No hay “autoridades” que enfrenten ahora la justicia o estén detenidas por las irregularidades y corrupción en obras del Colegio Rébsamen en el que murieron 19 niñas y niños y siete adultos en el sismo de 2017, a diferencia de lo que menciona uno de los nuevos libros de secundaria para el próximo ciclo escolar.
“Para la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la explicación de lo sucedido es producto de la negligencia y la corrupción de particulares y autoridades que hoy enfrentan a la justicia”, dice textual el texto del libro Ética, naturaleza y sociedades.
Sin embargo, hasta ahora solo han sido detenidas quien fue directora del Colegio, Mónica García Villegas, y tres Directores Responsables de Obra o DRO (Juan Mario Velarde, Francisco Arturo Pérez Rodríguez y Juan Apolinar Torales), que como tal no son autoridades o funcionarios, sino profesionales independientes, “auxiliares” de la administración pública.
“El desplome de la estructura, lejos de tratarse de efectos de la naturaleza, por el sismo, fueron el resultado de la negligencia humana, a través de la omisión en el cumplimiento de las normativas de construcción, que, costaron la vida a varias personas”, refiere otro punto del libro.
La propia administración de Claudia Sheinbaum en la capital del país aceptó la recomendación 31VG/2019 de la CNDH y cumplió con la disculpa pública en 2023, ya que en dicho documento se estableció que violaciones a derechos humanos por este caso eran imputables a autoridades o funcionarios del gobierno de la Ciudad de México, de la Secretaría federal de Educación Pública y de la alcaldía Tlalpan, que ocuparon cargos en distintos periodos.
En dicho documento se establece que existieron irregularidades al menos desde 1984, cuando se construyó el colegio, ya que el uso de suelo era habitacional, no para colocar una escuela.
Y desde entonces, autoridades de los tres niveles fallaron en distintos procedimientos y revisiones, lo que llevó a que se llevaran a cabo ampliaciones inadecuadas y a que la instalación no resistiera el terremoto.
Sobre los DRO, la recomendación de la CNDH refirió que es la propia SEDUVI quien se encarga de integrar y operar el padrón de los Directores Responsables de Obra (DRO “s) y Corresponsables (CSE) así como vigilar y calificar su actuación.
“Si bien los DRO y los CSE (Corresponsables de Seguridad Estructural) no son considerados personas servidoras públicas, la SEDUVI, como parte integrante de la administración pública de la CDMX es quien está a cargo de la supervisión de las actividades que realicen éstos, ya que están a su cargo y es la SEDUVI quien expide el carnet correspondiente”.
En cuanto al gobierno de Tlalpan, la recomendación señaló que quien fue Director General Jurídico y de Gobierno en la alcaldía debía ser investigado por las autoridades correspondientes.
“Pues emitió un acuerdo de cumplimiento de 9 de diciembre de 2014 en el expediente PAI1, mediante el cual ordenó que se levantara el estado de clausura de la construcción en el Domicilio 1 (#11) del Colegio 1, sin que contara con la manifestación de Construcción, violando así el derecho humano a la legalidad y seguridad jurídica por un ejercicio indebido de sus funciones, poniendo en riesgo la integridad y seguridad personal de los NNA y personal del Colegio 1”.
En 2017, cuando ocurrió el terremoto, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México era Miguel Ángel Mancera, y Claudia Sheinbaum la alcaldesa de Tlalpan, sede del colegio. Aunque como ya se mencionó, las irregularidades sobre la escuela se acumularon desde años previos.
Y Sheinbaum ha rechazado tener responsabilidad por la tragedia, acusando a autoridades perredistas pasadas como la administración de Maricela Contreras (alcaldesa de Tlalpan de 2012 a 2015), aunque luego ella fue diputada del partido Morena, hasta 2018.
Biden ha dado luz verde a Ucrania para que use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar en territorio ruso. La medida ha causado revuelo en Rusia.
Vladimir Putin ha reiterado en oportunidades pasadas que Moscú consideraría la medida como una “participación directa” de los países de la OTAN en la guerra de Ucrania.
El Kremlin acusó este lunes a la administración de Joe Biden de “echar leña al fuego y seguir avivando la tensión” al permitir que Ucrania use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso.
El portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, afirmó que la medida representa un nuevo nivel de participación de Estados Unidos en la guerra de Rusia en Ucrania.
Moscú reiteró que consideraría un ataque con un misil estadounidense en su territorio como una agresión proveniente de Estados Unidos y no de Ucrania, en un comunicado publicado este lunes.
Ucrania ya lleva más de un año utilizando el Sistema de Misiles Tácticos de Largo Alcance del Ejército estadounidense (ATACMS por sus siglas en inglés) para atacar objetivos rusos en territorio ucraniano.
Pero la decisión del presidente Joe Biden permitiría a Kyiv atacar al ejército ruso en su propio territorio con misiles que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y son difíciles de interceptar debido a su alta velocidad.
La medida ha provocado una furiosa respuesta por parte de diversos medios y personalidades políticas en Rusia, según reporta Steve Rosenberg, corresponsal y editor de la BBC en Moscú.
El sitio web del periódico ruso Rossiyskaya Gazeta, controlado por el gobierno, afirma que Biden ha tomado una de las decisiones más provocativas e imprevisibles de su administración y que puede tener “consecuencias catastróficas”.
El diputado Leonid Slutsky, jefe del Partido Liberal-Demócrata de Rusia, simpatizante con el gobierno de Vladimir Putin, también asegura que la decisión provocaría a una gran escalada y graves consecuencias.
Por su parte, el senador ruso Vladimir Dzhabarov la calificó como “un paso sin precedentes hacia la Tercera Guerra Mundial“.
El presidente Vladimir Putin hasta ahora ha guardado silencio.
Para muchos analistas y líderes occidentales, es Rusia quien recientemente ha “echado leña al fuego” al enviar tropas norcoreanas a la zona de guerra para luchar junto a las fuerzas rusas contra Ucrania.
De acuerdo con las fuentes de los medios estadounidenses, el cambio de rumbo por parte del gobierno de Biden se debe a la participación de tropas de Corea del Norte en las filas del ejército ruso.
A finales de septiembre, Moscú anunció cambios a la doctrina nuclear rusa y a las condiciones previas bajo las cuales Rusia podría usar armas nucleares.
La medida fue interpretada en Occidente como un mensaje indirecto a Estados Unidos y Europa para que no autorizaran a Ucrania usar misiles estadounidenses de largo alcance en territorio ruso.
Ucrania lleva meses pidiendo permiso para utilizar ATACMS dentro de Rusia.
“Esta es una decisión muy importante para nosotros”, dijo a la BBC Serhii Kuzan, presidente del Centro de Cooperación y Seguridad de Ucrania, con sede en Kyiv.
“No es algo que vaya a cambiar el curso de la guerra, pero creo que hará que nuestras fuerzas sean más equitativas“.
Kuzan dijo que la decisión llegó justo a tiempo para contrarrestar el esperado inicio de un gran asalto por parte de tropas rusas y norcoreanas, diseñado para desalojar a las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk.
Se estima que el asalto se producirá en los próximos días.
Análisis de Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC
Desde que el ejército ruso lanzó su guerra a gran escala contra Ucrania el 24 de febrero de 2022, la OTAN, Occidente y, específicamente, la Casa Blanca, se han visto atrapados frente a un gran desafío: ¿cómo brindarle a Ucrania suficiente apoyo militar sin entrar en una confrontación directa con Rusia?
Es un desafío que persiste actualmente.
Los comentaristas occidentales más radicales, incluidos exgenerales estadounidenses y británicos, argumentan que las reiteradas amenazas de represalias por parte de Putin nunca se cumplieron y que simplemente tenían la intención de asustar a la OTAN para que no enviara el tipo de armas que Ucrania necesitaba.
Se sabe que Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, es cauteloso con ese tema y hay reportes de que estaba molesto por la postura más agresiva de Londres y su envío de armas pesadas como grandes tanques de batalla y aviones de combate F-16.
En última instancia, Putin entiende que el viejo concepto de la Guerra Fría de Destrucción Mutua Asegurada (DMA) sigue vigente hoy en día.
Puede que Rusia tenga el arsenal de armas nucleares más grande del mundo, pero el Kremlin sabe que si alguna vez se utilizara un arma nuclear en alguna ciudad occidental, Moscú quedaría destruida en cuestión de minutos.
Sin embargo, hay muchas otras formas menos apocalípticas en las que Rusia podría responder al uso de misiles ATACMS en territorio ruso.
Estas incluyen sabotear cables submarinos o armar a los hutíes de Yemen con poderosos misiles antibuques.
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