunos países.
En junio, la Casa Blanca impuso a 19 países, principalmente de África, Medio Oriente y el Caribe, restricciones migratorias totales o parciales, haciendo referencia a la necesidad de gestionar las amenazas de seguridad.
En medio de sugerencias de que la lista pueda ampliarse a 30 países, tras la identificación de un hombre afgano como sospechoso del reciente tiroteo de dos soldados de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca, la FIFA se comprometió a organizar un torneo acogedor y unificador.
Sin embargo, Irán y Haití, cuyos equipos clasificaron para el Mundial, se encuentran entre los países afectados por la prohibición. La semana pasada, Irán anunció que planeaba boicotear el sorteo debido al número limitado de visas para su delegación.
La orden ejecutiva de junio exime de las restricciones de viaje a los atletas y al cuerpo técnico de las selecciones que participarán en el Mundial, pero los aficionados podrían verse afectados.
“Queremos asegurarnos de ser lo más acogedores posible”, declaró el miércoles Andrew Giuliani, director ejecutivo del Grupo de Trabajo de la Copa Mundial de la Casa Blanca.
Giuliani elogió un programa diseñado para acortar los tiempos de espera para las entrevistas de visas de visitante para quienes tengan boletos, pero no descartó las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), dirigidas contra migrantes indocumentados en las sedes de la Copa Mundial.
El vocero insistió en que las autoridades querían garantizar que los visitantes ingresaran legalmente a Estados Unidos, para priorizar la seguridad de los estadounidenses.
Esta posición preocupa a los defensores de las libertades civiles.
Human Rights Watch (HRW) afirma que el sorteo se llevará a cabo en “un contexto de detenciones violentas de inmigrantes, despliegues de la Guardia Nacional en ciudades estadounidenses y la servil cancelación de las campañas antirracistas y antidiscriminatorias de la propia FIFA”.
HRW forma parte de un grupo de organizaciones que el miércoles afirmó que la Copa Mundial corría un creciente peligro de ser utilizada como arma para fines autoritarios.
“Todavía hay tiempo para cumplir las promesas de la FIFA de una Copa Mundial libre de abusos contra los derechos humanos, pero el tiempo avanza”, afirmó HRW.
Tras elogiar a Infantino como “uno de los grandes hombres del deporte” durante una reunión en el Despacho Oval el mes pasado, Trump sugirió que incluso podría retirar partidos de las ciudades anfitrionas gobernadas por los demócratas si le preocupaba la seguridad.
Aunque no está claro si el presidente tomará, o si puede tomar, una medida que causaría importantes trastornos logísticos y legales, sus palabras aumentaron la incertidumbre sobre el torneo.
En la misma reunión, Trump sugirió que podría lanzar “ataques” contra México si con ello se detenía el tráfico de drogas a Estados Unidos.
Tras las fricciones que ya generaron las políticas comerciales de Trump con México y Canadá, esto no hizo más que reforzar las preocupaciones sobre el nivel de cooperación entre los tres anfitriones del Mundial en cuestiones como la seguridad del torneo.
Infantino podría afirmar que, dada la imprevisibilidad de algunas declaraciones de Trump, mantener una relación estrecha con él es aún más crucial.
Pero otros argumentarían que también corre el riesgo de obstaculizar su capacidad para confrontar al presidente de Estados Unidos.
Para Trump, el Mundial ha sido un tema central de su segunda presidencia. Le brinda la oportunidad ideal para proyectar su imagen a nivel mundial, junto con las celebraciones del 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos el próximo año.
Al elogiar el evento como una “oportunidad económica increíblemente significativa” para Estados Unidos, Trump también espera que suponga un impulso bienvenido para el turismo, luego de un año de baja actividad para el sector en el país.
La FIFA afirma que generará cerca de US$30.000 millones para la economía y creará casi 200.000 empleos. El torneo también es una oportunidad para que el país demuestre que puede organizar un megaevento exitoso, antes de que Los Ángeles albergue los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2028.
Para Infantino, el evento deportivo más lucrativo jamás organizado también es una fuente de ingresos muy útil. Esto le permite cumplir su compromiso de impulsar el fútbol en Estados Unidos, alimentar los ingresos comerciales de la FIFA y aumentar los pagos a las federaciones nacionales de fútbol, sin perjudicar sus posibilidades de una tercera reelección como presidente en 2027.
Un mercado desregulado en Estados Unidos le permite a la FIFA gestionar una plataforma oficial de reventa de entradas para la competencia que le reportará una comisión sin precedentes del 30% en cada transacción.
Los representantes de la afición condenan la medida, al alegar que corren el riesgo de ser explotados por un modelo de precios que no refleja el espíritu del Mundial. Sin embargo, esto también ayuda a explicar por qué la FIFA espera recaudar la cifra récord de más de US$13.000 millones en su ciclo 2023-2026.
La verdadera fortaleza de la relación entre Trump e Infantino podría verse puesta a prueba en los próximos meses. Sin embargo, ambos consideran claramente que su alianza es mutuamente beneficiosa.
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