Usuarios en redes sociales difundieron la fotografía de una mujer que supuestamente es la víctima que fue quemada en el metro de la ciudad de Nueva York el pasado 22 de diciembre de 2024, y afirman que se trata de Amelia Carter, de 29 años. Sin embargo, la imagen difundida fue creada con inteligencia artificial mientras que la identidad de la víctima no ha sido confirmada por las autoridades.
El Sabueso analizó la imagen en las herramientas AIimagedetector (60%) y WasItAI (99%) de detección de contenido generado con inteligencia artificial y confirmó que la imagen tienen alta probabilidad de haber sido creadas con esta tecnología.
“ÚLTIMA HORA: El nombre de la víctima que fue quemada viva en el metro de New York era AMELIA CARTER de 29 años. Los medios se niegan a publicar su nombre y rostro, porque era una joven cuya vida fue arrebatada por un ilegal. No era borracha, ni vagabunda. ESTO DEBE SABERSE”, afirma la publicación. Sin embargo, hasta ahora las autoridades de Nueva York no han confirmado la identidad de la víctima.
Hasta el momento, la publicación que desinforma en ‘X’ –antes Twitter– tiene más de 19 mil ‘me gusta’, ha sido compartida más de 7 mil veces y tiene un alcance de 2.3 millones de visualizaciones.
De acuerdo con medios de comunicación, la mañana del domingo 22 de diciembre, un hombre en presunto estado de ebriedad prendió fuego a la ropa de una persona que viajaba en un tren de la ruta F del metro de Coney Island-Avenida Stillwell, en Nueva York.
Según los reportes, la víctima murió en el lugar a pesar de que agentes de la policía y de la autoridad Metropolitana del Transporte intentaron apagar el fuego.
Medios como BBC y AP indicaron que el presunto responsable del siniestro se llama Sebastian Zapeta de 33 años, originario de Guatemala y que entró a Estados Unidos en 2018 de manera ilegal, por lo que fue detenido y deportado. Sin embargo, volvió a ingresar a aquel país.
Horas más tarde, el hombre fue arrestado y se informó que enfrentará cargos de asesinato e incendio provocado en la muerte de esta persona.
En una conferencia de prensa,del 22 de diciembre, la comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, junto con Joseph Gulotta, jefe de tránsito del Departamento de Policía, aseguraron que continuaban con las investigaciones pero no ofrecieron mayores detalles sobre la identidad de la víctima, misma que seguía sin confirmarse la tarde del 24 de diciembre.
En conclusión, la supuesta imagen de la víctima que fue quemada en el metro de Nueva York que circula en redes sociales fue generada con inteligencia artificial, mientras que su identidad no ha sido confirmada oficialmente.
Dos suicidas intentaron inmolarse durante la visita del papa Francisco a Irak en 2021, pero sus planes fueron frustrados gracias a una información recogida por la inteligencia británica.
Un plan para asesinar al papa Francisco durante un viaje a Irak pudo evitarse gracias a un aviso de los servicios de inteligencia británicos, según relata él mismo en la autobiografía que será publicada el próximo enero.
El pontífice cuenta que, tras aterrizar en Bagdad en marzo de 2021, le informaron de que dos terroristas suicidas iban a atentar contra un acto en el que iba a participar.
Ambos atacantes fueron interceptados y abatidos, según relata en extractos publicados por el diario italiano Corriere della Sera.
El viaje, que se prolongó durante tres días en plena pandemia de coronavirus, fue la primera de un jefe de la Iglesia católica a Irak y contó con una intensa operación de seguridad.
La violencia sectaria había aumentado en Irak en los años anteriores a su visita, con enfrentamientos entre musulmanes chiítas y sunitas, así como con persecuciones a minorías religiosas.
La comunidad cristiana del país se había reducido drásticamente, especialmente a causa del grupo Estado Islámico y otros extremistas sunitas.
En extractos de su autobiografía, el Papa dice que “casi todo el mundo me desaconsejó” la visita, pero sintió que “tenía que hacerlo”.
Según Francisco, el complot fue descubierto por los servicios de inteligencia británicos, que avisaron a la policía iraquí y esta, a su vez, se lo comunicó a su equipo de seguridad cuando aterrizó.
“Una mujer cargada de explosivos, una joven terrorista suicida, se dirigía a Mosul para inmolarse durante la visita papal”, explica.
“Y una furgoneta también había partido a gran velocidad con la misma intención”.
El pontífice añade que al día siguiente preguntó a un responsable de seguridad qué había pasado con los presuntos atacantes.
“El (funcionario) respondió lacónicamente: ‘Ya no están’. La policía iraquí los había interceptado y volado por los aires”, relata Francisco en la autobiografía.
El libro, titulado Hope (“Esperanza”), escrito con el autor Carlo Musso, se publicará el 14 de enero en unos 100 países.
Junto con el “concentrado de humanidad” que Jorge Bergoglio vivió en las villas miseria de Buenos Aires, la “flecha al corazón” que experimentó en Irak son temas centrales en la autobiografía, según el portal de noticias Vatican News.
El Vaticano no respondió inmediatamente a una petición de comentarios, según la agencia de noticias Reuters.
Los viajes del papa Francisco se han diferenciado de los de sus antecesores porque no han tenido como destino los grandes centros católicos del mundo -Europa, Sudamérica y regiones de África-, sino que ha viajado allí donde los cristianos son minoría.
Después de visitar Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur, en 2021 el pontífice recaló en Irak.
El país es importante para el cristianismo, el judaísmo y el Islam, ya que en la región iraquí de Ur se cree que nació Abraham, considerado patriarca de las tres grandes religiones monoteístas.
En Irak vive una minoría cristiana que está al borde de la extinción debido, entre otras razones, a la persecución que sufrió durante años de grupos radicales como Estado Islámico.
En su visita, Francisco se reunió con el principal líder religioso chiíta, el ayatolá Ali al Sistani, en un encuentro histórico entre las dos religiones.
Para ello Francisco viajó a la ciudad sagrada de Najaf, a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad, principal centro religioso de este rama del islam y centro de peregrinación de chiítas de todo el mundo.
El ayatolá es una de las figuras más poderosas del Islam y sus fatuas (edictos religiosos) hicieron que muchos musulmanes se movilizasen en 2014 contra Estado Islámico, con al creación de la Multitud Popular.
En Mosul, en el norte del país, Estado Islámico construyó su brutal feudo y desde allí dirigió sus sanguinarias campañas que forzaron a una gran parte de la población cristiana a huir.
Desde las ruinas de una iglesia de Mosul, el Papa pidió a los cristianos de Irak que perdonaran las injusticias cometidas contra ellos y se centraran en la reconstrucción.
El pontífice relata en su libro sus primeras impresiones sobre Mosul: “Una de las ciudades más antiguas del mundo”, dice, “rebosante de historia y tradiciones, que vio pasar diferentes civilizaciones y fue símbolo de la coexistencia pacífica de diversas culturas en un solo país -árabes, kurdos, armenios, turcos, cristianos, sirios- apareció ante mis ojos como un campo de escombros después de tres años de ocupación por el Estado Islámico, que la había elegido como su bastión”.
Vista desde un helicóptero en el que llegó, cuenta que el territorio parecía “una radiografía del odio, uno de los sentimientos más eficaces de nuestro tiempo“, recoge Vatican News.
Desde la invasión de EE.UU. a Irak en 2003 y hasta 2019, la comunidad cristiana iraquí se redujo en un 83%: de más de 1,5 millones de cristianos a apenas 250.000.
Se estima que al menos un millón de ellos huyeron a Europa y EE.UU. debido a los conflictos internos originados por la invasión y otros fueron desplazados por los grupos islamistas.
La presencia cristiana en Irak se remonta casi a la misma aparición de esta religión en la historia. De hecho, son muchas más las localidades y los lugares nombrados en la Biblia que están ubicados en este país los que se ubican en la llamada “Tierra Santa” de Israel y los territorios palestinos.
En septiembre, la policía indonesia también detuvo a 7 personas que pplaneaban, al parecer, atentar contra Francisco durante la visita que realizó al país asiático, según publicó la prensa local.
En el registro de la vivienda de uno de los detenidos la policía indonesia encontró arcos y flechas, una bandera del Estado Islámico y un dron.
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