Para defender al Ejército y atacar a defensores: las contradicciones de AMLO y su gobierno sobre el caso Ayotzinapa
Para entender mejor
Andrés Manuel López Obrador terminará su gobierno sin resolver el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, aunque prometió lograrlo. Una década después, sigue sin conocerse el paradero de los jóvenes desaparecidos en Iguala y aún no se hace justicia contra los responsables.
Además en el transcurso de su sexenio López Obrador cambió de posición en relación con el papel de las autoridades en el crimen, y tanto él como otros funcionarios de su administración cayeron en contradicciones o incluso en falsedades.
El presidente se lanzó contra actores que participaron en la investigación, como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que se creó por un acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y en contraste se empeñó en defender la inocencia del Ejército mexicano.
AMLO niega involucramiento del Ejército, pero informes lo contradicen
Aunque el presidente niega la participación de militares en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, informes oficiales de dependencias de su propio gobierno y reportes de prensa describen que elementos del Ejército sí participaron y que incluso tuvieron conocimiento en tiempo real de los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Por un lado, se demostró que el Ejército tenía un soldado infiltrado en la normal Isidro Burgos, Julio César López Patolzin, quien también desapareció en el grupo de jóvenes, como informó en 2015 la revista Proceso.
En 2022, un informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), instancia creada en el actual sexenio a cargo de la Secretaría de Gobernación, reconoció que López Patolzin realizaba funciones de informante en la normal y pertenecía al 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero.
“La autoridad militar tuvo conocimiento de lo que estaba pasando en Iguala. Los estudiantes eran vigilados en todo momento y además un miembro de las FFAA fue agredido y desaparecido. ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Por qué no intervinieron sus supervisores para evitar los hechos? ¿Por qué no lo buscaron como marca su propio protocolo? Nunca realizaron ningún esfuerzo por ponerlo a salvo. Abandonaron a uno de los suyos”, señaló un video de la Secretaría de Gobernación, publicado el 29 de septiembre de 2022. Es decir, ya en el mandato de López Obrador.
Te puede interesar: Ayotzinapa, crimen de Estado; el Ejército pudo evitarlo, pero no lo hizo
Por otro lado, en el mismo informe de agosto de 2022, el Gobierno de México señaló al coronel José Rodríguez como presunto responsable de haber dado la orden de asesinar a un grupo de jóvenes días después del 27 de septiembre de 2014, como te contamos en esta nota.
“Se presume que seis de los estudiantes se mantuvieron con vida hasta cuatro días después de los hechos y que fueron ultimados y desaparecidos por órdenes presuntamente del entonces coronel José Rodríguez Pérez”, dijo el entonces subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
El coronel José Rodríguez fue detenido en agosto de 2022, pero tras casi dos años se le permitió seguir su proceso en libertad. Como él, una decena de militares señalados por su presunto involucramiento en el caso pudieron enfrentar las investigaciones libres, como el general Rafael Hernández.
“Es importante aclarar que, aun cuando no exista ninguna prueba de que el Ejército haya participado en la desaparición de los jóvenes… Si se encuentra hacia adelante que sí participaron, con pruebas, desde luego que se tiene que aceptar, castigar a los soldados, a los mandos y no permitir, no tolerar impunidad de nadie”, refirió el presidente en la carta más reciente enviada a familiares de los normalistas.
“Como no hay una prueba directa de que los soldados tuvieron que ver con la desaparición de los jóvenes, también por grabaciones de la DEA aparece, no en estas fechas, aparecen involucrados militares, estaríamos hablando de posibles delitos de vinculación con la delincuencia organizada, o porque esa noche salieron soldados del batallón que fueron a la comandancia, que fueron a un hospital, aunque no participaron en la detención, desaparición de los jóvenes, sí pueden resultar responsables por el delito de omisión al no haber actuado para evitar los actos de violencia contra los jóvenes”.
En el sexto informe de gobierno se reportó la detención por el caso de 17 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, incluidos dos generales (ex comandante del 27 y 41 batallón de infantería en el estado de Guerrero).
Por otro lado, aunque el presidente afirma que las Fuerzas Armadas han colaborado para el esclarecimiento del caso, organizaciones y víctimas señalaron en varios momentos obstáculos para obtener información.
Las familias de los normalistas exigieron en septiembre de 2023 a la Sedena la entrega de más de 800 archivos del Ejército de órdenes y llamadas interceptadas por un centro de inteligencia militar en Iguala, mismos que se habían negado tanto a la Covaj como al GIEI.
Según el GIEI, en dichos documentos podría haber indicios del paradero de los jóvenes, además de que daban cuenta de que el Ejército estaba al tanto de las acciones de los normalistas en septiembre de 2014. Pese a ello, la petición tardó más de diez meses en ser atendida.
Aun con esta información, el pasado 25 de julio de 2024 el presidente afirmó que hasta ahora no hay pruebas de que el Ejército haya participado en la desaparición de los normalistas.
En la carta difundida este miércoles 25 de septiembre a la par del tercer informe de la Covaj, López Obrador afirmó que “con el paso del tiempo y por intereses políticos ajenos a la investigación, tanto del país como del extranjero, empezó a manejarse la versión de parte de los defensores de las madres y padres de los estudiantes que los responsables de las desaparición de los jóvenes habían sido miembros del Ejército”.
En julio de 2023, el GIEI anunció su salida de México y el fin de su labor en el caso Ayotzinapa debido al ocultamiento de información por parte de la Sedena, así como las reiteradas negativas de información por parte del gobierno mexicano. Los integrantes aseguraron que esto impidió el avance de las investigaciones.
Los integrantes del GIEI expusieron que marinos, miembros del Ejército, policías, autoridades locales y estatales, así como órganos de inteligencia del Estado mexicano, supieron “minuto a minuto” y con monitoreo en tiempo real el paradero de los jóvenes, aunque después obstaculizaron la información y se habrían prestado para construir la llamada ‘verdad histórica’ de los hechos.
Un año antes, en 2022, dos miembros del GIEI dejaron el mecanismo al terminar el mandato y cuestionaron el uso de pruebas poco confiables en el primer informe de la Covaj, donde Alejandro Encinas mostró imágenes de supuestas conversaciones de Whatsapp entre los responsables del crimen, aunque no se verificó su autenticidad.
Contradicciones sobre la tortura y la Covaj
En el Tercer Informe de la Covaj, presentado el miércoles 25 de septiembre de 2024 -un día antes del décimo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa- se responsabiliza por la falta de avances en la investigación sobre el caso a la sentencia 203/2017 que permitió la liberación de 65 personas detenidas, aunque se documentara que hubo tortura contra varias de ellas.
“El tribunal elaboró una extensa argumentación con la finalidad de generar desconfianza en la PGR. Señaló que los titulares de esa dependencia, así como los de la SEGOB, la Policía Federal y la SEDENA, estaban subordinados al Ejecutivo Federal. Destacan los señalamientos reiterados relativos a que la PGR no fue imparcial ni independente, así como que los involucrados en la presunta tortura pertenecían al mismo gobierno”, dice el informe.
En su carta familiares de las víctimas, mencionada en la mañanera de este 25 de septiembre, López Obrador criticó también la liberación de 65 personas, asegurando que no fue “cierto del todo” que en su totalidad hayan sido víctimas de tortura. Aseguró tener pruebas de ello, aunque no las ha presentado, ni ha precisado en qué casos supuestamente sí hubo tortura y en cuáles no.
“Aunque alguno de los excarcelados sí habían sido víctimas de tortura, otros no, y la mayoría había participado en la desaparición de los jóvenes”, expuso.
Esto, cuando en el pasado el gobierno de López Obrador justo criticó la “verdad histórica” creada por la PGR al mando de Jesús Murillo Karam, en la que se recurrió a tortura y otras prácticas irregulares, y de hecho Murillo Karam fue detenido en 2022 por la acusación de desaparición forzada, tortura, y contra la administración de la justicia en el caso Ayotzinapa.
Incluso, la Covaj reconoció la existencia de una “junta de autoridades”, donde participó el ex presidente Peña Nieto y el ex procurador, para crear la “verdad histórica”.
En el informe, la propia Covaj aseguró que su creación fue una medida en contra de la Constitución, producto del descrédito contra el trabajo que realizó la PGR.
“Esta determinación es inconstitucional y vulnera los derechos de las víctimas porque transgrede lo dispuesto por los artículos 17, 20 y 21 Constitucionales en los cuales se establece que la investigación de los delitos sólo corresponde al Ministerio Público, y que las víctimas tienen derecho al acceso a la justicia impartida por tribunales previamente establecidos por el Estado”.
La sentencia criticada por el presidente estableció la creación de la Comisión como un procedimiento alternativo para subsanar y corregir la deficiente actuación de la PGR.
Sin embargo, como señaló el periodista especializado en temas de desaparición de personas Efra Tzuc, se “engaña al decir que esta sustituiría facultades del MP y desconoce completamente el desarrollo legal de comisiones de la verdad como mecanismos no jurisdiccionales”.
AMLO elogió y luego descalificó el trabajo de defensores de derechos humanos
Aunque al principio del sexenio López Obrador celebró el respaldo que dieron las organizaciones civiles como el Centro Prodh, Tlachinollan, Serapaz y Fundar a los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, su discurso cambió en la segunda parte de su gobierno.
En la reunión del 26 de septiembre de 2020, a los seis años del crimen, el presidente dijo: “(Quiero) agradecer mucho a los expertos que nos ayudan (…) Y lo mismo a las organizaciones de defensa de derechos humanos, que les han venido apoyando durante mucho tiempo, y a sus asesores, a sus abogados, agradecerles a todos por lo que se está haciendo”.
Para la segunda mitad del sexenio, la falta de avances en la investigación así como la falta de colaboración de algunas instituciones como la Sedena causaron molestia en los familiares de los 43 normalistas.
Ante ello, el presidente lanzó desde sus conferencias matutinas distintas descalificaciones contra las organizaciones que inicialmente había celebrado y las responsabilizó de ayudar a la liberación de detenidos por el caso Ayotzinapa.
Por ejemplo, en su conferencia del 14 de diciembre de 2023, López Obrador dijo que los abogados de las familias de los normalistas habían contribuido a esa causa.
“A la liberación de los que participaron en la desaparición de los jóvenes. (…) Y ahí intervienen gente del Prodh. O sea, los del Prodh celebran la libertad de los torturados. (…) Por un lado, defienden a las víctimas, pero, por el otro lado, participan para dar la libertad a los que argumentan con elementos o no de que fueron torturados, y eso lleva a que los dejen libres”.
Al respecto, citó un comunicado del Centro Prodh en que según él la organización calificó como “excelente” y “de vanguardia” la sentencia para liberar a los detenidos tras haber recibido tortura durante detención.
Pero eso no ocurrió, pues el comunicado del Centro Prodh celebró la orden de crear una comisión para la investigación y de reponer el proceso ante las irregularidades cometidas por la extinta PGR.
“Ni el Centro Prodh ni ninguna otra de las organizaciones que representan a los padres y a las madres -el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Fundar y Serapaz- promovimos ninguna ‘solicitud’ para que fueran dejados libres, ni ‘representamos’ legalmente a los acusados, ni estuvimos ‘detrás’ de la sentencia, como se ha dicho en las conferencias presidenciales. Sugerir que incurrimos en prevaricato o conflicto de interés es falso”, señaló el Centro Prodh.
Relacionado
Este jueves la misión Polaris Dawn atravesó los Cinturones de Van Allen para que su tripulación realizara una caminata en el espacio exterior.
En ella viajan el multimillonario Jared Isaacman, fundador de la empresa de procesamiento de pagos Shift4, junto con Scott “Kidd” Poteet, un piloto retirado de la Fuerza Aérea, y dos ingenieras de SpaceX, Anna Menon y Sarah Gillis.
La Polaris Dawn forma parte de un plan de SpaceX para llevar misiones tripuladas “hacia la Luna, Marte y más allá”, según la propia empresa.
Para llegar a la estratósfera, donde este jueves Isaacman y Gillis realizaron una caminata espacial, la nave tuvo que atravesar los Cinturones de Van Allen.
Según la Agencia Estadounidense del Aire y el Espacio (NASA, en inglés), son “uno de los mayores peligros” que enfrentan los astronautas.
La misión Polaris Dawn logró transitar con éxito esos cinturones, gracias a la protección de la nave Resilience y de los trajes espaciales que utilizaron, que fueron recientemente rediseñados por SpaceX para ser mucho menos voluminosos que los que utiliza la NASA.
Pero ¿qué son los Cinturones de Van Allen y por qué son una preocupación para los viajes espaciales?
Un escudo protector para el planeta
La Tierra está protegida por la magnetosfera, una capa magnética que se origina del núcleo de hierro del planeta y que atrapa partículas de radiación de alta energía.
Tiene la función de prevenir los efectos dañinos que las tormentas y el viento solar pueden provocar en la tecnología y los seres humanos.
Las partículas de radiación atraídas por la magnetosfera forman dos cinturones, conocidos como los Cinturones de Van Allen, que rodean nuestro planeta en forma de donas.
De acuerdo con la NASA, un primer cinturón exterior “está formado por miles de millones de partículas de alta energía que se originan en el Sol y un segundo cinturón interior resulta de las interacciones de los rayos cósmicos con la atmósfera de la Tierra”.
Para llegar al espacio exterior, los astronautas deben atravesar los cinturones, pero lo hacen con rapidez para limitar su exposición a la radiación.
Puedes leer: De educación a medio ambiente: las novedades de IA que presentaron en el Google for México 2024
El riesgo
Pier Jiggens, un investigador de la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés) que es especialista en radiación espacial y diseño de naves, comentó en un blog publicado por esa misma organización que existen dos riesgos para los astronautas al cruzar los Cinturones de Van Allen.
Según el científico, los astronautas podrían sufrir lo que llamó “efectos deterministas”, que se dan por una exposición de bajo nivel a la radiación por un largo periodo de tiempo o por una radiación de alto nivel en un corto plazo.
“Provocan trastornos en el sistema nervioso central, supresión de la hematopoyesis en la médula ósea, cataratas y otros problemas de visión, y enfermedad aguda por radiación, que sería un riesgo significativo en las actividades extravehiculares (EVAs, o paseos espaciales)”, comentó.
En segundo lugar, habló sobre los llamados “efectos estocásticos” o enfermedades que podrían o no padecer los astronautas en un futuro, como el cáncer.
Jiggens dice que como los científicos conocen los Cinturones de de Van Allen, pueden proporcionar material de protección para las tripulaciones, y si alguien se ve afectado “es porque es una misión muy mal planificada”.
Según el científico, los expertos emplean distintos materiales para proteger a los astronautas, que van desde el propio aluminio del que están hechas las naves, hasta plásticos, polietileno, agua y, más recientemente, litio.
El hito de Van Allen
Los anillos llevan el apellido de James Van Allen, el científico que los descubrió.
Van Allen, quien era profesor de física de la Universidad de Iowa, elaboró junto a varios estudiantes una serie de instrumentos para detectar micrometeoritos y rayos cósmicos que fueron lanzados al espacio en los satélites Explorer 1 y Explorer 3 en enero de 1958.
El Explorer 1 fue el primer satélite artificial lanzado al espacio, algo que fue posible gracias a un programa de investigación internacional impulsado por el científico.
Con los datos de estos instrumentos descubrieron el cinturón interno. Luego, en julio de ese año lanzaron el Explorer IV y en diciembre La Pioneer 3, que dieron paso al descubrimiento del anillo externo.
Según una publicación de la NASA, los cálculos de Van Allen establecieron que era posible viajar a través de las regiones de menor radiación de los cinturones para alcanzar el espacio exterior.
En 1968, la misión Apolo 8 de la NASA fue la primera nave espacial tripulada en volar más allá de los cinturones.
En 2012, la agencia estadounidense descubrió un tercer cinturón, pero que aparece de forma transitoria en función de la actividad solar.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
