Se cumplió la amenaza de Donald Trump: pese a las advertencias de que esto afectará incluso a los consumidores estadounidenses, impuso un arancel generalizado de 25% para los productos de México y Canadá, y un 10% adicional a China. Esto, como parte de su exigencia para que esos países actúen ante la migración y el tráfico de drogas, en especial el fentanilo.
Estados Unidos es el destino de más del 80% de las exportaciones mexicanas. Y la medida de los aranceles llega mientras México está en una etapa de “desaceleración económica”, que según analistas podría agravarse a recesión, aunque el 30 de enero pasado el subsecretario de Hacienda, Edgar Amador, descartó que el país estuviera en ese camino.
El Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó 0.6% en el cuarto trimestre de 2024, siendo la primera contracción de la economía desde el tercer trimestre de 2021. La economía mexicana creció 1.3% en todo 2024, una cifra “significativamente menor al 3.3% registrado en 2023”, detalló México, Cómo Vamos.
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En el caso del empleo formal, en diciembre pasado se perdieron 405 mil 259 puestos, la peor pérdida para un mes de diciembre, y en general en 2024 se tuvo la segunda generación más baja de los últimos 15 años.
La propia presidenta Claudia Sheinbaum, el 26 de noviembre pasado, compartió una carta que enviaría a Trump, advirtiendo que la imposición de aranceles “causaría a Estados Unidos y a México inflación y pérdidas de empleo”.
En aquella carta, la presidenta también le expresó que “no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos”, y que “a un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”.
Parte del anuncio de Trump este sábado 1 de febrero es una cláusula en la que se establece que si deciden aplicarse “represalias”, aumentarían o se expandirían los aranceles impuestos originalmente. Y aún así, Canadá anunció que también aplicará un arancel de 25%, a productos estadounidenses.
Ante la amenaza de Trump, en sus conferencias matutinas recientes la presidenta Sheinbaum insistió en defender la solidez de la economía mexicana, destacando puntos como que el Banco de México tiene un nivel récord de reservas internacionales. Además el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dijo que hay proyectos de inversión extranjera en el país por casi 217 mil millones de dólares.
“Yo no tengo preocupación porque la economía de México está muy fuerte, muy sólida, y eso es gracias al pueblo de México, al pueblo trabajador, que trabaja todos los días para sacar adelante a nuestro país; pero, además, por este modelo de desarrollo económico, que es un modelo que apoya principalmente a la gente pobre, a la gente humilde, y que a partir de ahí, crece y florece nuestra economía”, dijo este 1 de febrero en el Estado de México.
“Instruyo al secretario de Economía para que implemente el plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”, publicó después en X, aunque sin detallar las medidas que forman parte del plan B. En tanto el secretario Ebrard acusó que la medida unilateral de Estados Unidos era violatoria del tratado comercial, el T-MEC.
Como te contamos en esta nota, especialistas consultados creen que la imposición de estos aranceles puede ser temporal, sin embargo, apuntaron que mientras esté vigente puede provocar pérdida de empleos, menos ingresos comerciales para el país y depreciación de la moneda mexicana.
Entre enero y septiembre de 2024, las mayores exportaciones al norte de la frontera fueron vehículos y autopartes, equipo mecánico, aparatos eléctricos, combustibles minerales y equipo médico, de medición y quirúrgico.
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Los efectos negativos de los aranceles serían para ambos países. Por un lado, causaría alza de precios en los vehículos en Estados Unidos; y en el caso de México, habría reducción de las exportaciones mexicanas para ese sector y pérdida de empleos de trabajadores de esa industria automotriz, que a principios de 2024 superó los 839 mil trabajadores.
De acuerdo con el diario The Washington Post, el presidente de un grupo comercial que incluye las operaciones de fabricación de Honda y Toyota en Canadá dijo que los aranceles provocarían el cierre de líneas de montaje, tanto en su país como en Estados Unidos, al ser una industria interconectada.
En cuanto a cómo podrían encarecerse alimentos en Estados Unidos, The Washington Post recordó que el año pasado ese país importó de México verduras por un valor de 9 mil 900 millones de dólares, y frutas y jugos congelados por valor de más de 11 mil millones de dólares.
La mayor parte del suministro de aguacate de Estados Unidos proviene de México, refirió el diario. En 2022, como referencia, México aportó 84.8% del volumen que importó Estados Unidos de aguacate, lo que significó más de 3 mil millones de dólares en divisas, según refirió la Secretaría de Agricultura.
“De materializarse la amenaza de los aranceles de 25% a productos mexicanos, la economía mexicana sufriría una desaceleración, debido a lo interconectado que está nuestro sector exportador con las cadenas de Norteamérica, además que fueron el motor de crecimiento las exportaciones en el tercer trimestre del año pasado”, comentó Adriana Garcia, coordinadora de Análisis Económico de México Cómo Vamos, en entrevista con El Sabueso.
La firma S&P Global señaló que “la implementación de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas empujaría a la economía mexicana a una recesión”. Y Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, señaló que “un escenario en el que los aranceles impuestos a México y Canadá por Estados Unidos fueran del 25%, para el país significaría un crecimiento económico negativo” en el año.
En una entrevista con Radio Fórmula, el economista Gerardo Esquivel descartó una crisis económica grave, por los aranceles, aunque sí habló de una posible recesión económica, que es cuando un país hila más de dos trimestres con un crecimiento económico negativo.
“Esto no va a producir una crisis económica, puede producir una desaceleración económica, que de por sí ya estamos en un proceso de desaceleración por distintas razones, y posiblemente podría conducir a una recesión, pero una recesión tampoco es algo tan grave, es un receso como su nombre lo indica, en el crecimiento económico, y no es algo deseable pero no es lo mismo eso a crisis como las que vivimos en el pasado… no es un escenario catastrófico”, dijo Esquivel en el programa de Enrique Acevedo.
El especialista también refirió que México es una economía con mucho poder de negociación, “porque somos el socio comercial más importante de Estados Unidos, de todos los países en el mundo somos el que más le vendemos”, por lo que aún habría margen de maniobra, para evitar una imposición extendida de estos aranceles.
La medida se produce después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, asegurara que quiere comprar Groenlandia, una isla autónoma con amplia autonomía pero que forma parte de Dinamarca.
Dinamarca ha anunciado que destinará 14.600 millones de coronas (US$2.050 millones) a reforzar la seguridad en la región ártica, en colaboración con sus territorios autónomos, Groenlandia y las Islas Feroe.
El acuerdo, con el que buscan “mejorar las capacidades de vigilancia y mantener la soberanía en la región”, incluye tres nuevos buques para el Ártico, más drones de largo alcance con capacidad avanzada de adquisición de imágenes y una mayor cobertura por satélite.
“Debemos afrontar el hecho de que existen serios desafíos en materia de seguridad y defensa en el Ártico y el Atlántico Norte”, declaró el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen.
La medida llega después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya dicho en repetidas ocasiones que quiere adquirir Groenlandia, una isla que goza de amplia autonomía pero que sigue formando parte de Dinamarca.
Trump ha dicho que no puede descartar el uso de la fuerza militar o económica para perseguir su deseo de apoderarse del territorio.
La tensión desatada por la ambición expansionista de Trump sobre la isla llegó a su momento álgido la semana pasada en una explosiva llamada telefónica que mantuvo con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
Ambos mandatarios conversaron durante unos 45 minutos, en los que Frederiksen dejó claro que Groenlandia no estaba en venta, aunque ofreció una mayor cooperación en defensa y en la explotación de los recursos naturales de la isla.
A pesar de ello, Trump estuvo “agresivo” y “confrontacional”, y la charla acabó mal, según dijeron funcionarios europeos que fueron informados de la conversación al Financial Times.
“(Trump) fue muy firme. Fue una ducha fría. Antes era difícil tomárselo en serio. Pero creo que es grave y potencialmente muy peligroso”, dijo uno de ellos al diario británico. Otro calificó la conversación de “horrorosa”.
Frederiksen ha pedido desde entonces a sus socios europeos que no inflamen más los ánimos, pero ha iniciado una gira por las capitales europeas para recabar apoyos.
Groenlandia, el territorio menos poblado del mundo, tiene unos 56.000 habitantes, en su mayoría indígenas inuit.
Estados Unidos mantiene desde hace tiempo un vínculo de seguridad con Groenlandia. Después de que la Alemania nazi ocupara Dinamarca continental durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos invadió Groenlandia y estableció estaciones militares y de radio en todo el territorio. Desde entonces ha mantenido su presencia en la región.
Groenlandia se encuentra en la ruta más corta entre Norteamérica y Europa, lo que le confiere una importancia estratégica para Estados Unidos.
En los últimos años, ha aumentado el interés por los recursos naturales de Groenlandia, incluida la extracción de minerales de tierras raras, uranio y hierro.
“Groenlandia está entrando en una época de amenazas cambiantes”, declaró Vivian Motzfeldt, ministra de Independencia y Asuntos Exteriores de Groenlandia, en un comunicado en el que anunciaba el nuevo gasto en defensa.
“Me complace que con este acuerdo parcial hayamos dado el primer paso para reforzar la seguridad en Groenlandia y sus alrededores”.
Se espera que en el primer semestre de este año se anuncien nuevos fondos.
La nueva inversión se produce después de que Dinamarca anunciara por separado en diciembre que iba a destinar casi US$1.500 millones a la defensa de Groenlandia, incluida la compra de nuevos buques, aviones no tripulados de largo alcance y equipos adicionales de trineos tirados por perros.
Poulsen describió el momento del anuncio como una “ironía del destino”, justo después de que Trump dijera que la propiedad y el control de Groenlandia eran una “necesidad absoluta” para Estados Unidos.
El primer ministro de Groenlandia ha dicho que el territorio no está en venta, añadiendo que «Groenlandia pertenece al pueblo de Groenlandia».
Por su parte, la primera ministra danesa ha dicho a Trump que corresponde a Groenlandia decidir su propio futuro.
Trump ha redoblado sus intenciones desde entonces, a pesar de las advertencias de los países europeos de que no amenace a Groenlandia.
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