La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México importa lo mismo que exporta, es decir que la Balanza Comercial es cero. Sin embargo, datos del Banco de México (Banxico) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) demuestran que México tuvo un déficit de 8 mil 212 millones de dólares en 2024.
Esto implica que se compraron más bienes de los que se vendieron el año pasado y, con ello, México acumula cuatro años seguidos con un déficit en su balanza comercial, aunque también en 2018, último año del sexenio priista de Enrique Peña Nieto, se observó un déficit de 13 mil millones de dólares.
El año pasado, el déficit aumentó 50% respecto a 2023.
Y en el primer mes de 2025, México tuvo un déficit de 423 millones de dólares, de acuerdo con la cifras desestacionalizadas del INEGI.
“México sí tiene un déficit en la balanza comercial de 8 mil millones de dólares, pero es un déficit chiquito. Pensar en términos de superávit o déficit refleja poco de la situación económica del país, y en el fondo es bueno, en el fondo te habla de que hay poder de consumo en México, el gran motor sigue siendo el comercio exterior, las exportaciones”, explicó en entrevista Oscar Ocampo, especialista en comercio exterior del IMCO.
Los focos rojos, continuó, están en las finanzas públicas, en Pemex y en la incertidumbre general sobre la relación comercial con Estados Unidos.
El Sabueso de Animal Político solicitó a Presidencia las fuentes de la afirmación de la mandataria. Hasta el cierre de esta nota, no se obtuvo una respuesta.
“Si tu balanza comercial tiene más importaciones que exportaciones, entonces tienes un déficit; si recibes más de lo que vendes, hay un déficit en la balanza comercial”, explicó la presidenta en su conferencia de prensa del 14 de marzo de 2025.
“Nosotros no tenemos déficit, prácticamente estamos en cero, exportamos lo mismo que importamos. Nosotros lo que queremos es exportar, importar menos y producirlo en México”, agregó al ser cuestionado sobre la postura del gobierno de Donald Trump ante el tratado de libre comercio, y su imposición de tarifas.
Datos recopilados por el INEGI y Banxico muestran que México ha importado más que los bienes que exporta desde 2021, lo cual ha ocasionado un déficit en la balanza comercial del país durante cuatro años.
En 2024, las importaciones crecieron 4.5%, mientras que las exportaciones aumentaron 4.1% respecto al año anterior.
El año pasado, las exportaciones petroleras fueron de 28 mil 426 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 38 mil 470 millones de dólares. Esto significó un déficit de 10 mil 044 millones de dólares.
Mientras que las exportaciones no petroleras ascendieron a 588 mil 673 millones de dólares y las importaciones a 586 mil 841 millones de dólares, lo cual generó un superávit de 1 mil 832 millones de dólares.
Para 2024, las exportaciones petroleras bajaron 14% y las importaciones cayeron 25.7% respecto a 2023. Desde 2022, las importaciones y exportaciones de este rubro han ido disminuyendo año con año.
Esto coincide con la disminución de los ingresos petroleros del gobierno federal (no incluyen los ingresos de Pemex). La baja fue de 43% en términos reales, al pasar de 342 mil millones de pesos en 2023 a 203 mil millones de pesos en 2024.
“La plataforma de producción ha caído en los últimos 20 años y ahorita están en un mínimo histórico, 1.4 millones de barriles diarios, cuando hace algunos años estábamos en 1.8 millones”, dijo Ocampo.
“Tus principales activos ya son campos en franco declive, no has podido reemplazar esos campos con nuevos con nuevos activos, y eso tiene que ver con que Pemex ha reducido su inversión en exploración y producción. La segunda es que estás metiendo más crudo a tus refinerías, no estás colocando ese crudo en mercados internacionales”.
Por otro lado, las exportaciones e importaciones no petroleras crecieron 5.2% y 7.3% respectivamente. Estos rubros han ido creciendo año con año desde 2021.
El especialista consideró que el crecimiento de la importaciones y exportaciones no petroleras es resultado de la integración comercial de América del Norte, y destacó que las exportaciones son uno de los principales motores económicos del país.
Brad Sigmon fue ejecutado frente a un escuadrón en Carolina del Sur luego de estar varios años en el corredor de la muerte por un doble asesinato.
Un prisionero en el estado de Carolina del Sur fue ejecutado en la tarde de este viernes con un pelotón de fusilamiento.
Brad Sigmon estaba en el corredor de la muerte por el asesinato en 2001 de los padres de su exnovia con un bate de béisbol.
Su ejecución ocurrió poco después de la hora programada, las 18:08 local (23:08 GMT), con un pelotón conformado por tres voluntarios situados detrás de una cortina que dispararon simultáneamente rifles contra su pecho con balas especiales.
Para este tipo de ejecución se exige que los condenados a muerte sean atados a una silla al entrar en la cámara de ejecución. A continuación, al prisionero se le coloca una diana en el corazón y una bolsa sobre la cabeza.
Este tipo de ejecución no se había aplicado en Estados Unidos desde hacía 15 años.
Antes de morir, Sigmon dijo: “Quiero que mi declaración final sea de amor y disculpa”.
Citó la Biblia para denunciar la pena de muerte y añadió: “Ya no vivimos bajo la ley del Antiguo Testamento, ahora vivimos bajo el Nuevo Testamento”.
Tres miembros de la familia Larke estuvieron en el lugar para presenciar su muerte. Un médico realizó un examen que duró unos 90 segundos, antes de declararlo muerto.
Ante la posibilidad de morir en la silla eléctrica o por inyección letal, los abogados de Sigmon, de 67 años, anunciaron que había elegido el proceso más violento porque le preocupaba la eficacia de los otros dos métodos.
Esta es la primera persona ejecutada por fusilamiento en Estados Unidos desde 2010 y apenas la cuarta desde que el país reintrodujo la pena de muerte en 1976.
Sigmon fue acusado de asesinato en 2001 después de que los investigadores probaron que había matado a los padres de su exnovia en su casa del condado de Greenville. Los había golpeado con un bate.
El hombre confesó que también planeaba atacar a su exnovia, pero la mujer pudo escapar. “No podía tenerla. No iba a dejar que nadie más la tuviera”, declaró.
La Corte Suprema de Carolina del Sur rechazó esta semana una petición de intervención de los abogados de Sigmon.
La defensa quería más tiempo para informarse sobre el fármaco que Carolina del Sur utiliza en las inyecciones letales y cuestionaban si la representación legal de su cliente en 2002 había sido adecuada.
El estado del sur de EE.UU. aprobó una ley en 2023 que obliga a mantener en secreto la identidad de los miembros del escuadrón de ejecución.
También prohíbe la publicación de información relativa a la adquisición de fármacos para la inyección letal, ya que cada vez son más las empresas farmacéuticas que han declinado suministrarlos para las ejecuciones en el estado.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó en enero una demanda contra la ley estatal.
La ejecución por fusilamiento es compleja.
Los condenados como Sigmon deben ser atados a una silla con una palangana debajo para recoger su sangre. Se le coloca una diana en el pecho y una bolsa en la cabeza.
Tres voluntarios ocultos tras una cortina dispararán desde 4,6 m de distancia.
Las balas utilizadas están diseñadas para romperse en el impacto y causar el máximo daño, algo que ha generado debate entre expertos médicos sobre el grado de dolor que causa su uso.
Tras los disparos, un médico debe confirmar la muerte del condenado.
El estado permite que los testigos observen la muerte desde detrás de un cristal blindado, pero los verdugos deben permanecer ocultos para proteger sus identidades.
La mayoría de los prisioneros condenados a muerte en Carolina del Sur son electrocutados, pero las tres ejecuciones más recientes se llevaron a cabo mediante inyecciones que incluían pentobarbital. Los tres hombres fueron declarados muertos 20 minutos después de recibir la inyección, aunque parecían haber dejado de respirar al cabo de unos minutos.
La falta de información sobre estas ejecuciones por la prohibición que establece la legislación local ha suscitado críticas por su falta de transparencia.
“Esta prohibición no solo se aparta aún más del historial del estado de hacer pública la información relacionada con las ejecuciones, sino que criminaliza la divulgación de esta información por parte de cualquier persona y por cualquier motivo”, argumentó la ACLU en su demanda legal.
“Silencia así a los científicos, médicos, periodistas, antiguos funcionarios de prisiones, abogados y ciudadanos que han analizado la seguridad, eficacia, moralidad y legalidad del uso de la inyección letal en Carolina del Sur”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.