La revista británica The Economist no publicó una portada dedicada al conflicto entre Ucrania y Rusia bajo el título “Apocalipsis”, acompañado de una imagen del presidente ruso, Vladimir Putin, y el mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, frente a frente con la afirmación de que iniciaría la Tercera Guerra Mundial. La imagen que circula en redes sociales de la supuesta portada es falsa.
La desinformación se comparte en el contexto de la autorización y el despliegue de misiles estadounidenses de largo alcance por parte de Ucrania contra objetivos militares en Rusia, para los cuales el presidente de EU, Joe Biden, dio luz verde el pasado 17 de noviembre.
“El permiso para lanzar ataques con misiles profundamente en Rusia es el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, advierte la revista de culto profético The Economist. (sic)”, dice una de las publicaciones que desinforman en la red social X y que cuenta con más de 12 mil visualizaciones.
Tras una búsqueda en el sitio oficial de la revista, así como su cuenta oficial de X, El Sabueso no encontró que alguna de las publicaciones de noviembre o diciembre de la revista correspondiera con la imagen difundida en redes sociales, así como con el tema de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Además, el medio de verificación Factual de AFP –que también está afiliado a la Red Internacional de Fact Checking (IFCN) como El Sabueso– verificó que en la esquina superior derecha de la portada falsa se muestra una lista de artículos, los cuales corresponden a la edición europea de The Economist publicada el 16 de marzo de 2024.
Aunque en la imagen difundida en redes sociales hay errores gramaticales en los títulos de los artículos publicados y se suma uno adicional con el título de “Biden dejó la Casa Blanca”, el cual no ha publicado ese medio.
Como te contamos, el mandatario estadounidense, Joe Biden, autorizó el pasado 17 de noviembre a Ucrania el uso de misiles estadounidenses de largo alcance contra objetivos militares en Rusia.
Para el 19 de noviembre, Ucrania disparó misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra su territorio, por primera vez en mil días de conflicto, por lo que ese mismo día, Vladimir Putin firmó un decreto que amplía las posibilidades de Rusia de utilizar armas nucleares.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha escalado en las últimas semanas con el uso de misiles de largo alcance desde que Washington autorizó a Kiev el despliegue de armas de ese tipo de fabricación estadounidense.
En conclusión, la revista británica The Economist no dedicó una portada al conflicto entre Ucrania y Rusia ni se refirió a una posible Tercera Guerra Mundial, por lo que la imagen es falsa.
Luigi Mangione fue arrestado este lunes en una ciudad de Pensilvania, y en su mochila se encontró un arma fantasma que podría ser importante en el caso en su contra. Te explicamos por qué.
Cuando este lunes las autoridades capturaron a Luigi Mangione, un joven de 26 años sospechoso de asesinar de un disparo en Nueva York a Brian Thompson, director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealth, encontraron entre sus pertenecías lo que se conoce como un arma fantasma.
El artefacto, que las autoridades creen que habría sido utilizado por el acusado para cometer el crimen, podría convertirse en una pieza clave en el proceso legal en su contra.
Mangione, un experto en programación, fue detenido en un McDonald’s de la ciudad de Altoona, en Pensilvania, tras ser reconocido por alguien en el restaurante.
El lunes fue acusado de asesinato y de otros cargos relacionados con la posesión ilegal de armas de fuego.
Además del arma, el presunto asesino también tenía en su mochila “varias identificaciones falsas” y un manifiesto escrito a mano de tres páginas que incluía quejas contra el sistema de salud de EE.UU.
“Estaba en posesión de una pistola fantasma que tenía la capacidad de disparar una bala de 9 mm”, dijo el lunes Joe Kenny, jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York.
“Puede haber sido fabricada en una impresora 3D”, agregó.
El arma estaba cargada con seis balas de nueve milímetros. Además, la policía también encontró un silenciador, que de igual manera habría sido producido en una impresora 3D.
Para las autoridades podría ser un reto investigar el origen de la pistola.
Este tipo de armamento se conoce como armas fantasma precisamente porque, en su mayoría, son fabricadas por individuos que ensamblan las piezas en casa, por lo que pueden quedar fuera de los registros oficiales.
De acuerdo con el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos de EE.UU. (ATF, por sus siglas en inglés), las armas fantasma o armas de fabricación privada son completadas, ensambladas o producidas por cualquier persona que no sea un fabricante con licencia.
Son difíciles de rastrear porque hasta agosto de 2023 no era obligatorio colocarles un número de serie que permita seguir su rastro ni tampoco realizar una verificación de antecedentes al comprador.
En EE.UU., generalmente, los fabricantes e importadores de armamento colocan un número de serie y marcas en las armas de fuego, que identifican al fabricante o importador, marca, modelo y calibre, según explican reportes del Centro Ley Giffords para la Prevención de la Violencia con Armas.
“La investigación de delitos que involucran armas de fuego de fabricación privada no serializadas puede generar dificultades para rastrear el origen de las armas de fuego y vincularlas con delitos relacionados”, dice la página web de ATF.
Las autoridades las categorizan en diez tipos: pistola, revolver, rifle, escopeta, armazón o cajón de mecanismos, dispositivo de conversión de ametralladora, dispositivo destructivo, ametralladora, silenciador de arma de fuego y cualquier otra arma.
Elaborar un arma fantasma en EE.UU. es tan sencillo como comprar por internet un kit con las diferentes partes y herramientas.
Se han conocido incidentes en los que menores poseen este tipo de artefactos, así como personas con trastornos mentales.
Las partes con las que se fabrican no están técnicamente terminadas y requieren algunos pasos adicionales en el hogar, como perforar algunos agujeros, antes de que puedan usarse para hacer una pistola funcional.
Más de una decena de estados, incluyendo Nueva York, han establecido leyes para regularizar las armas sin número de serie, pero es difícil prevenir que se utilicen, pues sus partes pueden ser enviadas de forma individual a casi cualquier lugar.
El asesinato de Thompson renovó el escrutinio de las armas fantasma, que el gobierno de Biden trata de reglamentar para que sean consideradas de la misma manera que las armas de fuego disponibles comercialmente.
Los fabricantes de kits de armas fantasma ahora deben incluir números de serie en sus productos y realizar verificaciones de antecedentes a los compradores.
En octubre, la Corte Suprema evaluó los argumentos de este estatuto que fue retado en los tribunales, y pareció que una mayoría se inclinaba a apoyarlo.
Un fallo a favor marcaría un cambio para el grupo de nueve jueces de una supermayoría conservadora que ha sido en gran medida escéptica con las regulaciones de armas.
En cuanto a las armas en general, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, se ha posicionado como un firme defensor de la Segunda Enmienda, que otorga el derecho a portarlas.
A principios de este año, le dijo a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) que era el mejor amigo del grupo.
Los expertos han calificado las armas fantasma como el problema de seguridad de armas de más rápido crecimiento en el país. Se han utilizado cada vez más en tiroteos de alto perfil.
Según cifras de la ATF, las fuerzas del orden encontraron 20.000 armas fantasma sospechosas en investigaciones criminales en 2022, un número diez veces mayor que en 2016.
Las autoridades dicen que sin números de serie en sus armazones, es prácticamente imposible rastrear a los comerciantes que venden estas armas ilegalmente a menores o a personas sin licencia.
Una exfuncionaria del gobierno estadounidense duda de que la gente cambie de opinión con el asesinato de Thompson.
“Las armas fantasma son un factor nuevo en un país muy complicado y violento”, le dijo Juliette Kayyem al programa Today de BBC Radio 4.
A EE.UU. le resulta “muy difícil” restringir las armas de fuego, añadió Kayyem, exsecretaria adjunta de política del Departamento de Seguridad Nacional.
Más de 48.000 personas murieron por armas de fuego en Estados Unidos en 2022, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
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