
Para entender mejor
Es falso que exista una nueva lagartija venenosa en México, como afirman usuarios en redes sociales. Aseguran que la nueva especie de lagartija habría mutado con una serpiente de coralillo (coral) y su veneno causó la muerte de una persona en México.
Pero, las lagartijas con líneas en su espalda que se asemejan a las de la víbora coralillo, son Coleonyx elegans, también conocidas como gecko rayado yucateco y son inofensivos para los seres humanos, confirmó Eduardo Fanti, biólogo y académico de la Universidad de Guadalajara. Además, las víboras y los geckos no se pueden reproducir entre ellos.
La imagen que se difunde en Facebook y TikTok, tiene más de 2 mil reacciones y ocasiona que usuarios aseguren que mataran a los ejemplares de esta especie por ser “peligrosas”.
Puedes leer: ¡No te hacen nada! *Es falso que las cuijas besuconas hacen daño* (y hay gente que las mata)

Estos geckos tienen una función en la naturaleza que beneficia a los humanos. “Ellos se alimentan de insectos y de arácnidos, pueden comerse arañas que son potencialmente nocivas para las personas como las viudas negras”, nos platica el biólogo, Roberto Romero Ramírez, del herpetario de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
También detalla que los geckos rayados yucatecos viven en zonas normalmente calurosas, donde se reproducen los mosquitos que son transmisores de la enfermedad del dengue, por lo que estos reptiles pueden ayudar a controlar esta plaga sanitaria.
También lee: Serpiente es nombrada en honor a Harrison Ford; “siempre son animales que aterrorizan a los niños”, responde
Por otro lado, la víbora de coral es un reptil que vive en zonas con climas trópicos y que en esencia tiene una cabeza ovalada y su piel está contorneada con rayas negras, rojas y blancas y en algunas regiones se tornan de color amarillo; es por esto que piensan que se mutó con el gecko rayado yucateco.

La víbora también cuenta con colmillos cortos y huecos con los que inyecta un veneno tóxico a la hora de su mordida y el cual afecta directamente al sistema nervioso de los humanos.
De acuerdo con lo que reporta National Geographic, sí una víbora de este tipo muerde a una persona puede sufrir de visión borrosa y dificultad para hablar. Y en caso de no atender pronto la mordedura, el veneno puede paralizar al corazón y el diafragma.
Te puede interesar: Tren Maya pasará por zonas donde 170 especies de fauna están en riesgo; ambientalistas acusan carencias en plan de protección
Aunque el gecko yucateco tenga líneas parecidas a la de la víbora de coral, “no es posible que entre lagartijas y serpientes se reproduzcan, ya que son grupos totalmente diferentes”, así lo afirmó el biólogo, Roberto Romero Ramírez.
“Incluso especies del mismo género no pueden reproducirse; es decir, víboras del mismo género no se pueden propagar, porque al final son especies diferentes”, detalló.
Además, la víbora coralillo habita en regiones diferentes. Mientras que el gecko rayado yucateco vive entre el sur de Yucatán y el oeste de El Salvador — al sur de México—, la víbora de coral habita en los estados de Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango —al norte del país—por lo que sus regiones contrastan drásticamente.
El especialista explica que, si encuentras un gecko en tu casa, no debes hacer nada, solo alejarte, ya que puede deberse a que ha sido comercializado o llegó accidentalmente en algún transporte de carga.
En México se han identificado 147 especies de lagartos y lagartijas, pero de estos, solo cinco son venenosos y ninguno corresponde a algún tipo de lagartija, explica un artículo publicado en la Revista Digital Universitaria de la UNAM.
Las cinco especies venenosas son heloderma alvarezi, charlesbogerti, exasperatum, horridum y suspectum, y corresponden al grupo de lagartos que se clasifican como “helodermas”. Sin embargo, de acuerdo con el departamento de Divulgación de la Ciencia de la UNAM estos reptiles no representan un peligro importante para los seres humanos.
“El animal (los helodermas) sí tienen una sustancia tóxica y aunque es difícil que el veneno afecte a un humano; la sensibilidad de una persona puede variar con respecto a otras. Pero lo que es seguro es que los geckos no tienen ninguna sustancia nociva y no producen veneno de ningún tipo”, nos explica Roberto Romero Ramírez.
Los lagartos y los geckos son fácil de diferenciar ya que “Los helodermas son cinco o seis veces más grandes que el tamaño del gecko; los Coleonyx, lo máximo que llegan a alcanzar, son 15 o 16 centímetros de longitud; comparado con una heloderma que puede medir de 80 centímetros a un metro”, indica el biólogo Juan Carlos Navarro, encargado del herpetario del Zoológico de Chapultepec.
En conclusión: No existe una nueva especie de lagartija-coralillo que sea venenosa y que pueda matar a una persona. La imagen con la que se desinforma muestra a un gecko yucateco el cual no es ofensivo para los humanos.

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.