

El Comité de Moléculas Nuevas (CMN) de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio su opinión favorable para el uso de emergencia de la vacuna Patria, desarrollada desde 2020 por el laboratorio Avimex en colaboración con el Gobierno de México y otros organismos públicos, como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional.
“La opinión favorable a la vacuna AVX/COVID-12, de plataforma recombinante NDV, elaborada por Avi-Mex, indicada para la inmunización activa de personas mayores de 18 años por vía intramuscular permitirá, en caso de completar exitosamente todas las etapas, obtener la autorización para uso de emergencia”, detalla el comunicado emitido ese día.
Sin embargo, en redes sociales comenzó a circular el dicho de que con esto ya podría distribuirse y aplicarse en la población.
“La vacuna mexicana Patria contra COVID-19 ya se aprobó por los especialistas. Felicidades a los investigadores de CONAHCYT y Avimex”, escribió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su cuenta de X el domingo. El mensaje del presidente también alentó esa idea.
Pero aún faltan pasos para que comiencen a inyectarla. En El Sabueso consultamos con especialistas y autoridades, y nos explicaron qué es lo que sigue para Patria:
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Si bien el trámite ante Cofepris tuvo un nuevo avance el viernes 26 de enero, el proceso aún no termina. La opinión favorable del CMN es apenas uno de los 24 requisitos que tienen que presentarse para que un medicamento contra el COVID-19 pueda obtener la autorización de uso de emergencia. Además se requieren otras certificaciones.
En un video para explicar los resultados de la reunión del CMN del viernes, el doctor Alejandro Macías, quien fuera encargado de atender la pandemia de influenza A H1N1 en 2009, dijo que aún falta la aprobación de otros comités al interior de Cofepris, antes de que pueda distribuirse para su aplicación.
“Cofepris todavía tiene que verificar las buenas prácticas de producción. Tiene todavía otras instancias para que finalmente se dé la aprobación. Esto no es todavía la aprobación, es un paso imprescindible”, señaló en el video.
El Sabueso solicitó a Cofepris información sobre este proceso el lunes 29 de enero y a la publicación de esta nota, se mantiene a la espera de una respuesta.
El titular de Cofepris, Alejandro Svarch, dijo en la conferencia matutina del martes 30 de enero que comenzarán la fabricación de la vacuna el próximo 15 de febrero, para cuando contarán con el certificado de buenas prácticas de manufactura, uno de los requisitos faltantes para lograr la autorización de uso de emergencia.
“A partir del 15 de febrero se reúnen todos los elementos y se le otorgan al fabricante Avimex el certificado de buenas prácticas de manufactura. Y se harán entre 1.7 y 2.5 millones de vacunas mensuales la producción los primeros tres meses”, señaló.
Consultado al respecto de este proceso, el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual, explicó a El Sabueso que a la par de la fabricación, seguirán las certificaciones para obtener la autorización para uso de emergencia.
“Lo que sigue es lo que comentó el comisionado: que empiecen a fabricar, se visita el centro donde se lleva a cabo, se da el certificado. Con esto procede a solicitar el registro sanitario en este momento de emergencia, lo cual implica que sólo el Gobierno puede tener acceso a la vacuna. Y después, cuando se junte más evidencia, podría tener un registro (sanitario) definitivo como el de Pfizer y de Moderna”, indicó.
En los lineamientos para obtener la autorización de uso de emergencia, se establece el requisito de un “protocolo de validación de proceso de fabricación y que durante la visita de verificación se encuentre en proceso por lo menos un lote de validación”.
Además de cumplir con un “protocolo de validación de limpieza de áreas y equipos de fabricación y que durante la visita de verificación se encuentre en proceso por lo menos un lote o corrida de validación”.
Este martes 30 de enero, El Sabueso solicitó nuevamente información a Cofepris sobre este proceso y se mantiene en espera de respuesta.
En la presentación mostrada en la conferencia mañanera, se informó que Cofepris ha mantenido reuniones semanales para el acompañamiento regulatorio. Además, se señaló que se ha acompañado a Avimex con la verificación de plantas y transferencia de tecnología al Laboratorio Nacional de Referencia de Cofepris.
“La Secretaría de Salud ha estado involucrada desde el principio. La autoridad regulatoria es parte integral de todo el proceso”, sostuvo Svarch.
En tanto que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Ruy López Ridaura, previó que la vacuna Patria se usará para la aplicación de dosis de refuerzo en la temporada invernal 2024-2025.
“El 15 de febrero está la expectativa de que empiece a producirse. Lo más seguro es que la principal aplicación de Patria sea para la protección de la siguiente época invernal”, adelantó.
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El doctor Xavier Tello, analista de políticas en Salud, recordó el caso de las vacunas Pfizer y Moderna, cuyo paso de autorización de emergencia a registro sanitario tardó casi dos meses. Ambas recibieron la opinión favorable de parte del CMN a mediados de octubre de 2023, y el registro sanitario se aprobó a principios de diciembre, tras lo cual pudieron comercializarse.
Según los Lineamientos para la Regulación Sanitaria para la prevención, control y mitigación de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19) en México, estos trámites no deben tardar más de 90 días hábiles, alrededor de 4 meses y medio.
El 9 de mayo de 2023, en línea con lo ocurrido en distintos países, como Estados Unidos, el Gobierno de México declaró el fin de la emergencia sanitaria por COVID-19. Ello debido a los altos niveles de inmunidad entre la población mexicana, ya sea por infección o vacunación, así como la baja en el número de contagios, personas hospitalizadas y fallecimientos a causa de la enfermedad.

La intención inicial del Gobierno de México era que la vacuna Patria estuviera lista a finales de 2021 y contribuir para contener los contagios de la enfermedad, que en esos momentos se encontraba en la cuarta ola de casos de COVID-19.
Sin embargo, el proceso demoró aún más. El gobierno fue recorriendo en varios momentos la fecha en que ya estaría lista. Y si bien su discurso fue rebasado en distintas ocasiones, y otras vacunas estuvieron listas en tiempo récord ante la amenaza de la pandemia de COVID, el doctor Macías explicó que normalmente una vacuna tarda unos 10 años en desarrollarse.
“No va lenta ni mucho menos. La vacuna salió a tiempo, nada más que en efecto, no pretendía resolver el problema de la pandemia. O por lo menos, no pienso que eso se hubiera pensado desde un principio”, comentó a El Sabueso.
Para Xavier Tello, este tiempo pudo reducirse más si se invirtieran mayores recursos no sólo de parte del sector privado, sino principalmente del sector público. Hasta junio de 2023, el Conahcyt informó que se habían invertido 973 millones de pesos en su desarrollo. Según el Gobierno de México, vacunas como la de Pfizer o Moderna requirieron una inversión entre 15 20 veces mayor.
Aunque ya terminó la emergencia sanitaria, el hecho de que una empresa mexicana de la mano del Gobierno haya desarrollado una vacuna de este tipo puede resultar útil en el futuro.
Para el doctor Macías, la plataforma en la que se desarrolló la vacuna Patria puede ser el punto de partida para fabricar nuevos biológicos. Además, permitirá acelerar el tiempo de respuesta en caso de que haya un nuevo brote infeccioso como ocurrió con el COVID-19.
Agregó que esta vacuna permitirá a México desarrollar nuevos biológicos, no sólo contra el COVID-19, sino que podrá adaptarse para combatir otras enfermedades.
“Lo que se pretende es que México vuelva a producir vacunas y esta es una plataforma, ese es un vector que eventualmente se puede adaptar no sólo para otras variantes de coronavirus; se puede adaptar para otro tipo de vacunas, de otras enfermedades. Y es un desarrollo que deberá tener el país, por ejemplo, como preparación ante otras pandemias”, comentó.
El doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM, resaltó que la producción de esta vacuna permitirá usarla como refuerzo contra el COVID-19, independiente de la variante de la que se trate.
“La vacuna tiene la utilidad indudablemente para tener refuerzos. Las vacunas ancestrales (las primeras que se produjeron contra la variante original) ofrecen una inmunidad muy amplia, que es lo que requiere el organismo para desarrollar una muy buena respuesta, que permita evitar una enfermedad grave. Eventualmente podremos tener vacunas que eviten la infección, aunque no es el caso ahora”, aseguró.
En el mismo sentido, Xavier Tello dijo a El Sabueso que este esfuerzo podrá aprovecharse para tener un menor tiempo de respuesta ante futuras crisis sanitarias.
“Nos sirve de varias cosas. Primero, saber que ya tenemos una empresa mexicana que tiene capacidad de producir estas vacunas y que ya sabemos, digamos, la receta de cómo hacerlo y cómo lo lograron. Siempre sirve tener un plan B. Es decir, en caso de que tengamos otra pandemia, por lo menos de algo que pueda ser manejado a partir de esta línea de producción, pudiéramos responder rápido”, concluyó.

“El camino de ida puede ser largo, pero está lleno de esperanza. Sin embargo, el regreso es más difícil”, cuenta Sasha.
Sasha viaja en un tren nocturno que se adentra en una zona de guerra. La joven de 22 años va en el llamado “tren del amor”, que parte desde la capital ucraniana, Kyiv, para encontrarse con el hombre que ama en Kramatorsk, una ciudad en la región de Donetsk, en el este del país. El reencuentro será muy esperado, pero también breve.
Mientras toma su café de la mañana, Sasha le dice a BBC News: “No me preocupo por mí misma, sino por mi esposo. En este momento, él está saliendo de su posición”.
El viaje es agotador y muy peligroso, pero para Sasha, vale la pena el esfuerzo. “El camino de ida puede ser largo, pero está lleno de esperanza. Sin embargo, el regreso es más difícil”, comenta.
Desde el 5 de noviembre de 2025, Ferrocarriles Ucranianos ha suspendido los servicios de tren en Donetsk debido a la intensificación de los ataques contra la infraestructura ferroviaria. Ahora, el tren no se detiene en la propia Kramatorsk, sino en un pequeño pueblo que se encuentra a dos horas en autobús de la ciudad.
“Y durante ese transbordo, cualquier cosa puede pasar”, dice Sasha. “Pero es bueno que los trenes sigan funcionando, porque eso da esperanza”, añade.
Sasha se casó en agosto de 2025.
“Dmytro me lo dijo de inmediato: serás mi esposa. No le creí. No tenía planeado casarme antes de los 25 años”, dice ella con una sonrisa.
Su esposo es militar de carrera. Siete de sus 26 años de vida los ha pasado en las fuerzas armadas de Ucrania. Sasha también tiene vínculos con el ejército. “Todos los hombres de mi familia sirven. Mi padre es policía, pero después de jubilarse también se unió a las fuerzas armadas. Mi hermano mayor también está en el ejército”, explica.
Sasha viaja a Kramatorsk casi todos los meses. Desearía poder hacerlo con más frecuencia, pero para Dmytro es difícil conseguir permisos.
Después de la boda, Sasha llegó a considerar mudarse a Kramatorsk. “Hablamos de ello a principios de septiembre. Y hace un mes, volvimos a hablarlo. Y hace una semana. Hablamos de eso todo el tiempo, pero obviamente ahora no es posible porque Kramatorsk es peligrosa”, explica.
Dmytro elige zonas relativamente tranquilas y seguras para sus breves reencuentros, pero aún así, la ciudad sigue siendo “muy ruidosa” y hay “muchos ataques”. “Cuando él duerme a mi lado, no tengo miedo a nada”, añade Sasha.
El tren que toma desde Kyiv es de alta velocidad. Pero ese día, tiene un retraso de al menos dos horas.
“Va rápido hasta Poltava, pero una vez que llegamos a la región de Járkiv, tenemos que dar rodeos debido a los bombardeos a la infraestructura. Nunca se puede estar seguro de cuándo llegaremos. La gente se va enterando sobre la marcha”, explica el inspector del tren.
A veces el viaje se complica aún más después de que el tren llega al final del trayecto en la ciudad de Barvinkove. En una ocasión, el autobús estaba estacionado lejos de la estación y, finalmente, se marchó sin ella.
“Vi a una taxista”, recuerda Sasha. “Simplemente la convencí para que me llevara a Kramatorsk. Condujimos a través de la niebla durante unas tres horas. La carretera estaba llena de baches”.
“Lo único que me ayuda a seguir adelante es el sentido común: que todavía estamos vivos, hay comunicación, transporte y podemos vernos”, dice Sasha con una sonrisa.
Y después de cada encuentro, comienza a prepararse para el siguiente.
En el andén de Barvinkove, la gente desembarca con cautela. La niebla del atardecer añade atmósfera y, para algunos, una sensación de calma. “Cuando hay niebla, vuelan menos drones”, se susurran las abuelas entre sí.
En la oscuridad, quienes bajan del tren no están muy seguros de hacia dónde ir. La única opción es seguir a la multitud, compuesta en su mayoría por personas vestidas de camuflaje.
Un hombre con barba abraza suavemente a una chica con una chaqueta blanca. Me acerco a la pareja para charlar.
“Tomé valeriana para no llorar. La última vez lloré todo el tiempo y no pudimos despedirnos adecuadamente”, dice Polina, quien conoció a Andriy en un autobús hace cuatro meses. Él se dirigía a alistarse en el ejército. Ella regresaba a casa desde la costa.
Polina tiene 24 años y esta es su primera visita a Kramatorsk. Antes Andriy solía viajar a Kyiv los fines de semana.
“No llevamos mucho tiempo juntos y realmente ansiamos este tiempo a solas. En un momento dado, le dije a Andriy que ya no me importaba: vendría aunque fuera por medio día, solo para tomar un café juntos”, comenta ella.
Finalmente, a Andriy le dieron un pase de fin de semana, y Polina compró un billete de tren.
“Las relaciones a larga distancia son difíciles”, admite Polina. “Cuando Andriy no responde, empiezo a preocuparme de inmediato… pero puede que simplemente se esté duchando o algo así. Además, cada vez que nos vemos, siento que tenemos que volver a acostumbrarnos a la presencia física del otro, porque no nos conocemos desde hace tanto tiempo”.
El peligro es constante. Temprano por la mañana, cuando el tren de Polina llegó de vuelta a Kyiv, escuchó explosiones en el andén. Esa noche, la capital había soportado una de sus alertas de ataque aéreo más largas: más de 10 horas. Más tarde se confirmó que hubo decenas de heridos y dos muertos.
Mientras tanto, los trenes que llevan a las parejas a las ciudades de primera línea también alejan a las familias de ellas. Las autoridades locales instan regularmente a la población a marcharse por seguridad. El frente de batalla está a solo 20 km de las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk. Ambas están bajo constantes bombardeos y también al alcance de los drones.
Cada día, unas 200 personas llegan al centro de evacuación en el límite de las regiones de Járkiv y Donetsk en busca de seguridad.
Algunos viajan en sus propios vehículos con un plan claro para su vida futura. Otros esperan el tren de evacuación de los Ferrocarriles Ucranianos, aunque con retraso debido a los constantes ataques rusos acabará por llegar.
“Ya estoy deseando que llegue el próximo encuentro”, dice Sasha con nostalgia. “Simplemente no hay tiempo para las lágrimas ni para la desesperación”.
Con reportería adicional del equipo de periodismo global de la BBC.
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