Para entender mejor
Usuarios de redes sociales han difundido una serie de videos y fotografías que acusan al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de ser pederasta. Sin embargo el demócrata no tiene ninguna acusación formal por algún tipo de abuso contra menores de edad y la desinformación forma parte de ‘Teorías conspiranoicas’ que circulan en el marco del arresto y candidatura de Donald Trump, opositor de Biden.
A través del VerifiChat de El Sabueso, usuarios de esta red social solicitaron verificar dichos rumores que circulan en redes. De hecho, esta desinformación no es nueva. En 2020, durante la campaña presidencial en la que participaron Biden y Trump, también se viralizaron este tipo de desinformaciones.
También verificamos:
La desinformación resurge en medio del juicio contra Donald Trump relacionado con una serie de pagos millonarios a Stormy Daniels, actriz de cine para adultos. Lo anterior, con el fin de que no revelara una supuesta relación extramarital que sostuvo con Trump años atrás, durante las elecciones presidenciales de 2016.
“Biden es pedófilo pero en enjuiciado es Trump” es una de las consignas que se promueven en twitter para propagar tal desinformación.
El pasado 3 de abril del 2023, la congresista republicana, Marjorie Taylor Greene, conocida por mostrar su apoyo incondicional a Trump y por sus polémicos spots de campaña en el que aparece disparando armas, también declaró que el partido demócrata apoyaba la sexualización de los niños, actividad propia de pedófilos.
“Los demócratas… incluso Joe Biden, el presidente… apoya la sexualización de los niños… sexualizar a los niños es lo que los pedófilos les hacen a los niños”, dijo la congresista en entrevista para el programa 60 minutos de la periodista Lesly Stahl, el video de la entrevista fue retomado y difundido desde su cuenta oficial de Twitter.
Sin embargo, dichas declaraciones carecen de sustento y no contiene ningún tipo de pruebas para afirmar que el actual presidente de los Estados Unidos sea pedófilo o haya realizado algún tipo de abuso o agresión en contra de menores de edad.
No encontramos ningún reporte oficial o en prensa sobre acusaciones realizadas contra Joe Biden por pedofilia o acoso a menores interpuestas ante las autoridades estadounidenses. Tampoco sobre investigaciones judiciales al respecto.
Las llamadas teorías conspirativas o teorías de conspiración son especulaciones, muchas veces infundadas que supuestamente ofrecen decir la verdad sobre ciertos fenómenos o circunstancias de la vida social, política e historia en todo el mundo; sin embargo, lejos de brindar veracidad, estas teorías desinforman, pues en realidad no otorgan ninguna prueba o argumento lógico de lo que aseguran.
Una de las más famosas teorías es el ‘pizzagate’ que se diseminó en redes sociales en 2016 en el contexto electoral que vivía Estados Unidos. Dicha teoría asegura que la pizzería Comet Ping Pong de Washington era el centro de una supuesta red de pedofilia vinculada a Hilarý Clinton, el partido demócrata y algunas celebridades de la farándula estadounidense.
La teoría surgió luego de que en ese mismo año, el correo personal de John Podesta, jefe de campaña de Clinton, mediante el fraude cibernético phishing que ya hemos explicado en esta verificación, en el que la filtración se publicó de documentos llamada Wikileaks.
Pese a ello, todos los rumores fueron desmentidos; sin embargo la teoría conspirativa y desinformante ya se había diseminado en redes sociales.Derivado de esta desinformación fue arrestado Michael Flynn Jr., hijo del general y asesor de seguridad nacional de Donald Trump, ya que éste estuvo a punto de desatar una masacre hacia un restaurante de pizzas.
Flynn Jr. conudjo desde Carolina del Norte hasta la pizzería Comet Ping Pong ubicada en un suburbio de clase alta en Washington, a la que entró armado tratando de encontrar algún pasadizo ‘secreto’ que lo llevara a dónde supuestamente había niños secuestrados y explotados sexualmente en la red de pedofilia.
A partir de esta desinformación, surgieron nuevas teorías conspirativas agrupadas y nombradas como Qanon. Aunque su origen se registró en 2017, en 2020 tuvieron una mayor popularidad.
Nuevamente en un contexto coyuntural de elecciones estadounidenses, el Qanon se sumó a las desinformaciones del Covid-19, las campañas antivacunas, las protestas del movimiento Black Lives Matter, y el tráfico de menores con el fin de acrecentar el número de simpatizantes de Donald Trump.
Si bien Joe Biden no ha tenido una acusación formal por pedofilia, en 2020 una mujer que trabajó por más de 30 años con Joe Biden, Tara Reade, acusó por abuso sexual al entonces candidato. Sin embargo, a pesar de que la mujer presentó una denuncia formal ante la policía, de acuerdo con el portal BBC, en ningún momento salió a relucir el nombre de Biden. La portavoz de campaña del hoy presidente, negó tal acusación.
De igual forma, en las plataformas digitales como TikTok, se muestran una serie de videos en los que aparece el demócrata en actos públicos en los que convive con menores de edad que al estar en contacto con Biden muestran rostros de incomodidad que además lo vinculan con el satanismo.
Una de las desinformaciones más recientes al respecto fue cuando usuarios de Twitter dijeron que el presidente habría viajado con un niño vestido de mujer, pero en realidad se trataba de su nieta Natalie Biden, quien cumplió la mayoría de edad en 2022, información que el medio Snopes verificó.
En conclusión, no existen pruebas, documentos o denuncias formales que sostengan las acusaciones y rumores de pederastia que circulan en la web contra Biden.
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Analizamos las respuestas de los países implicados y qué consecuencias podrían tener los aranceles.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, disparó las alarmas en México, Canadá y China al anunciar este lunes que el primer día de su segunda presidencia, previsto para el 20 de enero, impondrá nuevos aranceles a los productos de estos tres países.
Trump dijo que la medida será parte de su lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, dos de los pilares de la campaña que le llevó a ganar las elecciones del pasado 5 de noviembre.
Expertos creen que, de concretarse, la medida podría causar un drástico aumento de los precios de muchos bienes, mientras algunos sostienen que se trata de una mera estrategia de negociación del próximo líder de Washington.
El anuncio del próximo líder de la Casa Blanca ha generado preocupación en los gobiernos mexicano, canadiense y chino, que han respondido de diferentes maneras.
Analizamos las principales claves de la nueva amenaza arancelaria de Trump.
El presidente electo adelantó que, tan pronto asuma el cargo el próximo 20 de enero, gravará con un 25% las importaciones desde Canadá y México, e impondrá un arancel adicional del 10% a las procedentes de China, según una publicación en su cuenta de la red Truth Social.
Trump aseguró que será una de sus “muchas primeras órdenes ejecutivas” y la justificó como una medida de su lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas a través de las “ridículas fronteras abiertas” de Estados Unidos.
“Miles de personas están cruzando por México y Canadá, trayendo crimen y drogas a niveles nunca antes vistos”, escribió.
Agregó que los nuevos aranceles permanecerán en vigor “hasta detener esta invasión de drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales a nuestro país”.
“Tanto México como Canadá tienen el derecho absoluto y el poder para resolver fácilmente este problema que ha estado latente durante mucho tiempo. Por este medio exigimos que usen este poder (…) y hasta que lo hagan, es hora de que paguen un precio muy alto”, sentenció.
En cuanto a China, aseguró haber mantenido numerosas negociaciones con su gobierno sobre “las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo”, cuyos componentes llegan a Estados Unidos supuestamente desde el país asiático, “pero sin ningún resultado”.
“Hasta que detengan esto, estaremos cobrando a China un arancel adicional del 10%, agregado a cualquier otro arancel adicional, sobre todos sus muchos productos que entren en Estados Unidos”, especificó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a la amenaza de aranceles en una carta destinada a Trump que leyó en su conferencia de prensa matutina.
Sheinbaum insistió en que es imposible resolver el “fenómeno migratorio” o el consumo de drogas en Estados Unidos “con aranceles ni con intimidaciones”.
“Se requiere de cooperación y entendimiento económico recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”.
También advirtió que esta medida perjudicaría a empresas binacionales como General Motors y Ford, afectando el empleo y la estabilidad económica de ambos países.
Defendió la importancia de respetar lo establecido en el T-MEC, firmado durante la primera presidencia de Trump (2017-2021) y en vigor desde 2020, y reiteró su intención de dialogar con el equipo del próximo mandatario para preservar la relación comercial.
También destacó que “la fortaleza económica de Norteamérica radica en mantener nuestra sociedad comercial” para “seguir siendo más competitivos frente a otros bloques económicos”.
Sheinbaum contestó a las acusaciones de Trump sobre la migración ilegal citando la reducción del 75% en encuentros diarios de migrantes en la frontera desde diciembre, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
En cuanto a la “epidemia de fentanilo”, la consideró “un problema de consumo y de salud pública de la sociedad” estadounidense en la que México colabora “por razones humanitarias”.
Recordó que México ha confiscado toneladas de drogas y armas, y ha detenido a miles de personas relacionadas con el narcotráfico, y subrayó que los precursores químicos para las drogas sintéticas “entran de manera ilegal” desde Asia.
Finalmente, pidió que Trump también aborde “el tráfico ilegal de armas” desde Estados Unidos, país del que proviene “el 70% de las incautadas en México”.
El anuncio del presidente electo estadounidense también generó preocupación en Canadá y China, cuyos gobiernos advirtieron de graves consecuencias económicas.
El gobierno canadiense subrayó la importancia de resolver las tensiones a través de negociaciones.
Su primer ministro, Justin Trudeau, mantuvo una primera conversación telefónica con Trump sobre comercio y seguridad fronteriza, y ambos acordaron proseguir los contactos.
Un portavoz de Trudeau señaló que “la economía de Canadá y la de Estados Unidos están profundamente integradas, y estas medidas perjudicarían a ambas naciones”.
Canadá es el principal socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio de bienes y servicios que supera los US$700.000 millones al año e implica a industrias clave, como la automotriz y la de productos agrícolas.
Por su parte, el gobierno chino alegó que “nadie ganará en una guerra comercial o arancelaria”, según dijo Liu Pengyu, portavoz de la embajada de China en Washington, en declaraciones a la BBC.
“China cree que la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos es mutuamente beneficiosa por naturaleza”, señaló.
Sin embargo, esta cooperación ha sido difícil de alcanzar en los últimos años: el 66,4% de las importaciones de productos chinos en EE.UU. y el 58,3% de las importaciones chinas de productos estadounidenses están sujetas a aranceles.
Sobre los componentes fabricados en China que se usan para fabricar narcóticos en Estados Unidos, Liu apuntó que la cooperación antidrogas “es uno de los entendimientos comunes importantes alcanzados entre el presidente Xi Jinping y el presidente Joe Biden durante su reunión en San Francisco en 2023”.
Aseguró que Pekín “ha notificado a Estados Unidos los avances logrados en las operaciones de aplicación de la ley relacionadas con los narcóticos”, “ha respondido a las solicitudes de Estados Unidos para verificar pistas sobre ciertos casos y ha tomado medidas”.
“Todo esto demuestra que la idea de que China permite conscientemente el flujo de precursores de fentanilo hacia Estados Unidos es completamente contraria a los hechos y la realidad”, afirmó.
Canadá, México y China son, en este orden, los principales socios comerciales de Estados Unidos.
En 2023, el valor conjunto de las importaciones estadounidenses de bienes y servicios procedentes de estos tres países fueron de casi US$1,5 billones, según la Oficina de Análisis Económico de Washington.
En 2022, el último año para el que existe un desglose completo de los tipos de bienes y servicios adquiridos, la principal exportación de Canadá a Estados Unidos fue petróleo crudo por valor de US$117.000 millones.
Esto representó el 60% de las importaciones totales brutas de petróleo crudo de Estados Unidos.
Desde China, las importaciones de computadoras y equipos audiovisuales ascendieron a más de US$100.000 millones.
La principal importación de México también fueron equipos informáticos, por valor de casi US$37.000 millones.
En segundo lugar se situaron los vehículos, que México exportó a EE.UU. por valor de US$34.000 millones en 2022.
La propuesta de Donald Trump podría tener importantes repercusiones económicas y políticas, especialmente en Estados Unidos, donde expertos advierten sobre un posible aumento de la inflación, tensiones comerciales prolongadas y cuestionamientos sobre el cumplimiento del T-MEC.
De aplicarse, los aranceles podrían encarecer significativamente productos básicos como alimentos, automóviles y bienes electrónicos en Estados Unidos, lo que afectaría directamente a los consumidores, según economistas.
Esto podría presionar al alza los precios en un contexto de lucha contra la inflación y con ello obligar a la Reserva Federal a mantener las tasas de interés elevadas, encareciendo aún más el crédito para hogares y empresas.
Por otro lado, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde 2020, establece reglas claras para evitar la imposición unilateral de aranceles entre los socios comerciales.
El experto en política comercial Stephen Woolcock declaró a la BBC que las medidas propuestas por Trump “no están en línea con el acuerdo existente“.
Woolcock cree que la efectividad del T-MEC depende de la “confianza y cumplimiento por parte de las naciones involucradas”, y las medidas de Trump podrían erosionar esta base de cooperación.
En todo caso, algunos analistas creen que los aranceles podrían ser utilizados como una herramienta de presión para conseguir concesiones de los socios comerciales de Estados Unidos.
Según Randall Kroszner, exgobernador de la Reserva Federal, Trump probablemente emplea estas amenazas para lograr avances en temas sensibles como la inmigración y el tráfico de drogas.
Kroszner subraya que los aranceles tendrían un impacto menor en la economía estadounidense, donde las importaciones representan solo el 15 % del PIB, en comparación con México y Canadá, que dependen mucho más del comercio con Estados Unidos.
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