La candidata morenista Claudia Sheinbaum defendió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante cuestionamientos de sus rivales a la presidencia de México durante el segundo debate 2024, pero lo hizo con datos falsos y engañosos sobre empleo, deuda, costo de la gasolina e inflación.
Estas son las verificaciones de El Sabueso:
Calificación: Engañoso
Es falso que en este gobierno se hayan creado más empleos, comparado con el sexenio anterior. Sin embargo, es cierto que el gobierno de Enrique Peña Nieto no enfrentó una pandemia. Por eso la clasificamos como engañosa.
En los primeros 5 años y tres meses del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se crearon 1.8 millones de empleos formales, y en el mismo periodo del gobierno de Peña, casi 3.5 millones. En el de Felipe Calderón, en tanto, fueron 1.7 millones.
“En el agregado sí se tienen 1.8 más empleos formales registrados ante el IMSS que los que se tenían al final del sexenio de EPN, pero es esperable que cada sexenio se incremente esta cifra”, apuntó la analista Brenda Flores, de México, Cómo Vamos.
“De hecho México requiere que se generen 1.2 millones de empleos formales al año para integrar a las personas que se incorporan a la población económicamente activa mes con mes, principalmente jóvenes”, agregó.
Calificación: Engañoso
Claudia Sheinbaum ya no repitió, como lo hace el presidente, que no ha habido aumento de la deuda, porque sabe que es falso. Ahora hizo la precisión de que “como en periodos anteriores”.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la deuda total ha registrado un aumento real de 2.6 billones de pesos en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al pasar de 14.2 bdp en 2018 a 16.8 bdp en 2024.
Si bien este aumento es menor a los 4 billones que registró el expresidente Enrique Peña Nieto y a los 2.9 bdp reales que se registraron durante el periodo del presidente Felipe Calderón, es 2.1 bdp mayor al aumento registrado durante el sexenio del expresidente Vicente Fox.
Asimismo, nominalmente el sexenio del presidente López Obrador sí registra —con 6.2 bdp— el mayor aumento en la deuda de los últimos cuatro sexenios.
Por otra parte, el gobierno del presidente López Obrador tiene el tercer mayor crecimiento de la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), con 5.2% de aumento, se posiciona por debajo del 8% y 7.4% de aumento que dejaron Peña Nieto y Calderón, respectivamente, pero por arriba de la disminución de 1% que se registró en el sexenio de Vicente Fox.
Calificación: Falso
Si se toma en cuenta la IED alcanzada durante los primeros cinco años del sexenio de Felipe Calderón (132 mil 569.3 millones de dólares) y los primeros cinco del sexenio de Enrique Peña Nieto (179 mil 856.3 millones de dólares), y se compara con la cifra alcanzada durante los primeros cinco años del actual sexenio (167 mil 026.6 millones de dólares), se concluye que el gobierno de López Obrador sí le ganó a Calderón, pero no superó a Peña Nieto.
Brenda Flores, analista económica e investigadora de la organización México Cómo Vamos, explica que al hablar de IED, es importante revisar cuánto representa respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
Bajo esta comparación, el dicho de la candidata presidencial también resulta falso, pues según los datos que arroja la Secretaría de Economía mientras que la inversión directa extranjera en 2023 (penúltimo de AMLO) fue de 2% del PIB, en el 2017 (penúltimo de EPN) fue del 2.8% y en 2011 (penúltimo de Calderón) llegó a 2.7% del PIB; es decir, con López Obrador se ubicó por abajo de los sexenios anteriores.
Calificación: Verdadero
De acuerdo con los resultados de medición de pobreza de Coneval, es cierto que 5.1 millones de personas salieron de la pobreza. Esto porque en 2018 la población en esta situación era de 51.9 millones y en 2022 hubo una reducción a 46.8 millones.
Esto equivale a 36% del total de población en pobreza si se considera que en 2022 la población total era de 129.9 millones, según el Consejo Nacional de Población.
Sin embargo, es engañoso realizar una comparación del gobierno actual con 1982 porque en aquella década la medición de la pobreza era distinta, desde una perspectiva “unidimensional”, es decir, solo considerando el ingreso.
En junio de 2010 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una nueva metodología que incluye ingreso corriente per cápita; rezago educativo promedio en el hogar; acceso a seguridad social; calidad y espacios de la vivienda; alimentación; cohesión social y accesibilidad a carretera pavimentada.
“La pobreza multidimensional se originó en 2010 y antes la pobreza solamente se medía con ingresos. Entonces, están comparando carencias de salud, educación, seguridad social con otra medida que no es la misma”, explica el experto Rodolfo de la Torre, quien fue parte del Comité Técnico de Medición de la Pobreza que propuso y calculó la primera medición oficial de pobreza en México.
Calificación: Engañoso
La exjefa de gobierno de la Ciudad de México aseguró que en el gobierno de López Obrador no se ha registrado un aumento en el precio de la gasolina. Sin embargo, su frase es engañosa, ya que si bien el precio de la gasolina no ha aumentado en términos reales, sí ha registrado un aumento nominal.
Mientras que en 2018 el precio de la gasolina regular en México se ubicó en 18.32 pesos, en abril de 2024 fue de 23.47 pesos. Es decir que tuvo un aumento de 5.15 pesos.
Calificación: Falso
Pese a que actualmente este indicador es más bajo que al inicio del sexenio, es falso que actualmente no haya inflación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en diciembre de 2018 la inflación mensual anualizada era de 4.8, mientras que en marzo del 2024 fue de 4.4.
Asimismo, durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha tenido la inflación más alta de los últimos 16 años. En 2022 la inflación promedio fue de 7.89, condiciones que también se presentaron en otros países del mundo por motivos geopolíticos.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en 2022 la guerra en Ucrania aceleró la inflación, redujo el crecimiento y aumentó la pobreza en América Latina y el Caribe.
La comisión señaló que las economías de América Latina y el Caribe comenzaron a experimentar un incremento de la tasa de inflación en 2021. Mientras al cierre de 2021, la inflación anual de la región alcanzó un 6,6% y esa tasa aumentó a 8,1% en abril de 2022
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) este sexenio ha tenido la inflación en alimentos acumulada más alta de las últimas cuatro administraciones.
Calificación: Mentir con la verdad
La candidata no brindó la fuente específica de este dato. En diciembre de 2019 se realizó la Consulta Ciudadana sobre el Proyecto de Desarrollo Tren Maya, en la que de acuerdo con los resultados del Gobierno Federal un 92.3% votó a favor de realizar la obra.
Sin embargo, el ejercicio fue criticado y cuestionado por organizaciones civiles y la Organización de las Naciones Unidas quien señaló que “el proceso de consulta indígena no cumplió con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia”.
En 2021, la agencia Enkoll publicó una encuesta sobre el Tren Maya donde el 88% emitía una opinión positiva del proyecto, con 804 entrevistas.
También en ese año, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM presentaron los resultados preliminares de la encuesta de percepción en la ruta del Tren Maya. Ahí se considera un 85%, pero que considera que el proyecto generará nuevos empleos.
Pero más allá de esos datos, está documentado que la obra avanzó en varios tramos sin los estudios de impacto ambiental necesario, la construcción siguió en zonas donde había órdenes judiciales para frenar los trabajos, y aunque el presidente López Obrador prometió que no sería talado un solo árbol, fueron derribados al menos 7 millones, además de otros daños al ecosistema.
“Es bastante cuestionable que gran parte de la población del sureste apruebe porque se han visto bastantes pronunciamientos de la sociedad civil y de comunidades que se han organizado para dar razones por las cuales les afecta”, opinó Andy Chiu, de la Asamblea Ecologista Popular.
Verificadores: Avelina Velázquez, Brenda Torres, Luz Rangel, Frasua Esquerra, Arturo Daen, Alfredo Maza, Elizabeth Dorantes, Iyari Balderas, Brenda Flores, Andy Chiu, Rodolfo de la Torre.
Abogada, fiscal de distrito, fiscal general de California, senadora y vicepresidenta de Estados Unidos: BBC Mundo te cuenta algunos momentos que definieron la carrera de Kamala Harris hasta su postulación para la presidencia.
Kamala Harris, la mujer de 60 años que podría asumir como la primera presidenta de Estados Unidos, ya hizo historia en 2021, cuando se convirtió en la primera vicepresidenta de EE.UU. y la primera mujer negra y de raíces asiáticas en el cargo.
La trayectoria profesional de la candidata demócrata arrancó como fiscal de sala en los tribunales de su California natal, y fue ascendiendo hasta llegar a la Fiscalía General de California.
De allí dio el salto al Senado de EE.UU. y, tras una legislatura, pasó a ser vicepresidenta del país.
En BBC Mundo repasamos 5 momentos que han marcado su carrera y de alguna manera reflejan sus valores y sus fortalezas y debilidades.
En 2003, Kamala Harris logró su primer cargo electo como fiscal de distrito de San Francisco.
Poco después de haber asumido hubo un caso que le dejó huella.
El agente de policía Isaac Espinoza y su compañero investigaban a un sospechoso el 10 de abril de 2004. El hombre sacó un arma AK-47 y disparó contra los agentes.
Espinoza, de 29 años, fue alcanzado por varias balas y murió. Su compañero recibió un disparo en la pierna y fue atendido en un hospital local.
El atacante, de 21 años e identificado como David Hill, fue detenido y puesto bajo custodia.
A los pocos días, antes incluso del funeral del agente, Harris anunció que no pediría la pena de muerte para Hill, como muchos esperaban que se hiciera en un caso así.
Fue una decisión que enojó a muchos, en especial a los compañeros de Espinoza.
“Isaac pagó el precio más alto”, dijo durante el funeral Gary Delagnes, presidente de la Asociación de Agentes de Policía de San Francisco.
“Y hablo en nombre de todos los agentes al exigir que su asesino también pague el precio más alto”.
Y es que en 1973, California había aprobado una ley de “circunstancias especiales” que hacía que el asesino de un agente de policía fuera elegible para la pena de muerte.
Pero Harris se mantuvo fiel a su oposición a la pena máxima, una postura que había dejado clara durante su campaña para el cargo de fiscal de distrito.
En su libro de 2009 Smart on Crime, Harris escribió: “La suposición generalizada de que simplemente aumentar la pena por cualquier delito disuadirá automáticamente a más personas de cometerlo es un mito”.
Su razonamiento no tuvo eco en el seno de la policía y la relación de Harris con las fuerzas del orden se ha visto afectada desde entonces.
Aunque con el tiempo, el propio inspector Delagnes aprendió a valorar que Harris honrara sus principios con una decisión que le generó tantas críticas.
“Habría sido muy fácil para ella decir: ‘Oye, estoy en contra de la pena de muerte, pero este tipo mató a un policía y voy a cambiar de opinión sobre esto’. Hay algo notable en su convicción, fue coherente”, afirmó el policía en 2021.
Con la misma convicción que expresaba su oposición a la pena de muerte, la fiscal Harris se erigió en férrea defensora de los derechos sociales.
Y mucho antes de que el matrimonio gay fuera legal y estuviera asentado en EE.UU., la ahora candidata presidencial estuvo a la vanguardia en la batalla por la igualdad.
Lo demostró en dos significativas ocasiones.
La primera fue en 2004, durante el llamado Invierno del Amor en San Francisco.
El alcalde en ese momento, Gavin Newsom, ordenó la aprobación de varios matrimonios entre personas del mismo sexo a pesar de que no existía ninguna ley que los reconociera.
Harris, que acababa de ser nombrada fiscal de distrito de San Francisco, no titubeó y ofició varias bodas, que poco después serían anuladas.
Con este gesto se desmarcó de la mayoría de las figuras demócratas del momento, que tardaron varios años aún en dartes su apoyo a estas uniones.
Barack Obama, por ejemplo, lo hizo en 2012 y Hillary Clinton en 2013.
En su autobiografía, The Truths We Hold, Harris explicó que su decisión de oficiar las bodas fue espontánea.
“Hubo un maravilloso entusiasmo cuando dimos la bienvenida a la multitud de parejas de enamorados, una por una, para casarse en ese mismo momento. No se parecía a nada de lo que hubiera formado parte antes. Y fue hermoso”.
La cuestión del matrimonio igualitario recobró un significado importante en su carrera, cuando llegó a la Fiscalía General de California en 2010.
Dos años antes, los votantes de ese estado prohibieron las uniones entre personas del mismo sexo al aprobar la Proposición 8.
Nada más acceder a su nuevo puesto, Harris dijo que como máxima autoridad policial del estado no defendería la norma.
La Corte Suprema de EE.UU. finalmente anuló la polémica medida en 2013 y a Harris prácticamente le faltó tiempo para oficiar su primera boda legal.
Fue al ayuntamiento y casó a dos mujeres, Kris Perry y Sandy Stier, que formaban parte del colectivo que presentó ante la Corte Suprema el recurso contra la Proposición 8.
Actualmente el matrimonio igualitario es una piedra angular de la plataforma del Partido Demócrata e incluso cuenta con el apoyo de sectores republicanos.
Pero los activistas todavía ven a Harris como una pionera en el tema debido a su temprano compromiso.
Tras dos mandatos como fiscal general de California, al frente del segundo Departamento de Justicia más grande del país, Harris decidió dar un giro a su carrera y se postuló al Senado en las elecciones de 2016.
Su victoria del 8 de noviembre tuvo un sabor agridulce para la demócrata: Donald Trump se había impuesto a Hillary Clinton en las presidenciales esa misma noche.
Ya desde su primer discurso tras la victoria, Harris se colocó en el centro de la resistencia a la presidencia de Trump.
Pero sin duda su momento más destacado de esta etapa ocurrió en 2018, cuando, como miembro del Comité Judicial del Senado, participó en las audiencias para evaluar a Brett Kavanaugh como candidato designado por Trump para ser juez de la Corte Suprema.
El conservador Kavanaugh, que era objeto de escrutinio luego de que una mujer lo acusara de haberla violado durante los años universitarios, tuvo en Harris a una incisiva e implacable inquisidora.
La senadora recuperó las habilidades de fiscal para interrogar a Kavanaugh sobre su posición sobre el derecho al aborto.
Harris intentó que el juez dijera abiertamente si iba o no a trabajar por revertir la entonces vigente norma Roe vs Wade, que garantizaba la protección constitucional al aborto en EE.UU.
En un momento clave le planteó a Kavanaugh la pregunta que pasaría a representar lo que fueron aquellas audiencias:
“¿Usted recuerda alguna ley que le dé poder al gobierno sobre el cuerpo de los hombres?”.
Un titubeante Kavanaugh terminó por responder que no.
El vehemente interrogatorio de Harris se volvió viral en los días posteriores y dio a conocer globalmente su agudeza y capacidad para plantar cara a rivales de alta categoría.
A partir de entonces, Harris se convirtió en una estrella ascendente entre las filas demócratas y cobró relevancia en el ámbito nacional.
De ahí que en 2019 el anuncio de su candidatura a la nominación del Partido Demócrata para las elecciones de 2020 no resultara tan sorprendente.
Pero aquella aventura presidencial le duró poco a Harris.
Si bien empezó con fuerza, con una sólida intervención en el primer debate entre los numerosos candidatos a la nominación demócrata, su campaña se fue desinflando y no llegó a competir en las primarias que arrancaron a inicios de 2020.
Meses después, en un gesto que demostró su falta de rencor por la dureza que había mostrado contra él, Biden la eligió como compañera de fórmula y candidata a la vicepresidencia para las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
Y con la victoria de la papeleta demócrata, Harris llegó al segundo puesto más importante de la política de EE.UU.
Pocos meses después de asumir la vicepresidencia, la hoy candidata concedió una entrevista que marcó un antes y un después en su relación con los medios y que expuso su dificultad para manejar situaciones incómodas.
Biden le había encargado la gestión de la relación diplomática con México y Centroamérica para abordar de raíz la problemática migratoria.
En un viaje a Guatemala en junio de 2021, Kamala pronunció su famoso “No vengan a EE.UU.” dirigido a los migrantes, un mensaje que le generó críticas por su dureza en un marco en el que se esperaba una mayor voluntad de cooperación.
Fue durante esa misma visita que se dio la entrevista que dejó entrever la irritación de la vicepresidenta en relación con uno de los temas más importantes para su gobierno.
Con voz tranquila, el presentador de la cadena NBC News Lester Holt le preguntó por qué no visitar la frontera, planteando que esta sería una manera de ver de primera mano lo que allí ocurría.
Ella se puso a la defensiva y no respondió directamente, por lo que Holt insistió en si tenía planes de ir a la frontera.
“En algún momento, ya sabes, iremos a la frontera. Hemos estado en la frontera. Entonces, con todo este asunto de la frontera, hemos estado en la frontera. Hemos estado en la frontera”, repitió Harris.
“No ha estado en la frontera”, replicó Holt.
“Y no he estado en Europa”, exclamó Harris con cierta molestia. “Y quiero decir, no entiendo el punto que está planteando. No estoy menospreciando la importancia de la frontera”.
La vicepresidenta esquivó a los medios durante aproximadamente un año completo después de aquella conversación, que fue calificada de “desastrosa”.
Sus apariciones fueron escasas e intermitentes, ganándose con ello fama de no saber lidiar con la prensa salvo en escenarios controlados, sin margen para la improvisación.
Una faceta que ha mejorado notablemente en el último año, en especial durante la acelerada campaña presidencial de apenas cuatro meses en la que los expertos reconocen que se ha visto a una Harris más cercana y espontánea en múltiples medios.
Volvamos por un momento a 2022.
Mientras la popularidad de Harris languidecía y sus apariciones públicas escaseaban, la Corte Suprema de EE.UU. discutía un tema que, paradójicamente, terminaría por devolver a la vicepresidenta al primer plano.
Era el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization por el que el alto tribunal estadounidense terminó por revocar el derecho federal al aborto, devolviendo a los estados la competencia de legislar sobre el tema.
Quedaban unos meses para las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre y Harris recuperó un papel protagonista en la escena política del país.
La vicepresidenta se convirtió en portavoz de la batalla por el derecho a decidir y expandió su discurso más allá de la causa del aborto para convertirlo en una defensa integral del concepto de libertad.
“Esta es la primera vez en la historia de nuestra nación que se le ha quitado un derecho constitucional al pueblo de Estados Unidos: el derecho a la privacidad”, dijo en una primera reacción al fallo de la Corte Suprema.
Esas palabras de hace dos años se reflejan con fuerza en los actuales discursos de campaña de Harris.
En cada uno de sus mítines, la candidata demócrata defiende los derechos reproductivos, enfatizando la libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus cuerpos “sin que el gobierno les diga lo que tienen que hacer”.
Sus promesas de cambio y de dar vuelta a la página, y su lema “no podemos regresar al pasado” se inspiran, en cierto modo, en aquella decisión judicial.
Un fallo que supuso un gran revés para los demócratas, que confirmó los temores que expresó Harris en aquel interrogatorio a Brett Kavanaugh cuando era senadora y que terminó por catapultarla hacia la pugna electoral más importante de su vida.
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