La presidenta Claudia Sheinbaum y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, presumieron una supuesta cifra histórica de empleos formales registrados ante el IMSS. Sin embargo, su afirmación es engañosa.
Es cierto que se alcanzó el máximo acumulado para un mes de febrero, con 22.4 millones de puestos formales, pero cada año se suman miles de personas al mercado laboral, y el crecimiento anual ha sido insuficiente. De hecho en noviembre del año pasado se tenían registradas 22.6 millones de personas con empleo formal, pero se perdieron 405 mil 259 puestos en diciembre.
Los propios datos del Instituto muestran que en febrero de este año se crearon 23.6% menos puestos formales que en el mismo mes de 2024, al sumarse 119 mil 385 puestos.
De hecho en febrero de 2025 se tuvo la menor generación de empleos formales para este mes desde 2022 y, con esta baja, se cumplen tres años seguidos a la baja, como se observa en el siguiente gráfico:
En los primeros dos meses de 2025 se generaron un total de 192 mil 552 empleos formales, cifra que no compensa la caída que se registró en diciembre del 2024.
Como te contamos, en 2024 se generaron 67% menos puestos que en 2023 y sólo se sumaron 213 mil 993 empleos formales, la segunda menor cifra de empleo desde 2010.
Por otro lado, el director del IMSS presumió un aumento de 7.5% en el salario base de cotización, pero este incremento es de forma nominal, sin contemplar la inflación.
Si contemplamos la inflación, a precios de 2025 el incremento anual del salario base de cotización es sólo del 3% en febrero de 2025.
El titular del IMSS destacó que el 54.2% de los empleos registrados en los primeros meses de 2025 son permanentes.
Según los datos del Instituto, en enero de 2025 se crearon 9 mil 463 empleos permanentes, y 63 mil 704 trabajos eventuales. Luego, en febrero se sumaron 94 mil 810 empleos permanentes y 24 mil 575 empleos eventuales.
Si comparamos las cifras con febrero del año pasado, se observa una baja en la creación de puestos de 17.9% y 39.8%, respectivamente.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de enero de 2025 señaló que la informalidad laboral fue de 54.2% de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, que la mitad de las personas en condiciones de trabajar se emplean en trabajos informales.
“El dato que más destaca de la ENOE del cuarto trimestre de 2024 es que estima que la población mayor de 15+ años subió en más de un millón de personas en un año, pero la PEA subió solo en 12 mil personas; es decir, la gran mayoría pasaron a ser no económicamente activos”, explicó Julio Santaella, expresidente del INEGI, en su cuenta de X.
Mientras que el ingreso laboral real per cápita a nivel nacional presentó una disminución de 1.5%, al pasar de 3 mil 346 pesos a 3 mil 294 pesos en el último trimestre de 2024.
Y el porcentaje de la población con ingreso laboral menor al costo de la canasta alimentaria (pobreza laboral) a nivel nacional mostró un aumento de 0.3 puntos porcentuales en el último trimestre de 2024, al pasar de 35.1% a 35.4%, de acuerdo con el Coneval.
Quienes invirtieron el la criptomoneda promocionada por Milei perdieron grandes cantidades de dinero.
Subir un 1.300% en cuestión de horas para desplomarse en cuestión de segundos. Eso es lo que hizo el pasado 14 de febrero $LIBRA, la criptomoneda que el presidente de Argentina, Javier Milei, promocionó a través de sus redes sociales.
La publicidad del mandatario, quien luego se distanció del proyecto, ayudó a atraer a unos 40.000 inversores.
Según los expertos, la debacle de la criptomoneda, que hizo que miles de personas perdieran su dinero, podría tratarse de un caso de “rug pulling” (algo así como “tirar de la manta” o “tirar de la alfombra” en español), una estafa repetida muchas veces en el mundo de las monedas digitales y que lleva años en la mira de las autoridades financieras de todo el mundo.
En el “rug pulling”, se crea una criptomoneda y se promociona profusamente para convencer a los inversores de que la compren e inviertan dinero en ella.
“Por lo general, intentan generar la mayor expectativa posible -casi siempre contratando celebridades para respaldar el producto- antes de tomar el dinero de los inversores y desaparecer”, le explica a BBC Mundo Eduardo Valpuesta, director del Máster en Derecho Digital de la Universidad de Navarra, en España.
Cuando el valor de la moneda crece porque cada vez más inversores la quieren, los desarrolladores -que mantienen la mayor parte de las acciones del proyecto- las venden de golpe de forma masiva, lo que produce un abrupto desplome del valor. “Tiran de la manta” y todo se viene abajo.
Pese a que a primera vista el proyecto parece legítimo, la verdadera intención de los desarrolladores es acumular tantos fondos como sea posible y desaparecer abruptamente dejando a los participantes con tokens -monedas- sin valor.
En el caso de lo sucedido en Argentina con $LIBRA, cuyos impulsores aseguran que se trata de un negocio legítimo, el respaldo del presidente, quien cuenta con 3,8 millones de seguidores solo en la red social X, fue suficiente para llamar la atención.
Y quienes invirtieron probablemente tenían en mente lo que pasó en enero con la criptomoneda TRUMP, que en pocas horas subió como un cohete tras un mensaje en redes del presidente de Estados Unidos.
“Luego es muy difícil demandarles y recuperar el dinero. Para empezar habría que demostrar que hubo un fraude. Y sobre todo es complicado saber quiénes son, dónde hay que demandarles, conforme a qué normativa, y como ejecutar una posible sentencia condenatoria”, explica Valpuesta.
El profesor recuerda que entre 2015 a 2018 hubo muchísimas emisiones de monedas digitales en las que se repitió este patrón: “Los emisores lanzaban la moneda, y luego decían que el negocio no había funcionado y que no había dado rentabilidad”.
“No había forma de saber si realmente el negocio no había resultado, o es que ellos se habían quedado el dinero y no habían hecho nada. Un emisor de esos no es una sociedad tradicional que tiene una serie de controles. Son emisores constituidos en el ciberespacio, difíciles de someter a un poder concreto”.
Por lo general, las criptomonedas legítimas tienen un objetivo. “Sirven para algo en el entorno digital. Con Bitcoin podemos realizar pagos en el ciberespacio como alternativa a los pagos bancarios y Ethereum, por ejemplo, inventó los contratos inteligentes”, explica Andrea Baronchelli, profesor de Ciencias de la Complejidad de la City University de Londres y miembro del Instituto Alan Turing.
“Otras como Tether, tienen como objetivo mantener la paridad con el dólar, y son útiles, por ejemplo, si quieres enviar remesas al extranjero porque evitas muchas comisiones”.
“Entre los proyectos cripto establecidos y los fraudulentos hay una línea muy fina, pero los últimos se caracterizan casi siempre por ser pequeños desarrollos que no tienen nada detrás o en los que la moneda no tiene ninguna utilidad”, añade Baronchelli.
Según los expertos, no hay que dejarse engañar, más si no se entiende el objetivo de la criptomoneda. Pero si uno decide participar, hay que investigar al equipo detrás del proyecto y la tecnología que usan, y desconfiar de la falta de transparencia.
Normalmente, además, estos proyectos prometen fraudulentamente altos beneficios.
“Aparecen de la nada y no son conocidos en el ecosistema cripto. Sus creadores afirman que conseguirán resultados rápidos, pero como la moneda en realidad no tiene ninguna utilidad, eso significa que no tiene ningún sentido como inversión a largo plazo”, dice Baronchelli.
Para el experto, esas son las primera señales de alarma y al mismo tiempo las más difíciles de detectar por los inversores nuevos en el mundo cripto.
Como señales de advertencia, ten cuidado con los rendimientos y las ganancias poco realistas, el marketing excesivo y la presión para participar rápidamente. Evita el miedo a perderte algo.
“El caso de $LIBRA nos muestra cómo el entusiasmo generado en redes sociales puede inflar artificialmente el valor de un token, solo para derrumbarse cuando la especulación alcanza su punto máximo”, añade Javier Molina, asesor de Mercado de la plataforma eToro.
“Los inversores deben ser cautelosos y entender que, en este nuevo panorama digital, el impacto de los memes puede ser tan poderoso como efímero, convirtiendo la volatilidad en un factor clave a la hora de evaluar este tipo de activos”.
Aunque siempre hubo casos de “rug pulling” en la industria, algunas estafas han dejado una huella notable. Algunas incluyen OneCoin, Thodex, AnubisDAO, Uranium Finance y Squid Game Token. Estas estafas provocaron miles de millones de dólares en pérdidas para los inversores.
“Muchas criptomonedas son perfectamente solventes y serias, pero siempre hay personas que usan los mercados para aprovecharse de inversores sin experiencia, y sacarles el dinero”, añade Valpuesta.
“También hay una inmensa mayoría de compradores de criptomonedas que no las tienen para usarlas como medio de pago, sino simplemente como forma de inversión especulativa, porque esperan que suba su cotización y puedan obtener así una ganancia”, dice.
No es la primera vez que Milei promociona un criptoactivo que luego resultó ser fraudulento o de dudosa procedencia.
En febrero de 2022, el entonces diputado nacional elogió en sus redes el activo digital de la empresa de videojuegos Vulcano, otro emprendimiento de Mauricio Novelli (hoy asociado con $LIBRA).
“Muy interesante el proyecto de vulcano game NFT gaming. Un diagrama económico sostenible en el tiempo a diferencia de la gran mayoría”, expresó Milei.
Semanas después de su mensaje, el $VULC perdió todo su valor.
Ese mismo año, el economista libertario reconoció en una entrevista con Radio Con Vos que había cobrado para promocionar CoinX, una plataforma de inversión que terminaría siendo denunciada como una posible estafa piramidal.
“Tuve el placer de conocer las oficinas de CoinX World y su equipo. Están revolucionando la manera de inversión para ayudar a los argentinos a escapar de la inflación. Desde ya puedes simular tu inversión en pesos, dólares o criptomonedas y obtener una ganancia. Escríbanles CoinX World de parte mía así los asesoran con lo mejor”, había escrito el entonces legislador en una publicación de Instagram.
Consultado sobre su responsabilidad ante quienes se habían sentido engañados, Milei dijo que no se trató de una estafa y que lo suyo solo fue “una opinión”.
“El negocio estaba bien armado”, aseguró al periodista Ernesto Tenembaum, afirmando que en este tipo de negocio nunca se puede garantizar la ganancia que se promete.
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