Para entender mejor
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, habló de un mensaje de “cero impunidad” con el caso del feminicida serial de Iztacalco, pero en realidad Miguel N murió impune. No fue sentenciado por los crímenes que cometió en contra de, al menos, siete mujeres víctimas.
Y, aunque Brugada dijo que lo más importante fue que se detuvo al feminicida, la detención de Miguel N en 2024 no fue resultado de alguna investigación por parte de las autoridades. Esto a pesar de que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya lo había identificado como un presunto feminicida desde 2020 y no actuó entonces, según documentó Animal Político.
Contrario a lo que dice la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel N no llegó a juicio ni siquiera por el feminicidio de María José, su última víctima y cuyo caso ocasionó su detención. Además, el domingo 13 de abril, fecha en la que las autoridades capitalinas reportaron la muerte de Miguel N, apenas se llevaría a cabo la audiencia de vinculación a proceso por los casos de otras dos de las víctimas.
Para saber más: “No llegó a juicio Miguel ‘N’”: madre de María José exige justicia y reparación del daño tras muerte de feminicida de Iztacalco
Erendali Trujillo, abogada defensora del caso de María José, la última víctima, explicó que tras la muerte de Miguel N, probable responsable de al menos siete feminicidios y desaparición de mujeres, el caso será sobreseído. Es decir, el proceso penal terminará sin llegar a una resolución porque el presunto feminicida serial no llegó a juicio.
“Nos quedamos prácticamente a una rayita de poder llegar a juicio y poder desahogar todas las pruebas y que le hubieran dictado sentencia”, dijo la abogada este miércoles a medios afuera del crematorio del Panteón Español, en la Ciudad de México. “(Pedíamos) 116 años, que es la pena máxima, la solicitó la Fiscalía”, agregó.
El 16 de abril de 2025 fue el primer aniversario luctuoso de María José, quien fue víctima de feminicidio a los 17 años. Por este caso Miguel N fue detenido en flagrancia, al intentar escapar del lugar donde ocurrieron los hechos en la colonia La Cruz, alcaldía Iztacalco.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Miguel N agredió sexualmente a María José y, cuando su madre, Cassandra Calles, llegó e intentó defenderla, él las lesionó con un cuchillo en varias partes del cuerpo. La mamá se convirtió en sobreviviente de tentativa de feminicidio.
De manera fortuita, las y los vecinos que escucharon los gritos de las víctimas lograron impedir que Miguel “N” se fugara. Lo retuvieron para entregarlo a las autoridades.
En la audiencia inicial por el caso, la Fiscalía capitalina obtuvo auto de vinculación a proceso con prisión preventiva en contra de Miguel “N”, quien permaneció en prisión preventiva casi un año en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. El domingo 13 de abril se cayó en su celda y después fue trasladado al Hospital General de Iztapalapa, donde murió de un paro cardiorespiratorio.
El caso de María José estaba en la etapa de audiencia intermedia, previo al desahogo de pruebas para el juicio.
“Se lo pusimos a las autoridades, se lo pusimos en las manos. Él pudo operar 12 años, pero las autoridades no pudieron hacer nada en un año”, lamentó Cassandra, madre de María José. “No llegó a juicio Miguel”, señaló.
El domingo 13 de abril, día en que murió Miguel N, se llevaría a cabo la audiencia de vinculación a proceso por los casos de dos víctimas. Además del feminicidio de María José y de una víctima de desaparición en 2018, se le atribuyen extraoficialmente cinco asesinatos más de mujeres: dos cometidos en 2012, uno en 2015, uno en 2019 y uno más en 2020.
En febrero de este año, las familias ya habían informado que en dos de los casos se aproximaba el cierre de las investigaciones y temían que fueran deficientes y, por ende, que Miguel N quedara absuelto de estos feminicidios y desapariciones.
Tras la muerte del feminicida serial, las familias de las víctimas Wendoline Belen Ibarra Espino, Frida Sofía Lima Rivera, Amairany Roblero González y Viviana Elizabeth Garrido Ibarra difundieron un comunicado en el que exigieron a las autoridades continuar con las investigaciones y garantizar el acceso a la verdad y a la justicia.
Los minuciosos preparativos para lanzar la señal de humo que confirmará o no la elección de un nuevo Papa ya están en marcha.
Cuando la Iglesia católica elige a un nuevo Papa, el mundo no está pendiente de una rueda de prensa o de una publicación en las redes sociales, sino del humo que sale de una pequeña chimenea en lo alto de la Capilla Sixtina.
Si el humo es negro, no se ha elegido nuevo Papa. Si es blanco, se ha tomado una decisión: Habemus Papam – tenemos un Papa. Es un gran acontecimiento, retransmitido en directo a millones de personas.
Pero lo que los telespectadores no ven es la complejidad oculta de este centenario ritual: la chimenea cuidadosamente construida, la estufa diseñada y las recetas químicas precisas, cada parte minuciosamente diseñada para garantizar que una voluta de humo transmita un mensaje claro.
Expertos explicaron a la BBC que el proceso requiere “dos fuegos artificiales a medida”, ensayos de pruebas de humo y bomberos en estado de alerta.
Todo esto está meticulosamente organizado por un equipo de ingenieros y funcionarios de la Iglesia que trabajan al unísono.
El papa Francisco falleció el 21 de abril, lunes de Pascua, a los 88 años y, una vez finalizado el funeral, la atención se centró en el cónclave, una reunión privada en la que se elegirá a su sucesor.
El Vaticano confirmó que los cardenales se reunirán en la Basílica de San Pedro el 7 de mayo para celebrar una misa especial antes de reunirse en la Capilla Sixtina, donde comenzará la compleja votación.
La tradición de quemar las papeletas de votación de los cardenales se remonta al siglo XV y se convirtió en parte de los rituales del cónclave destinados a garantizar la transparencia y evitar la manipulación, sobre todo después de que los retrasos en la elección papal provocaran frustración y malestar de la opinión pública.
Con el tiempo, el Vaticano empezó a utilizar el humo como medio de comunicación con el mundo exterior, preservando al mismo tiempo la estricta confidencialidad de la votación.
Y hoy, a pesar de los innumerables avances en comunicación, el Vaticano continúa preservando la tradición.
“Desde la antigüedad, la gente ha visto el humo que sale -de los sacrificios de animales y granos en la Biblia, o de la quema de incienso en la tradición- como una forma de comunicación humana con lo divino”, le dice a la BBC Candida Moss, profesora de teología de la Universidad de Birmingham, Reino Unido.
“En la tradición católica, las oraciones ‘ascienden’ hasta Dios. El uso del humo evoca estos rituales religiosos y la estética de asombro y misterio que los acompaña”.
Moss señala también que el humo ascendente permite a las personas que se reúnen en la plaza de San Pedro “sentirse incluidas, como si estuvieran incorporadas a este asunto misterioso y secreto”.
Los motivos son simbólicos, pero hacer que funcione en el siglo XXI requiere ingeniería del mundo real.
En el interior de la Capilla Sixtina se instalan temporalmente dos estufas específicas para el cónclave: una para quemar las papeletas y otra para generar las señales de humo.
Ambas estufas están conectadas a un pequeño conducto -un tubo dentro de una chimenea que permite la salida del humo- que sube por el tejado de la capilla hasta el exterior.
Recientemente se vio a bomberos en el tejado, que aseguraban con cuidado la parte superior de la chimenea en su sitio, mientras los obreros montaban andamios y construían las estufas en el interior.
La Capilla Sixtina, construida hace más de 500 años, alberga uno de los techos más famosos del mundo. Adornado con los frescos de Miguel Ángel, no está precisamente diseñado para señales de humo, y la chimenea debe instalarse de forma discreta y segura.
Es un proceso complejo.
Los técnicos utilizan una abertura existente o crean una trampilla provisional por la que se introduce el conducto para que salga el humo, normalmente de un metal como el hierro o el acero.
La tubería va desde las estufas hasta el exterior, y emerge a través del techo de tejas sobre la plaza de San Pedro.
Cada junta se sella para evitar fugas y cada componente se somete a pruebas.
Los especialistas ensayan con humo en los días previos al comienzo del cónclave, asegurándose de que el tiro de la chimenea funciona en tiempo real. Incluso participan los bomberos del Vaticano, en alerta por si hay una avería.
“Se trata de un proceso muy preciso, porque si algo sale mal, no es sólo un fallo técnico, sino que se convierte en un incidente internacional”, le explica a la BBC Kevin Farlam, ingeniero de estructuras que ha trabajado en edificios patrimoniales.
“No es como poner una tubería en un horno de pizza. Cada parte del sistema tiene que instalarse sin dañar nada”.
Este montaje se construye días antes de la llegada de los cardenales y se desmonta una vez elegido el Papa.
Para que la señal sea visible, los técnicos del Vaticano utilizan una combinación de compuestos químicos.
“En esencia, lo que están construyendo aquí son dos fuegos artificiales a medida”, le explica a la BBC el profesor Mark Lorch, jefe del departamento de química y bioquímica de la Universidad de Hull, Reino Unido.
“Para el humo negro, se quema una mezcla de perclorato potásico, antraceno y azufre, que produce un humo espeso y oscuro.
“Para el humo blanco, se utiliza una combinación de clorato potásico, lactosa y colofonia de pino, que se quema de forma limpia y pálida.
“En el pasado se intentaba quemar paja húmeda para crear un humo más oscuro y paja seca para hacer un humo más claro – pero esto causaba cierta confusión porque a veces parecía gris”.
Lorch dice que estos productos químicos están “preenvasados en cartuchos y se encienden electrónicamente”, por lo que no hay ambigüedad.
El toque de campana -introducido durante la elección del papa Benedicto XVI- sirve ahora de confirmación y se utiliza junto a la señal de humo.
A lo largo de los años se han hecho propuestas para modernizar el sistema: luces de colores, alertas digitales o incluso votaciones televisadas.
Pero para el Vaticano, el ritual no es sólo una herramienta de comunicación: es un momento de continuidad con siglos de tradición.
“Se trata de tradición y secretismo, pero también tiene un peso teológico real”, afirma Moss.
“Además, ‘Iglesia católica’ y ‘vanguardia’ distan mucho de ser sinónimos: la innovación es casi antitética al ritual”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.