Para entender mejor
En redes sociales y a través del VerifiChat de El Sabueso usuarios han alertado que no habrá beca de “Jóvenes Escribiendo el Futuro” para el periodo 2024-2. Esta información es cierta, y se espera que su siguiente convocatoria se emita hasta 2025.
La Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez (CNBBBJ) confirmó que no tienen previsto realizar una convocatoria en los dos meses restantes de 2024, de acuerdo a la solicitud de información 330011724000316 publicada en el Portal Nacional de Transparencia (PNT).
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Un vocero de la Unidad de Transparencia de la CNBBBJ declaró para El Sabueso que las personas que ya son beneficiarias de este programa recibirán los pagos restantes que les corresponden. De acuerdo al calendario de pagos de las becas Benito Juárez, se tiene contemplado el pago de los últimos cuatro meses del año a partir de diciembre.
Las personas que recién quieran incorporarse al programa deberán esperar a la publicación de la siguiente convocatoria en 2025, la cual funcionará conforme a las Reglas de Operación del Programa Jóvenes Escribiendo el Futuro para el ejercicio fiscal 2025.
Es una beca de cobertura nacional que forma parte de los programas de bienestar brindados por el gobierno federal para contribuir a la permanencia escolar. Está dirigido a estudiantes de nivel superior que se encuentren en la modalidad escolarizada de escuelas públicas.
Consiste en un apoyo mensual de $2,800 pesos otorgado durante los 10 meses que dura el ciclo escolar (exceptuando julio y agosto).
Con el fin de garantizar una educación inclusiva y equitativa, la Coordinación Nacional de Becas cataloga a algunas universidades como prioritarias para este programa, entre las que están las Universidades Interculturales, Escuelas Normales Indígenas y Escuelas Normales Rurales.
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La confusión generada entre usuarios se debe a que en agosto de 2024 algunas universidades recibieron un comunicado emitido por la Coordinación Nacional de Becas en donde se informó sobre el inicio del proceso de la obtención de la beca para el periodo de 2024-2. Sin embargo, se desconoce la causa por la cuál esta fue aplazada.
La Universidad de la Salud (UNISA), la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), la Universidad Veracruzana (UV) y el Instituto Tecnológico de Tlalnepantla (ITTLA) hicieron público en agosto de 2024 la recepción del comunicado 26/2024 emitido por la Coordinación Nacional de Becas, mediante el cual se dio aviso del inicio del proceso de la beca para el periodo 2024-2.
De acuerdo a este comunicado, del 2 de septiembre al 5 de octubre se realizaría la carga de fichas escolares a través del Sistema Único de Beneficiarios de Educación Superior (SUBES). No obstante, la Convocatoria 2024-2 con la que se daría continuidad al proceso no fue publicada.
Una nota dentro del mismo documento especifica que podrían haber cambios derivados por la transición de gobierno de la administración de López Obrador a la de Claudia Sheinbaum.
Conforme al reglamento de operación del programa de becas, el proceso consiste en siete etapas. La primera es la identificación y selección de planteles, la segunda la difusión del programa y designación de enlace dentro del plantel (la cual corresponde al Comunicado 26/2024 difundido).
Los siguientes pasos consisten en la solicitud de beca, para lo cual es necesario la publicación oficial de la convocatoria, revisión de la información, selección de becarios y difusión de resultados.
El presupuesto aprobado en 2024 para el programa Jóvenes Escribiendo el Futuro fue de 11,701.1 millones de pesos y se espera que para 2025 sea superior, según proyecciones realizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) (Pre-Criterios 2025).
De acuerdo con el 6to y último informe de gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el número de beneficiarios de este programa pasó de 299 mil en 2019 a 620 mil en 2024.
Además, de septiembre de 2023 a junio de 2024, se entregaron 471,298 becas; de las cuales un 14% correspondió a la población indígena.
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En conclusión, el programa de becas para universitarios Jóvenes Escribiendo el Futuro no ha sido cancelado. Pero, la próxima convocatoria será hasta 2025.
La gestión del desastre suscita críticas y abre el debate sobre cuán preparado está España ante las emergencias y el cambio climático.
La magnitud de la tragedia por las inundaciones y riadas que dejaron decenas de muertos en el sureste de España ha generado dudas sobre la preparación y la respuesta de las autoridades ante la emergencia.
La provincia de Valencia, la más afectada, y las de Albacete y Cuenca sufrieron lluvias torrenciales que desbordaron los cauces de los ríos, inundaron calles y campos, arrastraron autos, derribaron puentes y dejaron la mayor cifra de muertos y desaparecidos por un desastre natural en la historia reciente de España.
Mientras los servicios de emergencia aún buscan a los desaparecidos entre el lodo y el agua que anega las localidades afectadas, en España crecen las preguntas sobre la gestión del desastre.
Residentes de las zonas impactadas denunciaron en los medios de comunicación locales y en las redes sociales que las autoridades no les avisaron para que se prepararan adecuadamente.
Exponen que recibieron en sus teléfonos la alerta de Protección Civil llamando a evitar los desplazamientos cuando ya llevaba varias horas lloviendo y muchos habían quedado atrapados en edificios y en vehículos arrastrados por la fuerza incontenible del agua.
Bárbara Jiménez, camarera de un restaurante en Valencia, le dijo a Televisión Española que su jefe no le dejó irse a casa porque no veía la situación “lo bastante grave” hasta que llegó la alerta telefónica a las 20:00 hora local del martes, pero entonces “ya era demasiado tarde”.
A esas alturas, el agua ya había bloqueado muchas carreteras y cientos de conductores estaban atrapados en ellas.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) venía desde el jueves 24 alertando de la llegada a la Península Ibérica de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), el fenómeno atmosférico que ha ocasionado el desastre.
El martes 29 a las 07:30 de la mañana, la Aemet elevó una alerta roja por lluvias, lo que implica la previsión de “fenómenos no habituales de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto”.
A las 11:50, la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo dependiente del gobierno español encargado de gestionar las aguas del río Júcar, que recorre la zona afectada, informaba a través de la red social X que uno de sus afluentes mostraba una “crecida considerable” y otro veía crecer su caudal “de forma importante”.
Alrededor de las 13:00 h, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana, el gobierno regional de la Comunidad Valenciana, pedía en las redes sociales “prudencia en las carreteras y mucha atención a las indicaciones de las autoridades”.
Pero Mazón dijo también: “según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos, por lo que se espera que hacia las 18.00 disminuya su intensidad” en la Comunidad Valenciana.
En lugar de eso, se desplazó por la región sembrando el caos.
Según el recuento de la agencia Efe, a las 19:17, la Generalitat elevaba la alerta a Nivel 2 en las comarcas de Utiel, Requena y la Plana.
Y finalmente, a las 20:00, enviaba el mensaje de alerta a los teléfonos móviles de toda la población.
Para entonces, la mayoría de los valencianos ya sabían que la situación era excepcional y peligrosa porque lo estaban viendo con sus propios ojos.
A las 20:36, el gobierno español ordenaba el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) a petición del gobierno autonómico valenciano para colaborar con los servicios de emergencia locales.
Finalmente, pasado el mediodía de este miércoles, cuando ya se sabía que había decenas de muertos y desaparecidos, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dirigía un mensaje televisado a la población ofreciendo el apoyo y la solidaridad del país a las zonas afectadas.
El gobierno español anunció también la declaración de Zona Catastrófica en las áreas afectadas.
La gestión de la emergencia ha suscitado críticas de ciudadanos y autoridades locales.
Andreu Salom, alcalde de L’Alcúdia, una de las poblaciones afectadas, dijo sentirse en el “abandono y una absoluta impotencia”. Señaló: “como alcalde, nadie me informó de que el río Magro podía desbordarse”. Contó que la población “se ha llenado de agua, barro y escombros”.
El gobierno regional de Carlos Mazón ha sido criticado porque una de las primeras decisiones que tomó al llegar al poder fue eliminar la Unidad Valenciana de Emergencias, a lo que ha respondido que no era más que “otra organización ficticia, con cero bomberos, cero materiales y cero eficiencia”.
Jorge Olcina, climatólogo de la Universidad de Alicante, le dijo a BBC Mundo que “aunque la cantidad exacta de agua que terminó por caer era imposible de prever, hubo un aviso meteorológico con tiempo suficiente, y lo que falló fue la transmisión de ese aviso a la población”.
Por eso, según dice, “la gente siguió haciendo vida normal pese a la alerta”.
Para Olcina, “la información a la sociedad no se dio con la celeridad necesaria”.
Olcina recuerda que “España lleva tiempo tratando de implantar el sistema europeo de avisos de emergencia por teléfono, pero el proceso se delegó a las comunidades autónomas y se está tardando mucho”.
Pero el experto detecta otros problemas.
“En España no hay una educación de la población para la prevención de riesgos en desastres como la que existe, por ejemplo, en Estados Unidos con los huracanes y deberíamos empezar a trabajar en eso”, señala.
“En una situación así, deberían haberse suspendido las clases y la gente no debería haber ido a trabajar si no era indispensable. Obviamente, eso tiene un costo, pero el precio que vamos a pagar va a ser ahora más alto”, añade.
Para Olcina, episodios como el de Filomena, la borrasca que sembró el caos en Madrid y otros puntos de España en 2021, deberían llevar a una reflexión en su país sobre cómo se afrontan estas emergencias.
Olcina apunta también al “problema estructural provocado porque en muchas zonas del Mediterráneo español ha habido un crecimiento urbano descontrolado desde mediados del siglo XX y se ha construido en zonas inundables, que, como hemos visto ahora, son las primeras afectadas”.
Los científicos alertan de que el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de fenómenos potencialmente catastróficos como la Depresión Aislada en Niveles Altos, una masa de aire que se desprende de una corriente muy fría y desciende sobre otra de aire caliente produciendo grandes perturbaciones atmosféricas y precipitaciones muy intensas.
Es una situación típica de las regiones del litoral mediterráneo español en los meses de septiembre y octubre, y los lugareños están habituados a ella.
Pero, “con las aguas del Mediterráneo cada vez más calientes, se están formando nubes cada vez más potentes y que producen más precipitaciones”, explica Olcina, que recuerda que “España está recibiendo ahora los fondos Next Generation de la Unión Europea y uno de sus objetivos es financiar proyectos de adaptación al cambio climático”.
“Estamos ante una oportunidad de utilizarlos bien en las zonas más vulnerables, como la Comunidad Valenciana”, afirma.
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