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¿Morena prometió no cancelar el aeropuerto de Texcoco? Es falsa la afirmación de Xóchitl Gálvez
¿Morena prometió no cancelar el aeropuerto de Texcoco? Es falsa la afirmación de Xóchitl Gálvez
Foto: Xóchitl Gálvez
5 minutos de lectura
¿Morena prometió no cancelar el aeropuerto de Texcoco? Es falsa la afirmación de Xóchitl Gálvez
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Falso
Frase: “Hace seis años les dijeron que no cancelarían el Aeropuerto de Texcoco y muchos se la creyeron”.
Autor: Xóchitl Gálvez, candidata del PRI-PAN-PRD a la presidencia.
Lugar y fecha: 19 de abril de 2024, Convención Nacional Bancaria, Acapulco
21 de abril, 2024
Por: Luis Fernando Lozano

Al referirse a Morena, partido ganador de la elección presidencial en 2018, Xóchitl Gálvez dijo que hace seis años se prometió que no cancelarían la construcción del que sería llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM); pero no fue así.

“Hace seis años, les dijeron que no cancelarían el aeropuerto de Texcoco y muchos se la creyeron”, mencionó este viernes 19 de abril la candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México (FCM) durante su participación en la 87 Convención Nacional Bancaria.

Sigue la cobertura de las elecciones 2024 aquí.

Contrario a lo que dijo Gálvez, en una revisión realizada por El Sabueso no se encontró evidencia de que el entonces candidato presidencial de Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, ni su partido Morena prometieran no cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco.

En su encuentro con banqueros, en marzo de 2018, López Obrador continuó hablando de la cancelación, proponiendo que contratos del NAIM se trasladaran a obras en Santa Lucía.

“Esa obra (el NAIM) nos cuesta mucho… se puede resolver el problema con 40 mil millones, nos podemos ahorrar 160 mil millones, haciendo dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía”, dijo.

“Si se llega a una arreglo, con los contratistas, en vez de hacer el volumen de obra que están haciendo ahora, en Texcoco, harían ese mismo volumen de obra, si llegamos a un acuerdo, en Santa Lucía. Para eso es la política, para eso se inventó, para buscar los acuerdos sin violar el marco legal, sin cancelar contratos, creo que vamos a contar con la cooperación de todos. Además es inviable desde el punto de vista técnico el construir el nuevo aeropuertos en el Lago de Texcoco”, agregó.

Desde su libro “2018: La salida”, publicado en el año 2017, López Obrador presentó su oposición a la obra en Texcoco.

“Esto significa que vamos a cancelar el absurdo proyecto de construir el aeropuerto en el Lago de Texcoco, una opción costosísima y técnicamente incierta por el problema de hundimientos del suelo, que solo se explica por el predominio de los intereses del contratismo y la corrupción”, escribió en la página 159.

En marzo de 2018, tras una discusión con representantes de la iniciativa privada, el entonces precandidato presidencial acordó que realizarían mesas de trabajo para definir el futuro del aeropuerto de Texcoco. 

“Vamos a revisar técnicamente el proyecto, sin asustar a nadie propongan a ustedes cinco técnicos ustedes, cinco del gobierno, cinco de nosotros, ya a partir de hoy a la revisión y con toda honestidad, si procede o no procede. Vamos a analizar todas las alternativas, esa es la invitación”, dijo López Obrador entonces.

Sin embargo, la iniciativa privada declinó participar en ellas y terminaron por no realizarse.

Inversión pública

En mayo de 2018, López Obrador dijo en una entrevista con medios que estaría dispuesto a que continuar la obra pero que ya no contara con inversión del Gobierno Federal.

“Si es negocio como ellos sostienen, nos ponemos de acuerdo, y se hacen licitaciones y se concesiona. Incluso es un acuerdo con los mismos que tienen los contratos más grandes”, dijo entonces.

“Ellos tienen con qué. Si va a ser con el dinero de estos señores, adelante. Pero que no sea con el dinero del pueblo de México”, agregó.

Fue en junio de 2018 cuando planteó realizar una consulta con tres alternativas: analizar el costo del NAIM y evaluar si se continúa con la obra, que en ese momento llevaba un avance del 30%; cancelarlo y construir dos pistas en Santa Lucía; y concesionar las obras para su conclusión a inversionistas privados, sin cargo para el erario.

En octubre de ese año, el entonces presidente electo mandó a hacer una consulta popular en la que participaron más de 1 millón de personas, con un 69% de votos a favor de cancelar el aeropuerto de Texcoco.

El Sabueso consultó con el equipo de Xóchitl Gálvez para conocer la fuente de esta afirmación y nos respondieron que “se refería no a un discurso público, a lo que se dice que les decía en privado (Alfonso) Romo cuando se juntaba con ellos”. Alfonso Romo fue el enlace con el sector empresarial durante la campaña y posteriormente Jefe de la Oficina de la Presidencia ya en el gobierno.

Sin embargo, en una entrevista en mayo de 2019, Romo negó que haya prometido que se continuaría la construcción del aeropuerto de Texcoco, aunque reconoció que él estaba de acuerdo con el proyecto.

“La decisión del aeropuerto costó mucho, dolió mucho. Hay una percepción de que yo garanticé o que yo dije que iba a seguir el aeropuerto. No. Nunca me atreví, porque yo estaba en el comité y sabía que íbamos por una encuesta. Me sentía muy seguro, de que se iba a tomar la decisión más correcta. Se hizo la encuesta y salió muy desfavorable y a mí sí me dolió. (…) Yo sí estaba molesto porque me dolió saber que habíamos logrado mucha confianza y que este evento nos iba a castigar”, sostuvo.

Sí hubo contradicciones de AMLO sobre otros dichos a banqueros

Donde se observaron contradicciones entre lo dicho por López Obrador a los banqueros el 9 de marzo de 2018 y sus acciones como presidente es en temas como el de la lucha contra la corrupción y el Poder Judicial.

En aquel entonces, como candidato, dijo que no suprimiría el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), aunque ya como mandatario propuso eliminarlo.

Del mismo modo, mencionó que “lo ideal” es que el combate a la corrupción pase a formar parte del poder judicial, “que no tenga que ver con el poder ejecutivo”.

Sin embargo, en su paquete de iniciativas legales en 2023 y este año propuso eliminar la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), para que sus funciones y las del INAI pasen a la Secretaría de la Función Pública (SFP).

En 2018 ante los banqueros López Obrador también habló de respetar la autonomía del poder Judicial y dijo que le parecía bien el procedimiento vigente para nombrar ministros de la SCJN, por ternas y con la intervención del Congreso.

Pero ya como presidente propuso otro esquema, que las ministras y ministros sean elegidos por voto popular. 

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La escuela de Texas que ofició un funeral del español y prohibió que los niños de origen mexicano lo hablaran
8 minutos de lectura
La escuela de Texas que ofició un funeral del español y prohibió que los niños de origen mexicano lo hablaran

Las escuelas segregadas para niños de ascendencia mexicana existieron en suroeste de EE.UU. durante décadas. En una de ellas, en la pequeña ciudad texana de Marfa, celebraron un día una peculiar ceremonia.

23 de abril, 2024
Por: BBC News Mundo
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“Ya habíamos asistido a funerales de familiares antes, así que entendimos que allí se estaba celebrando un entierro. Lo que no sabíamos era por qué”… Ni de quién.

Así recuerda Jessi Silva aquella mañana de 1954 en la que se encontró en el patio de su escuela, rodeada de otros alumnos, observando un hoyo recién cavado.

Allí estaba también Maggie Marquez, quien por aquel entonces cursaba cuarto grado. Nada más entrar a clase, se había percatado de que el día no iba a ser como cualquier otro.

“Cuando llegué al salón la maestra nos dio pedazos de papel y nos pidió que escribiéramos en ellos: ‘No hablaré español ni en la escuela ni durante el receso’”, le contó décadas después a StoryCorps, una organización estadounidense sin ánimo de lucro cuyo objetivo es registrar, preservar y compartir historias.

Obedientes, siguieron las instrucciones al pie de la letra. La profesora agarró todos los papelitos, los dobló y los metió en una caja de cigarros, tal como lo habían hecho el resto de los docentes del centro.

Niños en el patio de la Escuela Primaria Blacwell, la escuela segregada para alumnos con ascendencia mexicana en Marfa, Texas, Estados Unidos.
Cortesía de la Blackwell School Alliance
Enterraron a “Mr. Spanish” en el patio, junto al asta de la bandera.

A aquello le siguió una procesión al patio, donde introdujeron el estuche en el agujero cavado junto a un asta en el que ondeaba la bandera estadounidense.

Burial of Mr. Spanish, llamaron a la ceremonia, “El entierro del señor español”.

A partir de aquel momento el idioma de sus ancestros, la lengua materna de estas dos mujeres, que tienen hoy 76 y 80 años, quedaba prohibida en las instalaciones.

Marquez, sin embargo, recuerda que se rebeló ante el entierro simbólico del español.

De vuelta al aula, le dijo a sus compañeras: “Nadie me va a hacer que deje de hablar en español”.

“Lo que no sabía es que tenía a la maestra detrás, y me llevó a la oficina del director”, contó.

La jornada acabó con unos azotes.

Ocurrió en la Escuela Primaria Blackwell, en Marfa, un desértico pueblo de Texas situado a unos 95 kilómetros de la frontera con México.

Pero bien pudo haber pasado en cualquiera de las otras escuelas exclusivas para niños con ascendencia mexicana que existieron en el suroeste de Estados Unidos desde inicios del siglo hasta entrada la década de los 60, como parte de una segregación de facto cuyas consecuencias —según apuntan expertos e investigaciones varias— se sienten aún hoy.

Separados pero… ¿iguales?

A diferencia de la discriminación sufrida por los afroestadounidenses, sobre todo en los estados sureños, donde primaba el lema “separados pero iguales”, la aplicada contra los mexicano-estadounidenses no era por mandato legal sino una práctica común.

Los distritos escolares decidían si separaban o no a los estudiantes de ascendencia mexicana o a los latinos de otros orígenes, y muchos así lo hicieron en Arizona, California, Nuevo México, Texas.

En este último estado, para la década de 1940, existían las llamadas Mexican Schools (“Escuelas mexicanas”) en más de 120 ciudades que se mantuvieron hasta 1965, cuando se logró la integración.

Por la Escuela Primaria Blackwell, fundada en 1889, pasaron miles de estudiantes de entre primer y octavo grado; alumnos de origen mexicano que estudiaron con menos recursos que sus pares blancos, con materiales descartados por estos, en aulas con mobiliario de segunda mano.

 Unos graduados y el profesor Kappleman en la Escuela Primaria Blackwell, la escuela segregada para niños mexicano-estadounidenses en Marfa, Texas, Estados Unidos.
Cortesía de Blackwell School Alliance
En Marfa no había escuela secundaria segregada porque se asumía que los mexicano-estadounidenses dejarían los estudios tras terminar primaria.

Y el entierro del español no fue el único recuerdo de discriminación.

Otro día una alumna fue obligada a bañar a otra de piel más oscura por considerársela “sucia”.

En los años 50, los futbolistas de Blackwell eran considerados lo suficientemente buenos como para conformar equipo con menores anglos, pero no tanto como para que compartieran vestuarios.

“En Marfa aprendí lo que era el racismo”, le dijo Jesusita Williams Silva, quien empezó a estudiar en Blackwell en 1956, a Texas Monthly. “(Lo aprendí) Al ver a mi madre siendo rechazada en la tienda porque era hispana, al ver que mi padre no cobraba lo suficiente por ser hispano, al ver a la gente humillar a mis padres frente a sus hijos”.

En aquel entonces, en la puerta de algunos restaurantes había carteles que decían “Ni perros ni mexicanos”. En los cines, solo se podían sentar en los balcones superiores y bañarse solo los lunes, cuando el agua estaba más sucia, en las piscinas municipales.

La inevitable asimilación

En las escuelas segregadas, junto a la política que obligaba a comunicarse solo en inglés, justificada sobre la base de que era necesaria para brindarles a unos alumnos con “deficiencias lingüísticas” una formación efectiva, los educadores usaron prácticas pedagógicas y promovieron actividades que imponían valores e ideales blancos y de clase media.

El objetivo era que fueran lo más “estadounidenses posible”, escribió en su libro Culture, language, and the Americanization of Mexican children (“Cultura, lenguaje y la americanización de niños mexicanos”) Gilbert G. González, profesor de la Universidad de California y pionero de la disciplina de los Estudios Latinos y Chicanos.

La asimilación fue, en muchos casos, inevitable.

“No quería hablar español, no quería vestir como mexicana”, le contó Janie Martínez, quien asistió a una de esas escuelas, a Lilliana P. Saldaña, investigadora de la Universidad de Texas-San Antonio.

Saldaña incluyó su caso en un ensayo que aborda los traumas sufridos por una serie de mexicano-estadounidenses en el sistema educativo segregado y cómo eso los llevó a formarse como maestros.

“Durante sus años universitarios hizo todo lo posible por deshacerse de todo lo que la caracterizaba como mexicana y, cuando se graduó, pidió que su diploma dijera ‘Janie’ en lugar de ‘Juanita’. Tampoco les enseñó español a sus hijos, una decisión de la que hoy se arrepiente”, escribe Saldaña.

“Cómo los trataban los maestros y maestras, cómo el sistema escolar les cambió el nombre o hizo que se lo cambiaran, cómo los hizo sentirse avergonzados de ser pobres y mexicanos, del barrio… Eso fueron razones por las que tomaron la decisión muy consciente de ser docentes en su propia comunidad y de impulsar el bilingüismo”, le dice Saldaña a BBC Mundo.

Alumnos en clase en la Escuela Primaria Blackwell de Marfa, Texas, Estados Unidos.
Cortesía de Blackwell School Aliance

También hubo reacciones más generalizadas, como la creación de las llamadas “escuelitas”.

“Fueron comunes en muchas comunidades fronterizas. Las familias mexicano-estadounidenses las establecían, a veces en alguna de las casas, tras recolectar fondos entre ellas mismas”, explica Saldaña.

“Eran independientes, gerenciadas por las propias familias, no estaban bajo el control estatal, y reclutaban a las maestras en México, que hablaban español pero que también tenían experiencia como educadoras”, prosigue.

La segregación y la consiguiente asimilación también tuvo costos a distintos niveles, consecuencias que siguen sintiéndose hoy y que varios estudios han tratado de retratar.

De acuerdo a un estudio del Pew Research Center publicado el año pasado, el 75% de los latinos de EE.UU. aseguran que pueden mantener una conservación en un español bueno o muy bueno. Pero entre los de tercera generación, son menos de un tercio los que son capaces de ello.

La integración y el desentierro

En un fallo conocido como Brown contra el Consejo de Educación de Topeka, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó en 1954 que las leyes estatales que establecían la segregación racial en las escuelas públicas eran inconstitucionales.

Aunque la integración tardó años en alcanzar todos los rincones del país, y en muchos casos requirió de la intervención federal.

A Marfa llegó en 1965, con la apertura de una nueva escuela primaria que acogió tanto a los alumnos del antiguo colegio para niños de ascendencia anglosajona como a los de Blackwell.

Esta última sigue hoy en pie, uno de los pocos ejemplos de escuelas segregadas que no han sido demolidas.

Aunque en su día constaba de varios edificios, hoy luce sola, blanca y discreta, en el sector sur de la pequeña ciudad y rodeada de modestas casas de adobe, un bloque de viviendas sociales y la sede de la Patrulla Fronteriza del sector.

Tras años de trabajo de un grupo de exalumnos y miembros de la comunidad, agrupados bajo la Alianza de la Escuela Blackwell, el 17 de octubre de 2022 fue designada Sitio Histórico Nacional, y ahora alberga un museo y centro comunitario con fotografías, objetos varios y la recreación de un aula.

Una visitante en el museo que alberga el Sitio Histórico Nacional de la Escuela Primaria Blackwell, la que fue la escuela segregada de Marfa, Texas, Estados Unidos.
Cortesía de Blackwell School Aliance
La que fuera la escuela segregada de Marfa alberga ahora un museo.

“En el catálogo de los Sitios Históricos Nacionales hay pocos sitios que hablan de la historia mexicano-estadounidense moderna. Así que Blackwell está realmente a la vanguardia para empezar a contar esas historias nunca contadas”, le dice Daniel O. Hernandez, el presidente de la Alianza, a BBC Mundo.

“No podemos entender la dinámica racial y étnica de Estados Unidos hoy sin conocer lo que sucedió antes, cómo se trató a la gente, cómo la sociedad anglosajona justificó ese trato y qué consecuencias tuvo”, escribió su antecesora, Gretel Enck.

Quienes estudiaron en Blackwell tienen hoy 60, 70, incluso más años.

En 2007, un grupo de ellos se reunió en la antigua escuela, para un evento inspirado en el entierro de “Mr. Spanish”.

En el centro estaba Maggie Márquez, quien de un pequeño ataúd de madera contrachapada que había sido enterrado específicamente para la ceremonia, sacó un diccionario español.

Entre vítores, lo alzó y exclamó: “¡Yo tengo el español!”.

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BBC

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